
PEGGY GUGGENHEIM UNA DE LAS MAS IMPORTANTES COLECCIONISTAS Y MECENAS DE ARTE DEL SIGLO XX
Una simple mención del nombre recuerda inmediatamente al Museo Guggenheim de Nueva York, cuya fundación lleva el nombre de su tío, Solomón. Lo que no sabe todo el mundo, entretanto es que el amor al arte se hallaba presente en otros miembros de la familia, y en especial en el corazón de su sobrina.
A lo largo de los años, Peggy Guggenheim organizó una de las más importantes colecciones de arte moderno del mundo y patrocinó innumerables artistas en Estados Unidos y en Europa, entre los cuales se halla Jackson Pollock. Escribió dos libros sobre su tumultuosa vida personal: Out of This Century, en 1946, y Confesiones de una Adicta al Arte, en 1960..
Peggy pasó gran parte de su vida en Europa, a pesar de haber nacido en Nueva York, el 26 de agosto de 1898. Hija de Benjamín y Florette Seligman Guggenheim, Peggy, llamada al principio Marguerite, tenía otras dos hermanas. Pese a su riqueza tuvo una infancia desdichada. Vivía aislada, estudiando en su casa y no tuvo contacto con otros niños. Heredó una gran fortuna por parte de cada uno de sus padres, que con el paso del tiempo a lo largo de su vida fue destinada al arte. Su abuelo materno, Seligman, a pesar de haber comenzado su vida como albañil, luego prosperó y se convirtió en un poderoso banquero. El abuelo paterno, Meyer Guggenheim, a su vez nació en la Suiza alemana y se convirtió en propietario de la mayoría de las minas de cobre en el mundo, obteniendo una inmensa fortuna para su familia, por varias generaciones.
Según los estudiosos, el patrimonio que Peggy heredó hubiera sido todavía mayor si el padre no se hubiese retirado de los negocios familiares en 1910, yendo a vivir a Europa. Dos años más tarde, en 1912 murió en el trágico naufragio del Titanic. De él heredó Peggy su amor por el arte.
Fue ese sentimiento el que la llevó a Europa a recibir su herencia, en 1919. Hasta ese momento había estudiado con tutores y a los 15 años asistió a la Jacobo School , una escuela judía para niñas, en Nueva York, en donde se graduó en 1915. Cuando decidió partir para Europa, pretendía al principio, hacer una corta visita, que acabó transformándose en una estadía de 21 años. En Europa se casó en París con el pintor Laurence Vail, en 1922. Tuvieron dos hijos, pero ese matrimonio terminó en divorcio en 1930. Su marido estimuló en el interés por el arte y especialmente el en especial italiano y el europeo en general.
Influida por amigos artistas, como Marcel Duchamp, comenzó a relacionarse con el arte moderno – que no conocía demasiado – y abrió su primera galería, Guggenheim Jeune, en Londres, en 1938. El vernissage de la atrajo la presencia de artistas de vanguardia, como Jean Cocteau y Vassily Kandinsky. De cada autor que exponía, Peggy siempre compraba una obra. Así inició una gran colección y una carrera que influirían profundamente en el arte de posguerra.
Su entusiasmo crecía diariamente y en poco tiempo, hacía planes para transformar su galería en un museo de arte moderno. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, entretanto acabó con su proyecto. Sin embargo no desistió de su objetivo de armar una gran colección y fue a Francia, en busca de nuevas obras. La llegada de las tropas alemanas al territorio francés en 1941, la obligó a retornar a los Estados Unidos. Con el avance de las tropas nazis, Peggy reunió en algunos meses unas cincuenta obras importantes, entre las cuales se hallaban las de Klee, Miró, Dalí, Maigritte, con la intención de preservar esos maravillosos testimonios de una época, de un inestimable valor cultural.
Pero como salvar la colección de las manos de los nazis? Peggy esperaba que el Louvre hiciese un gesto en ese sentido, pero el Museo consideró que las obras eran muy recientes para salvarlas junto a los “tesoros nacionales”. Finalmente, escondida en la granja de un castillo próximo a Vichy, la colección de Peggy Guggenheim escapó a su destrucción, que ni bien pudieron, fue inmediatamente enviada a Nueva York, escondida en medio de sus vestidos y abrigos, bajo la declaración de ser solo "objetos personales” En esa época dura de la guerra, Peggy no se ocupó solo del arte, también dio considerable apoyo a los artistas en dificultades o en peligro de vida. Gracias a ella, diez artistas judíos escaparon de los nazis. entre ellos, el gran pintor, Max Ernst, que se refugió en los Estados Unidos. Ernst y Peggy terminaron relacionándose íntimamente, en Nueva York, donde se casaron en 1941.
Pero definitivamente ella no fue feliz en su vida particular: acabó divorciándose nuevamente en 1946.
Se volvió famosa como una de las más importantes mecenas del expresionismo abstracto de la escuela neoyorkina. Nueva York fue también la ciudad que Peggy eligió para abrir el Art of the Century, una galería de vanguardia en la cual montó una colección permanente uniéndola a otra que ya poseía y donde realizaba también otras muestras especiales. En la agenda, se incluían nombres como Jackson Pollock, Robert Motherwell, Mark Rothko y otros pintores modernos. De todos los artistas que patrocinó, Peggy mantuvo una relación muy especial con Pollock. Confiando en su talento, se dedicó de 1943 a 1947 a promover su carrera, habiéndole firmado un contrato como artista que le garantizaba inclusive un salario fijo mensual. Su amor por Europa, donde viviera dos décadas, la llevó de vuelta al viejo continente al término de la Segunda Guerra Mundial. Esa vez eligió Venecia para vivir, comprando el Palacio de los Leones, construido en el siglo XVIII, para que fuera su nuevo hogar. Fue allí que ella montó una exposición permanente de las obras que coleccionara, manteniéndola abierta al público. Esporádicamente, realizaba muestras en otras ciudades europeas. Para los italianos, Peggy era La 'Ultima Dogaressa' la mecenas de innumerables artistas del país, entre ellos, Trancredi Parmeggiani. Su colección fue considerada única por especialistas europeos, sea por la perspectiva histórica de las obras, o porque era una de las más representativas manifestaciones del expresionismo abstracto norte-americano.
Peggy murió el 23 de diciembre de 1979 en la ciudad de Camposampiero, siendo enterrada en Venecia, ciudad que consideraba su verdadero hogar. Curiosamente, Venecia está localizada a pocos kilómetros de la ciudad donde nacieran sus abuelos Meyer y Bárbara en Suiza.
Fue como si se hubiera completado un círculo. .. Antes de su muerte, no aumentó mucho las obras de su colección, diciendo que el arte contemporáneo se había convertido solo en “un negocio” y que los artistas producían "obras que no que ni siquiera merecían ese nombre". Con su muerte, dejó su casa y la colección de arte para la Fundación Solomon R. Guggenheim, que, así pasó a dirigir la Colección Peggy Guggenheim de Venecia.
Una simple mención del nombre recuerda inmediatamente al Museo Guggenheim de Nueva York, cuya fundación lleva el nombre de su tío, Solomón. Lo que no sabe todo el mundo, entretanto es que el amor al arte se hallaba presente en otros miembros de la familia, y en especial en el corazón de su sobrina.
A lo largo de los años, Peggy Guggenheim organizó una de las más importantes colecciones de arte moderno del mundo y patrocinó innumerables artistas en Estados Unidos y en Europa, entre los cuales se halla Jackson Pollock. Escribió dos libros sobre su tumultuosa vida personal: Out of This Century, en 1946, y Confesiones de una Adicta al Arte, en 1960..
Peggy pasó gran parte de su vida en Europa, a pesar de haber nacido en Nueva York, el 26 de agosto de 1898. Hija de Benjamín y Florette Seligman Guggenheim, Peggy, llamada al principio Marguerite, tenía otras dos hermanas. Pese a su riqueza tuvo una infancia desdichada. Vivía aislada, estudiando en su casa y no tuvo contacto con otros niños. Heredó una gran fortuna por parte de cada uno de sus padres, que con el paso del tiempo a lo largo de su vida fue destinada al arte. Su abuelo materno, Seligman, a pesar de haber comenzado su vida como albañil, luego prosperó y se convirtió en un poderoso banquero. El abuelo paterno, Meyer Guggenheim, a su vez nació en la Suiza alemana y se convirtió en propietario de la mayoría de las minas de cobre en el mundo, obteniendo una inmensa fortuna para su familia, por varias generaciones.
Según los estudiosos, el patrimonio que Peggy heredó hubiera sido todavía mayor si el padre no se hubiese retirado de los negocios familiares en 1910, yendo a vivir a Europa. Dos años más tarde, en 1912 murió en el trágico naufragio del Titanic. De él heredó Peggy su amor por el arte.
Fue ese sentimiento el que la llevó a Europa a recibir su herencia, en 1919. Hasta ese momento había estudiado con tutores y a los 15 años asistió a la Jacobo School , una escuela judía para niñas, en Nueva York, en donde se graduó en 1915. Cuando decidió partir para Europa, pretendía al principio, hacer una corta visita, que acabó transformándose en una estadía de 21 años. En Europa se casó en París con el pintor Laurence Vail, en 1922. Tuvieron dos hijos, pero ese matrimonio terminó en divorcio en 1930. Su marido estimuló en el interés por el arte y especialmente el en especial italiano y el europeo en general.
Influida por amigos artistas, como Marcel Duchamp, comenzó a relacionarse con el arte moderno – que no conocía demasiado – y abrió su primera galería, Guggenheim Jeune, en Londres, en 1938. El vernissage de la atrajo la presencia de artistas de vanguardia, como Jean Cocteau y Vassily Kandinsky. De cada autor que exponía, Peggy siempre compraba una obra. Así inició una gran colección y una carrera que influirían profundamente en el arte de posguerra.
Su entusiasmo crecía diariamente y en poco tiempo, hacía planes para transformar su galería en un museo de arte moderno. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, entretanto acabó con su proyecto. Sin embargo no desistió de su objetivo de armar una gran colección y fue a Francia, en busca de nuevas obras. La llegada de las tropas alemanas al territorio francés en 1941, la obligó a retornar a los Estados Unidos. Con el avance de las tropas nazis, Peggy reunió en algunos meses unas cincuenta obras importantes, entre las cuales se hallaban las de Klee, Miró, Dalí, Maigritte, con la intención de preservar esos maravillosos testimonios de una época, de un inestimable valor cultural.
Pero como salvar la colección de las manos de los nazis? Peggy esperaba que el Louvre hiciese un gesto en ese sentido, pero el Museo consideró que las obras eran muy recientes para salvarlas junto a los “tesoros nacionales”. Finalmente, escondida en la granja de un castillo próximo a Vichy, la colección de Peggy Guggenheim escapó a su destrucción, que ni bien pudieron, fue inmediatamente enviada a Nueva York, escondida en medio de sus vestidos y abrigos, bajo la declaración de ser solo "objetos personales” En esa época dura de la guerra, Peggy no se ocupó solo del arte, también dio considerable apoyo a los artistas en dificultades o en peligro de vida. Gracias a ella, diez artistas judíos escaparon de los nazis. entre ellos, el gran pintor, Max Ernst, que se refugió en los Estados Unidos. Ernst y Peggy terminaron relacionándose íntimamente, en Nueva York, donde se casaron en 1941.
Pero definitivamente ella no fue feliz en su vida particular: acabó divorciándose nuevamente en 1946.
Se volvió famosa como una de las más importantes mecenas del expresionismo abstracto de la escuela neoyorkina. Nueva York fue también la ciudad que Peggy eligió para abrir el Art of the Century, una galería de vanguardia en la cual montó una colección permanente uniéndola a otra que ya poseía y donde realizaba también otras muestras especiales. En la agenda, se incluían nombres como Jackson Pollock, Robert Motherwell, Mark Rothko y otros pintores modernos. De todos los artistas que patrocinó, Peggy mantuvo una relación muy especial con Pollock. Confiando en su talento, se dedicó de 1943 a 1947 a promover su carrera, habiéndole firmado un contrato como artista que le garantizaba inclusive un salario fijo mensual. Su amor por Europa, donde viviera dos décadas, la llevó de vuelta al viejo continente al término de la Segunda Guerra Mundial. Esa vez eligió Venecia para vivir, comprando el Palacio de los Leones, construido en el siglo XVIII, para que fuera su nuevo hogar. Fue allí que ella montó una exposición permanente de las obras que coleccionara, manteniéndola abierta al público. Esporádicamente, realizaba muestras en otras ciudades europeas. Para los italianos, Peggy era La 'Ultima Dogaressa' la mecenas de innumerables artistas del país, entre ellos, Trancredi Parmeggiani. Su colección fue considerada única por especialistas europeos, sea por la perspectiva histórica de las obras, o porque era una de las más representativas manifestaciones del expresionismo abstracto norte-americano.
Peggy murió el 23 de diciembre de 1979 en la ciudad de Camposampiero, siendo enterrada en Venecia, ciudad que consideraba su verdadero hogar. Curiosamente, Venecia está localizada a pocos kilómetros de la ciudad donde nacieran sus abuelos Meyer y Bárbara en Suiza.
Fue como si se hubiera completado un círculo. .. Antes de su muerte, no aumentó mucho las obras de su colección, diciendo que el arte contemporáneo se había convertido solo en “un negocio” y que los artistas producían "obras que no que ni siquiera merecían ese nombre". Con su muerte, dejó su casa y la colección de arte para la Fundación Solomon R. Guggenheim, que, así pasó a dirigir la Colección Peggy Guggenheim de Venecia.
La Fundación Solomon Guggenheim
Creada en Nueva York, en 1937, la Fundación Guggenheim tenía como objetivo promover el arte contemporáneo al mismo tiempo que administraba la colección del mecenas de origen suizo, Solomon Guggenheim (1861-1949), tío de Peggy.
En 1943, la Fundación le pide al arquitecto Frank Lloyd Wright una concepción de estructura en una forma de espiral de su primer museo, en Nueva York.
Con el pasar de los años e inclusive con las donaciones de Peggy Guggenheim, la colección de la Fundación continúa enriqueciéndose con nuevas adquisiciones y otros fondos. Contando con cerca de diez mil obras, representa actualmente la más importante colección moderna y contemporánea del mundo, con obras cubistas, expresionistas, surrealistas, futuristas, dadaístas y otras de autoría de Kandinsky, Picasso, Chagall, Léger, Dali, Giacometti... o sea una colección extremadamente ecléctica.
La originalidad de esa Fundación y su propuesta de formar una red de locales de exposición, en diferentes puntos del planeta. Aún instalada en Nueva York, la ausencia deliberada de un centro neurálgico preciso le permite reducir los costos de las exposiciones temporarias, aumentar sus colecciones a través de donaciones y hacer que las obras circulen tanto como es posible. Este sistema de gestión de colecciones, propio de la Fundación Guggenheim , fue calificado como "museo de franquicia" despertando tanto la admiración de unos como la crítica de otros.
Actualmente la Fundación Solomon Robert Guggenheim dirige no solo la colección de Peggy Guggenheim, también la del Museo Salomon R. Guggenheim y el Museo Guggenheim Soho de Nueva York, el Deutsche Guggenheim de Berlín, el Guggenheim Hermitage de San Petersburgo, Guggenheim Museum de Las Vegas y el Guggenheim Museum de Bilbao, establecido ya hace más de diez años en España.
Fuente: Revista Morashá.6/12/04
Creada en Nueva York, en 1937, la Fundación Guggenheim tenía como objetivo promover el arte contemporáneo al mismo tiempo que administraba la colección del mecenas de origen suizo, Solomon Guggenheim (1861-1949), tío de Peggy.
En 1943, la Fundación le pide al arquitecto Frank Lloyd Wright una concepción de estructura en una forma de espiral de su primer museo, en Nueva York.
Con el pasar de los años e inclusive con las donaciones de Peggy Guggenheim, la colección de la Fundación continúa enriqueciéndose con nuevas adquisiciones y otros fondos. Contando con cerca de diez mil obras, representa actualmente la más importante colección moderna y contemporánea del mundo, con obras cubistas, expresionistas, surrealistas, futuristas, dadaístas y otras de autoría de Kandinsky, Picasso, Chagall, Léger, Dali, Giacometti... o sea una colección extremadamente ecléctica.
La originalidad de esa Fundación y su propuesta de formar una red de locales de exposición, en diferentes puntos del planeta. Aún instalada en Nueva York, la ausencia deliberada de un centro neurálgico preciso le permite reducir los costos de las exposiciones temporarias, aumentar sus colecciones a través de donaciones y hacer que las obras circulen tanto como es posible. Este sistema de gestión de colecciones, propio de la Fundación Guggenheim , fue calificado como "museo de franquicia" despertando tanto la admiración de unos como la crítica de otros.
Actualmente la Fundación Solomon Robert Guggenheim dirige no solo la colección de Peggy Guggenheim, también la del Museo Salomon R. Guggenheim y el Museo Guggenheim Soho de Nueva York, el Deutsche Guggenheim de Berlín, el Guggenheim Hermitage de San Petersburgo, Guggenheim Museum de Las Vegas y el Guggenheim Museum de Bilbao, establecido ya hace más de diez años en España.
Fuente: Revista Morashá.6/12/04
