
Rita Levi Montalcini
El año pasado, a fines del año 2007 la Comunidad Judía de Roma tomó la decisión de honrar en vida a la senadora Rita Levi Montalcini inscribiendo su nombre en la sinagoga romana “ no es solo un acto de estima para una mujer que ha honrado la ciudad de Roma y al país entero, tanto como para haber ganado el premio Nobel, también es una reacción civil a las manifestaciones de barbarie política como pocas veces se han visto en nuestra historia reciente” había afirmado en ese momento quien era el alcalde de Roma y secretario nacional del Partido Democrático, Walter Veltroni, presente en la ceremonia que tuvo lugar en la sinagoga mayor de Roma.
A Rita Levi Montalcini le fue otorgado este honor como desagravio por los ataques que le infirió Francesco Storace por su actividad parlamentaria como senadora vitalicia. "Manden las muletas a casa” había dicho este exponente de la derecha. El Presidente de la República Giorgio Napolitano había defendido a la senadora vitalicia luego de que también él fuera objeto de graves insultos por parte de Storace que le valieron a éste un juicio por desacato a la investidura presidencial. Una mujer fuerte, determinada y lúcida es esta Rita Levi Montalcini, que ha sabido defenderse muy bien toda su vida y también hoy a los 99 años, ha respondido con ironía. “Debo agradecer a quién me ofendido porque con todas las cartas de solidaridad que me han llegado he comprendido cuanto me quiere Italia”.
La Liga del Norte había propuesto una enmienda a las leyes financieras para eliminar los fondos destinados a la Fondazione Ebri (European Brain Research institute) creado por la senadora Montalcini. Enmienda que ha sido rechazada por 173 votos contrarios, 57 abstenciones 75 favorables. En el acto de homenaje estuvieron el Gran Rabino Riccardo Di Segni, rabino emérito Elio Toaff, Leone Paserman, Riccardo Pacifici, Claudia De Benedetti y el embajador del Estado de Israel Gideon Meir.Además de ser una de las máximas científicas de nuestro tiempo, Rita Levi Montalcini ha sido siempre muy activa en campañas de interés social y en la ayuda proporcionada a los jóvenes para construirse un futuro mejor. Junto a su hermana Paola, por intermedio de la Fundación Levi Montalcini, ayuda con becas de estudios universitarios a jóvenes mujeres africanas para que puedan desempeñar en el futuro un rol de lideranza en la vida científica y social de sus países.Rita Levi Montalcini ha dedicado toda su vida a la investigación, ha recibido el Premio Nobel para a medicina en 1986 y fue nombrada senadora vitalicia en el año 2001 por el presidente Carlo Azeglio Ciampi. Rita Levi Montalcini nació el 22 de abril de 1909 en Turín. No obstante la opinión contraria de su padre que pensaba que el rol de las mujeres era el de ocuparse de los hijos, ella se inscribió en la facultad de medicina de Turín. Tuvo como compañeros de la universidad a dos futuros premios Nobel, Salvador Luria y Renato Dulbecco. Inició rápidamente los estudios sobre el sistema nervioso que continuó durante toda su vida. Se graduó con todos los honores en el año 1936, luego a causa de las leyes raciales y obligada a dejar Italia, emigró a Bélgica donde trabajó en el instituto de neurología de la Universidad de Bruselas, donde permanecerá hasta la invasión alemana a Bélgica. En el año 1940 vuelve a Turín donde arma un laboratorio artesanal y donde inicia sus experimentos. En 1943 la familia se ve obligada a pasar a la clandestinidad y en Florencia tomó contacto con los partisanos del Partido de Acción. Terminada la guerra retoma su posición académica en la Universidad de Turín. En 1947 acepta del cargo de docente en los Estados Unidos en la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri donde continuará con sus investigaciones. Permanecerá en los Estados Unidos durante 26 años. En 1986 le fue otorgado el Premio Nobel de Medicina junto a su discípulo Stanley Cohen. Ha recibido tres lauros de honoris causa de la Universidad de Uppsala (Suecia), Weizmann-Rejovot (Israel) y ST.Mary (USA). Y ha sido siempre muy activa en campañas de interés socia y sobre las responsabilidades de los científicos en relación a la sociedad. “El conocimiento es por definición un bien - quizás el básico del hombre – porque sin él no pueden existir las otras libertades fundamentales a las cuales se recurre continuamente”, ha declarado una entrevista reciente.
El año pasado, a fines del año 2007 la Comunidad Judía de Roma tomó la decisión de honrar en vida a la senadora Rita Levi Montalcini inscribiendo su nombre en la sinagoga romana “ no es solo un acto de estima para una mujer que ha honrado la ciudad de Roma y al país entero, tanto como para haber ganado el premio Nobel, también es una reacción civil a las manifestaciones de barbarie política como pocas veces se han visto en nuestra historia reciente” había afirmado en ese momento quien era el alcalde de Roma y secretario nacional del Partido Democrático, Walter Veltroni, presente en la ceremonia que tuvo lugar en la sinagoga mayor de Roma.
A Rita Levi Montalcini le fue otorgado este honor como desagravio por los ataques que le infirió Francesco Storace por su actividad parlamentaria como senadora vitalicia. "Manden las muletas a casa” había dicho este exponente de la derecha. El Presidente de la República Giorgio Napolitano había defendido a la senadora vitalicia luego de que también él fuera objeto de graves insultos por parte de Storace que le valieron a éste un juicio por desacato a la investidura presidencial. Una mujer fuerte, determinada y lúcida es esta Rita Levi Montalcini, que ha sabido defenderse muy bien toda su vida y también hoy a los 99 años, ha respondido con ironía. “Debo agradecer a quién me ofendido porque con todas las cartas de solidaridad que me han llegado he comprendido cuanto me quiere Italia”.
La Liga del Norte había propuesto una enmienda a las leyes financieras para eliminar los fondos destinados a la Fondazione Ebri (European Brain Research institute) creado por la senadora Montalcini. Enmienda que ha sido rechazada por 173 votos contrarios, 57 abstenciones 75 favorables. En el acto de homenaje estuvieron el Gran Rabino Riccardo Di Segni, rabino emérito Elio Toaff, Leone Paserman, Riccardo Pacifici, Claudia De Benedetti y el embajador del Estado de Israel Gideon Meir.Además de ser una de las máximas científicas de nuestro tiempo, Rita Levi Montalcini ha sido siempre muy activa en campañas de interés social y en la ayuda proporcionada a los jóvenes para construirse un futuro mejor. Junto a su hermana Paola, por intermedio de la Fundación Levi Montalcini, ayuda con becas de estudios universitarios a jóvenes mujeres africanas para que puedan desempeñar en el futuro un rol de lideranza en la vida científica y social de sus países.Rita Levi Montalcini ha dedicado toda su vida a la investigación, ha recibido el Premio Nobel para a medicina en 1986 y fue nombrada senadora vitalicia en el año 2001 por el presidente Carlo Azeglio Ciampi. Rita Levi Montalcini nació el 22 de abril de 1909 en Turín. No obstante la opinión contraria de su padre que pensaba que el rol de las mujeres era el de ocuparse de los hijos, ella se inscribió en la facultad de medicina de Turín. Tuvo como compañeros de la universidad a dos futuros premios Nobel, Salvador Luria y Renato Dulbecco. Inició rápidamente los estudios sobre el sistema nervioso que continuó durante toda su vida. Se graduó con todos los honores en el año 1936, luego a causa de las leyes raciales y obligada a dejar Italia, emigró a Bélgica donde trabajó en el instituto de neurología de la Universidad de Bruselas, donde permanecerá hasta la invasión alemana a Bélgica. En el año 1940 vuelve a Turín donde arma un laboratorio artesanal y donde inicia sus experimentos. En 1943 la familia se ve obligada a pasar a la clandestinidad y en Florencia tomó contacto con los partisanos del Partido de Acción. Terminada la guerra retoma su posición académica en la Universidad de Turín. En 1947 acepta del cargo de docente en los Estados Unidos en la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri donde continuará con sus investigaciones. Permanecerá en los Estados Unidos durante 26 años. En 1986 le fue otorgado el Premio Nobel de Medicina junto a su discípulo Stanley Cohen. Ha recibido tres lauros de honoris causa de la Universidad de Uppsala (Suecia), Weizmann-Rejovot (Israel) y ST.Mary (USA). Y ha sido siempre muy activa en campañas de interés socia y sobre las responsabilidades de los científicos en relación a la sociedad. “El conocimiento es por definición un bien - quizás el básico del hombre – porque sin él no pueden existir las otras libertades fundamentales a las cuales se recurre continuamente”, ha declarado una entrevista reciente.