
Canadá se incorporó al Grupo Internacional de Trabajo por el Holocausto
Berlín (CJL) - Más allá de poseer residentes en el país con historia como criminales nazis, el jueves pasado, Canadá fue aceptado como “país enlace” en el Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional sobre la Educación, Recordación e Investigación del Holocausto (Task Force).
El ascenso de Canadá a esta categoría se resolvió en la Reunión Plenaria de la Task Force en Berlín, donde participaron delegaciones de Israel, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, entre otras.
“Este ascenso demuestra el compromiso de parte del gobierno de Canadá en asegurar que los crímenes del Holocausto no son olvidados y son ampliamente enseñados,” expresó Alykhan Velshi, el vocero del Ministerio de Patrimonio de Canadá.
Mas allá del currículo y las acciones que lleva adelante Canadá en la educación del Holocausto, decenas de ex criminales de guerra Nazis viven en el país. Mientras Canadá le ha privado de la ciudadanía a varios ex Nazis, ellos aun deben ser deportados o juzgados.
Efraim Zuroff, director del Centro Wiesenthal en Israel, una organización especializada en la identificación y extradición de ex-Nazis, expresó que muchos miembros de la Task Force tienen similares conflictos de residencia con ex Nazis en sus territorios. “El actual presidente de la Task Force es Austria, que tiene uno de los peores registros en el mundo. La membresía nunca estuvo vinculada a que dichos países lleven a la justicia a los Nazis”.
Zuroff agregó que la riqueza de Canadá en el trabajo sobre el Holocausto, así como sus esfuerzos por procesar a sus ex Nazis, lo hacen merecedor de su inclusión en la Task Force. “Canadá es una de las mayores democracias de occidente y un país que ha hecho bastante para la conmemoración del Holocausto”, expresó.
Adicionalmente, Velshi catalogó a Canadá como un líder mundial en la lucha contra el antisemitismo. Mientras trabaja para su incorporación a la Task Force, el gobierno de Canadá se retiró de la Conferencia sobre Racismo “Durban II”, alegando que es antisemita.
Fuente: Jerusalem Post
Berlín (CJL) - Más allá de poseer residentes en el país con historia como criminales nazis, el jueves pasado, Canadá fue aceptado como “país enlace” en el Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional sobre la Educación, Recordación e Investigación del Holocausto (Task Force).
El ascenso de Canadá a esta categoría se resolvió en la Reunión Plenaria de la Task Force en Berlín, donde participaron delegaciones de Israel, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, entre otras.
“Este ascenso demuestra el compromiso de parte del gobierno de Canadá en asegurar que los crímenes del Holocausto no son olvidados y son ampliamente enseñados,” expresó Alykhan Velshi, el vocero del Ministerio de Patrimonio de Canadá.
Mas allá del currículo y las acciones que lleva adelante Canadá en la educación del Holocausto, decenas de ex criminales de guerra Nazis viven en el país. Mientras Canadá le ha privado de la ciudadanía a varios ex Nazis, ellos aun deben ser deportados o juzgados.
Efraim Zuroff, director del Centro Wiesenthal en Israel, una organización especializada en la identificación y extradición de ex-Nazis, expresó que muchos miembros de la Task Force tienen similares conflictos de residencia con ex Nazis en sus territorios. “El actual presidente de la Task Force es Austria, que tiene uno de los peores registros en el mundo. La membresía nunca estuvo vinculada a que dichos países lleven a la justicia a los Nazis”.
Zuroff agregó que la riqueza de Canadá en el trabajo sobre el Holocausto, así como sus esfuerzos por procesar a sus ex Nazis, lo hacen merecedor de su inclusión en la Task Force. “Canadá es una de las mayores democracias de occidente y un país que ha hecho bastante para la conmemoración del Holocausto”, expresó.
Adicionalmente, Velshi catalogó a Canadá como un líder mundial en la lucha contra el antisemitismo. Mientras trabaja para su incorporación a la Task Force, el gobierno de Canadá se retiró de la Conferencia sobre Racismo “Durban II”, alegando que es antisemita.
Fuente: Jerusalem Post