
En la cumbre de Doha, los países árabes siguen divididos
Por Antony Drugeon para Guysen International News
El conflicto israéli-palestino y el papel de Irán oponen en dos escuelas a la gran familia árabe. Disensiones que se expresan en la prensa árabe que no parece esperar demasiado de esta cumbre. En Doha, la ausencia del Presidente egipcio Hosni Mubarak no termina de alimentar los comentarios y los rumores ya desde la apertura de la cumbre de la Liga Árabe de este lunes 31 de marzo. Los objetivos fijados por la cumbre no eran, a priori, de naturaleza que podría llegar a dividir.
La continuación que hay que dar a la iniciativa de paz árabe en momentos en que un nuevo gobierno israelí es investido, constituye el eje central de esta reunión que bien podría haber sido un ejemplo del consenso.Pero el plan, propuesto en el año 2002, y que habla de una normalización de las relaciones con Israel a cambio de su regreso a las fronteras de 1967 y una solución "justa” para los refugiados palestinos, no basta para unir las posiciones de la diplomacia árabe.Según el diario palestino en el extranjero Internacional Middle East Media Center, "los dirigentes [plan] [...] se reúnen para examinar la posibilidad de darle una última oportunidad para que Israel acepte la iniciativa árabe (de paz NDLR) antes de se vuelva un tema obsoleto". La guerra israelí en la Franja de Gaza sembró la división en cuanto a la estrategia que hay que adoptar frente a Israel. Egipto justificó su decisión de no llegar a la cumbre por las "posiciones anti - egipcias de Qatar" durante la guerra, una referencia probable al tratamiento realizado por la cadena qatarí Al Jezzira durante la guerra, en el curso de la cual El Cairo ha sido duramente criticada por haber dejado cerrada su frontera con la franja de Gaza. Los observadores hablan de un enfrentamiento entre los países árabes moderados, encabezados por Egipto y Arabia Saudita, y los países árabes cercanos a Irán, encabezados por Siria, partidarios de una mayor intransigencia hacia Israel, al igual que Qatar, anfitrión de la cumbre. Según Al Jezzira, este tema emana directamente por "el ex presidente americano Jorge W. Bush, que han movilizado a los gobiernos sunitas árabes contra Irán". Qatar mostro esta división con toda su agudeza invitándo, el enero pasado, al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y al líder en el exilio del Hamas Jaled Mashaal a una "cumbre urgente" en Doha sobre la guerra en la Franja de Gaza, entonces, un tema candente. El evento provocó el enfado de la Autoridad Palestina, que temía ser abandonada gradualmente ante una alternativa en el liderazgo palestino con el apoyo de Irán. Esta brecha también divide a los palestinos, los egipcios apoyan al Presidente palestino Mahmoud Abbas (Fatah), mientras que el "campamento pro-iraní apoya” el partido islamista Hamas. Según el diario palestino Internacional Middle East Media Center, varias fuentes cercanas a la Autoridad Palestina han dejado claro que esperan que la cumbre de Doha "apoye a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y al presidente palestino, Mahmud Abbas". Es con esta división que se llega a la cumbre, con la estela del boicot egipcio, seguido por el de Marruecos, Argelia, Omán e Irak que también se negaron a participar en la reunión. El rey de Marruecos Mohamed VI, que rompió toda relación diplomática con Irán el 6 de marzo, explicó su negativa de viajar a Doha apuntando sin decirlo antiguo a los persas "debemos ser francos con nosotros y reconocer que el problema (del conflicto israélo-palestino, N. DE LA R.) reside en el mundo árabe y que por lo tanto la solución tiene que encontrarse, primero, en los mismos árabes".Las tentativas de reconciliación impulsadas por el rey Abdallah de Arabia Saudita desde enero fracasaron, señala el diario libanés L'Orient-Le Jour. " [Estos] esfuerzos [] habían devuelto la esperanza de una reconciliación interárabe, pero ésta parece alejarse con el boicot de la cumbre por el Sr. Mubarak", escribe el periódico. El boicot del presidente egipcio es, por lejos, el que suscita más comentarios, algunas veces alejados de las diferencias políticas inmediatas de la cumbre. Al Jezzira escribe que Egipto expresa su miedo que las "políticas de Qatar impulsen las tentativas manifiestas de Irán de colmar el vacío creado por la falta de un liderazgo árabe fuerte sobre el conjunto de la región". El país (Egipto), que disfrutaba de un prestigio sobre el conjunto del mundo árabe que lo transformó durante mucho tiempo una referencia moral, intenta resistir el ascenso del petrolero Arabia Saudita petrolera y, más recientemente, de países jóvenes como Qatar. En estas disputas por el liderazgo interárabe, la sombra de Irán recuerda que el país aspira más que nunca a recobrar su sitio de gendarme en el Medio Oriente.
Por Antony Drugeon para Guysen International News
El conflicto israéli-palestino y el papel de Irán oponen en dos escuelas a la gran familia árabe. Disensiones que se expresan en la prensa árabe que no parece esperar demasiado de esta cumbre. En Doha, la ausencia del Presidente egipcio Hosni Mubarak no termina de alimentar los comentarios y los rumores ya desde la apertura de la cumbre de la Liga Árabe de este lunes 31 de marzo. Los objetivos fijados por la cumbre no eran, a priori, de naturaleza que podría llegar a dividir.
La continuación que hay que dar a la iniciativa de paz árabe en momentos en que un nuevo gobierno israelí es investido, constituye el eje central de esta reunión que bien podría haber sido un ejemplo del consenso.Pero el plan, propuesto en el año 2002, y que habla de una normalización de las relaciones con Israel a cambio de su regreso a las fronteras de 1967 y una solución "justa” para los refugiados palestinos, no basta para unir las posiciones de la diplomacia árabe.Según el diario palestino en el extranjero Internacional Middle East Media Center, "los dirigentes [plan] [...] se reúnen para examinar la posibilidad de darle una última oportunidad para que Israel acepte la iniciativa árabe (de paz NDLR) antes de se vuelva un tema obsoleto". La guerra israelí en la Franja de Gaza sembró la división en cuanto a la estrategia que hay que adoptar frente a Israel. Egipto justificó su decisión de no llegar a la cumbre por las "posiciones anti - egipcias de Qatar" durante la guerra, una referencia probable al tratamiento realizado por la cadena qatarí Al Jezzira durante la guerra, en el curso de la cual El Cairo ha sido duramente criticada por haber dejado cerrada su frontera con la franja de Gaza. Los observadores hablan de un enfrentamiento entre los países árabes moderados, encabezados por Egipto y Arabia Saudita, y los países árabes cercanos a Irán, encabezados por Siria, partidarios de una mayor intransigencia hacia Israel, al igual que Qatar, anfitrión de la cumbre. Según Al Jezzira, este tema emana directamente por "el ex presidente americano Jorge W. Bush, que han movilizado a los gobiernos sunitas árabes contra Irán". Qatar mostro esta división con toda su agudeza invitándo, el enero pasado, al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y al líder en el exilio del Hamas Jaled Mashaal a una "cumbre urgente" en Doha sobre la guerra en la Franja de Gaza, entonces, un tema candente. El evento provocó el enfado de la Autoridad Palestina, que temía ser abandonada gradualmente ante una alternativa en el liderazgo palestino con el apoyo de Irán. Esta brecha también divide a los palestinos, los egipcios apoyan al Presidente palestino Mahmoud Abbas (Fatah), mientras que el "campamento pro-iraní apoya” el partido islamista Hamas. Según el diario palestino Internacional Middle East Media Center, varias fuentes cercanas a la Autoridad Palestina han dejado claro que esperan que la cumbre de Doha "apoye a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y al presidente palestino, Mahmud Abbas". Es con esta división que se llega a la cumbre, con la estela del boicot egipcio, seguido por el de Marruecos, Argelia, Omán e Irak que también se negaron a participar en la reunión. El rey de Marruecos Mohamed VI, que rompió toda relación diplomática con Irán el 6 de marzo, explicó su negativa de viajar a Doha apuntando sin decirlo antiguo a los persas "debemos ser francos con nosotros y reconocer que el problema (del conflicto israélo-palestino, N. DE LA R.) reside en el mundo árabe y que por lo tanto la solución tiene que encontrarse, primero, en los mismos árabes".Las tentativas de reconciliación impulsadas por el rey Abdallah de Arabia Saudita desde enero fracasaron, señala el diario libanés L'Orient-Le Jour. " [Estos] esfuerzos [] habían devuelto la esperanza de una reconciliación interárabe, pero ésta parece alejarse con el boicot de la cumbre por el Sr. Mubarak", escribe el periódico. El boicot del presidente egipcio es, por lejos, el que suscita más comentarios, algunas veces alejados de las diferencias políticas inmediatas de la cumbre. Al Jezzira escribe que Egipto expresa su miedo que las "políticas de Qatar impulsen las tentativas manifiestas de Irán de colmar el vacío creado por la falta de un liderazgo árabe fuerte sobre el conjunto de la región". El país (Egipto), que disfrutaba de un prestigio sobre el conjunto del mundo árabe que lo transformó durante mucho tiempo una referencia moral, intenta resistir el ascenso del petrolero Arabia Saudita petrolera y, más recientemente, de países jóvenes como Qatar. En estas disputas por el liderazgo interárabe, la sombra de Irán recuerda que el país aspira más que nunca a recobrar su sitio de gendarme en el Medio Oriente.