
Kadhafi en Italia: gran pompa y boato
Por Constanza Le Bihan para Guysen International News
La lujosa tienda del beduino libio Mohamar Kadhafi se desplegó en el centro de Roma. Una primera visita "histórica" para resolver las cuentas de pendientes, iniciar la cooperación económica y alcanzar un acuerdo sobre cuestiones de inmigración. También es una oportunidad para que el líder libio responda antes los judíos exiliados en Roma. La entrevista es muy simbólica, se estableció el día... de Shabat. Para la ocasión, el coronel libio llevaba su uniforme militar y unas reducidas gafas de sol sobre su nariz. El miércoles 10 de junio, Mohamar Kadhafi pisó suelo italiano para proseguir su nomadismo diplomático, tras su visita a Francia y Rusia. La visita es histórica y, de un lado como del otro, el encuentro se ha preparado con gran pompa. Esta vez, se ubicó en la Quinta Doria Pamphili, en pleno corazón de la capital italiana, que se transformó en un caravasar para acoger a las doscientas personas que escoltan al coronel durante su cuatro días de visita. Un sonriente Silvio Berlusconi recibía al Nº1 Libia. Una visita que, decididamente, se inicia bajo los mejores auspicios. "Acogemos a Kadhafi para reforzar nuestra amistad y para compartir numerosos intereses comunes", dijo el jefe de la diplomacia italiana Franco Frattini. Después de medio siglo de relaciones turbulentas, la reconciliación entre Italia y Libia, colonizada por Italia desde 1911 a 1942, parece sellada. Desde hace algunos años, las colaboraciones comerciales florecieron siendo que fondos libios entraron en el banco italiano Unicredit mientras que Italia se posicinó como el primer cliente de Libia. Las relaciones diplomáticas también se recalientan. En 2003, el coronel renuncia a las armas de destrucción masiva. Por su parte, Italia pide perdón sobre la colonización y promete indemnizar a Libia con cinco mil millones de dólares. El pacto, distribuido a lo largo de 25 años, prevé el pago de pensiones de retiro para los libios que han combatido bajo la bandera italiana durante la Segunda guerra mundial o el comienzo de trabajos para la construcción de una carretera a través de Libia de este a oeste. Mohamar Kadhafi se esfuerza también por mostrar su bandera blanca. Dice arrepentirse por los más de 20.000 naturales italianos expulsados para vengarse, tarde, de la colonización, prometiendo actuar con rigor contra los millares de inmigrantes ilegales que complican a las autoridades italianas. Desde la firma de este pacto, los inmigrantes clandestinos que están en tránsito por Libia para llegar a Europa serán reconducidos hacia el continente africano.Llegado para sellar esta bella amistad, Mohamar Khadafi también ha expresado su deseo de encontrarse con la comunidad judía italiana. Es importante señalar que Kadhafi tiene pedir, muchas disculpas. Llegado al poder en 1969 gracias a un golpe de Estado, el coronel se apresuró a expulsar a los 6.000 judíos en represalias por la victoria israelí en la Guerra de los Seis Días. La inmensa mayoría de ellos vive hoy en Italia. Sin embargo, el N º 1 de Libia programó su reunión con la comunidad judía… para el día sábado (shabat). Para el presidente de la comunidad judía de Roma, esto una evidente provocación. "Kadhafi ha fijado unilateralmente la fecha del sábado. Si esto sigue así creo que se encontrará él solo", dijo Riccardo Pacifici. Simple error o una provocación real, esta equivocación tiene no sirve para honrar la memoria de los judíos italianos oriundos de Libia, personas que sufrieron una de las páginas más sombrías del antisemitismo de Kadhafi.Libia contaba históricamente con una comunidad judía fuerte. 38.000 personas se registraban al fin de la Segunda guerra mundial. Después de la adhesión de Libia a la Liga Árabe, los judíos libios perdieron sus derechos políticos y son expropiados, como lo demuestra Eddy Lévy, un judío nacido en Libia. "Estas medidas vejatorias ya impidió la salida de todos los miembros de la familia [en Israel]. [] a todo esto se añade el incumplimiento de la promesa de entrega de un pasaporte, reemplazado de oficio por un documento provisional válido para un solo viaje, el Travel Document. Una situación absurda caracterizada por un recurso a intimidaciones sistemáticas y diarias. Estas medidas vejatorias eran una "invitación" implícita para expulsar a los judíos de su país". Más tarde, Libia acoge en su territorio a Osama Abdel Al Zomar. Al Zomar, palestino, participó en el ataque contra la sinagoga de Roma en 1982. El ataque provocó la muerte de una persona y 37 heridas, el padre del actual presidente de la comunidad judía de Roma, Ricardo Pacifici. El terrorista había encontrado un cómodo refugio en Libia. "¿Acaso [Al Zomar] ha sido extraditado? ¿ Está todavía vivo?", se pregunta Ricardo Pacificis: "¿Kadhafi tiene la intención de volver a Italia como parte de su lucha contra el terrorismo?". Como en el momento de su llegada a Francia, numerosas asociaciones italianas se ofendieron con la llegada del "dictador" libio. Debido a la agitación de la oposición demócrata, el líder no hablará frente al Senado romano, como había planificado en su invitación Silvio Berlusconi.Estos inconvenientes no deberían impedir que el coronel continué sus actividades exitosas en Italia. Y su folklore surrealista no dejará de ser la comidilla de la actualidad sin afectar la concordia diplomática. Más allá de los encuentros políticos, el líder libio debería encontrarse con varias centenas de mujeres del ambiente cultural y social. Ya lo había hecho en su momento en su visita a Francia dónde había dicho querer "salvar a las mujeres europeas".Mientras tanto, el líder de la comunidad judía de Roma no deja de hacer preguntas. Preguntas puramente retóricas. "El Coronel Kadhafi piensa honestamente enfrentarse a la comunidad judía de origen libanés? O...".