TRAS LAS ELECCIONES LIBANESAS


Apertura global al país del Cedro
Por Esther Stefanelli para Guysen International News


Tras la euforia de las elecciones libanesas, llegó la hora de las negociaciones para la formación de una coalición. A pesar de que la victoria de la alianza del 14 de marzo tranquiliza, el líder del Jizballah, Hassan Nasralah, ganaría mucho no sentándose en primera línea, según varios responsables libaneses. En efecto, el líder terrorista obtendría una mayor libertad de movimientos, y al contrario de las sanciones anunciadas en caso de victoria de la milicia chiíta, ésta podría beneficiarse de una apertura al diálogo con los Europeos.

El dirigente chiíta declaró que el statu quo es una de las mejores soluciones para el Líbano. Preserva al país de las sanciones occidentales que se habrían sido ejecutadas en caso de victoria del bloque del 8 de marzo, pero garantiza una voz bastante fuerte a la organización terrorista para bloquear las decisiones del Gobierno.

El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, declara que “es la primera vez que las posiciones americanas y europeas sobre el Líbano convergen en este punto”, después de haberse reunido con el emisario americano, George Mitchell, antes de que este último abandonara Beirut para Damasco.

Mientras que los norteamericanos optan por un diálogo con los sirios y los iraníes, Europa mira al Jizballah. No es momento para sanciones, tanto más cuando fue la coalición pro occidental la que consiguió, el 7 de junio, una neta victoria electoral sobre la alianza rival dominada por el Jizballah.

El principal diplomático de la Unión Europea, Javier Solana, se reunió este sábado con un diputado del Jizballah, una novedad entre un representante europeo de este nivel y el partido chiíta, durante una visita en el Líbano donde también se congratuló de la buena celebración de las elecciones legislativas. El Jizballah, que fue derrotado en las elecciones del 7 de junio, figura en la lista americana de las organizaciones terroristas, pero no en la de la Unión Europea… “El Jizballah forma parte de la sociedad libanesa. Está representado en el Parlamento y tendrá responsabilidades”, declaró el diplomático español.

Para el Jizballah, este encuentro es el resultado de una actitud "más realista" con el Líbano. La organización chiíta obtuvo 11 escaños en el Parlamento, sobre un total de 128. La oposición, dirigida por el Jizballah, exige hoy recibir un nuevo derecho a veto, un tercio de las carteras ministeriales, como era el caso en el gabinete saliente. Una fuerza suficiente para impedir toda ley que obligue su desarme.

El diálogo regional toma también otro cariz. Saad Hariri, que anunció este viernes que será el próximo Primer Ministro libanés, desea que Beirut y Damasco refuercen sus relaciones diplomáticas, restablecidas solamente este año, y definen claramente las fronteras entre los dos países. Siria es sospechosa de estar involucrada en el asesinato del padre de Saad Hariri, el antiguo Primer Ministro Rafic Hariri.

Para Siria las elecciones libanesas no constituyen algo crucial, o al menos nada fundamental. En efecto, sus aliados del Jizballah siguen estando en condiciones de oponerse a posibles decisiones que podrían marginarlos.

Los resultados de las elecciones legislativas parecen satisfacer a la mayoría. El equilibrio de las fuerzas apenas sufrió cambios, lo que tranquiliza a occidente. Sólo aquellos que esperaban un verdadero cambio se declaran decepcionados.