TERRORISMO EN LA INDIA


¡El autoengaño occidental al servicio de Al Qaeda y los islamistas!
Por Albert Bellaiche para Guysen International News

¿Cómo es posible que en un país democrático, reconocido pacífico y que no busca al parecer causar problemas a otros, se deja fácilmente abusar por las hordas de asesinos organizados, perfectamente preparados, armados hasta los dientes y llegados del extranjero para matar, matar y matar?
¿Cómo es que los Indios, que conocen la amenaza islámica y sus fundamentos, pudieron dejarse atrapar, hasta el punto de sufrir una matanza sin precedentes, con casi 200 muertos y muchos más heridos?

¿Cómo? Ejecutada con una maestria que supera el entendimiento, sincronizada en tres lugares diferentes, preparada desde hace mucho tiempo y además con complicidades interiores obvias e incuestionables, ¿cómo este ataque ha podido costar en tan poco tiempo tantas muertes y heridos?

¿Cómo? Y además con una connotación antiisraelí notoria, que costó la vida a una decena de israelíes incluidos el Rabino Gabriel Holtzberg y su esposa, responsables del centro Jabad de Bombay desde hace cinco años, donde los libros de rezos y rollos de la Torah fueron profanados. El más ingenuo de los ingenuos, el peor de los vigilantes, el menos inteligente de los militares y policías encargados de la seguridad interior, con una concentración en todo momento, con una atención necesariamente redoblada, podía o al menos debía presentir que el peligro estaba cerca. Ya que los portavoces de Al Qaeda, muy habladores ellos, hacen casi siempre antes de actuar, amenazas y alusiones mortales…Como las pronunciadas contra el metro de Nueva York, una clase de coartada cosida con hilo blanco, destinada a desviar la atención de los países amenazados. Pakistán contradijo que los asesinos vinieran de su país, ¡pasaron por su frontera y en consecuencia vinieron de ahí! En otras palabras, después de los atentados de Nueva York, Londres y Madrid, en particular, se puede decir que no son rencorosos los Occidentales que se vanaglorian de su democracia, que dejan que el engaño se instale, dejan a los fondos islamistas circular libremente y a las reservas de armas de los islamistas multiplicarse, moviéndose a su antojo para deplorar finalmente la catástrofe. E inevitablemente eso preocupa y apesadumbra al hombre de la calle que sufre la muerte y la pena, casi sin piedad ni respeto, y se pregunta cómo y por qué Occidente coordina sus acciones, ¿no consulta a menudo y regularmente a sus aliados y amigos para sentir venir el golpe y destruirlo rápidamente? En cambio los que matan y a menudo toman las armas en la mano son para la democracia culpables y tratados como tal. Y Al Qaeda y toda la Yihad de la tierra de cualquier tipo, juegan con deleite con estas leyes aleatorias para cometer crímenes abominables, innombrables, que la moral y la dignidad humana no pueden aceptar más. Y luego hay, tanto aquí como allí, consecuencias inevitables. En Israel por ejemplo, dónde estos últimos días se ha registrado, a raíz de los lanzamientos de morteros islámicos, ocho militares heridos en la base de Nahal Oz, mientras que el jeque Raad Salah, jefe del movimiento islamista israelí, ¡trata a los Israelíes, sus supuestos conciudadanos, de “Criminales y asesinos”! “Israel se acerca a una operación de gran envergadura en Gaza… Es necesario esperar el momento propicio, acaba de declarar Matan Vilnai, el viceMinistro de Defensa”. Definitivamente el resentimiento ya no es lo que era.