
Benito XVI, el Papa de la polémica
Por Nina Levy-Strauss para Guysen International News
La decisión papal de levantar la excomunión que pesaba sobre cuatro obispos tradicionalistas, conocidos por sus ideas negacionistas, continúa creando polémica. Última consecuencia hasta la fecha, y no la menor, el Gran Rabinato de Israel decidió romper oficialmente sus relaciones con el Vaticano. Tensiones que se producen a algunas semanas de la visita del Papa Benedicto XVI en Tierra Santa. ¿Pero viajará finalmente?
Dichos obispos habían sido consagrados en 1988 por decreto del Monseñor Marcel Lefebvre sin el consentimiento de Roma. Después de la reintroducción del rito tradicional tridentin en latín, este nuevo gesto de Benedicto XVI tiende a demostrar su voluntad de traer a los obispos integristas en el seno de la Iglesia. Único problema: uno de los obispos reinstalados por el Vaticano es conocido por sus ideas negacionistas. El británico Richard Williamson sostiene las tesis revisionistas que niegan la Shoá. Impugnó en sucesivas ocasiones la exterminación de seis millones de judíos. Sus últimas declaraciones son recientes. La semana pasada, Williamson afirmó que nunca existieron cámaras de gas y que sólo fueron exterminados 200 ó 300.000 judíos en los campos de concentración. Declaraciones que, según el Vaticano, no tienen ningún vínculo con su reintegración. “Las declaraciones de Williamson no son compartidas por la Iglesia Católica o por el Papa, y no tienen nada que ver con el decreto emitido. Debemos separar los dos temas. Por una parte, el levantamiento de la excomunión y la reconciliación con la Fraternidad sacerdotal San Pio X, y por otro lado, los comentarios absurdos de Williamson”, explicó el reverendo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.Los responsables de la comunidad judía no opinan lo mismo. Estos últimos afirman que esta decisión tendrá un coste político para el Vaticano. El Memorial de la Shoá Yad Vashem publicó un comunicado sobre la posición de la Iglesia.Para el Instituto israelí, aunque la reintegración de Williamson no tiene ninguna relación con sus declaraciones sobre el Holocausto, esta decisión envía un mensaje poco gratificante sobre la actitud de la Iglesia frente a la Shoá. “Comprendemos que la decisión es un problema interno de la Iglesia, pero consideramos escandaloso el hecho de que un obispo pueda negar la Shoá. Negar el Holocausto no sólo es un ataque a las víctimas, sino también un insulto a los supervivientes, un insulto para los Justos entre las Naciones que pusieron sus vidas en peligro para salvar a judíos, y un insulto a la verdad.Sabemos que negar la Shoá no es una política de la Iglesia Católica. Pero esperamos también que el Vaticano inicie una acción para condenar las ideas expresadas por uno de sus obispos”, indicó Robert Rozett, historiador y responsable de Yad Vashem.Misma indignación por parte de la Agencia Judía para Israel que calificó la decisión tomada por el Papa de “escandalosa”. Para Amos Hermon, la rehabilitación de Richard Williamson insulta a Israel y a los 200.000 supervivientes de la Shoá. Espera del Papa una reacción rápida a esta polémica. “Esperamos de verdad que el Papa, que es muy sensible con la fe judía y el Holocausto, reconsidere la decisión que tomó”. Por fin, un última repercusión hasta la fecha, el Gran Rabinato de Israel decidió romper oficialmente sus vínculos con el Vaticano para protestar contra la decisión de Benedicto XVI. Consecuencia lógica, canceló un encuentro previsto para el próximo 2 de marzo en la Santa Sede con representantes de la comisión encargada de los asuntos religiosos con los judíos. En una carta dirigida al Presidente de esta comisión, el Cardenal Walter Casper, el Director General del Gran rabinato, Oded Weiner indicó que “sin excusas públicas, será difícil proseguir el diálogo”.Una declaración que atenta seriamente contra las relaciones con el Vaticano ya muy dañadas por pequeñas diferencias entre la comunidad judía y el Vaticano. Desconcertada por este nuevo expediente, y deseosa de ver a Benedicto XVI llegar a Israel, Jerusalén también se pronunció sobre el tema, intentando aliviar las tensiones. El portavoz del Ministerio israelí de los Asuntos Exteriores, Yigal Palmor, afirmó que este asunto “no influye en las interacciones entre los dos Estados”.Declaraciones que tuvieron lugar antes de la decisión tomada por el Gran Rabinato, instancia oficial israelí, de romper las relaciones con la Santa Sede…
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La decisión papal de levantar la excomunión que pesaba sobre cuatro obispos tradicionalistas, conocidos por sus ideas negacionistas, continúa creando polémica. Última consecuencia hasta la fecha, y no la menor, el Gran Rabinato de Israel decidió romper oficialmente sus relaciones con el Vaticano. Tensiones que se producen a algunas semanas de la visita del Papa Benedicto XVI en Tierra Santa. ¿Pero viajará finalmente?
Dichos obispos habían sido consagrados en 1988 por decreto del Monseñor Marcel Lefebvre sin el consentimiento de Roma. Después de la reintroducción del rito tradicional tridentin en latín, este nuevo gesto de Benedicto XVI tiende a demostrar su voluntad de traer a los obispos integristas en el seno de la Iglesia. Único problema: uno de los obispos reinstalados por el Vaticano es conocido por sus ideas negacionistas. El británico Richard Williamson sostiene las tesis revisionistas que niegan la Shoá. Impugnó en sucesivas ocasiones la exterminación de seis millones de judíos. Sus últimas declaraciones son recientes. La semana pasada, Williamson afirmó que nunca existieron cámaras de gas y que sólo fueron exterminados 200 ó 300.000 judíos en los campos de concentración. Declaraciones que, según el Vaticano, no tienen ningún vínculo con su reintegración. “Las declaraciones de Williamson no son compartidas por la Iglesia Católica o por el Papa, y no tienen nada que ver con el decreto emitido. Debemos separar los dos temas. Por una parte, el levantamiento de la excomunión y la reconciliación con la Fraternidad sacerdotal San Pio X, y por otro lado, los comentarios absurdos de Williamson”, explicó el reverendo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.Los responsables de la comunidad judía no opinan lo mismo. Estos últimos afirman que esta decisión tendrá un coste político para el Vaticano. El Memorial de la Shoá Yad Vashem publicó un comunicado sobre la posición de la Iglesia.Para el Instituto israelí, aunque la reintegración de Williamson no tiene ninguna relación con sus declaraciones sobre el Holocausto, esta decisión envía un mensaje poco gratificante sobre la actitud de la Iglesia frente a la Shoá. “Comprendemos que la decisión es un problema interno de la Iglesia, pero consideramos escandaloso el hecho de que un obispo pueda negar la Shoá. Negar el Holocausto no sólo es un ataque a las víctimas, sino también un insulto a los supervivientes, un insulto para los Justos entre las Naciones que pusieron sus vidas en peligro para salvar a judíos, y un insulto a la verdad.Sabemos que negar la Shoá no es una política de la Iglesia Católica. Pero esperamos también que el Vaticano inicie una acción para condenar las ideas expresadas por uno de sus obispos”, indicó Robert Rozett, historiador y responsable de Yad Vashem.Misma indignación por parte de la Agencia Judía para Israel que calificó la decisión tomada por el Papa de “escandalosa”. Para Amos Hermon, la rehabilitación de Richard Williamson insulta a Israel y a los 200.000 supervivientes de la Shoá. Espera del Papa una reacción rápida a esta polémica. “Esperamos de verdad que el Papa, que es muy sensible con la fe judía y el Holocausto, reconsidere la decisión que tomó”. Por fin, un última repercusión hasta la fecha, el Gran Rabinato de Israel decidió romper oficialmente sus vínculos con el Vaticano para protestar contra la decisión de Benedicto XVI. Consecuencia lógica, canceló un encuentro previsto para el próximo 2 de marzo en la Santa Sede con representantes de la comisión encargada de los asuntos religiosos con los judíos. En una carta dirigida al Presidente de esta comisión, el Cardenal Walter Casper, el Director General del Gran rabinato, Oded Weiner indicó que “sin excusas públicas, será difícil proseguir el diálogo”.Una declaración que atenta seriamente contra las relaciones con el Vaticano ya muy dañadas por pequeñas diferencias entre la comunidad judía y el Vaticano. Desconcertada por este nuevo expediente, y deseosa de ver a Benedicto XVI llegar a Israel, Jerusalén también se pronunció sobre el tema, intentando aliviar las tensiones. El portavoz del Ministerio israelí de los Asuntos Exteriores, Yigal Palmor, afirmó que este asunto “no influye en las interacciones entre los dos Estados”.Declaraciones que tuvieron lugar antes de la decisión tomada por el Gran Rabinato, instancia oficial israelí, de romper las relaciones con la Santa Sede…
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