Amigos
By JAIME S. DROMI
By JAIME S. DROMI
Hay amigos y hay amigos.
La amistad entre Israel y los EEUU se debilitó. ¿Por qué? Charles de Gaulle decía con claridad: ''Francia no tiene amistades, Francia tiene intereses''. ¿Será posible que la señora Hillary Rodham Clinton, nuestra secretaria de Estado, crea que los intereses de América están más con los palestinos que con los israelíes? Es verdad que unos años atrás la vimos abrazándose con Suja Arafat, la viuda de Yasser Arafat, mientras ésta maldecía a Israel por envenenar los pozos de agua, otra de las patrañas que cada tanto dicen los palestinos, y todo esto sólo unos meses antes de que la señora Arafat se diera a la fuga con miles de millones de dólares que pertenecían al pueblo palestino, donados por casi todos los países del mundo. Hoy está de moda el punto de vista de la Clinton, el de hoy, porque hasta unos meses atrás estaba sumamente cerca de la comunidad judía de Nueva York, que tenía los votos para que ella fuera senadora.
Los intereses económicos de Israel y Estados Unidos van juntos, de la mano, políticamente y socialmente son paralelos, votan prácticamente siempre igual en la ONU y en otras cortes internacionales, más de sesenta años de idéntico camino detrás de ambos lo confirma totalmente. Durante este tiempo los EEUU daban la misma cantidad de ayuda a los árabes que a los judíos, pero los árabes más del 90% de las veces votaban en forma inversa a los EEUU: sus intereses son diferentes, sus ideas políticas y sociales son contrarias a las que imperan en este país y su posición es generalmente adversa a los Estados Unidos. Pero en estos momentos de crisis financiera en el país, la secretaria de Estado encuentra la urgente necesidad de visitar al presidente de la Autoridad Palestina para decirle que le dará 900 millones de dólares adicionales.
Los palestinos, junto a Siria y con la financiación de Irán, están promocionando a Hamas y a Hezbolá, dos fuertes organizaciones terroristas ya establecidas en el Medio Oriente y con dos bases operativas en Latinoamérica, una en Venezuela y la segunda en la Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay). El rumor general es que están preparando otra acción similar al del 11 de septiembre, como con las torres gemelas, y la nueva administración espera que Israel se siente a fumar la pipa de la paz. ¿Con quién? Mahmoud Abbas, el presidente de los palestinos, no tiene ninguna autoridad y sólo está esperando aliarse con Hamas, pero sabemos desde ya que él no tendrá mando alguno y si se firma una tregua por treinta años, al mes podría estar abrogada a la usanza musulmana.
El equipo Obama-Clinton está presionando a Israel para que les dé más tierras a los palestinos, pero eso es imposible e innecesario. A los árabes les sobran tierras, lo que les falta es ganas de trabajarla. Las tierras que tiene Israel son las ancestrales e históricas, tienen derecho a ellas, no sólo porque Dios se las dio, sino porque fueron conquistadas y reconquistadas, trabajadas y regadas con la sangre de su pueblo. Son las tierras por las cuales siempre luchó y seguirá luchando.
¿Qué pasaría si alguien le pide a la señora Clinton que dé Nuevo México, Arizona o cualquier otra parte a la república mexicana? Hoy tenemos un muro separándonos y nuestras fuerzas armadas están cuidando esas fronteras. ¿Podrían decirle a Rusia que devuelva las tierras que tiene de Alemania, a Francia que salga del Caribe o a Gran Bretaña que deje las Malvinas que ella rebautizó Falkland? No, con ellos no se atreven, pero Israel es pequeñita y los árabes tienen mucho petróleo y muchos dólares.
La libertad, la justicia, la verdad y la democracia no abundan en este mundo donde el materialismo es rey y la vida espiritual se basa en una religión donde, al que no la cuida, le cuesta la cabeza. ¿Qué esperamos tener de una región que ya tiene 22 naciones árabes musulmanas?
Israel es el único país de los judíos y no lo abandonarán. Ya les bastó a los judíos con una diáspora de casi dos mil años y, aunque los amigos se lo pidan, los judíos no la entregarán.
Y, hablando de amigos, esperemos que Dios Todopoderoso nos cuide de ellos, que de los enemigos Israel sabe cuidarse solo.
La amistad entre Israel y los EEUU se debilitó. ¿Por qué? Charles de Gaulle decía con claridad: ''Francia no tiene amistades, Francia tiene intereses''. ¿Será posible que la señora Hillary Rodham Clinton, nuestra secretaria de Estado, crea que los intereses de América están más con los palestinos que con los israelíes? Es verdad que unos años atrás la vimos abrazándose con Suja Arafat, la viuda de Yasser Arafat, mientras ésta maldecía a Israel por envenenar los pozos de agua, otra de las patrañas que cada tanto dicen los palestinos, y todo esto sólo unos meses antes de que la señora Arafat se diera a la fuga con miles de millones de dólares que pertenecían al pueblo palestino, donados por casi todos los países del mundo. Hoy está de moda el punto de vista de la Clinton, el de hoy, porque hasta unos meses atrás estaba sumamente cerca de la comunidad judía de Nueva York, que tenía los votos para que ella fuera senadora.
Los intereses económicos de Israel y Estados Unidos van juntos, de la mano, políticamente y socialmente son paralelos, votan prácticamente siempre igual en la ONU y en otras cortes internacionales, más de sesenta años de idéntico camino detrás de ambos lo confirma totalmente. Durante este tiempo los EEUU daban la misma cantidad de ayuda a los árabes que a los judíos, pero los árabes más del 90% de las veces votaban en forma inversa a los EEUU: sus intereses son diferentes, sus ideas políticas y sociales son contrarias a las que imperan en este país y su posición es generalmente adversa a los Estados Unidos. Pero en estos momentos de crisis financiera en el país, la secretaria de Estado encuentra la urgente necesidad de visitar al presidente de la Autoridad Palestina para decirle que le dará 900 millones de dólares adicionales.
Los palestinos, junto a Siria y con la financiación de Irán, están promocionando a Hamas y a Hezbolá, dos fuertes organizaciones terroristas ya establecidas en el Medio Oriente y con dos bases operativas en Latinoamérica, una en Venezuela y la segunda en la Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay). El rumor general es que están preparando otra acción similar al del 11 de septiembre, como con las torres gemelas, y la nueva administración espera que Israel se siente a fumar la pipa de la paz. ¿Con quién? Mahmoud Abbas, el presidente de los palestinos, no tiene ninguna autoridad y sólo está esperando aliarse con Hamas, pero sabemos desde ya que él no tendrá mando alguno y si se firma una tregua por treinta años, al mes podría estar abrogada a la usanza musulmana.
El equipo Obama-Clinton está presionando a Israel para que les dé más tierras a los palestinos, pero eso es imposible e innecesario. A los árabes les sobran tierras, lo que les falta es ganas de trabajarla. Las tierras que tiene Israel son las ancestrales e históricas, tienen derecho a ellas, no sólo porque Dios se las dio, sino porque fueron conquistadas y reconquistadas, trabajadas y regadas con la sangre de su pueblo. Son las tierras por las cuales siempre luchó y seguirá luchando.
¿Qué pasaría si alguien le pide a la señora Clinton que dé Nuevo México, Arizona o cualquier otra parte a la república mexicana? Hoy tenemos un muro separándonos y nuestras fuerzas armadas están cuidando esas fronteras. ¿Podrían decirle a Rusia que devuelva las tierras que tiene de Alemania, a Francia que salga del Caribe o a Gran Bretaña que deje las Malvinas que ella rebautizó Falkland? No, con ellos no se atreven, pero Israel es pequeñita y los árabes tienen mucho petróleo y muchos dólares.
La libertad, la justicia, la verdad y la democracia no abundan en este mundo donde el materialismo es rey y la vida espiritual se basa en una religión donde, al que no la cuida, le cuesta la cabeza. ¿Qué esperamos tener de una región que ya tiene 22 naciones árabes musulmanas?
Israel es el único país de los judíos y no lo abandonarán. Ya les bastó a los judíos con una diáspora de casi dos mil años y, aunque los amigos se lo pidan, los judíos no la entregarán.
Y, hablando de amigos, esperemos que Dios Todopoderoso nos cuide de ellos, que de los enemigos Israel sabe cuidarse solo.
