Tzipi manos limpias
por Jaime Vázquez Allegue
Un amigo y periodista español, corresponsal en Israel para una cadena de televisión española me dijo hace algo más de un par de años cuando Tzipi Livni sólo era conocida en círculos muy reducidos de la política que ella sería la que lideraría el gobierno israelí en unos años. El acierto no se dejó esperar y hoy es el día en que Tzipi Livni se sitúa como cabeza visible del nuevo gobierno hebreo.
Mis felicidades para la mujer Primera Ministra. Simón Peres tiene una buena disculpa para hacer que Israel recupere su espacio en la primera línea del panorama internacional. Sin necesidad de emular las gestas de su predecesora en el cargo Golda Meir, Livni puede ser la garantía de buena imagen de gobierno de cara al mundo exterior. Livni ha pasado de la nada a liderar el Kadima en un abrir y cerrar de ojos. Ahora le toca gobernar un país que vive sumergido en un mar de problemas. Atrás quedaron quienes le precedieron en el cargo y no fueron capaces de dar solución a un conflicto que se perpetúa y amenaza con extenderse en el tiempo.
Livni es mujer de manos limpias. Llega a su nueva situación sin sospechas anteriores, sin la sombra alargada de actuaciones ilícitas o ilegales, sin corrupciones ni oportunismos. Livni es la candidata a gobernar con sentido y sensibilidad. Pocos han llegado al cargo que ella ocupa en su situación. Es, por así decirlo, una esperanza mesiánica para quienes vemos en ella una buena parte del futuro de Israel.
Las manos limpias de Tzipi le han aupado a un escaño de privilegio pero muy peligroso y difícil de equilibrar. Su tarea no va a ser fácil y su gobierno complicado de organizar. Pero estoy seguro de que sabrá hacerlo bien y ganarse la confianza de su gobierno y de la opinión pública.
Alguien dijo, no sin razón, que el siglo veintiuno sería el de las mujeres y lo femenino. En Israel se han puesto los pilares para que así sea. Tal vez ha llegado la hora de gobernar con un toque femenino y ofrecer soluciones en clave de mujer. El tiempo irá dando diciendo lo que significa ser gobernados por Tzipi Livni y nosotros los que le iremos cuestionando o aplaudiendo las decisiones más importantes. Los cien primeros días de gobierno serán una prueba de fuego para ver por dónde van a ir sus derroteros y las líneas fundamentales de su gestión. Livni va a estar en el punto de mira de los ojos de todas las políticas internacionales, de los países que esperan verla tomar posiciones estratégicas para alcanzar fines determinados. Será referente internacional para lo bueno y para lo malo. Su presencia en los medios de comunicación europeos y americanos determinará la imagen exterior del país. Después vendrán las elecciones que la consagrarán a la luz de su gestión de gobierno.
Livni ha comenzado con el buen pie de tener las manos limpias y de situarse con la cabeza bien alta para gobernar. Todos deseamos que el tiempo no ensucie la imagen de un gobierno que necesitaba un lavado de cara, de pies y de manos. Israel no se merece menos.
por Jaime Vázquez Allegue
Un amigo y periodista español, corresponsal en Israel para una cadena de televisión española me dijo hace algo más de un par de años cuando Tzipi Livni sólo era conocida en círculos muy reducidos de la política que ella sería la que lideraría el gobierno israelí en unos años. El acierto no se dejó esperar y hoy es el día en que Tzipi Livni se sitúa como cabeza visible del nuevo gobierno hebreo.
Mis felicidades para la mujer Primera Ministra. Simón Peres tiene una buena disculpa para hacer que Israel recupere su espacio en la primera línea del panorama internacional. Sin necesidad de emular las gestas de su predecesora en el cargo Golda Meir, Livni puede ser la garantía de buena imagen de gobierno de cara al mundo exterior. Livni ha pasado de la nada a liderar el Kadima en un abrir y cerrar de ojos. Ahora le toca gobernar un país que vive sumergido en un mar de problemas. Atrás quedaron quienes le precedieron en el cargo y no fueron capaces de dar solución a un conflicto que se perpetúa y amenaza con extenderse en el tiempo.
Livni es mujer de manos limpias. Llega a su nueva situación sin sospechas anteriores, sin la sombra alargada de actuaciones ilícitas o ilegales, sin corrupciones ni oportunismos. Livni es la candidata a gobernar con sentido y sensibilidad. Pocos han llegado al cargo que ella ocupa en su situación. Es, por así decirlo, una esperanza mesiánica para quienes vemos en ella una buena parte del futuro de Israel.
Las manos limpias de Tzipi le han aupado a un escaño de privilegio pero muy peligroso y difícil de equilibrar. Su tarea no va a ser fácil y su gobierno complicado de organizar. Pero estoy seguro de que sabrá hacerlo bien y ganarse la confianza de su gobierno y de la opinión pública.
Alguien dijo, no sin razón, que el siglo veintiuno sería el de las mujeres y lo femenino. En Israel se han puesto los pilares para que así sea. Tal vez ha llegado la hora de gobernar con un toque femenino y ofrecer soluciones en clave de mujer. El tiempo irá dando diciendo lo que significa ser gobernados por Tzipi Livni y nosotros los que le iremos cuestionando o aplaudiendo las decisiones más importantes. Los cien primeros días de gobierno serán una prueba de fuego para ver por dónde van a ir sus derroteros y las líneas fundamentales de su gestión. Livni va a estar en el punto de mira de los ojos de todas las políticas internacionales, de los países que esperan verla tomar posiciones estratégicas para alcanzar fines determinados. Será referente internacional para lo bueno y para lo malo. Su presencia en los medios de comunicación europeos y americanos determinará la imagen exterior del país. Después vendrán las elecciones que la consagrarán a la luz de su gestión de gobierno.
Livni ha comenzado con el buen pie de tener las manos limpias y de situarse con la cabeza bien alta para gobernar. Todos deseamos que el tiempo no ensucie la imagen de un gobierno que necesitaba un lavado de cara, de pies y de manos. Israel no se merece menos.
