MI ENFOQUE desde Israel
por David Mandel No. 228 Marzo 19, 2008
En este número:
· El problema no son los árabes israelíes sino sus líderes
· El honor familiar lo limpian sólo con sangre
· Un espejo distante: Israel en el siglo I
· El shekel será moneda internacional
· Biografía de Assuero, rey de Persia
El problema no son los árabes israelíes sino sus líderes
El gobierno de Israel ha iniciado un programa de servicio nacional voluntario de jóvenes árabes, entre las edades de 18 a 21 años, para que sirvan a sus comunidades por uno o dos años en colegios, hospitales y otras instituciones en los sitios donde viven. Este programa es similar al que hoy cumplen 11,000 jóvenes judíos, la mayoría de ellos mujeres religiosas. Los que participan en el programa reciben un pago durante su servicio, y luego reciben becas, descuentos en impuestos, descuentos en vivienda, y ayuda para conseguir trabajo apropiado.
Una encuesta de la Universidad de Haifa reveló que el 75% de los árabes israelíes de esa edad apoyan el programa, al igual que lo hacen 72% de todos los hombres árabes y 84% de las mujeres árabes.
En contraste, 80% de los árabes que son activos en sus partidos políticos se oponen, diciendo que el programa socava la identidad árabe. Jamar Zahalka, representante de un partido árabe en la Knesset, declaró furioso: "Cualquiera que se presente como voluntario al programa de servicio nacional será tratado como un leproso. La comunidad árabe lo vomitará afuera."
Los líderes de la Asociación de Jóvenes Árabes Baladna hacen todo lo posible, incluyendo propaganda y envío de volantes para que el programa fracase, diciendo que "es un ejemplo de la discriminación del gobierno hacia la minoría árabe".
A pesar de esa oposición intransigente, el año pasado 600 jóvenes árabes israelíes, la mayoría mujeres, se inscribieron en el programa de servicio nacional.
El honor familiar lo limpian sólo con sangre
Hace 4 años, en enero del 2004, en el número 33 de Mi Enfoque, escribí un artículo con este mismo título, refiriéndome a varios casos, en la sociedad palestina, de mujeres que fueron asesinadas por sus hermanos, o por sus parientes, por haber deshonrado a la familia.
La cultura árabe tiene un concepto especial de lo que es el honor y una peculiar forma de limpiarlo cuando ha sido manchado. Si una mujer transgrede el estricto código sexual, voluntaria o involuntariamente, sus padres, hermanos o esposo tienen la obligación de matarla para salvar el honor de la familia. Aunque es lógico pensar que de por medio hubo un hombre que contribuyó a herir el honor de la familia, la sociedad árabe no lo culpa, no lo hace responsable, y no le exige pago, indemnización o reparación. Un caso típico de hace algunos años fue el de una madre palestina que mató a su hija por haber sido violada por sus dos hermanos.
Los árabes israelíes viven en Israel, un país cuya cultura es occidental y democrática, donde la transgresión sexual no es justificación ni es atenuante del asesinato premeditado. A pesar de eso, en la comunidad árabe israelí todavía hay quienes lavan el honor con sangre.
En Ramle, (ciudad en el centro de Israel, donde viven judíos y árabes) hay una familia árabe que ya es un caso extremo: ocho de sus mujeres han sido asesinadas en los últimos seis años por cuestiones de honor. Hace pocos días una novena mujer, divorciada, sin hijos, que está saliendo con un judío, se salvó de milagro. Le dispararon a quemarropa, la bala la hirió en el cuello, y le causó una herida por suerte no mortal. Ella aparentó estar muerta hasta que su asesino se alejó. La madre y la víctima culpan del intento de asesinato a parientes, sin mencionar nombres. La policía hasta ahora no ha realizado ningún arresto.
En Haifa dos hermanos, Anwar y Hassan Salameh, estrangularon a su hermana por tener una relación romántica que ellos no aprobaban. El juez los condenó a prisión perpetua, pero ellos pidieron que se les rebaje la pena "en consideración a que la familia está de luto."
También en Haifa, otro árabe israelí, de la secta drusa, recibió prisión perpetua por matar a su sobrina que estaba en amores con un joven musulmán de otro pueblo.
Un espejo distante: Israel en el siglo I
La historiadora Bárbara Tuchman, en su libro Un espejo distante, describe los paralelos que hay entre el siglo XIV y nuestra época. Las epidemias (la plaga bubónica en el siglo XIV y la plaga del SIDA de hoy), las guerras, los desastres naturales, y, lo que nunca falta, las masacres de judíos.
El mismo análisis comparativo se puede aplicar al Israel del siglo I y al Israel del siglo XXI. Los paralelos son muchos, pero en este artículo deseo referirme solo a las facciones que existían en esa época en Israel, y a sus equivalentes de hoy.
En el siglo I los judíos en Israel estaban divididos en cuatro facciones, ("sectas" como las llamaba el historiador judío romano Josefo Flavio, o "partidos" como las llamaríamos hoy): los saduceos, los fariseos, los sicarios, y los esenios. Las cuatro facciones tienen paralelos en el Israel de hoy.
Saduceos
Eran una minoría de gente de la clase acomodada, activos en la vida política y económica. Tenían simpatía al helenismo y gozaban de excelentes relaciones con los romanos. Se mantenían separados del pueblo, posiblemente debido a un complejo de superioridad.
Su equivalente son los humanistas e izquierdistas del Israel de hoy, que se consideran "ciudadanos del mundo", sienten empatía por los enemigos, y ven con desdén los sentimientos sionistas del pueblo.
Fariseos
Era la facción mayoritaria, caracterizada por ser tradicionalista y nacionalista. Los fariseos tuvieron un rol indispensable en preservar y transmitir el judaísmo después de la catastrófica guerra con Roma.
Su equivalente son los sionistas, religiosos y laicos, del Israel de hoy.
Sicarios (Zealots en inglés, y kanaim en hebreo)
Eran fanáticos, extremistas y violentos en su oposición al enemigo romano y a los oponentes judíos.
Su equivalente es la extrema derecha en el Israel del siglo XXI.
Esenios
Los esenios eran miembros de una secta ultra ortodoxa, cuya vida giraba en torno a la religión. Vivían separados del resto de la nación y no reconocían la autoridad de los sacerdotes del Templo.
Su equivalente son los ultra ortodoxos del Israel de hoy.
El shekel será moneda internacional
En una clara demostración del progreso económico de Israel, el shekel israelí, dentro de dos meses, se podrá comprar y vender en las oficinas de los bancos de más de 80 países en el mundo.*
Hasta ahora sólo 15 monedas eran de libre cambio en las bolsas monetarias mundiales: el dólar americano, el euro, el dólar australiano, el dólar canadiense, la corona danesa, la libra esterlina, el dólar de Hong Kong, el yen japonés, el won de Corea del Sur, el dólar de Nueva Zelanda, la corona de Noruega, el dólar de Singapur, el rand de Sud África, la corona de Suecia, y el franco suizo.
La decisión fue tomada por el banco neoyorquino CLS, que está bajo la supervisión del Sistema Federal de Reserva de los Estados Unidos.
Otra buena noticia para la economía del país es el recientemente publicado reporte del Fondo Internacional de Moneda que califica de "excepcional" al desempeño de la economía israelí en el año 2007, y a la política fiscal responsable del Banco de Israel.
* El peso mejicano también ha sido añadido a la lista.