DIOS LOS CRIA Y ....


Maradona, Ahmadinejad y Chávez
Ruben Kaplan


El afamado, ex futbolista, Diego Maradona nos tiene acostumbrados a las diatribas y a provocadoras declaraciones. Cierto periodismo coadyuva a ese despropósito al consultarlo para que opine de todo tema trascendente cual si fuera un oráculo. Su indudable calidad futbolística lo erigió en su momento en uno de los mejores jugadores del mundo. Esos indiscutidos atributos no son suficientes para que sus declaraciones abarquen todos los tópicos imaginables, restaría que disertase sobre física cuántica con total desparpajo.

Su vida personal y sus variadas adicciones no fueron ni son un ejemplo de vida. Siempre estuvo cerca del calor del poder de turno. Con su consentimiento fue y es usado y a la vez él obtuvo y tiene beneficio de sus vaivenes y giros.
Maradona, en el 2007, tras el encuentro de un partido de Show- Bol que había disputado la Selección Argentina contra Brasil, recibió en el vestuario del Luna Park al encargado de negocios de la República de Irán Moshen Baharvand, que llegó acompañado por una periodista argentina que trabaja para el país islamita y otro colaborador. Con total desenfado, los visitantes invitaron a Maradona a conocer Irán. Encontraron, para su satisfacción, la respuesta que tenían garantizada de antemano. El para muchos aún ídolo, manifestó que ya había conocido a Fidel y a Chávez y le restaba conocer a Ahmadinejad, a quien le envió anticipadamente su camiseta como ofrenda de amistad. "Estoy con los iraníes de todo corazón, de verdad lo digo. Lo digo porque lo siento: Estoy con el pueblo de Irán".

Es de presumir que el opinante consuetudinario que es Maradona conocía que Irán es el país sindicado de cometer el más atroz atentado terrorista que sufrió la Argentina, la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina.
Cinco ex funcionarios iraníes tienen pedido de captura internacional librado por la Justicia Argentina (refrendados por la Interpol) acusados de ser los planificadores del abominable hecho recién mencionado. Actualmente, integran el gobierno del país que anhela conocer Diego, cobijados por el vesánico Ahmadinejad, quien declara públicamente la intención de hacer desaparecer a Israel del mapa.
En el caso que Maradona viajase a Irán le convendría imbuirse de algunos de los aspectos de la Sharía. En ella están contempladas severas penas a transgresiones como el adulterio y beber alcohol. El consumo de drogas está castigado con la muerte. Las ofensas sexuales conllevan una pena de lapidación o azotes. En caso que viaje con sus hijas reconocidas, ellas podrán atestiguar el grado de sumisión y desprecio del que son objetos las mujeres iraníes.

Luego del gran revuelo que causaron las declaraciones de Maradona, los miembros de la Agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA intentaron infructuosamente hablar con Diego, acerca de su manifiesta intención de viajar a Teherán para conocer a Ahmadinejad.
A través de su ex esposa y no directamente, Maradona comunicó que "respetaba a todo el mundo" y recordó en una evocación digna de Zelig, el personaje de Woody Allen, su viaje a Israel y su visita al Muro de los Lamentos. Presuntamente, también habría afirmado que "nunca se metía en política".

Diego Armando Maradona, cabe recordar, fue contratado para dar el puntapié inicial de la Copa América que se disputó en el 2007 en Venezuela a un costo de mil millones de dólares, luego de acordar sus elevados y discutidos honorarios. Hace unos días, Maradona, actual técnico de La Selección Nacional del Fútbol Argentino, desvirtuando su presencia en el Sudamericano Sub-20 "Copa Juventud de América" Venezuela 2009, en una entrevista con la televisión venezolana expresó su apoyo a la reelección indefinida de Hugo Chávez, a quien elogió profusamente. El dictador caribeño, cínicamente, fiel a su estilo, atribuyó a la oligarquía el execrable atentado antisemita perpetrado por 15 forajidos armados en la noche del 30 de enero de 2009 contra La Sinagoga Tiferet Israel, que funciona en la sede de la Asociación Israelita de Venezuela en la urbanización Maripérez, tratando con esa infame acusación, deslindar su clara responsabilidad en el deplorable hecho.

El Pelusa, apodo con el que se conocía a Diego Armando Maradona en sus comienzos en Villa Fiorito, es muy proclive a los tatuajes.
El millonario ex jugador de fútbol, tiene tatuado en su hombro a Ernesto Guevara, el mítico Che, guerrillero argentino, paradigma de la izquierda, otro tatuaje, expresando su admiración al tirano Fidel Castro en un muslo. Ahora anuncia que tatuará en su piel al despreciable dictador Hugo Chávez. Como Maradona tiene previsto, en su ya lacerado cuerpo, estampar también a sus hijas; por la segura falta de espacio, a modo de sugerencia, sus asentaderas serían un magnifico lugar para lucir la imagen del bolivariano.
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