
No les preocupa la población de Gaza
Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo. Uruguay
La población palestina de la Franja de Gaza tiene suficientes motivos para preocuparse. Agregarles apagones de electricidad innecesarios e inventados, realmente está de más. Es otro de los crímenes de Hamas.
Desde el ejemplo extremo de enero último-que merecería, sin duda, al menos una mención especial , si fueran candidatos a un Florencio Sánchez- cuando los parlamentarios de Hamas realizaron una sesión del Consejo Legislativo (Majlis) a la luz de las velas, han pasado varios meses, pero las mentiras no han desaparecido. En aquella serie de imágenes que recorrió al mundo, alguno de los productores olvidó ocultar la luz que venía de afuera, por detrás de las cortinas corridas del parlamento en Gaza, pero el efecto en términos propagandísticos, fue bueno.
Los pobres demócratas de Hamas, obligados a debatir la situación de su pueblo a la luz de las velas, porque la ocupación israelí había cortado el suministro de combustible.
Ese era el mensaje que transmitía la versión palestina.
Ocultaban que el detonante de los cortes, eran los cohetes disparados desde Gaza hacia la población civil israelí del sur del país, en Sderot y las comunidades agrícolas aledañas a la Franja palestina. Ocultaban también que no faltaba combustible. Que gran parte era confiscado por Hamas de las cañerías por las que lo pasaba Israel, que sí había recortado las cantidades (a raíz de los cohetes), pero no las había reducido en una medida que pudiera llevar ni a falta de luz ni a crisis humanitaria en general.
Ocultaban que el 70% de la electricidad de Gaza llega de Israel y Egipto, que Israel había reducido sólo en parte su abastecimiento, lo de Egipto no se había afectado para nada (aunque es la menor parte) y que el 30% restante era suministrado por la compañía local,
Ocultaban que gran parte del combustible era usado en las fábricas de los cohetes Qassam.
No nos contamos entre quienes ven la situación en la zona en términos de blanco y negro, buenos y malos en forma simplista y absoluta. Ni en lo que se refiere a israelíes y palestinos ("nosotros tenemos razón en todo y ellos tienen toda la culpa" u otras frases por el estilo) ni en lo relativo a la dinámica interna palestina (como si la alternativa a Hamas, o sea Al Fatah, fuera un dechado de virtudes y ejemplo de gobierno sano y derecho).
Pero que Hamas miente y no actúa pensando en el interés nacional palestino, lo tenemos claro. A nuestro criterio, habría que ser ciego para no verlo.
Ahora, mientras algunos de sus jerarcas dicen que la tregua debe ser mantenida "si Israel respeta las reglas del juego", otros aclaran que "estamos prontos para un enfrentamiento con Israel".
La verdad es que Hamas, durante todos los casi cinco meses de calma desde la proclamación de la "tahdia" el 19 de junio último, previa mediación egipcia, se estuvo preparando para retomar el enfrentamiento. No aprovechó los meses sin operativos militares israelíes en la zona (los cuales tienen lugar a raíz de amenazas desde Gaza y acciones concretas, no como mera práctica del ejército israelí), para desarrollar la sociedad de cara al futuro, sino para prepararse en términos de lucha armada, para una nueva etapa en la guerra contra Israel.
Aclaremos: No estamos diciendo en absoluto que las restricciones israelíes en los pasajes fronterizos no tienen significado alguno. Claro está que su efecto es nocivo sobre la economía palestina y que cuando no hay libertad de movimiento, de mercadería y gente, algo se tranca y es imposible que se avance. Si de los algo menos de cien camiones diarios que entraban a Gaza con mercadería, se pasó a unos 30 (cuando hay, ya que en los días de cierre por cohetes, no hay movimiento en absoluto), eso no puede no afectar.
Sin embargo, eso no significa ni las cosas sean como Hamas las presenta. No faltan mercaderías de subsistencia en Gaza. Entre otras cosas, porque la industria de los túneles subterráneos que conectan la Franja con Gaza y que comenzó más que nada para servir al terrorismo (a fugitivos que huían por allí y para introducir armas a Gaza), se convirtió en una impresionante industria de contrabando por la cual pasan hasta ganado.
Sea como sea, sin olvidar ni por un momento que a nivel personal, de la población civil, si una familia necesita ayuda para subsistir, no le importa de quién es la culpa, nosotros sí sentimos la necesidad de aclararlo.
Y es indudable, que de no ser por el uso de Gaza como base de terrorismo contra Israel (que sacaría atentados suicidas si no fuera por el obstáculo técnico que impide la salida), de ataques con cohetes, de no ser por ese incremento de los ataques desde que Israel puso fin a su ocupación de esa zona, la economía de Gaza sería otra cosa.
Por algo la economía palestina en Cisjordania va mejorando mientras la de Gaza está cada vez peor. En términos generales, según nos dijera ayer el Dr. Samir Hulileh, uno de los principales funcionarios en puestos económicos claves en la Autoridad Palestina (a cargo, por ejemplo, de la gran conferencia económica que tiene lugar este sábado y domingo en Nablus, con la participación de unos mil hombres de negocios locales y del exterior), en Cisjordania se ha logrado bajar el desempleo a aproximadamente el 12% ("de los mejores índices, como en los buenos tiempos de 1999 y comienzos del 2000") mientras que en Gaza es no menos del 45%.
Uno trata de entender la lógica del comportamiento de Hamas ,partiendo de la base que quizás sí quieran servir a su pueblo en Gaza convencidos de que su camino es el correcto por el bien de todos, pero realmente, cuesta hallarla.
Y ahora, que se acercan las elecciones en Israel, tememos que los extremistas intenten incidir en ellas incrementando los ataques y agudizando la violencia. Quizás crean que tal cual sucedió en elecciones anteriores años atrás, un atentado suicida antes de que los israelíes vayan a las urnas, empujará a los votantes a posiciones más conservadoras y no llevará al poder a quienes tratan de transar en aras de la paz.
¿Suena rebuscado? ¿Incomprensible?
Si, para una democracia normal que quiere vivir en paz. No para un grupo terrorista cuyo interés principal no es el bienestar de su pueblo.
Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo. Uruguay
La población palestina de la Franja de Gaza tiene suficientes motivos para preocuparse. Agregarles apagones de electricidad innecesarios e inventados, realmente está de más. Es otro de los crímenes de Hamas.
Desde el ejemplo extremo de enero último-que merecería, sin duda, al menos una mención especial , si fueran candidatos a un Florencio Sánchez- cuando los parlamentarios de Hamas realizaron una sesión del Consejo Legislativo (Majlis) a la luz de las velas, han pasado varios meses, pero las mentiras no han desaparecido. En aquella serie de imágenes que recorrió al mundo, alguno de los productores olvidó ocultar la luz que venía de afuera, por detrás de las cortinas corridas del parlamento en Gaza, pero el efecto en términos propagandísticos, fue bueno.
Los pobres demócratas de Hamas, obligados a debatir la situación de su pueblo a la luz de las velas, porque la ocupación israelí había cortado el suministro de combustible.
Ese era el mensaje que transmitía la versión palestina.
Ocultaban que el detonante de los cortes, eran los cohetes disparados desde Gaza hacia la población civil israelí del sur del país, en Sderot y las comunidades agrícolas aledañas a la Franja palestina. Ocultaban también que no faltaba combustible. Que gran parte era confiscado por Hamas de las cañerías por las que lo pasaba Israel, que sí había recortado las cantidades (a raíz de los cohetes), pero no las había reducido en una medida que pudiera llevar ni a falta de luz ni a crisis humanitaria en general.
Ocultaban que el 70% de la electricidad de Gaza llega de Israel y Egipto, que Israel había reducido sólo en parte su abastecimiento, lo de Egipto no se había afectado para nada (aunque es la menor parte) y que el 30% restante era suministrado por la compañía local,
Ocultaban que gran parte del combustible era usado en las fábricas de los cohetes Qassam.
No nos contamos entre quienes ven la situación en la zona en términos de blanco y negro, buenos y malos en forma simplista y absoluta. Ni en lo que se refiere a israelíes y palestinos ("nosotros tenemos razón en todo y ellos tienen toda la culpa" u otras frases por el estilo) ni en lo relativo a la dinámica interna palestina (como si la alternativa a Hamas, o sea Al Fatah, fuera un dechado de virtudes y ejemplo de gobierno sano y derecho).
Pero que Hamas miente y no actúa pensando en el interés nacional palestino, lo tenemos claro. A nuestro criterio, habría que ser ciego para no verlo.
Ahora, mientras algunos de sus jerarcas dicen que la tregua debe ser mantenida "si Israel respeta las reglas del juego", otros aclaran que "estamos prontos para un enfrentamiento con Israel".
La verdad es que Hamas, durante todos los casi cinco meses de calma desde la proclamación de la "tahdia" el 19 de junio último, previa mediación egipcia, se estuvo preparando para retomar el enfrentamiento. No aprovechó los meses sin operativos militares israelíes en la zona (los cuales tienen lugar a raíz de amenazas desde Gaza y acciones concretas, no como mera práctica del ejército israelí), para desarrollar la sociedad de cara al futuro, sino para prepararse en términos de lucha armada, para una nueva etapa en la guerra contra Israel.
Aclaremos: No estamos diciendo en absoluto que las restricciones israelíes en los pasajes fronterizos no tienen significado alguno. Claro está que su efecto es nocivo sobre la economía palestina y que cuando no hay libertad de movimiento, de mercadería y gente, algo se tranca y es imposible que se avance. Si de los algo menos de cien camiones diarios que entraban a Gaza con mercadería, se pasó a unos 30 (cuando hay, ya que en los días de cierre por cohetes, no hay movimiento en absoluto), eso no puede no afectar.
Sin embargo, eso no significa ni las cosas sean como Hamas las presenta. No faltan mercaderías de subsistencia en Gaza. Entre otras cosas, porque la industria de los túneles subterráneos que conectan la Franja con Gaza y que comenzó más que nada para servir al terrorismo (a fugitivos que huían por allí y para introducir armas a Gaza), se convirtió en una impresionante industria de contrabando por la cual pasan hasta ganado.
Sea como sea, sin olvidar ni por un momento que a nivel personal, de la población civil, si una familia necesita ayuda para subsistir, no le importa de quién es la culpa, nosotros sí sentimos la necesidad de aclararlo.
Y es indudable, que de no ser por el uso de Gaza como base de terrorismo contra Israel (que sacaría atentados suicidas si no fuera por el obstáculo técnico que impide la salida), de ataques con cohetes, de no ser por ese incremento de los ataques desde que Israel puso fin a su ocupación de esa zona, la economía de Gaza sería otra cosa.
Por algo la economía palestina en Cisjordania va mejorando mientras la de Gaza está cada vez peor. En términos generales, según nos dijera ayer el Dr. Samir Hulileh, uno de los principales funcionarios en puestos económicos claves en la Autoridad Palestina (a cargo, por ejemplo, de la gran conferencia económica que tiene lugar este sábado y domingo en Nablus, con la participación de unos mil hombres de negocios locales y del exterior), en Cisjordania se ha logrado bajar el desempleo a aproximadamente el 12% ("de los mejores índices, como en los buenos tiempos de 1999 y comienzos del 2000") mientras que en Gaza es no menos del 45%.
Uno trata de entender la lógica del comportamiento de Hamas ,partiendo de la base que quizás sí quieran servir a su pueblo en Gaza convencidos de que su camino es el correcto por el bien de todos, pero realmente, cuesta hallarla.
Y ahora, que se acercan las elecciones en Israel, tememos que los extremistas intenten incidir en ellas incrementando los ataques y agudizando la violencia. Quizás crean que tal cual sucedió en elecciones anteriores años atrás, un atentado suicida antes de que los israelíes vayan a las urnas, empujará a los votantes a posiciones más conservadoras y no llevará al poder a quienes tratan de transar en aras de la paz.
¿Suena rebuscado? ¿Incomprensible?
Si, para una democracia normal que quiere vivir en paz. No para un grupo terrorista cuyo interés principal no es el bienestar de su pueblo.