
"TREGUA": 215 COHETES POR MES.
Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo. Uruguay
No es realmente cuestión de interpretación política .Lo que hay en el terreno entre la Franja de Gaza y el sur de Israel, no es una tregua, ni "tahdia" (calma) ni nada que se le parezca. Ha habido épocas peores, es cierto. Pero 215 cohetes por mes, eso no es una tregua.
Y ésta es la realidad con la que lidia diariamente la población de la ciudad de Sderot y los numerosos kibutzim cercanos a la frontera con la Franja de Gaza. Siguen sin comprender por qué los radicales palestinos disparan- no sólo Hamas- aunque no hay ni un soldado israelí dentro de territorio palestino. La retirada terminó el 12 de setiembre del 2005 pero desde entonces, los disparos no desaparecieron sino que por el contrario,se han intensificado.
El significado de la situación no se mide únicamente en términos de víctimas mortales. Hay algo que va mucho más allá de los doce muertos cobrados por los cohetes desde que empezaron a caer en enero del 2001.
Para explicarlo a fondo, conversamos con dos personas dedicadas a ayudar a la gente de la zona afectada en sus diferentes disciplinas.
DRA. ADRIANA KATZ- Directora del Centro Comunitario para la Salud Mental y del Centro de Emergencia Inmediata en Sderot.
P: Usted trata a la gente afectada emocionalmente por los cohetes Qassam...y los números van aumentando constantemente ¿no es así?
R: Sin duda. En los dos últimos años , según los datos recabados hasta hace algunos meses, por lo menos 1500 personas han sido reconocidas como victima de situaciones de extrema ansiedad por la situación. Ahora, ya son más por cierto. Pero mi opinión es que toda la población está afectada. Hace ya mucho que no hablamos sólo de Sderot. El fenómeno de la ansiedad y el nerviosismo extremo, la tensión, se va ampliando, por el simple hecho que trabaja en Sderot gente que viene de afuera.
P: Usted misma viene de Ashkelon..
R: Así es. Yo creía vivir en la "seguridad" de Ashkelon, pero hace tiempo que también hacia allí disparan...Y cada uno se lleva a su hogar la tensión y la preocupación.
P: ¿Cómo explicaría fuera de Israel qué significa vivir en esta situación?
R: El que no vivió ésto de cerca, no puede tener ni idea de qué se trata. Al principio yo también decía lo que dicen algunos afuera, que si murieron hasta ahora "sólo" doce personas, quiere decir que los Qassam no son una verdadera amenaza. Hasta que vi que el Qassam mata. Pero no sólo eso. Es verdad que hubo "sólo" doce muertos pero afuera quizás no comprenden el significado en términos de alteración de la vida toda y del efecto emocional , mental, que todo ésto tiene. Yo diría, sin ánimo de exageración alguna, que por los cohetes disparados desde Gaza, una ciudad entera ha quedado emocionalmente destruida.
P: ¿Cómo se vive entonces?
R: Vivir- o mejor dicho respirar-bajo esta amenaza constante, intentar organizar la vida según lo que se estima que será el momento de la próxima caída, viviendo entre un cohete y el siguiente...quizás sea algo que no produzca fotografías dramáticas para publicar, pero sí es dramático para la realidad de la gente que vive aquí.
Una herida física se cura, cicatrica...pero las emocionales quedan dentro por mucho tiempo, a veces para siempre.En realidad, quizás no se las note al principio, pero aparecen. La gente que sufre de post-trauma, es diferente al resto.
P: ¿En qué se manifiesta eso, por ejemplo, en los niños?
R: Hay un claro deterioro en su desempeño general, vuelven a orinarse en la cama por la noche, no aceptan dormir sin sus padres, hay niños que no salen de su habitación o de las piezas blindadas, si las tienen. Hay aquí una "generación de Qassam", niños que nacieron ya dentro de esa realidad (recordemos que ésto comenzó hace ocho años) y no conocen otra realidad.
Los ataques inciden en todo, desde la forma en que uno organiza su día hasta la capacidad emocional de lidiar con la vida aquí y por supuesto también en las posiciones políticas de la gente. El que no lo vive, jamás lo comprenderá.
YOSI AMAR (55)
Paramédico, trabaja desde hace 32 años en Magen David Adom en Sderot.
En febrero del 2006 tuvo que evacuar a su propio nieto, herido grave por el impacto de un Qassam.
P: Yosi, usted vivió un drama especial en uno de sus turnos de trabajo..
R: Así es. El 3 de febrero del 2006 nos llamaron por la caída de un Qassam en el Kibutz Karmia. Por las indicaciones que iban dando por el camino, entendí que podía ser la casa de mi hija. La llamé pero ni ella ni mi yerno contestaban. Comprendí que en efecto, el cohete había caído en su propia casa. Y lamentablemente, poco después se confirmó.
Ella , su esposo y su cuñado resultaron heridos. También mi nieto Osher, que en ese momento tenía siete meses. Sufrió heridas graves en el cráneo.
Lo trasladé de inmediato a la unidad de Trauma del hospital Soroka en Beer Sheva. Dos semanas más tarde le reconstruyeron el cráneo en el hospital Ijilov de Tel Aviv.
Hoy ya tiene poco más de tres años pero todavía tiene que pasar operaciones y estar bajo serio cuidado, con visitas periódicas al hospital.
P: Supongo que fue un drama que le acompaña siempre...
R: Esto me acompaña minuto a minuto. Osher es nuestro primer nieto, lo queremos mucho y nos importa mucho que esté bien. Lo acompañamos, pero estamos tristes, no somos la familia que éramos, eso es indudable...
P: ¿Osher va a estar bien?
R: Osher no se recuperará totalmente porque tiene una lesión en el cerebro y eso, a pesar de la reconstrucción del cráneo, no es reversible. Hay que cuidar el tema del líquido encefálico que protege al cerebro y dentro de unos años deberá pasar otra operación cerebral. No es seguro que el cráneo pueda volver a cerrarse del todo por el elemento que debieron introducirle allí a raíz de la herida que sufrió.
Además, la herida fue cuando el cráneo era muy tierno, ahora se va endureciendo por la edad y eso le produce temblores y convulsiones por las que a cada rato hay que llevarlo al hospital. Siempre estamos corriendo, sea en shabat, en fiestas, siempre. Nuestra vida ha cambiado en forma radical.
P: Lo que usted me cuenta destaca que la situación en la zona no se puede evaluar sólo según la cantidad de muertos por los Qassam..
R: Claro que el tema no se puede resumir en términos de muertos solamente. Es toda la vida que cambia....Cayó un cohete en la casa de mi madre, que tiene 86 años. La casa quedó destruida. Ella fue evacuada al hospital. Y no tengo palabras para explicar todo lo que se vive,,,
P: Yosi ¿nunca dice "no puedo más"?
R: Nunca digo que no puedo más, pero mi esposa y mis hijos presionan para que deje este trabajo. Pero aquí están mis raíces, en Sderot. Llegué acá desde Marruecos,cuando tenía un año de edad. De acá no me voy.Afuera, deben saber que aquí vive gente, que niños resultan heridos y están bajo amenaza. Es verdad que también en otros lados hay peligros .Pero yo ya quiero que ésto termine de una vez.
Distribuye: http://www.porisrael.org
Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo. Uruguay
No es realmente cuestión de interpretación política .Lo que hay en el terreno entre la Franja de Gaza y el sur de Israel, no es una tregua, ni "tahdia" (calma) ni nada que se le parezca. Ha habido épocas peores, es cierto. Pero 215 cohetes por mes, eso no es una tregua.
Y ésta es la realidad con la que lidia diariamente la población de la ciudad de Sderot y los numerosos kibutzim cercanos a la frontera con la Franja de Gaza. Siguen sin comprender por qué los radicales palestinos disparan- no sólo Hamas- aunque no hay ni un soldado israelí dentro de territorio palestino. La retirada terminó el 12 de setiembre del 2005 pero desde entonces, los disparos no desaparecieron sino que por el contrario,se han intensificado.
El significado de la situación no se mide únicamente en términos de víctimas mortales. Hay algo que va mucho más allá de los doce muertos cobrados por los cohetes desde que empezaron a caer en enero del 2001.
Para explicarlo a fondo, conversamos con dos personas dedicadas a ayudar a la gente de la zona afectada en sus diferentes disciplinas.
DRA. ADRIANA KATZ- Directora del Centro Comunitario para la Salud Mental y del Centro de Emergencia Inmediata en Sderot.
P: Usted trata a la gente afectada emocionalmente por los cohetes Qassam...y los números van aumentando constantemente ¿no es así?
R: Sin duda. En los dos últimos años , según los datos recabados hasta hace algunos meses, por lo menos 1500 personas han sido reconocidas como victima de situaciones de extrema ansiedad por la situación. Ahora, ya son más por cierto. Pero mi opinión es que toda la población está afectada. Hace ya mucho que no hablamos sólo de Sderot. El fenómeno de la ansiedad y el nerviosismo extremo, la tensión, se va ampliando, por el simple hecho que trabaja en Sderot gente que viene de afuera.
P: Usted misma viene de Ashkelon..
R: Así es. Yo creía vivir en la "seguridad" de Ashkelon, pero hace tiempo que también hacia allí disparan...Y cada uno se lleva a su hogar la tensión y la preocupación.
P: ¿Cómo explicaría fuera de Israel qué significa vivir en esta situación?
R: El que no vivió ésto de cerca, no puede tener ni idea de qué se trata. Al principio yo también decía lo que dicen algunos afuera, que si murieron hasta ahora "sólo" doce personas, quiere decir que los Qassam no son una verdadera amenaza. Hasta que vi que el Qassam mata. Pero no sólo eso. Es verdad que hubo "sólo" doce muertos pero afuera quizás no comprenden el significado en términos de alteración de la vida toda y del efecto emocional , mental, que todo ésto tiene. Yo diría, sin ánimo de exageración alguna, que por los cohetes disparados desde Gaza, una ciudad entera ha quedado emocionalmente destruida.
P: ¿Cómo se vive entonces?
R: Vivir- o mejor dicho respirar-bajo esta amenaza constante, intentar organizar la vida según lo que se estima que será el momento de la próxima caída, viviendo entre un cohete y el siguiente...quizás sea algo que no produzca fotografías dramáticas para publicar, pero sí es dramático para la realidad de la gente que vive aquí.
Una herida física se cura, cicatrica...pero las emocionales quedan dentro por mucho tiempo, a veces para siempre.En realidad, quizás no se las note al principio, pero aparecen. La gente que sufre de post-trauma, es diferente al resto.
P: ¿En qué se manifiesta eso, por ejemplo, en los niños?
R: Hay un claro deterioro en su desempeño general, vuelven a orinarse en la cama por la noche, no aceptan dormir sin sus padres, hay niños que no salen de su habitación o de las piezas blindadas, si las tienen. Hay aquí una "generación de Qassam", niños que nacieron ya dentro de esa realidad (recordemos que ésto comenzó hace ocho años) y no conocen otra realidad.
Los ataques inciden en todo, desde la forma en que uno organiza su día hasta la capacidad emocional de lidiar con la vida aquí y por supuesto también en las posiciones políticas de la gente. El que no lo vive, jamás lo comprenderá.
YOSI AMAR (55)
Paramédico, trabaja desde hace 32 años en Magen David Adom en Sderot.
En febrero del 2006 tuvo que evacuar a su propio nieto, herido grave por el impacto de un Qassam.
P: Yosi, usted vivió un drama especial en uno de sus turnos de trabajo..
R: Así es. El 3 de febrero del 2006 nos llamaron por la caída de un Qassam en el Kibutz Karmia. Por las indicaciones que iban dando por el camino, entendí que podía ser la casa de mi hija. La llamé pero ni ella ni mi yerno contestaban. Comprendí que en efecto, el cohete había caído en su propia casa. Y lamentablemente, poco después se confirmó.
Ella , su esposo y su cuñado resultaron heridos. También mi nieto Osher, que en ese momento tenía siete meses. Sufrió heridas graves en el cráneo.
Lo trasladé de inmediato a la unidad de Trauma del hospital Soroka en Beer Sheva. Dos semanas más tarde le reconstruyeron el cráneo en el hospital Ijilov de Tel Aviv.
Hoy ya tiene poco más de tres años pero todavía tiene que pasar operaciones y estar bajo serio cuidado, con visitas periódicas al hospital.
P: Supongo que fue un drama que le acompaña siempre...
R: Esto me acompaña minuto a minuto. Osher es nuestro primer nieto, lo queremos mucho y nos importa mucho que esté bien. Lo acompañamos, pero estamos tristes, no somos la familia que éramos, eso es indudable...
P: ¿Osher va a estar bien?
R: Osher no se recuperará totalmente porque tiene una lesión en el cerebro y eso, a pesar de la reconstrucción del cráneo, no es reversible. Hay que cuidar el tema del líquido encefálico que protege al cerebro y dentro de unos años deberá pasar otra operación cerebral. No es seguro que el cráneo pueda volver a cerrarse del todo por el elemento que debieron introducirle allí a raíz de la herida que sufrió.
Además, la herida fue cuando el cráneo era muy tierno, ahora se va endureciendo por la edad y eso le produce temblores y convulsiones por las que a cada rato hay que llevarlo al hospital. Siempre estamos corriendo, sea en shabat, en fiestas, siempre. Nuestra vida ha cambiado en forma radical.
P: Lo que usted me cuenta destaca que la situación en la zona no se puede evaluar sólo según la cantidad de muertos por los Qassam..
R: Claro que el tema no se puede resumir en términos de muertos solamente. Es toda la vida que cambia....Cayó un cohete en la casa de mi madre, que tiene 86 años. La casa quedó destruida. Ella fue evacuada al hospital. Y no tengo palabras para explicar todo lo que se vive,,,
P: Yosi ¿nunca dice "no puedo más"?
R: Nunca digo que no puedo más, pero mi esposa y mis hijos presionan para que deje este trabajo. Pero aquí están mis raíces, en Sderot. Llegué acá desde Marruecos,cuando tenía un año de edad. De acá no me voy.Afuera, deben saber que aquí vive gente, que niños resultan heridos y están bajo amenaza. Es verdad que también en otros lados hay peligros .Pero yo ya quiero que ésto termine de una vez.
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