
SOLO EN AUSCHWITZ
Salvador Sostres
Los judíos solo despiertan compasión haciendo cola para entrar en las cámaras de gas de Auschwitz. Sólo en Auschwitz. Y fue a despecho del mundo que, después de tanto dolor, aprendieron que para sobrevivir tenían que defenderse. No es extraño que después de persecuciones y exterminios, que después de que casi todos los pueblos del mundo tuvieran algún episodio criminal con los judíos; y después de que todos sin excepción les hayamos girado la espalda en alguna ocasión, hayan aprendido que la libertad es un camino costoso y solitario. Pero a la estúpida socialdemocracia no le gusta que Israel salga adelante ni que los judíos sobrevivan, ahora dicen que son una fuerza desmesurada, como si las guerras hubiera que empatarlas y lo único que importara fuera participar.
O que los palestinos solo tiran piedras, como si los mortíferos cohetes de Hamas fuesen solo piedras o como si Israel tuviera que renunciar a su ejército porque en vez de una eterna guerra por sobrevivir esto fuera un partido de parrillada con el filial del Barça.
Mientras el fantasma del antisemitismo continúa recorriendo Europa quiero decir que quiero a este pueblo que tiene la nobleza y el coraje de defender la democracia y la libertad en medio de una cueva de cínicos, corruptos, asesinos y fanáticos. Este pueblo que se ha mantenido fiel a la memoria de sus muertos y que no la ha traicionado nunca, que no se ha dejado comprar nunca y que ha defendido los valores occidentales allá donde incluso la vieja Europa ha dejado de defenderlos dando, por cierto, mucha, mucha lástima. El pueblo de los pueblos, el honor de la especie, emocionante lección de perseverancia. Un mensaje de dignidad y esperanza cuando aquí todo decae. Sois los buenos en la guerra más crucial, los que no se han rendido nunca. No tengáis miedo. Sois la elite de la humanidad.
Salvador Sostres es escritor y columnista del diario catalán AVUI
Salvador Sostres
Los judíos solo despiertan compasión haciendo cola para entrar en las cámaras de gas de Auschwitz. Sólo en Auschwitz. Y fue a despecho del mundo que, después de tanto dolor, aprendieron que para sobrevivir tenían que defenderse. No es extraño que después de persecuciones y exterminios, que después de que casi todos los pueblos del mundo tuvieran algún episodio criminal con los judíos; y después de que todos sin excepción les hayamos girado la espalda en alguna ocasión, hayan aprendido que la libertad es un camino costoso y solitario. Pero a la estúpida socialdemocracia no le gusta que Israel salga adelante ni que los judíos sobrevivan, ahora dicen que son una fuerza desmesurada, como si las guerras hubiera que empatarlas y lo único que importara fuera participar.
O que los palestinos solo tiran piedras, como si los mortíferos cohetes de Hamas fuesen solo piedras o como si Israel tuviera que renunciar a su ejército porque en vez de una eterna guerra por sobrevivir esto fuera un partido de parrillada con el filial del Barça.
Mientras el fantasma del antisemitismo continúa recorriendo Europa quiero decir que quiero a este pueblo que tiene la nobleza y el coraje de defender la democracia y la libertad en medio de una cueva de cínicos, corruptos, asesinos y fanáticos. Este pueblo que se ha mantenido fiel a la memoria de sus muertos y que no la ha traicionado nunca, que no se ha dejado comprar nunca y que ha defendido los valores occidentales allá donde incluso la vieja Europa ha dejado de defenderlos dando, por cierto, mucha, mucha lástima. El pueblo de los pueblos, el honor de la especie, emocionante lección de perseverancia. Un mensaje de dignidad y esperanza cuando aquí todo decae. Sois los buenos en la guerra más crucial, los que no se han rendido nunca. No tengáis miedo. Sois la elite de la humanidad.
Salvador Sostres es escritor y columnista del diario catalán AVUI