DESDE ISRAEL


Echando suerte

Pues Hamán, proyectó contra los judíos destruirlos, y echó un pur, esto es, el sorteo - para consumirlos y destruirlos... Por eso, ellos llamaron a estos días "Purím", por el pur...
Libro de Ester 9:24-26


En la Persia imperial de Ajashverosh, hace mas de 2.500 años, se echo la suerte para determinar el día en que se exterminaría a todos los judíos del reino, dispersos en su 127 países. "Un pueblo disgregado y disperso en el mundo, que la ley del rey no cumple...". El Rey Ajashverosh nombró a uno de sus ministros, de nombre Hamán, como el más importante de los ministros. Un día convenció Hamán a Ajashverosh de exterminar a todo el pueblo de Mordejai, el pueblo judío. Haman pensó hacerlo el 13 de Adar con el permiso del rey y sucedió lo contrario. Su pensamiento perverso lo llevó a su propia destrucción: en ese mismo día los judíos pelearon contra sus enemigos, en esas circunstancias, el pueblo entero aunó esfuerzos, apartó la desgracia y se sobrepuso al enemigo que pretendía "lehashmid, laharog ul-abed" ("exterminar, quitar la vida y llevar a la perdición").
En la actual Republica de Irán, están desarrollando vertiginosamente un arsenal nuclear para borrar a Israel del mapa, para hacer desaparecer para siempre a esa entidad sionista que no tiene razón de ser, según su Presidente Mahmud Ahmadineyad. Ya es muy antigua esa receta para destruir a los judíos y hoy se divulga de nuevo en la Persia actual, a la que no le afecta ningún conflicto real con Israel pero que viene heredando ese odio milenario que azotó siempre al pueblo judío.
Pero Irán no esta solo en esta ambiciosa empresa, esta muy bien acompañado por el populismo fascista de la Venezuela de Chávez y sus aliados progresistas latinoamericanos, por el nuevo imperio ruso del Zar Putin, por el fundamentalismo islámico de toda especie y color y por que no por la tibieza cómplice de algunos civilizados y cultos estados europeos.
¿Habrá Ahmadineyad echado suerte? ¿Tendrá una fecha precisa para llevar a cabo sus siniestros propósitos? ¿ Ahmadineyad correrá la misma suerte que Haman?
¿Usted que opina?
Yo tengo la absoluta certeza que Israel aunara esfuerzos, apartara la desgracia y se sobrepondrá al enemigo que pretende "lehashmid, laharog ul-abed" ("exterminar, quitar la vida y llevar a la perdición").
¡Israel Vencerá!
Dr. Guido Maisuls - Israel
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Un tango en Israel
Nací en el país donde el tango me acunaba con adiós muchachos y yira yira, mientras mi padre cada noche escuchaba a Marianito Mores y a Julio Sosa en aquella vieja radio gris.
Crecí en el hogar donde se juntaban las melodías del arrabal y la cumparsita con el a visale mazl y el dulce y añorado idish que brotaban de las bocas de mis queridos abuelos rusos ashkenazis.
Compartí una mesa donde se mezclaban el vino tinto con los vareniques, el mate amargo con el leicaj de miel y porque no el churrasco con los knishes de mi bien dispuesta idishe mame.
Aprendí de mis mayores que en la vida hay que ser un hombre derecho y valiente, que hay que ponerle el pecho a la vida pero también hay que estudiar una carrera y ser un idishe mench .
Jugué al fulbo en un potrero, a la payanca en la vereda y al dreidl en el shil. Leí Billiken, Corto Maltes y Rico Tipo junto a las Historias de mi Pueblo y El Estado Judío de Teodoro Herzl.
Festeje con sidra y pan dulce el Año Nuevo, con asado y empanadas el 25 de Mayo pero en Rosh Hashana era manzana y miel y en Pesaj el vishnik de mi bobe Sara y su rico guefilte fish. Me emocionaba la marchita de San Lorenzo los 9 de julio y el HaTikva me hacia lagrimear en los Iom Hatzmaut y se me confundían los alegres Purim con el loco y sensual Carnaval.
Me despertaba mucha pasión mi equipo de Boca Juniors, la cupe Ford de Juancito Galvez y la voz de oro del morocho Gardel pero también los jalutzim y el ejercito de defensa de Eretz Israel.
Se mezclaban en mi fantasía las imágenes de los gauchos del Martin Fierro, los malevos del noveciento y los rebes, cuenteniks y linyeras de los cuentos de la lejana Rusia de mi abuelo José.
Aunque en mi alma sigan prendidos adiós pampa mía y anclao en París, los domingos se me volvieron lunes, del asado al shawarma y al falafel y mi hermoso castellano se trocó en un naciente y difícil Ibrit.
Hoy que vivo en Israel, mi Argentina esta muy lejos, ya no me siento en un doble país, estoy en la tierra de mis ancestros y mi querido tango argentino continuara siendo Un tango en Israel.
Dr. Guido Maisuls