EL RINCON DE MOSHE YANAI


Motivo de satisfacción

No somos ángeles ni lo pretendemos ser. Somos simples mortales. Pero tenemos una concienzuda tradición de humanismo, que hemos mantenido a través de los siglos, y que tratamos de poner en práctica en nuestra patria renacida. Y, en especial, cuando se trata de tomar las armas y defendernos del terrorismo palestino.
He tenido ocasión de referirme a la profunda impresión que me han dejado los múltiples comentarios que siguen a algunas de las ideas expuestas en esta columna, sobre todo en cuanto se refiere a las relaciones de mi país con la tierra en donde vi mi primera luz. Políticamente hablando, sería difícil afirmar que Israel y España hacen buenas migas. No sobresalen por la cordialidad de sus relaciones; todo por el contrario, lo he dicho y lo repito que lamentablemente parecemos estar en polos opuestos. Pero tengo la impresión cada vez más afianzada, que quienes desde siempre nos han apoyado, lo hacen hoy con mayor énfasis. Están más convencidos que nunca, que Israel tiene razón en su lucha contra el terrorismo palestino, y que éste es parte integral del terrorismo mundial, uno de los principales azotes de nuestro siglo.
Me voy a tomar la libertad de comentar lo que comentaron los lectores de El Reloj de una escueta noticia publicada días atrás, sobre la decisión de un muy discutido juez español de investigar a militares israelíes. Aunque no sea experto en la materia, me pregunto cómo puede un magistrado hispano en un ámbito totalmente distinto al que se vive aquí, y en circunstancia totalmente incomparables, llegar a comprender los antecedentes, las causas y motivos de lo que se hubiera hecho.
Bien, pero lo que yo quisiera señalar es que una simple y breve noticia como aquella ha despertado una miríada de reacciones, que en su abrumadora mayoría han repudiado categóricamente la decisión del letrado en cuestión. Diríase que es natural, que hay muchos españoles que se sienten muy molestos de que por una parte, un juez de ese país pretenda investigar “crímenes” en otro país cometidos por judíos, a la par que pone en libertad a reconocidos piratas que ya tienen loco a medio mundo, y que da la casualidad que sean musulmanes. Y aunque no quisiera generalizar, porque eso es impropio, también recuerdo que fueron precisamente mercaderes de esa de esa fe quienes organizaron uno de los capítulos más aciagos de la historia humana: la inhumana esclavización de los negros de África que aunque, desde luego en menor proporción, sigue manteniéndose de hecho en más de uno de esos países.
Para precisar: frente al desapacible panorama de relaciones políticas poco cordiales, y a una tasa de antisemitismo que suple con creces a la de los países europeos, tenemos un buen puñado de españoles y otros hispanohablantes también, que parecen comprendernos y nos conceden su apoyo moral. Y no es de menospreciarlo, puesto que para nosotros resulta ser muy importante. Por todo ello, muchas gracias.
Moshé Yanai