Hamás, la red terrorista sin cabeza
Por Ray Archeld
Por Ray Archeld
Las operaciones israelíes continúan con el objetivo de debilitar al Hamás y eliminar a sus dirigentes. Pero desde la muerte de su fundador histórico en 2004, el jeque Áhmed Yasín, la dirección del movimiento islamista está dividida. Creado en 1987, continúa predicando el terrorismo como única arma, e Israel como único enemigo. ¿Pero quién es de verdad la cabeza de esta red terrorista?
Los jefes del Hamás se ocultan. Sus oficinas y sus casas en Gaza fueron los primeros objetivos de los bombardeos israelíes. Desde el principio de la ofensiva, dejaron de utilizar el teléfono, y se rodean sólo de algunas personas de confianza. Todos estas personas están acostumbradas a la clandestinidad. Son hombres, desde hace tiempo, buscado y que se ubican en un lugar importante en la lista del Shin Bet, el servicio de seguridad interna israelí. Por eso, desde el principio de los bombardeos, sólo algún portavoz aislado del movimiento intervino a través de la televisión del Hamás, para desafiar a Israel y exhortar al combate. Este Gobierno que nadie reconoce ya, es el primero de la historia en estar dirigido por un ala de los Hermanos musulmanes. Todos sus miembros son religiosos entusiastas, unidos. Toman sus decisiones de manera colegial, y las figuras más conocidas no son siempre las más importante, los números dos y el portavoz son más importantes a veces que sus superiores. Desde la muerte de su fundador histórico, el jeque Áhmed Yassín, ejecutado por una bomba israelí en marzo de 2004, el Hamás no tiene un único jefe. De hecho, Ahmed Yassin habían pasado a ser el líder religioso del grupo. La dirección del movimiento está dividida, y nadie tiene el control único, tanto en las alas políticas como militares de la organización. El sucesor del jeque Yassín es oficialmente Jaled Meshaal, que dirige el ala política del Hamás desde su exilio en Siria. Una distancia que dificulta la administración del movimiento.En Gaza, el nombre del jefe del Hamás local se guarda en secreto desde el asesinato de Abdelaziz al-Rantissi, sucesor del jeque Yassín, asesinado (asesinato selectivo) seis semanas después que su mentor. Hoy, el líder más visible, a falta de ser el más influyente es Ismael Haniyeh. Casi desconocido antes de ser nombrado a la cabeza de la lista del Hamás, que ganó las elecciones de 2006, debe su posición a su proximidad con el jeque Yassín, del cual era su secretario particular. El otro personaje – clave - es Mahmud al-Zahar. Nacido en 1945, este cirujano es uno de los líderes más viejos de los jefes del Hamás. El ejército israelí mató a dos de sus hijos en 2003 y 2008. Zahar es considerado perteneciente al ala dura. Pero estas distinciones no tienen mucho sentido. No hay ni halcones ni pernos en el seno de un movimiento terrorista islamista que no reconoce ninguna legitimidad a Israel y contempla su sustitución por un Estado islámico.
Los jefes del Hamás se ocultan. Sus oficinas y sus casas en Gaza fueron los primeros objetivos de los bombardeos israelíes. Desde el principio de la ofensiva, dejaron de utilizar el teléfono, y se rodean sólo de algunas personas de confianza. Todos estas personas están acostumbradas a la clandestinidad. Son hombres, desde hace tiempo, buscado y que se ubican en un lugar importante en la lista del Shin Bet, el servicio de seguridad interna israelí. Por eso, desde el principio de los bombardeos, sólo algún portavoz aislado del movimiento intervino a través de la televisión del Hamás, para desafiar a Israel y exhortar al combate. Este Gobierno que nadie reconoce ya, es el primero de la historia en estar dirigido por un ala de los Hermanos musulmanes. Todos sus miembros son religiosos entusiastas, unidos. Toman sus decisiones de manera colegial, y las figuras más conocidas no son siempre las más importante, los números dos y el portavoz son más importantes a veces que sus superiores. Desde la muerte de su fundador histórico, el jeque Áhmed Yassín, ejecutado por una bomba israelí en marzo de 2004, el Hamás no tiene un único jefe. De hecho, Ahmed Yassin habían pasado a ser el líder religioso del grupo. La dirección del movimiento está dividida, y nadie tiene el control único, tanto en las alas políticas como militares de la organización. El sucesor del jeque Yassín es oficialmente Jaled Meshaal, que dirige el ala política del Hamás desde su exilio en Siria. Una distancia que dificulta la administración del movimiento.En Gaza, el nombre del jefe del Hamás local se guarda en secreto desde el asesinato de Abdelaziz al-Rantissi, sucesor del jeque Yassín, asesinado (asesinato selectivo) seis semanas después que su mentor. Hoy, el líder más visible, a falta de ser el más influyente es Ismael Haniyeh. Casi desconocido antes de ser nombrado a la cabeza de la lista del Hamás, que ganó las elecciones de 2006, debe su posición a su proximidad con el jeque Yassín, del cual era su secretario particular. El otro personaje – clave - es Mahmud al-Zahar. Nacido en 1945, este cirujano es uno de los líderes más viejos de los jefes del Hamás. El ejército israelí mató a dos de sus hijos en 2003 y 2008. Zahar es considerado perteneciente al ala dura. Pero estas distinciones no tienen mucho sentido. No hay ni halcones ni pernos en el seno de un movimiento terrorista islamista que no reconoce ninguna legitimidad a Israel y contempla su sustitución por un Estado islámico.
