
Una soldado israelí, protagonista de la prensa deportiva española
El periódico madrileño recoge la historia de la soldado Shahar Peer. Según cuenta As , llevaba dos años intentando jugar el Torneo de Doha, en Qatar.
No lo conseguía por un solo hecho: ser de Israel. Su país, al que ha tenido que servir en el Ejército, le recomendaba no viajar a estados con los que no se mantenían relaciones diplomáticas. Pero ella ha dado el paso. As remacha: "Shahar Peer (20 años, 17ª del ranking WTA) se convirtió el lunes en el primer hebreo que tomaba parte en un evento deportivo en un país del Golfo".
La joven de Jerusalén ganó a la eslovena Klepac (precisamente sus padres provienen de ese país y su abuelo materno estuvo en un campo de concentración nazi) por un claro 6-3 y 6-4. "Traté de evitar pensar dónde estaba jugando", confesó en la rueda de prensa posterior. "Yo prefiero dedicarme sólo al tenis, pero si jugando ayudo a los políticos, eso me hace feliz". Peer llevaba aplazando esta cita con Doha dos años, los mismos que, a pesar de tener derecho a jugar el torneo por méritos y ranking, llevaba el gobierno qatarí negando el visado a sus acompañantes. Una forma sibilina de decirle que no asistiera, con la WTA (organismo rector del tenis femenino), tapándose los ojos con comunicados oficiales: "Ningún torneo puede rechazar a una tenista por nacionalidad o religión, pero carecemos de reglas cuando el caso concierne a familiares". También Israel le había prevenido sobre participar en torneos de estados con los que no se mantenían relaciones diplomáticas, y Qatar es uno de ellos.
¿Qué ha cambiado este año? "Cuando comuniqué a la WTA mi decisión de ir, me dijeron que adelante. También las autoridades de Israel me comentaron que no habría problemas y los organizadores me ofrecieron seguridad propia (un guardaespaldas le sigue las 24 horas por Doha)", relata la israelí, que está acompañada en Qatar por Conchita Martínez, la ex campeona de Wimbledon que ha decidido entrenar este año a la prometedora tenista. Con ellas está Shlomi, hermano de Sharar. La concesión de el WTA Championships (Masters femenino que se venía disputando a Madrid) a Doha para este año y la candidatura a los Juegos de 2016 han aflojado el celo con los visados. El presidente de la WTA lo ve de una forma más prosaica: "Es la demostración de que las tenistas están rompiendo estigmas por todo el mundo".
"Esto enseña a Israel que podemos recibir a cualquier persona en paz", apunta el director del torneo, Ayman Azmy. Eso sí, el debut de Peer se produjo en la pista uno, no en la central. A pesar de que ella dice que tuvo una bienvenida "cariñosa" sólo medio centenar de personas fueron a su partido. Quizá fuera lo de menos. Lo de más: la soldado Peer dio una lección de paz.
El periódico madrileño recoge la historia de la soldado Shahar Peer. Según cuenta As , llevaba dos años intentando jugar el Torneo de Doha, en Qatar.
No lo conseguía por un solo hecho: ser de Israel. Su país, al que ha tenido que servir en el Ejército, le recomendaba no viajar a estados con los que no se mantenían relaciones diplomáticas. Pero ella ha dado el paso. As remacha: "Shahar Peer (20 años, 17ª del ranking WTA) se convirtió el lunes en el primer hebreo que tomaba parte en un evento deportivo en un país del Golfo".
La joven de Jerusalén ganó a la eslovena Klepac (precisamente sus padres provienen de ese país y su abuelo materno estuvo en un campo de concentración nazi) por un claro 6-3 y 6-4. "Traté de evitar pensar dónde estaba jugando", confesó en la rueda de prensa posterior. "Yo prefiero dedicarme sólo al tenis, pero si jugando ayudo a los políticos, eso me hace feliz". Peer llevaba aplazando esta cita con Doha dos años, los mismos que, a pesar de tener derecho a jugar el torneo por méritos y ranking, llevaba el gobierno qatarí negando el visado a sus acompañantes. Una forma sibilina de decirle que no asistiera, con la WTA (organismo rector del tenis femenino), tapándose los ojos con comunicados oficiales: "Ningún torneo puede rechazar a una tenista por nacionalidad o religión, pero carecemos de reglas cuando el caso concierne a familiares". También Israel le había prevenido sobre participar en torneos de estados con los que no se mantenían relaciones diplomáticas, y Qatar es uno de ellos.
¿Qué ha cambiado este año? "Cuando comuniqué a la WTA mi decisión de ir, me dijeron que adelante. También las autoridades de Israel me comentaron que no habría problemas y los organizadores me ofrecieron seguridad propia (un guardaespaldas le sigue las 24 horas por Doha)", relata la israelí, que está acompañada en Qatar por Conchita Martínez, la ex campeona de Wimbledon que ha decidido entrenar este año a la prometedora tenista. Con ellas está Shlomi, hermano de Sharar. La concesión de el WTA Championships (Masters femenino que se venía disputando a Madrid) a Doha para este año y la candidatura a los Juegos de 2016 han aflojado el celo con los visados. El presidente de la WTA lo ve de una forma más prosaica: "Es la demostración de que las tenistas están rompiendo estigmas por todo el mundo".
"Esto enseña a Israel que podemos recibir a cualquier persona en paz", apunta el director del torneo, Ayman Azmy. Eso sí, el debut de Peer se produjo en la pista uno, no en la central. A pesar de que ella dice que tuvo una bienvenida "cariñosa" sólo medio centenar de personas fueron a su partido. Quizá fuera lo de menos. Lo de más: la soldado Peer dio una lección de paz.