CARTA DE UN PADRE ISRAELI


EL PADRE DE UN SOLDADO
Por Yossi Klein Halevi
The Washington Post
Itongadol.- ¿Cómo puedo estar esperando un desenlace que enviará a mi hijo a la batalla? Ahora, después de 26 años viviendo en Israel, finalmente entiendo la terrible responsabilidad de ser israelí. Suponía que me iniciaría como "ser israelí" cuando fui llamado a servir en el ejército como inmigrante de 34 años en 1989. Pero es probable que recién ahora haya llegado a ser plenamente israelí. El sionismo prometió dar poder a los judíos haciéndolos responsables de su destino; el precio de ese logro es estar dispuesto a hacer el sacrificio máximo por el compromiso asumido.
Acabo de oír en el informativo que bombardearon la base de Gavriel", me dijo mi esposa, Sarah, el martes, refiriéndose a nuestro hijo de 19 años, integrante de la unidad de tanques del ejército que esperaba en la frontera de Gaza la orden para entrar. Y en un tono deliberadamente sereno agregó: "Hay un soldado muerto". Le enviamos un mensaje de texto a Gavriel y a los pocos minutos llamó, a salvo. Durante días esperamos una decisión del gabinete: ¿habrá invasión terrestre o un nuevo cese el fuego? Los políticos se pusieron a discutir mientras nuestros soldados esperaban en la frontera. Cualquier cosa menos esto, le dije a Sarah. No otra Guerra del Líbano, que, como Gaza, comenzó con un despliegue impresionante de poder aéreo israelí pero terminó con el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah pronosticando el inminente fin de "la entidad sionista". Si esta vez no ganamos -dando un golpe inequívoco o destituyendo totalmente a Hamas- nuestra disuasión se desgastará aún más, incitando a más ataques.¿Cómo puedo estar esperando un desenlace que enviará a mi hijo a la batalla? Ahora, después de 26 años viviendo en Israel, finalmente entiendo la terrible responsabilidad de ser israelí. Suponía que me iniciaría como "ser israelí" cuando fui llamado a servir en el ejército como inmigrante de 34 años en 1989. Pero es probable que recién ahora haya llegado a ser plenamente israelí. El sionismo prometió dar poder a los judíos haciéndolos responsables de su destino; el precio de ese logro es estar dispuesto a hacer el sacrificio máximo por el compromiso asumido.Especialmente ahora, siento que nuestra familia es privilegiada por pertenecer a la historia israelí. Gavriel, nieto de un sobreviviente del Holocausto, forma parte de un ejército que defiende al pueblo judío en su tierra. Éste es uno de esos momentos en que los viejos ideales vuelven a ser puestos a prueba y demuestran que continúan vivos. Eso nos aporta cierto consuelo a Sarah y a mí mientras esperamos el siguiente mensaje de texto.