LA SINAGOGA SUBTERRANEA DE VIENA


La Sinagoga subterránea

Sucedió en Viena en 1421. Este hecho ya había ocurrido en 1182 en Paris, en 1290 en Inglaterra y en 1348 en Estrasburgo, entonces parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Los judíos fueron forzados a convertirse, asesinados o expulsados y sus sinagogas destruidas. En algunos casos retornaban a los pocos años, pero en Inglaterra y en Viena no lo hicieron por cientos de años. En Viena los pobres judíos que rehusaron convertirse al cristianismo fueron privados de sus es
casas propiedades y de sus alimentos específicos y embarcados en barcos sin timón sobre el Danubio, algunos de ellos llegaron flotando sobre el río, hasta Hungría donde parece que lograron sobrevivir. Pero no volvieron a Viena en por lo menos doscientos años.

Porqué la comunidad judía de Viena tuvo un fin tan súbito en 1421?.
Por una parte era la conclusión habitual cuando la aristocracia fuertemente endeudada con los pocos adinerados prestamistas judíos trataba de evitar pagar sus deudas, por otra la existencia de un gran número de judíos muy pobres quienes eran considerados una lacra para la ciudad. Pero en el caso de Viena, todos los judíos tanto como otros burgueses estaban bajo la jurisdicción y protección del Duque Alberto V quien vería menoscaba su autoridad si los expulsaba a pedido del Papa. Entones se difundió el rumor de que los judíos habían cometido el libelo de sangre, la habitual acusación contra los judíos de desangrar una hostia, que simboliza para el catolicismo el cuerpo de Cristo y esto se convirtió en una cuestión que quedaba bajo jurisdicción eclesiástica, sustrayéndola de la autoridad del Duque.
El 23 de mayo de 1420, a solicitud de la Iglesia , el Duque Alberto ordenó la conversión forzada de los judíos. Quienes no deseaban ser convertidos, debían huir o serían expulsados en botes que corrían el peligro de ser quemados el 21 de marzo de 1421.

Siglos después, luego de los horrores del Holocausto, la ciudad de Viena dispuso erigir un memorial a la víctimas de los campos de concentración nazis y en 1995 fue elegido un proyecto para levantarlo en la Judenplatz , el área central de la judería medieval de Viena. El memorial electo debía ser un edificio de piedra vacío con sus ventanas del frente cerradas, diseñado por la escultora británica Rachel Whitehouse, simbolizando la expulsión de la judería vienesa por los nazis. Afortunadamente antes de que este monumento algo anodino fuera levantado, la ciudad decidió enviar un equipo arqueológico a cavar bajo el viejo barrio judío para ver si se encontraban algunos restos del pasado. El resultado fue sensacional. . .
A menos de tres metros bajo el nivel del piso, los expertos llegaron a través de los restos de las paredes, a las bases de la sinagoga medieval que había sido destruida en 1421. El plan de construcción era muy claro y los arqueólogos descubrieron lo que había estado allí durante un período de doscientos años, en tres épocas distintas.
En las proximidades de esta excavación continuaron cavando más profundamente y hallaron que toda el área había sido usada para construir barracas de madera para los soldados romanos que ocupaban el lugar en el siglo II, que en aquella época era llamada Vindobona. Para conocer mejor el pasado se permitió a los expertos trabajar por tres años haciendo un meticuloso registro de las tres épocas de la sinagoga y para preservar sus restos dentro de un anexo subterráneo a lo que se había convertido en el Museo Judío de la Viena Medieval.
Que es lo que se ve en esta sinagoga medieval? Como es costumbre en las excavaciones arqueológicas se requiere mucha imaginación, pero aquí había un gran número de datos. Toda la historia de los terribles eventos de 1420/1 ha sido registrada en un documento en hebreo llamado la Gezera de Viena, en cual se advertía a los judíos de otras ciudades los sufrimientos que podía depararles el futuro. .
La Gezera es un documento contemporáneo escrito en un denso estilo judío, registrando la gran fortaleza de los judíos que rehusaron convertirse y augurando la próxima derrota y la muerte del duque. Está escrito con dignidad y autoridad y refleja el importante pasado de la comunidad y su shil. Esto ha sido confirmado por los hallazgos arqueológicos.
La antigua sinagoga era una simple habitación rectangular y puede ser datada desde alrededor de 1236, por el hallazgo de una moneda, un centavo, de esa época, sobre la superficie del piso de yeso. La pared con el arca estaba orientada hacia el sudeste, en dirección hacia Jerusalem. Había una pequeña entrada al norte y un angosto anexo para las mujeres al sur, con ventanas en la habitación principal. Algunos años después, cuando presumiblemente la comunidad había aumentado en tamaño y riqueza, la sinagoga fue ampliamente reconstruida al doble en su longitud. Fueron colocadas dos columnas en el interior para cambiar la habitación simple en una nave de doble bóveda con una bimá central al estilo de la famosa Altneu Shul de Praga, que data de 1270. Tenía una bima rectangular, mientras que la de Viena era claramente hexagonal, de una característica totalmente única.
El héxagono estaba formado por delgadas columnas góticas y de allí colgaban lámparas de aceite, restos de las cuales fueron hallados esparcidos en los escombros. En la última época de la sinagoga, que data de 1350 o más tarde, el hall fue aumentado otra vez, el arca fue colocado sobre una plataforma elevada y corrido hacia el este y fueron agregados varios cuartos laterales que se usaban probablemente para estudiar o como pequeñas yeshivot... El texto de Gezera sugiere que había una yeshivá activa en Viena en los últimos años de la Comunidad. Esa vez el anexo de las mujeres también fue agrandado, como no había sido hecho en la segunda época.

Entre los restos de las ruinas fueron hallados un peine fino de madera (del tipo que son usadas aún hoy para atrapar liendres) una gran jarra de agua, los restos de un pequeño caballo y su jinete de juguete y un estilete de metal que se usaba para escribir sobre cera. El tamaño de su mango demuestra que pertenecía a un niño, estos hallazgos denotan la posibilidad de que esas habitaciones fueran las de una escuela judía para jóvenes. También se encontró una llave medieval, tal vez la que acostumbraba a usar el shamash, para cerrar la puerta de la sinagoga.
También se descubrieron nueve fichas de plomo, que semejan monedas de gran tamaño. Estaban grabadas con diseños oficiales, tales como un águila, un rosetón y dos reyes sosteniendo una corona, y no hay otras como ellas en Austria. Se cree que no son de origen judío, y se supone que estaban relacionadas con préstamos comerciales y que pudieron haber sido usadas como sustituto del dinero entre los mercaderes judíos.
Todos estos testimonios del pasado están hermosamente exhibidos en el subsuelo del museo, que es regularmente visitado por escolares no judíos para enseñarles sobre la existencia de un judaísmo muy antiguo en la vida de su capital
Luego de la destrucción de 1421, hasta 1624 en que el Emperador Fernando II permitió retornar a los judíos e instalarse en Leopoldstadt, un suburbio situado entre los dos brazos del Danubio, en 1670 había allí construidas las viviendas de unas 500 familias judías.
Pero solo doscientos años más tarde, en 1825, en que otra sinagoga fue construida en la ciudad principal la primera en ser erigida luego de la destrucción de la antigua sinagoga medieval.

Fue diseñada por un arquitecto no judío, famoso por el diseño de sus teatros, en este caso fue construida con una fachada residencial, como lo exigía la iglesia católica de aquellos días.

Esto le permitió escapar a la destrucción en noviembre de 1938 en el pogrom de la Kristallnacht donde fueron destruidas otras 59 salas de rezo judíos en Viena.
Sin embargo, luego su interior fue saqueado por los nazis, pero ahora ha sido restaurado en todo el antiguo esplendor teatral que la caracterizaba.

La Stadttempel , como es llamada, es la gloria del actual vida judía en Viena. Pero aunque testimonie una accidentada existencia de 180 años no puede ser comparada con los restos de la sinagoga medieval que data de los comienzos del Siglo XIII. Están bellamente exhibidos en el museo del subsuelo de la Judenplatz , y son el testimonio de una vital existencia judía en la ciudad de Viena de hace 800 años.

El escritor es un investigador del W.F. Albright Institute of Archeological Research in Jerusalem.





MILIM DIGITAL