ENVIADO ESPECIAL DE OBAMA EN ISRAEL


George Mitchell, un enviado especial que a su vez, espera
Por Alexandra Sobol para Guysen International News

El Enviado Especial de los Estados Unidos para el Cercano Oriente George Mitchell se reunió este martes 9 de junio por la mañana con el Ministro de Defensa Ehud Barak y con el Presidente Peres para luego trasladarse a Jerusalén para conversar con Binyamin Netanyahu y Avigdor Lieberman. Este miércoles se reunirá con el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en Ramallah, antes de viajar a Beirut y a Damasco. Una visita a fin de sentar las bases para el lanzamiento del plan norteamericano: llegar en los próximos dos años a una solución basada en los dos Estados. El estadounidense es inflexible, hace caso omiso a las preocupaciones de Israel y mantiene su firmeza en algunas cuestiones. Hace un llamamiento para comenzar "conversaciones de inmediato", una "paz duradera" para Oriente Medio y la inmediata congelación de los asentamientos. " En el Oriente Medio, George Mitchell difunde la voz de su maestro, el presidente de los EE.UU. Barack Obama. De visita por la región, el antiguo secretario demócrata de Maine negocia sobre cuestiones muy conflictivas: la expansión natural de los asentamientos en Judea y Samaria, la situación humanitaria en franja de Gaza y las relaciones con Siria. Desde la llegada de Barack Obama a El Cairo, las negociaciones van por buen camino. Este lunes, el Presidente de los EE.UU. habló por teléfono con Bibi Netanyahu. Veinte minutos de discusión, donde los dos hombres hablaron sobre una "gama de temas" de manera "constructiva", según afirmaron desde la Casa Blanca. Netanyahu dijo que estaba dispuesto al diálogo con Mahmoud Abbas en los ámbitos económico, políticos y de seguridad. Según el diario Al Sharq Al Awsat de Londres, el Presidente Barack Obama le han presentado su plan de paz para la zona al Ministro del Exterior egipcio Ahmed Aboul Gheit y al Primer Ministro israelí Binyamin Netanyahu, durante sus visitas a Washington del mes pasado. El plan de paz israelo-palestino pasa por una solución de dos Estados. Egipto trata de impulsar el plan norteamericano. Una cumbre de los ministros de Asuntos Exteriores árabes debería ser convocada para el 17 de junio en El Cairo. A la par, el Primer ministro israelí habría recibido un ultimátum de seis semanas para pronunciarse sobre el plan. Estas conversaciones son valoradas de manera poco uniforme entre la población israelí. Según una encuesta realizada tras el discurso de Obama en El Cairo la Dr. Mina Tzemaj (del Instituto Dajaf) afirmaba que el 56% de los israelíes creían que Netanyahu debería responder positivamente a las exigencias estadounidenses. Sin embargo, el 53% tenía una posición "dudosa" hacia la nueva política del Presidente Obama sobre el conflicto palestino-israelí. "Los Estados Unidos nunca estarán ni han estado en guerra con el mundo musulmán", declaró Barack Obama, el 4 de junio en El Cairo. Este discurso ha sido visto como una mano tendida al mundo musulmán. Y ha sido bastante mal vista por el gobierno israelí. Según algunas fuentes, Binyamin Netanyahu confía en que el presidente norteamericano quiere una confrontación con Israel. La presión de Obama contra el estado judío debería ayudarle a mejorar las relaciones de los Estados Unidos con el mundo árabe, socavada por la administración Bush. En este cambio de política norteamericano, el nombramiento de George Mitchell fue sólo una etapa. Cristiano de origen libanés, este antiguo director de Walt Disney había redactado un informe sobre el conflicto israélo-palestino en 2001. Este informe ponía en tela de juicio el argumento y la tesis israelí según la cual la segunda Intifada había sido planificada desde los acuerdos de Campo David. George Mitchell apelaba desde entonces a una interrupción de la construcción de los asentamientos en Judea y Samaria. Este domingo, en la Universidad de Bar-Ilan, Binyamin Netanyahu le contestará a Obama. Este diálogo se torna a veces en una oratoria de enfrentamiento. Varios funcionarios israelíes denunciaron el incumplimiento por parte de los Estados Unidos de los acuerdos establecidos en el anterior gobierno de Bush. Estos acuerdos le reconocían a Israel el derecho a construir en los asentamientos existentes, bajo la premisa del "crecimiento natural". La semana pasada, el primer ministro Binyamin Netanyahu había afirmado "no poder congelar la vida en los asentamientos", juzgando ciertas demandas de Obama como "inaceptables". Ayer por la mañana en Tel Aviv, George Mitchell quiso tranquilizar a Peres y al ministro de Defensa Ehud Barak. Según el enviado, la amistad entre Israel y los Estados Unidos es inmutable. Las negociaciones continuarán en los próximos días, seguramente serán días agitados