LOS ISRAELIES LLEVAN A CABO EL MAYOR EJERCICIO DE DEFENSA CIVIL DE LA HISTORIA


«¡Caen misiles! ¡Niños, al refugio!»
SAL EMERGUI.
ESPECIAL PARA EL MUNDO
TEL AVIV


Nir no sabe si reír o llorar. Con la cabeza vendada, este niño israelí, de 10 años, es una de las numerosas víctimas del impacto de misiles iraníes en un colegio de Tel Aviv. Tratado por una paramédica, grita de dolor en su función de «herido grave», pero la presencia de las cámaras le convierte en joven promesa del cine. Poco antes, a las 11 de la mañana, una sirena de minuto y medio ha expulsado a Nir y 459 alumnos de las aulas de la escuela Eljarizi en Tel Aviv. «¡Rápido, niños, caen misiles en el cole, todos al refugio!», exclama Shlomit Barak, la directora convertida en socorrista.
Aunque Nir no lo sabe, ayer participó en el mayor ejercicio de defensa civil en la Historia de Israel. Durante cinco días, el Ejército, la Policía, el cuerpo de bomberos, el sistema sanitario y el Gobierno se integran en el llamado «Punto de Inflexión 3». Un macroescenario con simultáneos eventos, todos apocalípticos. Misiles contra el Centro de Investigación Nuclear y rascacielos, desplome de un hospital, atentados suicidas, ataque no convencional contra un colegio, enfrentamiento con Siria, Irán, Hizbulá y Hamas…en definitiva, la guerra total.
El punto culminante llegó cuando los 7.411.000 israelíes escucharon la sirena que en teoría les tenía que conducir al cuarto de seguridad (obligatorio en las casas construidas desde 1991) o a los refugios públicos. En la práctica, muchos siguieron su rutina, trabajando, en la playa o tomando un café con la sirena de fondo. Como en un ensayo general, los errores salieron a flote: algunos refugios estaban cerrados y muchas sirenas no funcionaron. La zona fronteriza con Gaza quedó exenta, por temor a confundir la sirena virtual con la de los cohetes de las milicias palestinas.
Niños en el búnker del colegio Eljarizi. «Tranquilos y seguid las instrucciones», les pide el viceministro de Defensa, Matan Vilnai, responsable del simulacro nacional. «El objetivo es practicar, detectar errores y concienciar a los ciudadanos de que en cualquier lugar y en cualquier momento Israel puede sufrir una situación de emergencia», declara Vilnai. Las dimensiones de este ejercicio y las informaciones sobre una posible guerra con Irán (antes que obtenga poder nuclear) han elevado la alerta en algunos países árabes. Vilnai aclara: «Hemos informado a los embajadores extranjeros que es sólo un ejercicio defensivo pasivo».
«Es bueno estar preparado aunque da miedo pensar que te atacan», dice Ofer de 12 años. El patio escolar, tomado por ambulancias, bomberos y policías, es observado por militares extranjeros. El teniente coronel estadounidense Bryant Steed opina: «Es importante comprobar su nivel de preparación aunque los israelíes saben que cuando caigan decenas de misiles, todo será diferente». Le preguntamos si los escenarios ensayados pueden ser reales en caso de un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes. Como respuesta, Teherán dispararía sus misiles Shihab 3 contra el centro de Israel (Tel Aviv), Hamas contra el sur (Beer Sheeba) y Hizbulá contra el norte (Haifa). Steed es contundente: «Sí, Israel tiene este año más razones para estar preparado».
Quien sí lo está es Anat, que vive en un rascacielos de Tel Aviv, blanco apetitoso para cualquier misil enemigo. Han pasado 18 años pero no olvida las noches con su máscara antigas y el refugio en las escaleras para no ser víctima de los Scud lanzados por Irak de Sadam Husein. «Espero que mis hijos no vivan la angustia que pasé en el 91 pero soy pesimista ya que Irán nos quiere borrar del mapa. La calma en Tel Aviv no durará mucho», concluye.

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