
TEL AVIV Coloniza el mar
Un nuevo proyecto urbanístico .Cuarenta y cinco años después el concurso para el centro direccional, Tel Aviv proyecta una nueva expansión hacia el mar, con islas artificiales y torres de quince pisos. Aquello que en 1963 parecía solo fantasías arquitectónicas, que reflejaban los experimentos megaestructurales de la época, tomaron forma con un plan maestro recientemente aprobado por el Comité de Planificación del Ministerio del Interior. Los emprendimientos previstos no prescinden más del espacio comprendido entre Tel Aviv ye Jaffo, hoy inserto en perímetro de la Ciudad Blanca protegida por la Unesco , pero si de toda la faja costera, al norte de la desembocadura del río Yarkon hasta la marina de Herzliya, sobre terrenos en gran parte ocupados por el aeropuerto Sde Dov.El plano es el fruto de un trabajo multidisciplinario que ha durado siete años, que en los próximos meses será expuesto a las observaciones de los ciudadanos. Elemento central del proyecto es el rediseño completo de la costa, con la ampliación de la línea costera a 250 metros de profundidad. Al lado, sobre un área de 181.000 metros cuadrados , surgirán los emprendimientos residenciales, comerciales e industriales.
Estos estarán comunicados con Tel Aviv por dos calles paralelas a la costa: la continuación de la actual Ibn Gabirol, un gran espacio completado con una línea de tren, y un trazado de tráfico lento, para la playa. Se construirán 11.300 viviendas, que darán lugar a una suerte de ciudad de agua que con otras extensiones de la playa, crearán un sistema de islas artificiales.
Desde este punto de vista el proyecto del gobierno israelí, parece recoger el desafío planteado en 2004 por Sigal Barnir y Yael Moria-Klain en ocasión de la Bienal de arquitectura con las instalaciones “Metamorphosisisrael-Back to the sea”.
Los curadores del pablellón reeleen las rápidas transformaciones de la playa de Tel Aviv como ejemplos “para comprender los cambios socio-políticos” surgidos en Israel en el curso de su historia. Las instalaciones proponían la imagen de una Tel Aviv reflejada sobre el mar, interpretada por los curadores como una suerte de retorno a los orígenes del Estado Judío, a aquellas dunas de arena donde hace casi cien años un grupo de sesenta familias decidió fundar una nueva ciudad. Más que a la sostenibilidad técnica y económica, los mayores problemas de las obras parecen ligados a la notable fragmentación de la propiedad. Los mismos promotores del proyecto afirman que antes de poder ver el inicio de los trabajos serán necesarios entre cinco y diez años de tiempo.
Un intervalo que podría ser utilizado también para modificar el plan maestro, acercando su morfología urbanística más a la Tel Aviv “ciudad jardín” de Patrick Geddes que a los barrios mas recientes de Ramat Aviv.En la espera se podrá reflexionar sobre las palabras de Barnir
Un nuevo proyecto urbanístico .Cuarenta y cinco años después el concurso para el centro direccional, Tel Aviv proyecta una nueva expansión hacia el mar, con islas artificiales y torres de quince pisos. Aquello que en 1963 parecía solo fantasías arquitectónicas, que reflejaban los experimentos megaestructurales de la época, tomaron forma con un plan maestro recientemente aprobado por el Comité de Planificación del Ministerio del Interior. Los emprendimientos previstos no prescinden más del espacio comprendido entre Tel Aviv ye Jaffo, hoy inserto en perímetro de la Ciudad Blanca protegida por la Unesco , pero si de toda la faja costera, al norte de la desembocadura del río Yarkon hasta la marina de Herzliya, sobre terrenos en gran parte ocupados por el aeropuerto Sde Dov.El plano es el fruto de un trabajo multidisciplinario que ha durado siete años, que en los próximos meses será expuesto a las observaciones de los ciudadanos. Elemento central del proyecto es el rediseño completo de la costa, con la ampliación de la línea costera a 250 metros de profundidad. Al lado, sobre un área de 181.000 metros cuadrados , surgirán los emprendimientos residenciales, comerciales e industriales.
Estos estarán comunicados con Tel Aviv por dos calles paralelas a la costa: la continuación de la actual Ibn Gabirol, un gran espacio completado con una línea de tren, y un trazado de tráfico lento, para la playa. Se construirán 11.300 viviendas, que darán lugar a una suerte de ciudad de agua que con otras extensiones de la playa, crearán un sistema de islas artificiales.
Desde este punto de vista el proyecto del gobierno israelí, parece recoger el desafío planteado en 2004 por Sigal Barnir y Yael Moria-Klain en ocasión de la Bienal de arquitectura con las instalaciones “Metamorphosisisrael-Back to the sea”.
Los curadores del pablellón reeleen las rápidas transformaciones de la playa de Tel Aviv como ejemplos “para comprender los cambios socio-políticos” surgidos en Israel en el curso de su historia. Las instalaciones proponían la imagen de una Tel Aviv reflejada sobre el mar, interpretada por los curadores como una suerte de retorno a los orígenes del Estado Judío, a aquellas dunas de arena donde hace casi cien años un grupo de sesenta familias decidió fundar una nueva ciudad. Más que a la sostenibilidad técnica y económica, los mayores problemas de las obras parecen ligados a la notable fragmentación de la propiedad. Los mismos promotores del proyecto afirman que antes de poder ver el inicio de los trabajos serán necesarios entre cinco y diez años de tiempo.
Un intervalo que podría ser utilizado también para modificar el plan maestro, acercando su morfología urbanística más a la Tel Aviv “ciudad jardín” de Patrick Geddes que a los barrios mas recientes de Ramat Aviv.En la espera se podrá reflexionar sobre las palabras de Barnir