Hachazos para la libertad
Por: Semana.co.il
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Los medios de comunicación apenas han comentado en sus informaciones el suceso acaecido en la colonia Bet Ayin, Gus Etzion, cercana a Belén, Israel, por el que un palestino armado con un hacha ha asesinado a un niño de trece años hiriendo e gravedad a otro de siete. El individuo trabajaba en las instalaciones de la citada colonia y aprovechándose de la confianza concedida ha cometido el crimen dándose a la fuga a continuación.
Los medios de comunicación apenas han comentado en sus informaciones el suceso acaecido en la colonia Bet Ayin, Gus Etzion, cercana a Belén, Israel, por el que un palestino armado con un hacha ha asesinado a un niño de trece años hiriendo e gravedad a otro de siete. El individuo trabajaba en las instalaciones de la citada colonia y aprovechándose de la confianza concedida ha cometido el crimen dándose a la fuga a continuación.El hecho sucede tras otros del mismo carácter. Así en fechas anteriores dos policías israelíes fueron asesinados a tiros en un control de carreteras y otro resultó gravemente herido tras ser tiroteado otro día. Se suma a toda esta carrera de crímenes el intento de otro joven palestino de arremeter conduciendo una retropala contra un bus y un vehículo policial, el intento de hacer estallar un artefacto en Haifa, la detención de un palestino que precipitó su vehículo contra civiles sin lograr sus objetivos, los numerosos hechos que atentan contra la frágil paz en casa de Hamás como son las continuas actividades culturales en las cuales día sí y día también se incita a jóvenes a sacrificar su vida por la causa. Todo un catálogo de barbaridades que pocos diarios recogen porque no hay imágenes que los corroboren o que los certifiquen, pero haberlos, haylos. Cada semana. Cada día.Y así se pueden ir mencionando numerosos hechos que cuestionan el alto el fuego del 17 de Enero de 2009 por el que se ponía final a las operaciones de Israel en Gaza que tanta tinta han hecho correr, la misma que hoy no corre a pesar de las numerosas rupturas unilaterales practicadas por Hamás desde la fecha citada. Y sin embargo nada hace pensar que entre los palestinos y sus dirigentes las cosas hayan cambiado de rumbo. El caso del joven con el hacha pone de relieve lo dicho. Cuando una sociedad produce este tipo de personajes cuya actividad mental alcanza semejante nivel es que tras dicha sociedad apenas hay otra cosa que no sea el deseo de venganza y el odio sembrado en sus mentes y corazones que ningún acuerdo de paz logrará anular porque no hay escrito ni papel que sea capaz de conseguirlo. Cuando un ser humano entiende que el hacha merece ser descargada sobre la cabeza de un niño es que detrás de semejante ser hay un mundo que ha suplantado su humanidad y la ha reducido a la animalidad más abyecta. Cuando de entre la ciudadanía palestina surgen bestias así es que dicha sociedad ha logrado alcanzar el dudoso estado de animalidad suficiente para dar ese ejemplo. No quedan expectativas de futuro mejores hasta que la misma sociedad enferma palestina no sea capaz de autocurarse de su propio odio, mientras nadie de entre sus miembros descubra que el deseo de vivir en paz acarrea mejor futuro para esa sociedad que el deseo de venganza y de sangre. No queda otro futuro por el momento que apretar los dientes por parte de Israel y no permitir que semejantes animales puedan llevar a cabo sus crímenes. Por lo medios que sean y al precio que sea. La paz necesita erradicar este tipo de conductas y persuadir a sus autores, incapaces de darse cuenta de la imposibilidad de ir hacia alguna parte con ellas. La libertad nunca se podrá ganar a hachazos porque jamás en la historia ningún pueblo ha logrado su libertad de este modo. Francia decapitó en su Revolución pero ese método se volvió contra los mismos que lo impusieron. Y si los palestinos sueñan con ser libres mal camino llevan consintiendo echar cimientos sociales con el hacha sobre la cabeza de niños y adolescentes judíos.Y los medios de comunicación debieran exigirse a sí mismo más rigor y al mismo tiempo exigírselo a los dirigentes palestinos en lugar de estar a la espera de que Israel recurra a nuevas acciones en defensa de sus ciudadanos.
Los medios de comunicación apenas han comentado en sus informaciones el suceso acaecido en la colonia Bet Ayin, Gus Etzion, cercana a Belén, Israel, por el que un palestino armado con un hacha ha asesinado a un niño de trece años hiriendo e gravedad a otro de siete. El individuo trabajaba en las instalaciones de la citada colonia y aprovechándose de la confianza concedida ha cometido el crimen dándose a la fuga a continuación.El hecho sucede tras otros del mismo carácter. Así en fechas anteriores dos policías israelíes fueron asesinados a tiros en un control de carreteras y otro resultó gravemente herido tras ser tiroteado otro día. Se suma a toda esta carrera de crímenes el intento de otro joven palestino de arremeter conduciendo una retropala contra un bus y un vehículo policial, el intento de hacer estallar un artefacto en Haifa, la detención de un palestino que precipitó su vehículo contra civiles sin lograr sus objetivos, los numerosos hechos que atentan contra la frágil paz en casa de Hamás como son las continuas actividades culturales en las cuales día sí y día también se incita a jóvenes a sacrificar su vida por la causa. Todo un catálogo de barbaridades que pocos diarios recogen porque no hay imágenes que los corroboren o que los certifiquen, pero haberlos, haylos. Cada semana. Cada día.Y así se pueden ir mencionando numerosos hechos que cuestionan el alto el fuego del 17 de Enero de 2009 por el que se ponía final a las operaciones de Israel en Gaza que tanta tinta han hecho correr, la misma que hoy no corre a pesar de las numerosas rupturas unilaterales practicadas por Hamás desde la fecha citada. Y sin embargo nada hace pensar que entre los palestinos y sus dirigentes las cosas hayan cambiado de rumbo. El caso del joven con el hacha pone de relieve lo dicho. Cuando una sociedad produce este tipo de personajes cuya actividad mental alcanza semejante nivel es que tras dicha sociedad apenas hay otra cosa que no sea el deseo de venganza y el odio sembrado en sus mentes y corazones que ningún acuerdo de paz logrará anular porque no hay escrito ni papel que sea capaz de conseguirlo. Cuando un ser humano entiende que el hacha merece ser descargada sobre la cabeza de un niño es que detrás de semejante ser hay un mundo que ha suplantado su humanidad y la ha reducido a la animalidad más abyecta. Cuando de entre la ciudadanía palestina surgen bestias así es que dicha sociedad ha logrado alcanzar el dudoso estado de animalidad suficiente para dar ese ejemplo. No quedan expectativas de futuro mejores hasta que la misma sociedad enferma palestina no sea capaz de autocurarse de su propio odio, mientras nadie de entre sus miembros descubra que el deseo de vivir en paz acarrea mejor futuro para esa sociedad que el deseo de venganza y de sangre. No queda otro futuro por el momento que apretar los dientes por parte de Israel y no permitir que semejantes animales puedan llevar a cabo sus crímenes. Por lo medios que sean y al precio que sea. La paz necesita erradicar este tipo de conductas y persuadir a sus autores, incapaces de darse cuenta de la imposibilidad de ir hacia alguna parte con ellas. La libertad nunca se podrá ganar a hachazos porque jamás en la historia ningún pueblo ha logrado su libertad de este modo. Francia decapitó en su Revolución pero ese método se volvió contra los mismos que lo impusieron. Y si los palestinos sueñan con ser libres mal camino llevan consintiendo echar cimientos sociales con el hacha sobre la cabeza de niños y adolescentes judíos.Y los medios de comunicación debieran exigirse a sí mismo más rigor y al mismo tiempo exigírselo a los dirigentes palestinos en lugar de estar a la espera de que Israel recurra a nuevas acciones en defensa de sus ciudadanos.
