EN BUSQUEDA DE LA SEGURIDAD


Alumnos españoles en la escuela contra piratas
SAL EMERGUI desde HAIFA
Elmundo.es


"No disparéis a menos que sea realmente necesario!" chilla el instructor israelí a los agentes llegados de todo el mundo y que corren armados en un crucero alemán apostado en las costas de Israel.
El espectacular simulacro altera la calma industrial del puerto de Haifa que asiste a los ataques de piratas y los diferentes métodos y armas que se usan para evitar el abordaje. "Esto no es turismo, amigo" nos dice David Mirza. Este oficial en la reserva es el fundador y director de la Academia Internacional de Seguridad, un organismo israelí que desde hace dos décadas ha entrenado a miles de agentes y guardaespaldas de todo el mundo.
Está muy emocionado ya que es su primer curso de seguridad dedicado exclusivamente a la lucha contra los piratas. Un centenar de agentes de 20 países aprenden cómo y qué hacer cuando una pequeña embarcación con piratas a bordo encara y asalta el barco que protegen. La delegación más numerosa es la española, con 12 personas llegadas de todos los rincones de la península.
"Es muy intenso y duro. No es la primera vez que vengo aquí para seguir un curso de seguridad pero la protección marítima es diferente. Afrontar de forma concreta un tipo de ataque muy concreto", nos aclara Juanjo Morales, un escolta acostumbrado a proteger a políticos en el País Vasco. El de los piratas es un mundo nuevo para este agente que añade: "La piratería ha aumentado considerablemente y cualquier compañía necesita tomar medidas cuando viaja por zonas peligrosas". Nos explica que han entrenado "con armas letales como por ejemplo fusiles de asalto y no letales como un bazoka".
"Misma protección y mismas amenazas en tierra y en mar", opina Mirza. De grandes dimensiones y también grandes frases, este ex oficial es rotundo: "Es fundamental estar preparados porque si no dentro de poco no podremos transportar personas o paquetes en un barco. Las amenazas son muy grandes. Imagínate un ataque contra una embarcación con productos químicos. Hay que evitar el 11-S marítimo". Según el experto israelí, Shuki Bronheim, "solo en el último año, la piratería ha provocado en las empresas navieras unas pérdidas de más de 80 millones de dólares, sin contar los gastos adicionales de seguridad". Junto a ex oficiales de la Marina israelí, se encarga de este curso destinado "no solo a evitar el asalto de la embarcación sino a dar herramientas de protección activa que les impida acercarse".
Por ejemplo, en momentos de amenaza, que toda la tripulación (ya sean agentes, cocineros o el servicio de limpieza) se mueva en grupo para hacer ver a los atacantes que la fuerza de seguridad en el barco es muy numerosa.
Prácticas de tiro con fuego real, intentos de abordaje con lanchas rápidas, charlas de expertos, aprendizaje detallado de las prácticas de piratas, manual de instrucción para el oficial encargado en el barco y la filosofía de actuar siempre y sin temor al contacto con el enemigo han destacado estos días en el mar de Haifa y otras ciudades israelíes.
José Felix Ramajo, de San Sebastián, es instructor diplomado de la compañía israelí. "No se enfatiza como en otros cursos el tema del tiro sino en primer lugar saber disuadir. Crear zonas seguridad para que la tripulación no sea secuestrada. La mayoría de los ataques han sido en la parte trasera del barco, aprovechando las áreas más vulnerables", comenta.
Le gusta recordar que "recientemente agentes israelíes que protegían un crucero de lujo italiano evitaron el secuestro por parte de piratas somalíes. Es posible repeler sus ataques".
Y establece diferencias: "Desgraciadamente en España son cursos de baja calidad, en maquetas y en zonas que no tienen nada que ver con la protección marítima. Aquí en Israel todo es real, por ejemplo en este crucero alemán y con las instrucciones de oficiales que tienen mucha experiencia en lucha antiterrorista y piratería". Para él, la clave es que "los israelíes ven a los atacantes no como piratas sino como terroristas, como un apoyo más del grupo Al Qaeda".
Una de las dos únicas mujeres en el curso es la suiza Tamara Raich, de 32 años, que nos comenta que "salimos con nociones básicas e importantes para proteger yates y barcos. Sabemos que somos los graduados en el primer curso y eso nos da cierta ventaja en el momento de contratarnos".
En el bar de la cubierta dos chicas venden refrescos como si estuviéramos en el barco de 'Vacaciones en el mar'. Una calma que rompe Mirza cuando ordena a un grupo de discípulos subirse a una pequeña lancha, disfrazarse de piratas y atacar por sorpresa. En ese momento y por enésima vez, los alumnos-agentes cogen las armas y van al choque. "¡No disparéis a menos que sea realmente necesario!", les vuelve a gritar sabiendo que van a disparar sí o sí.

Reenvia: http://www.porisrael.org/