UNA MUESTRA RESCATA DEL OLVIDO LOS PEQUEÑOS COMERCIOS JUDÍOS DEL BERLIN NAZI (TERRA - 16/12/08)
Una exposición organizada por la Universidad de Humboldt documenta el infortunio de las pequeñas tiendas de barrio regentadas por ciudadanos judíos en el Berlín de los años 30, que fueron víctimas de la persecución orquestada por el régimen nazi. "Delatados y vendidos. Empresas judías en Berlín 1933-1945" es el título de la muestra, situada hasta finales de mes en el vestíbulo del edificio principal de la Universidad, en la Avenida Unter den Linden, y que en marzo será traslada al Archivo Nacional. La muestra explora en la "intrahistoria" del Holocausto, en la historia de los cerca de 10.000 empresarios judíos que en mayo de 1933 habían echado raíces empresariales en Berlín, confiados en que allí les iría bien. Sin embargo, de la noche a la mañana, el 1 de abril de 1931 las vitrinas de los comercios propiedad de judíos amanecieron en todo el país apedreadas y pintarrajeadas, con una consigna recurrente: "Alemanes, defendeos. No compréis donde los judíos". Aquella llamada al boicot, que fue secundada en muchos rincones del país, era obra de militantes de las SA, la guardia pretoriana del partido nazi, los mismos que saquearon el interior de aquellos negocios y deportaron a sus dueños a los campos de concentración.
Una exposición organizada por la Universidad de Humboldt documenta el infortunio de las pequeñas tiendas de barrio regentadas por ciudadanos judíos en el Berlín de los años 30, que fueron víctimas de la persecución orquestada por el régimen nazi. "Delatados y vendidos. Empresas judías en Berlín 1933-1945" es el título de la muestra, situada hasta finales de mes en el vestíbulo del edificio principal de la Universidad, en la Avenida Unter den Linden, y que en marzo será traslada al Archivo Nacional. La muestra explora en la "intrahistoria" del Holocausto, en la historia de los cerca de 10.000 empresarios judíos que en mayo de 1933 habían echado raíces empresariales en Berlín, confiados en que allí les iría bien. Sin embargo, de la noche a la mañana, el 1 de abril de 1931 las vitrinas de los comercios propiedad de judíos amanecieron en todo el país apedreadas y pintarrajeadas, con una consigna recurrente: "Alemanes, defendeos. No compréis donde los judíos". Aquella llamada al boicot, que fue secundada en muchos rincones del país, era obra de militantes de las SA, la guardia pretoriana del partido nazi, los mismos que saquearon el interior de aquellos negocios y deportaron a sus dueños a los campos de concentración.