
UN RESUMEN POSITIVO, AUNQUE NO EXENTO DE PROBLEMAS
Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo. Uruguay
Este viernes al mediodía finaliza la peregrinación del Papa Benedicto XVI a Tierra Santa, o sea que termina su visita al Estado de Israel. Aún en medio de ciertas críticas, mientras algunos hablan de “decepción” y otros de “oportunidades perdidas”, el pasaje del Sumo Pontífice por Israel fue sumamente importante.
No es Juan Pablo II. Está claro que su estilo es más frío , lo cual al parecer deriva , ante todo, de una diferencia de carácter. Además, es difícil “competir” con el cambio revolucionario que aceleró su antecesor en la Iglesia-aunque no fue Juan Pablo II quien lo inició- hablando de los judíos como “nuestros hermanos mayores”.
Juan Pablo II había despertado tanto cariño en Israel, que hasta le “perdonaron” polémicas como la referente a la ex-judía Edith Stein y el tema del Convento Carmelita en Auschwitz. Y era difícil entrar en sus grandes zapatos.
Algunos dirán que a Benedicto XVI , le quedaron grandes. Otros asegurarán que es injusto hacer esta evaluación y que el Papa actual está tan comprometido con el diálogo con el judaísmo, como su antecesor.
Puede que el Papa actual sea realmente más “frío”...o que no se deje aconsejar acerca de los pasos que da, del símbolismo de sus actitudes y palabras.Seguramente algún Cardenal podría haberle explicado que el discurso más emotivo de toda su visita debería haber sido el de Yad Vashem, no el del aeropuerto internacional Ben Gurion.No habría estado de más que algún rabino hubiese podido aconsejarle...Pero a este Papa nadie se acerca con facilidad. “No hay puerta abierta, a diferencia de lo que sí ocurría antes, con Juan Pablo II”, nos dijeron figuras sumamente activas en el diálogo judeo-católico.
Aún así , sería un error, a nuestro criterio, quitar todo valor a la visita o minimizarlo considerablemente, por el hecho que haya habido omisiones o inclusive equivocaciones de fondo. No quitamos valor a los símbolos ni carga emocional a las palabras. Menos que menos,en Yad Vashem. Pero el que haya dicho “muertos” y no “asesinados” en el discurso en el museo recordatorio, no nos parece que haya sido un intento de quitar gravedad a la eliminación de los seis millones. Ya ha dicho, repetidamente, que el antisemitismo es un pecado contra el hombre...y contra Dios.
Otros temas en los que no habría estado de más que alguien le aconseje, son los políticos. Claro estaba que expresaría apoyo a la creación de un estado palestino independiente, aunque es interesante que no usó esas palabras específicamente sino que habló de “patria palestina soberana”. Estaba claro que no hablaría bien del muro separatorio, al verlo ayer en la zona de Belén. A nadie le cae bien. En esa zona, es un alto muro de cemento, que deja una muy mala impresión.
El tema es que pasando por allí y hablando con los palestinos en Belén, se capta sólo el efecto, el muro, el resultado. Las razones de su construcción no están allí, el Papa no las podía ver. Están en los cementerios de Israel.....las víctimas de los atentados. Es que el muro fue un intento de impedir la infiltración de atentados suicidas a Israel. Es un serio problema para los palestinos, sin duda, también para los palestinos cristianos de Belén que se ven así separados de Jerusalem. Pero no habría sido construido jamás de no ser por el terrorismo. Pero eso nadie puede mostrárselo a Benedicto XVI cuando pasa en el Papamóvil junto al muro en el campamento de refugiados Al Aida.
Expresar apoyo a la independencia palestina, no nos sorprendió y hasta no nos pareció mal, Cuestión de opinión, claro está...como tantas cosas en esta zona. ¿Pero expresar apoyo “al retorno de cada uno al sitio en el que nació”? O sea ¿apoyo al retorno de los refugiados? No, eso es otra cosa.
O sea...suena lógico, humano, pero confunde. Volver adonde nacieron, en muchos casos, es volver a lo que es hoy el territorio de Israel, del que se fueron porque los árabes lanzaron la guerra en 1948 con el entonces naciente estado judío. El resultado: intenso movimiento de refugiados. Si quieren construir un estado palestino ¿no es más lógico que vuelvan allí, a esas fronteras, para construirlo todos juntos?
También de eso alguien podría haber aconsejado al Papa, para que no haga pronunciamientos que al parecer no podía avalar totalmente.
Pero aún en medio de las polémicas, de las criticas de un lado y de otro a tal o cual postura y posición que adoptó, fue bueno que vino. Benedicto XVI es el jefe de la Iglesia católica, pastor de más de mil millones de fieles en el mundo. Y es un importante interlocutor tanto de Israel como del pueblo judío. Eso es algo que siempre debe ser alentado, con respeto mutuo y dignidad. Siempre...cada vez más.
Semanario Hebreo. Uruguay
Este viernes al mediodía finaliza la peregrinación del Papa Benedicto XVI a Tierra Santa, o sea que termina su visita al Estado de Israel. Aún en medio de ciertas críticas, mientras algunos hablan de “decepción” y otros de “oportunidades perdidas”, el pasaje del Sumo Pontífice por Israel fue sumamente importante.
No es Juan Pablo II. Está claro que su estilo es más frío , lo cual al parecer deriva , ante todo, de una diferencia de carácter. Además, es difícil “competir” con el cambio revolucionario que aceleró su antecesor en la Iglesia-aunque no fue Juan Pablo II quien lo inició- hablando de los judíos como “nuestros hermanos mayores”.
Juan Pablo II había despertado tanto cariño en Israel, que hasta le “perdonaron” polémicas como la referente a la ex-judía Edith Stein y el tema del Convento Carmelita en Auschwitz. Y era difícil entrar en sus grandes zapatos.
Algunos dirán que a Benedicto XVI , le quedaron grandes. Otros asegurarán que es injusto hacer esta evaluación y que el Papa actual está tan comprometido con el diálogo con el judaísmo, como su antecesor.
Puede que el Papa actual sea realmente más “frío”...o que no se deje aconsejar acerca de los pasos que da, del símbolismo de sus actitudes y palabras.Seguramente algún Cardenal podría haberle explicado que el discurso más emotivo de toda su visita debería haber sido el de Yad Vashem, no el del aeropuerto internacional Ben Gurion.No habría estado de más que algún rabino hubiese podido aconsejarle...Pero a este Papa nadie se acerca con facilidad. “No hay puerta abierta, a diferencia de lo que sí ocurría antes, con Juan Pablo II”, nos dijeron figuras sumamente activas en el diálogo judeo-católico.
Aún así , sería un error, a nuestro criterio, quitar todo valor a la visita o minimizarlo considerablemente, por el hecho que haya habido omisiones o inclusive equivocaciones de fondo. No quitamos valor a los símbolos ni carga emocional a las palabras. Menos que menos,en Yad Vashem. Pero el que haya dicho “muertos” y no “asesinados” en el discurso en el museo recordatorio, no nos parece que haya sido un intento de quitar gravedad a la eliminación de los seis millones. Ya ha dicho, repetidamente, que el antisemitismo es un pecado contra el hombre...y contra Dios.
Otros temas en los que no habría estado de más que alguien le aconseje, son los políticos. Claro estaba que expresaría apoyo a la creación de un estado palestino independiente, aunque es interesante que no usó esas palabras específicamente sino que habló de “patria palestina soberana”. Estaba claro que no hablaría bien del muro separatorio, al verlo ayer en la zona de Belén. A nadie le cae bien. En esa zona, es un alto muro de cemento, que deja una muy mala impresión.
El tema es que pasando por allí y hablando con los palestinos en Belén, se capta sólo el efecto, el muro, el resultado. Las razones de su construcción no están allí, el Papa no las podía ver. Están en los cementerios de Israel.....las víctimas de los atentados. Es que el muro fue un intento de impedir la infiltración de atentados suicidas a Israel. Es un serio problema para los palestinos, sin duda, también para los palestinos cristianos de Belén que se ven así separados de Jerusalem. Pero no habría sido construido jamás de no ser por el terrorismo. Pero eso nadie puede mostrárselo a Benedicto XVI cuando pasa en el Papamóvil junto al muro en el campamento de refugiados Al Aida.
Expresar apoyo a la independencia palestina, no nos sorprendió y hasta no nos pareció mal, Cuestión de opinión, claro está...como tantas cosas en esta zona. ¿Pero expresar apoyo “al retorno de cada uno al sitio en el que nació”? O sea ¿apoyo al retorno de los refugiados? No, eso es otra cosa.
O sea...suena lógico, humano, pero confunde. Volver adonde nacieron, en muchos casos, es volver a lo que es hoy el territorio de Israel, del que se fueron porque los árabes lanzaron la guerra en 1948 con el entonces naciente estado judío. El resultado: intenso movimiento de refugiados. Si quieren construir un estado palestino ¿no es más lógico que vuelvan allí, a esas fronteras, para construirlo todos juntos?
También de eso alguien podría haber aconsejado al Papa, para que no haga pronunciamientos que al parecer no podía avalar totalmente.
Pero aún en medio de las polémicas, de las criticas de un lado y de otro a tal o cual postura y posición que adoptó, fue bueno que vino. Benedicto XVI es el jefe de la Iglesia católica, pastor de más de mil millones de fieles en el mundo. Y es un importante interlocutor tanto de Israel como del pueblo judío. Eso es algo que siempre debe ser alentado, con respeto mutuo y dignidad. Siempre...cada vez más.