El arma mortífera de los palestinos: la filmadora
Por Daniel Kupervaser
El día 7 de julio, así como periódicamente lo hacen, varios jóvenes de la aldea palestina Naalin decidieron protestar por la construcción del muro israelí sobre sus tierras usurpadas y que los separa sin ningún justificativo de sus campos y de las aldeas vecinas. Entre ellos, Abu Rahma, empuñaba en forma amenazante una bandera y es probable que haya arrojado un par de piedras.
Las sirenas sonaron y rápidamente se moviliza una unidad de emergencia del ejército israelí, armada con el más moderno armamento del mundo y bajo el mando del teniente coronel Omri, veterano y experimentado combatiente. En un espectacular operativo logra flanquear a los manifestantes y en un heroico ataque sorpresivo apresan al peligroso Abu Rahma.
Teniendo en cuenta el peligro que representa este prisionero, es esposado con las manos atrás y sus ojos vendados. De esta manera el teniente coronel Omri lo hace conducir hasta la parte trasera de un jeep. Allí se para a su derecha y lo sujeta de su mano, mientras que a la izquierda del prisionero y a una distancia de un metro está parado el soldado "L" armado de un fusil.
A partir de este momento hay dos versiones: Según el soldado "L", el teniente coronel Omri le da la orden de disparar sobre el prisionero un balazo con bala recubierta de goma. La orden se repite sucesivamente tres veces hasta que el soldado "L" decide dispararle un balazo que alcanza a Abu Rhama en el dedo de un pie. Según el teniente coronel, el soldado solo recibe orden de "menear el arma como si se preparara para disparar". Es decir una orden similar a la tan tristemente recordada de la época de la dictadura de argentina simulando un fusilamiento.
Es esos momentos el teniente coronel Omri comete uno de sus mas graves errores tácticos. No tomó las medidas necesarias para cubrirse y de una posición oculta tanto el como el soldado "L" son alcanzados por una mortífera ráfaga del nuevo armamento palestino: una filmadora. Una niña de 14 años logra filmar los hechos y para colmo de males los palestinos se lo guardan durante dos semanas.
Sin aun sentir los efectos directos de la ráfaga filmadora, el teniente coronel Omri decide liberar a Abu Rahma teniendo en cuenta que su herida no es grave y la unidad vuelve a su base sin que la historia de bravura sea conocida por nadie.
El día 20 de julio de 2008, dos semanas más tarde, Btselem, organización de judíos y árabes que se preocupan por la defensa de los derechos humanos en Cisjordania, da a publicidad esa ráfaga filmadora.
El filme fue propagado por todo los medios del mundo y espero que la mayoría de los lectores de este artículo hayan tenido la oportunidad de observarlo y adoptaron su juicio propio.
Como en la mayoría de estos sucesos vale la pena analizar el profundo significado de los hechos y la forma en que algunas instituciones relacionadas lo enfrentan.
La primera respuesta del vocero del ejército fue poner en duda los hechos como la veracidad del filme, inclusive reclamando una posible reedición del filme. Como ya es de conocimiento general, el vocero del ejército siempre prefiere que se exponga una imagen idílica del ejército a remitirse única y exclusivamente a la verdad. De esta manera, lamentablemente, logró perder mucho de la confianza que le tenía la mayoría del público.
Apenas se dieron cuenta que no hay alternativa más que reconocer los hechos, se abre una investigación para determinar las responsabilidades de lo sucedido. Aquí surgen las versiones contradictorias entre el soldado "L" y el teniente coronel Omri y la investigación continúa. Mientras tanto el soldado "L" como el teniente coronel Omri son personas libres.
Da la impresión que no existe ningún intento de investigar los motivos por los cuales se ocultó lo transcurrido durante dos semanas.
El ministro de Defensa Ehud Barak en forma categórica declaró que esos hechos "violan los valores militares judíos" y "así no se comporta un soldado israelí". De la boca de Barak esas declaraciones mas apuntan a palabras que le ayuden a salir del paso y nos muestran nuevamente su evidente impotencia operativa que tanto lo caracteriza.
Lo más lamentable de los hechos, y que muy pocos hacen referencia, justamente se refiere a la actitud que toma el teniente coronel Omri. No nos olvidemos que se trata del comandante de un regimiento que supuestamente pasó un up grade con posterioridad al gran fiasco de la segunda guerra del Líbano de 2006.
Si aceptamos la posición del teniente coronel es lamentable comprobar que oficiales del Ejército de tan elevado nivel todavía piensan que pueden amedrentar a un palestino agitando un arma teatralizando un fusilamiento. ¿Es que todavía no se dieron cuenta en los altos mandos que se trata de un pueblo que llegó a un nivel que es capaz de inmolarse la vida por su causa?
Si aceptamos la versión del soldado "L" seria más lamentable aun pensar que tenemos oficiales en el ejército capaces de dar órdenes tan cobardes como disparar a quemarropa sobre un prisionero amarrado y con los ojos vendados. Peor aun es pensar que fue capaz de organizar su unidad para un ocultamiento general de los hechos.
Se puede decir que el teniente coronel Omri cometió el grave error que no se permiten los ladrones. Se puede robar, esta prohibido ser descubierto.
Da la impresión que no se aprende la lección. Pareciera que el ejército aun esta convencido que puede doblegar a una población civil que se revela en contra del dominio y la ocupación. Los hechos de Naalin no son más que un eslabón de una larga cadena de tropiezos y traspiés que nos están indicando claramente que vamos en dirección errónea. Si nuestros líderes continúan con los ojos cerrados, nos daremos contra la pared de la historia.
Ojalá me equivoque
Fuente: Argentina.co.il
Israel-Hezbollah: ¿Ser como ellos o ser como somos?
Por Alberto Mazor
Dos años pasaron desde que los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser, z"l, fueron secuestrados por Hezbollah. Durante todo ese lapso, el grupo fundamentalista chiíta nunca permitió el ingreso de la Cruz Roja Internacional para atestiguar el estado de los secuestrados ni hubo al respecto información concreta por parte de los captores.
De forma deliberada, Hezbollah alimentó la incertidumbre acerca de si los soldados estaban vivos o muertos para poder chantajear de manera más eficaz a Israel. Luego de complicadas negociaciones indirectas, el drama concluyó en un canje especialmente macabro. Los cadáveres de Reguev y Goldwasser fueron intercambiados por Samir Kuntar, asesino de la familia Harán de Naharía, cuatro prisioneros más y los restos de cerca de 200 libaneses y palestinos, algunos de quienes tenían ya cerca de 30 años de haber muerto dentro del contexto de la confrontación árabe-israelí.
El canje en cuestión generó una serie de reacciones claramente contrastantes. En Líbano, donde Hezbollah es cada vez más poderoso, se registraron celebraciones jubilosas y triunfalistas en las que el líder máximo de esa organización, Hassan Nasrallah, compareció ante la multitud para reiterar, con su típico lenguaje beligerante, su satisfacción y compromiso con la continuación de su lucha a muerte contra el Estado judío.
Una señal del grado de control que Hezbollah ha conseguido sobre la sociedad libanesa fue justamente el que aun los sectores políticos antagónicos a ésta se sumaron al regocijo popular por el intercambio. Paradójicamente, personajes como Saad Hariri, líder del movimiento libanés antisirio, lo mismo que el druso Walid Jumblatt, opuestos desde hace tiempo a las maniobras de Hezbollah y hasta el mismísimo primer ministro, Fuad Siniora, participaron en la exaltación de la victoria implícita en la liberación de Kuntar y demás prisioneros a cambio de los restos de los soldados israelíes.
Crece el poder de Hezbollah en el Líbano
En Israel, en cambio, el acontecimiento constituyó un verdadero día de consternación y luto nacional al difundirse las imágenes y la información confirmatorios de que lo que Hezbollah devolvía eran los cuerpos sin vida de Goldwasser y Reguev. Pero más allá del dolor de familiares y allegados a éstos, estalló la polémica nacional acerca de la naturaleza, los beneficios y los perjuicios de la negociación de este intercambio que terminó para Israel con tan lamentables resultados.
Ante la evidencia irrefutable de que los soldados tenían ya dos años de haber muerto y frente a la asimetría entre lo recibido por Israel y por Hezbollah, detonó un amplio abanico de críticas internas. Así, el gobierno de Olmert ha sido acusado de haber consentido en sostener la negociación sin exigir antes a cambio información contundente sobre el estado de los soldados.
Del mismo modo se ha descrito como una muestra de torpeza y debilidad el haber finalmente sucumbido al chantaje ejercido por Hezbollah a pesar de que durante la guerra que estalló hace dos años y en los meses subsecuentes, abundaron las declaraciones reiteradas del gobierno de Olmert en el sentido de que Israel no negocia con terroristas y, por tanto, no cedería un ápice en su cometido de regresar a los soldados con vida a casa a como diera lugar.
Pero, por otra parte, un amplio segmento de la opinión pública israelí ve las cosas desde otras perspectivas. Para muchos, a pesar de la imagen de claudicación y de derrota que significó el desenlace de esta situación, hay múltiples valores éticos y de solidaridad social y nacional que deben ser apreciados y rescatados. Entre ellos, que el Estado y sus Fuerzas de Defensa están dispuestos a realizar los máximos sacrificios por rescatar con vida a cada uno de sus ciudadanos y servidores caídos en manos enemigas y que, incluso, existe un mandato irrenunciable de sepultar con dignidad y honor a quienes hayan perecido.
Mucho contribuyó a extender la convicción de que era imperativo negociar con Hezbollah el impacto de las campañas realizadas por las familias Goldwasser y Reguev para presionar al gobierno a realizar los máximos esfuerzos por la liberación de sus seres queridos. De igual forma, fue central para la decisión de liberar a Kuntar como parte de la transacción, el que Semadar Harán, esposa y madre de los asesinados por este hombre, hace casi 30 años, haya dado su consentimiento a dicha liberación.
Esto es lo que constituye una diferencia radical entre la forma de operar de Hezbollah y la de Israel. Mientras que bajo la jerarquía vertical y autoritaria de los terroristas chiítas las maniobras y decisiones obedecen únicamente a criterios de beneficios políticos, militares y religiosos que llegan a glorificar la muerte, en una sociedad como la nuestra, donde la opinión y los sentimientos de los ciudadanos cuentan, las decisiones gubernamentales necesariamente son mucho más complejas y no siempre coinciden con lo que una política netamente utilitaria aconsejaría.
Nuestros sabios preguntaban: "¿Quién es héroe?". Y respondían: "Aquél que domina sus pasiones; pues así está dicho (Proverbios; 16-32): "El paciente es mejor que el fuerte, y el que domina sus pasiones supera al conquistador de una ciudad". (Pirkei Avot, Cap. IV).
La semana pasada, por unos instantes, la fortaleza de espíritu en Israel le ganó la partida a la muerte.
Fuente: Argentina.co.il