
El lider de Hezbollah, Hassan Nasrallah debe ser investigado por los crimenes que cometio.
Alseyassa News Paper.
El Comité Libanés Internacional (ILC) para la implementación de la (UNSCR) Resolucion 1559 envió una carta al SGNU Ban Ki-Moon en relación a las declaraciones de Sayyed Hassan Nasrallah, comandante en jefe de las fuerzas de Hezbollah en Líbano, en un discurso televisado el 15 de mayo de 2009.
La carta hacía constar que “Nasrallah reconoce haber dado la orden de atacar, asesinar y destruir a gente inocente de Beirut y de las montañas del Shouf en el Líbano en el día fatal del 7 de mayo de 2008”.
Sayyed Hassan Nasrallah es culpable de terrorismo, según su propia admisión.
La comunidad internacional no pude tener una más clara prueba de ello.
De hecho se enorgullece acerca de su así llamado “día glorioso” en el cual ciertas partes de Líbano fueron saturadas con la sangre de sus caídas víctimas.
¿Cuánto tiempo la comunidad internacional continuará aceptando sus flagrantes mentiras y el engaño de que su arsenal tiene el propósito de resistencia contra el Estado de Israel?
El mundo sabe muy bien que su real motivación es usar su arsenal militar con el propósito de destruir la democracia en Líbano, forzando al pueblo a arrodillarse bajo el gobierno de dictaduras controladas por Siria e Irán.
Un terrorista que tiene una descarada negligencia por las leyes nacionales e internacionales, que posee un arsenal más poderoso que el de las fuerzas armadas nacionales libanesas y que está intoxicado de poder brutal, puede admitir abierta y descaradamente al mundo que él directamente dio órdenes para asesinar y destruir a sus oponentes políticos en Líbano; y nadie ha hecho el más mínimo intento de apresar y juzgar a este auto confeso despiadado asesino.
El ILC para la UNSCR Resolucion 1559 hace un llamado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC) para que investigue las operaciones terroristas y los asesinatos que tuvieron lugar el 7 de mayo de 2008 en Líbano que testimonian la muerte de 87 personas inocentes.
El pueblo de Líbano y, realmente, los de la comunidad internacional no pueden permitirse dejar de lado los acontecimientos de ese infame día en la historia de Líbano.
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld
Reenvia: http://www.porisrael.org/
El Comité Libanés Internacional (ILC) para la implementación de la (UNSCR) Resolucion 1559 envió una carta al SGNU Ban Ki-Moon en relación a las declaraciones de Sayyed Hassan Nasrallah, comandante en jefe de las fuerzas de Hezbollah en Líbano, en un discurso televisado el 15 de mayo de 2009.
La carta hacía constar que “Nasrallah reconoce haber dado la orden de atacar, asesinar y destruir a gente inocente de Beirut y de las montañas del Shouf en el Líbano en el día fatal del 7 de mayo de 2008”.
Sayyed Hassan Nasrallah es culpable de terrorismo, según su propia admisión.
La comunidad internacional no pude tener una más clara prueba de ello.
De hecho se enorgullece acerca de su así llamado “día glorioso” en el cual ciertas partes de Líbano fueron saturadas con la sangre de sus caídas víctimas.
¿Cuánto tiempo la comunidad internacional continuará aceptando sus flagrantes mentiras y el engaño de que su arsenal tiene el propósito de resistencia contra el Estado de Israel?
El mundo sabe muy bien que su real motivación es usar su arsenal militar con el propósito de destruir la democracia en Líbano, forzando al pueblo a arrodillarse bajo el gobierno de dictaduras controladas por Siria e Irán.
Un terrorista que tiene una descarada negligencia por las leyes nacionales e internacionales, que posee un arsenal más poderoso que el de las fuerzas armadas nacionales libanesas y que está intoxicado de poder brutal, puede admitir abierta y descaradamente al mundo que él directamente dio órdenes para asesinar y destruir a sus oponentes políticos en Líbano; y nadie ha hecho el más mínimo intento de apresar y juzgar a este auto confeso despiadado asesino.
El ILC para la UNSCR Resolucion 1559 hace un llamado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC) para que investigue las operaciones terroristas y los asesinatos que tuvieron lugar el 7 de mayo de 2008 en Líbano que testimonian la muerte de 87 personas inocentes.
El pueblo de Líbano y, realmente, los de la comunidad internacional no pueden permitirse dejar de lado los acontecimientos de ese infame día en la historia de Líbano.
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld
Reenvia: http://www.porisrael.org/