
La tregua, que entrará en vigor a las 06.00 del jueves, hora local, implica por parte palestina un cese total de las hostilidades, el final del contrabando de armas desde Egipto a Gaza y el compromiso de negociar la liberación del soldado Gilad Shalit, capturado por facciones palestinas en el verano de 2006, si se respetan estos términos, el domingo comenzarán los contactos para facilitar la liberación de Shalit a cambio de la reapertura del cruce de Rafah, la principal salida terrestre de Gaza hacia Egipto.
BEIRUT.- Algo se mueve en Oriente Próximo y, por primera vez en lo que va de década, los cambios parecen no conllevar ninguna catástrofe para sus habitantes, sino una notable mejora en la región.
Desde Egipto llega la noticia de la tregua entre Hamas e Israel que, pese a no haber sido confirmada oficialmente por Tel Aviv, podría poner fin tanto a los ataques contra el sur israelí como al estricto cerco que desde hace dos años y medio ha puesto al millón y medio de habitantes de Gaza al borde de la hambruna.
Se trata del colofón a varios meses de conversaciones auspiciadas por El Cairo con el objetivo de aliviar la penuria de la franja, justificada por Tel Aviv como respuesta a los morteros de las facciones palestinas.
La tregua, que entrará en vigor a las 06.00 del jueves, hora local, implica por parte palestina un cese total de las hostilidades, el final del contrabando de armas desde Egipto a Gaza y el compromiso de negociar la liberación del soldado Gilad Shalit, capturado por facciones palestinas en el verano de 2006.
Por parte israelí, el compromiso conlleva una apertura parcial de las fronteras de Gaza que permita la entrada de ayuda humanitaria, la exigencia impuesta por Hamas a cambio de cualquier alto el fuego. Según algunos medios, si se respetan estos términos, el domingo comenzarán los contactos para facilitar la liberación de Shalit a cambio de la reapertura del cruce de Rafah, la principal salida terrestre de Gaza hacia Egipto.
BEIRUT.- Algo se mueve en Oriente Próximo y, por primera vez en lo que va de década, los cambios parecen no conllevar ninguna catástrofe para sus habitantes, sino una notable mejora en la región.
Desde Egipto llega la noticia de la tregua entre Hamas e Israel que, pese a no haber sido confirmada oficialmente por Tel Aviv, podría poner fin tanto a los ataques contra el sur israelí como al estricto cerco que desde hace dos años y medio ha puesto al millón y medio de habitantes de Gaza al borde de la hambruna.
Se trata del colofón a varios meses de conversaciones auspiciadas por El Cairo con el objetivo de aliviar la penuria de la franja, justificada por Tel Aviv como respuesta a los morteros de las facciones palestinas.
La tregua, que entrará en vigor a las 06.00 del jueves, hora local, implica por parte palestina un cese total de las hostilidades, el final del contrabando de armas desde Egipto a Gaza y el compromiso de negociar la liberación del soldado Gilad Shalit, capturado por facciones palestinas en el verano de 2006.
Por parte israelí, el compromiso conlleva una apertura parcial de las fronteras de Gaza que permita la entrada de ayuda humanitaria, la exigencia impuesta por Hamas a cambio de cualquier alto el fuego. Según algunos medios, si se respetan estos términos, el domingo comenzarán los contactos para facilitar la liberación de Shalit a cambio de la reapertura del cruce de Rafah, la principal salida terrestre de Gaza hacia Egipto.
MONICA G.PRIETO - ITON GADOL