ES POSIBLE ALGUN CAMBIO?


La tercera verdad
Por Albert Bellaiche para Guysen International News


En Israel la calle ya no cree, no puede creer más en una paz definitiva con los Palestinos, Sabe que estas perspectivas distan mucho de haberse aclarado y que la situación puede rápidamente oscilar o incluso degenerar.
¿El comportamiento visible del Hamas, sus declaraciones después de que Israel puso punto y final a su ofensiva, permiten pensar que el “proceso de paz” puede encontrar una solución? Es querer engañar al común de los mortales. Es devolver a esta pequeña serpiente pacífica un veneno que nunca ha tenido. A pesar de las posiciones adoptadas a favor del Hamas, tal como ocurre con la recientemente adoptada por los españoles de no conmemorar como siempre la Shoah por el ataque israelí, las declaraciones del portavoz del ala armada del Hamas, quién afirma que “la industria de los túneles no resultó dañada y que el Hamas reanudará su actividad de contrabando”, no constituyen una situación de apaciguamiento. Eso indica que la propaganda árabe llega a afectar las sensibilidades humanas, frágiles, espontáneas y no siempre conscientes de la realidad. Lo que genera inevitablemente situaciones donde dos verdades obviamente contradictorias se enfrentan sin aportar al problema la menor solución. Por otra parte esta propaganda árabe, bien conocida por su dirección y su eficacia, llega finalmente a equivocar a las opiniones públicas y a hacerlas ponerse de su parte. Además, la exageración del número de víctimas de la guerra a Gaza, el hecho de querer a toda costa responsabilizar unicamente a Israel del conflicto, el hecho también de llegar a publicar información desinformada que son creidas al menos durante un determinado tiempo, atentan a una objetividad influenciada por un odio declarado hacia el Estado Hebreo. Por regla general, una vez que las armas fueron silenciadas, la lógica invita a los protagonistas a sentarse alrededor de una mesa. ¡Con el Hamas! ,br>Por lo menos por el momento, dicen algunos optimistas locos de los que formo parte. Es la primera verdad, la de los árabes. Por su parte, desde hace sesenta años los Israelíes buscan la Paz y la seguridad. Desde hace sesenta años los judíos del mundo entero sueñan con una situación normalizada de Israel con sus vecinos y también con un Estado Palestino pacífico, democrático y viable…¿Y durante estos sesenta años de guerra y pérdidas humanas, que es lo que el Estado Hebreo obtuvo por parte de los Estados Árabes? Boicot, odio, ostracismo, denegación de un diálogo directo, incluso en los colegios en algunos países árabes, que se hacen llamar moderados, Israel fue borrado de sus mapas de geografía. Incluso a nivel puramente deportivo los árabes se niegan a enfrentarse con los Israelíes en competiciones internacionales, por lo que atletas israelíes se ven obligados a inscribirse en zona europea si quieren participar. Es la segunda verdad. La de los israelíes. En la actualidad, a pesar de la agresividad, el odio y la intransigencia de la organización terrorista arriba citada, quizá la esperanza podría un día renacer de sus cenizas. ¿La tercera verdad será la del nuevo Presidente Barack Hussein Obama? ¿Podrá tener éxito allí donde todos fracasaron?