Jerusalén: El presidente Obama es un actor clave en el drama iraní
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El último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica que afirma que Irán logró acumular una tonelada de uranio enriquecido y se encamina rápidamente hacia una bomba nuclear, es una historia diferente. El informe confirma la hipótesis, compartida por algún tiempo por los servicios de Inteligencia de Israel, los Estados Unidos y Europa, que Irán está más cerca de la bomba, que se concretaría a mediados de 2010.Irán fue un tema importante de conversación entre el ministro de Defensa, Ehud Barak, el jefe del Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, y los senadores norteamericanos, John Kerry y Joe Lieberman en sus recientes visitas a Israel.Desde la perspectiva del Gobierno, el presidente Barack Obama es un actor clave en el drama iraní. Aunque Obama tiene cosas más urgentes en su agenda, en primer lugar la rehabilitación de la economía de los EEUU, Irán será su primera gran prueba en materia de política exterior. Jerusalén considera la decisión de Obama de hablar con Teherán sobre su programa nuclear como un hecho. Lo que está tratando de hacer, en una forma de bajo perfil, es influenciar en la forma que los estadounidenses lleguen al diálogo.En su conferencia la semana pasada a los altos oficiales de Tzáhal, Barak esbozó las líneas generales del enfoque de Israel en los próximos meses. Israel espera que las posibles conversaciones Irán-Estados Unidos se realicen a corto plazo y alberga pocas ilusiones acerca de un resultado positivo.Cuando y si las conversaciones fracasan, Israel podría esperar que los EEUU encabece un movimiento internacional inmediato y con sanciones más severas, esta vez de manera efectiva con la participación de Rusia, China y la India. La suposición es que a Obama le será más fácil que a Bush instar al mundo a presionar a Irán, sobre todo después de mostrar que trató de dialogar.Israel preferiría que los estadounidenses pongan como condición para sus conversaciones con Irán que este país congele el enriquecimiento de uranio durante las conversaciones.El sistema de vigilancia permite ahora un seguimiento razonable sobre si Teherán está cumpliendo con esta condición. En los 15 años de los contactos de Teherán con la comunidad internacional, demostró que es un maestro del engaño y la demora y el Gobierno le preocupa que los iraníes utilicen el diálogo como una finta, mientras que constantemente se acercan más a una bomba. Pero es difícil imaginar a Irán a aceptar esta condición.Barak expresó en la reunión del Gabinete que "Israel no tendrá ninguna opción fuera de la mesa". El comandante de la Marina, Eliezer Marom, comentó que "un eje del mal coordinado entre Irán, Siria, Hezbollah y Hamás exigen a Israel librar una campaña en contra quienes requieren nuestros mejores esfuerzos y habilidades".El Estado Mayor se divide en la práctica acerca de las posibilidades de una campaña si Israel se desempeñará solo, sin coordinación o con la asistencia de los Estados Unidos.Oriente Medio está empezando a moverse de acuerdo con un nuevo calendario que consta de elecciones en Irán y en Líbano en junio, las conversaciones Irán-Estados Unidos y tal vez las sanciones. La atención se está dirigiendo gradualmente hacia el este y hacia el norte, hacia la posibilidad de un nuevo frente con Hezbollah y quizás incluso con Siria.Esa es una de las razones principales por las que el Estado Mayor apoya un cese de fuego con Hamás en el sur, que también incluye la liberación del soldado secuestrado, Guilad Shalit. Israel está a punto de tener problemas más acuciantes.
