“Assud el conejo”, última víctima - hasta la fecha - de Israel
Por Julián Bahloul para Guysen International News
En la Franja de Gaza, el control de la población no se limita a las personas, sino que llega hasta los mismisimos estados de ánimo. El canal del Hamas “Al-Aqsa” no cesa, desde hace un año, de formatear el cerebro de los jóvenes palestinos difundiendo el programa “los pioneros de mañana”, destinado a los niños de 7 a 13 años. Presentado por la joven Saraa Barhoum, junto con un personaje en felpa de talla humana en un plató coloreado, los productores de la emisión pasan, sobre un tono infantil, mensajes antisemitas, antioccidentales y elogian la guerra santa y el martirio. Regularmente, el Hamas hace que uno de estos personajes inofensivos muera o sea golpeado. Última víctima: Assoud el conejo, que muere en directo ante una pequeña muchacha a raíz de los bombardeos israelíes en Gaza.
El primer personaje fue Mickey Farfour. En un episodio, recibe de su abuelo un documento que prueba que Palestina pertenece a los árabes. Delante de las cámaras es interrogado, luego pegado por “sionistas” que quieren robarle el documento. Se niega y es enviado a la cárcel. Es pues Nahlou la abeja quién toma el relevo. “Soy Nahoul, la prima de Farfour. Quiero seguir su camino, el camino del Islam, del heroísmo, del mártir y los Mudjahidines. Me vengaré de los enemigos de Alah, los que mataron a los profetas y que matan a niños inocentes”, explica en su primera intervención. Más recientemente, la estrella de Al Aqsa era Assoud el conejo. En referencia a las caricaturas del profeta Mahoma explicaba a los niños que “los vaqueros americanos también fueron herejes. No son nuestros hermanos, son criminales. Si vuelven, les mataremos. Es la voluntad de Dios. Voy a morderlos y a comerlos. Quiero que volvamos a toda Palestina”. Los autores del programa saben adaptarse en función de la actualidad. La prueba es uno de los últimos episodios en el cual se puede ver a Assud el conejo en su cama de hospital, agonizante después de los bombardeos israelíes.Antes de morir, transmite un mensaje a la joven Saara. Extracto de esta escena trágica seguida atentamente por cientos de miles de niños palestinos:“El ejército sionista es un ejército de traidores; matan a todos, pero nunca habría imaginado que mataría a los niños de Palestina y bombardearía la emisora de televisión Al-Aqsa. Como sabes, Saraa, la televisión Al-Aqsa tiene una sección especial para niños. Los niños van a jugar y a divertirse. Vienen a verme y a verte para escuchar bonitas historias que les hacen tanto bien.“Pero Saraa, volví a la cadena Al-Aqsa cuando han dicho que sería bombardeada. No podía creer que lo harían de verdad. Fui para recoger los regalos, los libros, las revistas y las historias que pertenecen a los niños de Palestina, a los Pioneros de mañana con el fin de sacarlos antes del bombardeo de la cadena. Pero Saraa, cuando entré, no sé lo que pasó. Todo lo que sé es que ellos me transportaron aquí, al hospital Shifa y me dejaron aquí, Saraa. Alah sea alabado”.“Saraa, mi voluntad es que pidas a nuestros niños amados de Palestina que no olviden nunca Jerusalén, Saraa. Debes transmitir este patrimonio a nuestros queridos niños. No deben nunca olvidar Jerusalén. Al-Aqsa, los presos o los refugiados. Recuerdales, Saraa, que tenemos un país a donde debemos volver, por medio de la determinación de la resistencia y el mudjahidin, por medio de la firmeza del conocimiento y el temor de Dios. Diles que Assud murió como un héroe, como un mártir. Diles que Assud murió en mártir, Saraa”.“Saraa, te lo suplico… Te confío el patrimonio de la protección de Jerusalén, de la mezquita Al-Aqsa y de la tierra bendecida de Palestina. Escuchame, Saraa: soy testigo que no hay otro Dios a parte de Alah y que Mahoma es el mensajero de Alah”. Y con estas palabras, Assud el conejo muere frente a las cámaras y la pequeña Saraa que repite, desesperada, “Assud! ¡No mueras! ”. Para Marcus Itamar, director del Palestinian Media Watch, (organización israelí especializada en la supervisión de los medios de comunicación palestinos), preguntado por una cadena de televisión europea, “el Hamas es culpable de robar la infancia de sus niños. Utilizan su programación de TV para enseñar el odio, la violencia y el amor del Mártir”.“Los futuros camicazes de los atentados suicidas en España, Europa e Israel, serán estos niños que crecen en este odio antes mismo de ser lo suficientemente grandes para entender hasta que punto es diabólico”.
Por Julián Bahloul para Guysen International News
En la Franja de Gaza, el control de la población no se limita a las personas, sino que llega hasta los mismisimos estados de ánimo. El canal del Hamas “Al-Aqsa” no cesa, desde hace un año, de formatear el cerebro de los jóvenes palestinos difundiendo el programa “los pioneros de mañana”, destinado a los niños de 7 a 13 años. Presentado por la joven Saraa Barhoum, junto con un personaje en felpa de talla humana en un plató coloreado, los productores de la emisión pasan, sobre un tono infantil, mensajes antisemitas, antioccidentales y elogian la guerra santa y el martirio. Regularmente, el Hamas hace que uno de estos personajes inofensivos muera o sea golpeado. Última víctima: Assoud el conejo, que muere en directo ante una pequeña muchacha a raíz de los bombardeos israelíes en Gaza.
El primer personaje fue Mickey Farfour. En un episodio, recibe de su abuelo un documento que prueba que Palestina pertenece a los árabes. Delante de las cámaras es interrogado, luego pegado por “sionistas” que quieren robarle el documento. Se niega y es enviado a la cárcel. Es pues Nahlou la abeja quién toma el relevo. “Soy Nahoul, la prima de Farfour. Quiero seguir su camino, el camino del Islam, del heroísmo, del mártir y los Mudjahidines. Me vengaré de los enemigos de Alah, los que mataron a los profetas y que matan a niños inocentes”, explica en su primera intervención. Más recientemente, la estrella de Al Aqsa era Assoud el conejo. En referencia a las caricaturas del profeta Mahoma explicaba a los niños que “los vaqueros americanos también fueron herejes. No son nuestros hermanos, son criminales. Si vuelven, les mataremos. Es la voluntad de Dios. Voy a morderlos y a comerlos. Quiero que volvamos a toda Palestina”. Los autores del programa saben adaptarse en función de la actualidad. La prueba es uno de los últimos episodios en el cual se puede ver a Assud el conejo en su cama de hospital, agonizante después de los bombardeos israelíes.Antes de morir, transmite un mensaje a la joven Saara. Extracto de esta escena trágica seguida atentamente por cientos de miles de niños palestinos:“El ejército sionista es un ejército de traidores; matan a todos, pero nunca habría imaginado que mataría a los niños de Palestina y bombardearía la emisora de televisión Al-Aqsa. Como sabes, Saraa, la televisión Al-Aqsa tiene una sección especial para niños. Los niños van a jugar y a divertirse. Vienen a verme y a verte para escuchar bonitas historias que les hacen tanto bien.“Pero Saraa, volví a la cadena Al-Aqsa cuando han dicho que sería bombardeada. No podía creer que lo harían de verdad. Fui para recoger los regalos, los libros, las revistas y las historias que pertenecen a los niños de Palestina, a los Pioneros de mañana con el fin de sacarlos antes del bombardeo de la cadena. Pero Saraa, cuando entré, no sé lo que pasó. Todo lo que sé es que ellos me transportaron aquí, al hospital Shifa y me dejaron aquí, Saraa. Alah sea alabado”.“Saraa, mi voluntad es que pidas a nuestros niños amados de Palestina que no olviden nunca Jerusalén, Saraa. Debes transmitir este patrimonio a nuestros queridos niños. No deben nunca olvidar Jerusalén. Al-Aqsa, los presos o los refugiados. Recuerdales, Saraa, que tenemos un país a donde debemos volver, por medio de la determinación de la resistencia y el mudjahidin, por medio de la firmeza del conocimiento y el temor de Dios. Diles que Assud murió como un héroe, como un mártir. Diles que Assud murió en mártir, Saraa”.“Saraa, te lo suplico… Te confío el patrimonio de la protección de Jerusalén, de la mezquita Al-Aqsa y de la tierra bendecida de Palestina. Escuchame, Saraa: soy testigo que no hay otro Dios a parte de Alah y que Mahoma es el mensajero de Alah”. Y con estas palabras, Assud el conejo muere frente a las cámaras y la pequeña Saraa que repite, desesperada, “Assud! ¡No mueras! ”. Para Marcus Itamar, director del Palestinian Media Watch, (organización israelí especializada en la supervisión de los medios de comunicación palestinos), preguntado por una cadena de televisión europea, “el Hamas es culpable de robar la infancia de sus niños. Utilizan su programación de TV para enseñar el odio, la violencia y el amor del Mártir”.“Los futuros camicazes de los atentados suicidas en España, Europa e Israel, serán estos niños que crecen en este odio antes mismo de ser lo suficientemente grandes para entender hasta que punto es diabólico”.
