
Reino Unido: ¿Hacia una extradición más fácil de los criminales?
Por Esther Stefanelli para Guysen International News
La legislación inglesa, después de haber aprobado el Human Right Act en 1998, permite a toda persona pedir asilo en el Reino Unido, si la posibilidad de una extradición pone en peligro su vida, o si es amenazado con tortura. Una disposición que plantea problemas en un país, a menudo enfrentado a detenciones de terroristas y que gasta cantidades cada vez más importantes en gastos en procesos judiciales o en los costes por los procesos de extradición. En Gran Bretaña, la legislación de los derechos humanos, que impide a los Ministerios aceptar la extradición de criminales extranjeros, está a punto de ser revisada bajo el auspicio del nuevo Gobierno.El “Human Right Act” de 1998 que incorporó el Convenio Europeo de los Derechos Humanos en el derecho inglés, fue utilizado con éxito por los abogados anglosajones para impedir que los criminales extranjeros obtuvieran la extradición en países donde, a su modo de ver, podrían ser torturados, o incluso amenazados de muerte.En virtud de esta ley, toda persona tiene derecho a pedir asilo en al Reino Unido. Con todo, numerosas dudas cuestionan esta disposición. Phil Woolas, ministro de la Inmigración, anunció que su “mayor preocupación es que Ossama Ben-Laden sea detenido en suelo londinense y que no se pueda permitir extradición”. Por lo que se refiere a las extradiciones hacia Estados Unidos, la jurisprudencia inglesa se pregunta sobre el fundamento o no permitir la extradición de criminales. La práctica de la pena de muerte en algunos Estados constituye, entre otras cosas, un argumento que permite a un criminal pedir el asilo en tierra británica. Los Conservadores pretenden que al menos 4.000 criminales extranjeros que son juzgados culpables cada año por delitos como robo, robo con efracción y tráfico de drogas, y sin embargo son autorizados a permanecer en suelo inglés después de su salida de la prisión, estas mismas personas puedan ser extraditadas.P. Woolas habló de su frustración por los límites impuestos a sus poderes por la justicia, que canceló de manera repetitiva numerosas decisiones ministeriales. Varios sospechosos de Al Qaeda, detenidos en Londres poco tiempo después de los atentados contra las embajadas americanas en Kenia y Tanzania en 1998, vieron como se reconocía su derecho a permanecer en Inglaterra, y esto, a pesar de la promesa hecha en Estados Unidos de permitir su extradición.También hay cuestiones financieras. Este sábado 2 de mayo, se supo que el Gobierno británico pagó 600.000£ en gastos de justicia para los tres abogados asociados de Bin Laden, que llevaron cabo un juicio contra la voluntad de Estados Unidos de obtener su extradición.
Por Esther Stefanelli para Guysen International News
La legislación inglesa, después de haber aprobado el Human Right Act en 1998, permite a toda persona pedir asilo en el Reino Unido, si la posibilidad de una extradición pone en peligro su vida, o si es amenazado con tortura. Una disposición que plantea problemas en un país, a menudo enfrentado a detenciones de terroristas y que gasta cantidades cada vez más importantes en gastos en procesos judiciales o en los costes por los procesos de extradición. En Gran Bretaña, la legislación de los derechos humanos, que impide a los Ministerios aceptar la extradición de criminales extranjeros, está a punto de ser revisada bajo el auspicio del nuevo Gobierno.El “Human Right Act” de 1998 que incorporó el Convenio Europeo de los Derechos Humanos en el derecho inglés, fue utilizado con éxito por los abogados anglosajones para impedir que los criminales extranjeros obtuvieran la extradición en países donde, a su modo de ver, podrían ser torturados, o incluso amenazados de muerte.En virtud de esta ley, toda persona tiene derecho a pedir asilo en al Reino Unido. Con todo, numerosas dudas cuestionan esta disposición. Phil Woolas, ministro de la Inmigración, anunció que su “mayor preocupación es que Ossama Ben-Laden sea detenido en suelo londinense y que no se pueda permitir extradición”. Por lo que se refiere a las extradiciones hacia Estados Unidos, la jurisprudencia inglesa se pregunta sobre el fundamento o no permitir la extradición de criminales. La práctica de la pena de muerte en algunos Estados constituye, entre otras cosas, un argumento que permite a un criminal pedir el asilo en tierra británica. Los Conservadores pretenden que al menos 4.000 criminales extranjeros que son juzgados culpables cada año por delitos como robo, robo con efracción y tráfico de drogas, y sin embargo son autorizados a permanecer en suelo inglés después de su salida de la prisión, estas mismas personas puedan ser extraditadas.P. Woolas habló de su frustración por los límites impuestos a sus poderes por la justicia, que canceló de manera repetitiva numerosas decisiones ministeriales. Varios sospechosos de Al Qaeda, detenidos en Londres poco tiempo después de los atentados contra las embajadas americanas en Kenia y Tanzania en 1998, vieron como se reconocía su derecho a permanecer en Inglaterra, y esto, a pesar de la promesa hecha en Estados Unidos de permitir su extradición.También hay cuestiones financieras. Este sábado 2 de mayo, se supo que el Gobierno británico pagó 600.000£ en gastos de justicia para los tres abogados asociados de Bin Laden, que llevaron cabo un juicio contra la voluntad de Estados Unidos de obtener su extradición.