
Amnesty International: “Hamás es responsables de gravísimas violaciones a los derechos humanos”
Por: Agencia Judía de Noticias
Según un informe del organismo reproducido por The Guardian, el grupo terrorista lleva adelante en la Franja de Gaza una violenta campaña contra sospechosos de colaboracionismo y opositores. Dichas acciones incluyen asesinatos, secuestros, torturas y amenazas. Las organizaciones civiles deben contar con la aprobación previa del movimiento islamista para poder operar en el territorio.
Hamas: en Gaza mando yo
El periódico británico Guardian informa hoy (sábado), citando a fuentes dentro de la organización de derechos humanos Amnesty International, que miembros de Hamas asesinaron a decenas de personas a las que consideraban “colaboracionistas” de Israel, y torturaron a muchos más, reseña por su parte el portal de noticias israelí Ynet. Acerca de la “caza de brujas” desatada por Hamas contra los sospechados de brindar apoyo ya se informó con anterioridad, pero sólo ahora se revelan las dimensiones del fenómeno y su crueldad.De los informes de Amnesty se desprende que las fuerzas de Hamas secuestraron, torturaron, amenazaron y asesinaron también a palestinos opuestos al movimiento, a quienes catalogan de “colaboracionistas”. En los reportes consta que al menos 14 hombres fueron fusilados a manos de integrantes de Hamas desde el fin de la guerra., y decenas de otros recibieron disparos en sus pantorrillas o meniscos, o duras golpizas. En el informe de la organización se detallan muchos casos de abusos y se consigna que “integrantes de Hamas son responsables de gravísimas violaciones a los derechos humanos”. Hamas está embarcada en “una campaña de secuestros, asesinatos ilegales, torturas y amenazas de muerte contra aquellos a los que acusa de colaborar con Israel, así como contra opositores y críticos”, se manifiesta en el informe.Los máximos líderes de Hamas reconocieron que persiguen a sospechosos de colaboracionismo, pero negaron llevar adelante una campaña violenta de las proporciones que se les atribuyen.Mowaffaq Alami, de 36 años, contó al Guardian que se vio obligado a abandonar Gaza debido a las amenazas recurrentes contra su vida, que comenzaron antes de la guerra. Alami trabaja para la organización “Una voz” que propicia el diálogo de paz entre Israel y los palestinos. Después de que Hamas se apoderara de Gaza, en junio de 2007, las fuerzas del movimiento allanaron las oficinas de esa organización y sustrajeron computadoras y otros equipos.La organización debió clausurar sus oficinas y sus integrantes comenzaron a trabajar desde sus hogares. Pero más tarde Hamas exigió que todas las organizaciones civiles obtengan un permiso del movimiento para poder operar. “Una voz” se negó y se vio obligada a cesar sus actividades en Gaza. “La gente tiene miedo de vivir una vida normal, de expresar sus ideas libremente”, dijo Alami. “No hay libertad de expresión, ni de movimiento, ni de viajar al exterior, ni un verdadero seguro médico”, aseveró. “La gente de Hamas aplica la misma política que Bush: quien no está con nosotros, está en contra”.Finalmente, Alami obtuvo un permiso especial para abandonar junto a su familia la Franja y establecerse en una ciudad en la Margen Occidental. A su criterio, existe un abismo enorme entre las directivas impartidas por la dirigencia del movimiento islámico y la forma de actuar de sus representantes armados sobre el terreno.En opinión de Alami, la mayoría de los palestinos ya no siente que pertenece a alguna de las principales facciones palestinas. “Los políticos y los medios están seguros de que existe una división simple entre Gaza y Cisjordania, entre Hamas y Fatah. La verdad es que la mayoría del pueblo palestino no se identifica con ninguna de las dos”, concluyó.
Por: Agencia Judía de Noticias
Según un informe del organismo reproducido por The Guardian, el grupo terrorista lleva adelante en la Franja de Gaza una violenta campaña contra sospechosos de colaboracionismo y opositores. Dichas acciones incluyen asesinatos, secuestros, torturas y amenazas. Las organizaciones civiles deben contar con la aprobación previa del movimiento islamista para poder operar en el territorio.
Hamas: en Gaza mando yo
El periódico británico Guardian informa hoy (sábado), citando a fuentes dentro de la organización de derechos humanos Amnesty International, que miembros de Hamas asesinaron a decenas de personas a las que consideraban “colaboracionistas” de Israel, y torturaron a muchos más, reseña por su parte el portal de noticias israelí Ynet. Acerca de la “caza de brujas” desatada por Hamas contra los sospechados de brindar apoyo ya se informó con anterioridad, pero sólo ahora se revelan las dimensiones del fenómeno y su crueldad.De los informes de Amnesty se desprende que las fuerzas de Hamas secuestraron, torturaron, amenazaron y asesinaron también a palestinos opuestos al movimiento, a quienes catalogan de “colaboracionistas”. En los reportes consta que al menos 14 hombres fueron fusilados a manos de integrantes de Hamas desde el fin de la guerra., y decenas de otros recibieron disparos en sus pantorrillas o meniscos, o duras golpizas. En el informe de la organización se detallan muchos casos de abusos y se consigna que “integrantes de Hamas son responsables de gravísimas violaciones a los derechos humanos”. Hamas está embarcada en “una campaña de secuestros, asesinatos ilegales, torturas y amenazas de muerte contra aquellos a los que acusa de colaborar con Israel, así como contra opositores y críticos”, se manifiesta en el informe.Los máximos líderes de Hamas reconocieron que persiguen a sospechosos de colaboracionismo, pero negaron llevar adelante una campaña violenta de las proporciones que se les atribuyen.Mowaffaq Alami, de 36 años, contó al Guardian que se vio obligado a abandonar Gaza debido a las amenazas recurrentes contra su vida, que comenzaron antes de la guerra. Alami trabaja para la organización “Una voz” que propicia el diálogo de paz entre Israel y los palestinos. Después de que Hamas se apoderara de Gaza, en junio de 2007, las fuerzas del movimiento allanaron las oficinas de esa organización y sustrajeron computadoras y otros equipos.La organización debió clausurar sus oficinas y sus integrantes comenzaron a trabajar desde sus hogares. Pero más tarde Hamas exigió que todas las organizaciones civiles obtengan un permiso del movimiento para poder operar. “Una voz” se negó y se vio obligada a cesar sus actividades en Gaza. “La gente tiene miedo de vivir una vida normal, de expresar sus ideas libremente”, dijo Alami. “No hay libertad de expresión, ni de movimiento, ni de viajar al exterior, ni un verdadero seguro médico”, aseveró. “La gente de Hamas aplica la misma política que Bush: quien no está con nosotros, está en contra”.Finalmente, Alami obtuvo un permiso especial para abandonar junto a su familia la Franja y establecerse en una ciudad en la Margen Occidental. A su criterio, existe un abismo enorme entre las directivas impartidas por la dirigencia del movimiento islámico y la forma de actuar de sus representantes armados sobre el terreno.En opinión de Alami, la mayoría de los palestinos ya no siente que pertenece a alguna de las principales facciones palestinas. “Los políticos y los medios están seguros de que existe una división simple entre Gaza y Cisjordania, entre Hamas y Fatah. La verdad es que la mayoría del pueblo palestino no se identifica con ninguna de las dos”, concluyó.