HABLA UN DIRIGENTE POLITICO LIBANES


Farid Ghadry: Los árabes deben poner fin a Hamás

FARID GHADRY ES EL PRESIDENTE DEL PARTIDO REFORMISTA EN EL GOBIERNO DEL LIBANO

Durante esta campaña israelí para silenciar el terrorismo de Hamás, uno puede discernir dos voces procedentes de Oriente Medio contra o en apoyo de las operaciones de Gaza.El tumultuoso son las voces de Hasan Nasrala, el líder de Hezbollah, que hace unos días, atacó verbalmente el liderazgo de Egipto por no abrir el paso fronterizo de Rafíah entre Gaza y Egipto. El ataque sin precedentes en alcance e intensidad, estuvo muy cerca de pedir a los egipcios que derroquen a Mubarak. Sin embargo, aumentó la ira entre la Hermandad Musulmana de Egipto, lo suficiente como para incitar a que se rebele contra su propio Gobierno.Otros ruidos proceden de Damasco e Irán, donde la "resistencia" tiene su centro de gravedad. Tanto Assad como Ahmadineyad saben que una derrota de Hamás es su derrota. Los dos incitaron a la calle árabe en una demostración de fuerza y complicidad con el extremismo. Y aunque muchos creen que el destino de Hamás es paralelo a la suerte de Hezbollah, la realidad es que por debajo de una total derrota de Hamás, y si se excluye un cambio de régimen, los palestinos y los israelíes seguirán sufriendo las consecuencias de una elección que trajo más miseria de lo que imaginado en ese fatídico día 23 de enero de 2006.Por otro lado, la mayoría de las voces de la aprobación de la campaña israelí son los que mantienen la calma o entreveran sus objeciones. Muchos líderes árabes, intelectuales, empresarios, e incluso simples ciudadanos de Irak a Líbano, desde Egipto hasta Marruecos, desde Bahrein a Yemen, creen que Hamás representa una deformidad de la civilización árabe, y que tienen la necesidad apremiante de revisar que dirigentes gobiernan en Palestina, Siria e Irán.Muchos compañeros se preguntan por qué los árabes apoyan la destrucción de Hamás y Hezbollah. La respuesta es simple. Ambas organizaciones, además de Damasco e Irán, representan todo lo que está mal en el Oriente Medio de hoy: Moralmente débiles organizaciones o Estados que buscan venganza, exaltación de la resistencia, la complicidad y la violencia contra aquellos que nos han superado en el conocimiento y la tecnología.