LOS JUDIOS DE BARANQUILLA, COLOMBIA.

BARANQUILLA ANTIGUA
Sefardíes y ashkenazim en Barranquilla, COLOMBIA
La historia es uno de los instrumentos más importantes para comprender el presente, para indagar y comprender el pasado. En este caso, al adentrarnos en el pasado de los judíos del Caribe, nos hemos encontrado, como casi siempre sucede, con mucho más que aquello que buscábamos.
Está relacionado con épocas más recientes, y hemos terminado al parecer anclados en una historia que tuvo lugar en Colombia, más específicamente en Barranquilla. En realidad lo mucho que nos ha importado mostrar a través de los testimonios presentados por importantes investigadores colombianos es la trayectoria de algunas familias sefardíes provenientes de diferentes lugares del Caribe y entre ellas la de Curazao.
Quisimos conocer sobre las tareas en las que se desempeñaban, la manera en que se vincularon con otros judíos de origen ashkenazi, y con otras corrientes migratorias no judías, la llegada posterior de judíos de Europa oriental que huían de los pogroms, pobres perseguidos a los que siguieron aquellos que lograron huir de la sanguinaria amenaza del nazismo. Todo eso forma parte de este presente.
Las ciencias sociales y en este caso la historia, recurren a la comparación y relación para poder analizar su objeto de estudio y en este caso es muy interesante poder comparar el primer periodo histórico con la llegada de los inmigrantes a Barranquilla y la historia de los judíos de la Argentina , en principio existe una gran diferencia. Apenas alcanzada la mitad del siglo XIX existía allí una comunidad judía observante, próspera e importante, visible y totalmente integrada al medio local. En la Argentina , la inmigración judía recién fue aceptada en 1880, con la decisión del gobierno del Gral. Roca de invitar a residir en este país a los judíos que en el Imperio Zarista habían padecido la crueldad de los terribles pogroms que allí habían tenido lugar. Sin embargo, es muy interesante observar que en el caso de los judíos de Barranquilla existen similitudes con los judíos argentinos. El flujo de corrientes migratorias, por supuesto mucho mayor en el caso de Argentina generó un carácter cosmopolita que de alguna manera facilitó y posibilitó una integración en los lugares de arribo. Ese es uno de los rasgos comunes a ambas comunidades, una integración de diferencias y una buena relación con los otros grupos que componen la comunidad nacional,pese a las diferencias en número y extensión.
La misma actitud de apertura y disposición para afrontar los cambios y desafíos que se presentando con el curso del tiempo.
Mordechai Arbell afirma que los judíos sefardíes, los falsos conversos, y también los verdaderos conversos llegaron al Caribe desde los puertos de Amsterdam y de Livorno. Las migraciones de estos avanzados del judaísmo europeo, buscaban lugares donde poder establecerse con buenas perspectivas económicas y que fueran también un refugio posible para observar libremente su religión. Las islas que pertenecían a Holanda que había librado una guerra de 80 años para librarse de la dominación española así como las dominadas por los ingleses tenían como atracción principal la carencia de un tribunal inquisitorial y la oportunidad de emprender una nueva vida. Sin embargo también se establecieron como conversos en las costas de Venezuela, en las de Colombia así como lo que hoy es la Guyana Francesa. Según relata el historiador Mordechai Arbell, uno de los testimonios que existen fue el dejado por Daniel Levi de Barrios, que escribió: El 20 de Julio de 1660, que fue el ayuno de 9 de Av, Miguel y su esposa se embarcaron en Liorna en la nave — Monte del Cisne —con 152 correligionarios. Pensaban probar fortuna en el Nuevo Mundo. Apenas llegaron de Tobago, colonia holandesa en aquel entonces. Se le murió la esposa. En esta isla recibió sepultura.
El sociólogo colombiano Azriel Bibliowicz , en el texto "Breve historia de los sefarditas en la costa caribe colombiana" difundido por el Centro Virtual Cervantes sostiene que si bien hay registros de procesos y aun ajusticiamiento de judíos por parte del tribunal inquisitorial en el Nuevo Reino de Granada (que además de la actual Colombia también incluía en sus dominios a la actual Panamá) es imposible determinar con algún grado de certeza cuántos fueron los residentes por ausencia de documentación. Ya sea porque se ha perdido o porque su pésimo estado de conservación impide establecer con cierta exactitud el número total de reos, ajusticiados y perdonados que pudieran haber caído en las garras de la inquisición.
Colombia les otorgó el derecho a los “miembros de la nación hebrea” a residir en sus dominios, garantizado también la libertad religiosa con los mismos derechos políticos que los demás ciudadanos. Esto fue así en recompensa por la ayuda económica brindada a Simón Bolívar por los judíos de Curazao y de las Antillas, pues Abraham de Meza y Mordechai Ricardo le prestaron la ayuda económica necesaria para emprender la campaña militar para liberar América del Sur de la presencia española. Los derechos conferidos tuvieron sus restricciones porque solo se les permitió residir en la costa del mar Caribe. Muchas familias sefaradíes abandonaron Curazao porque entre los problemas económicos y sanitarios las condiciones de vida se hicieron muy difíciles, se dirigieron hacía las costas de Venezuela y de Colombia. Hacia Coro y Barranquilla.
Barranquilla para 1835, al convertirse en el puerto de refugio de diversos grupos migratorios creció en tamaño e importancia económica. Para la misma época ya había algunas comunidades aunque pequeñas, en otras regiones de la costa colombiana. La importancia de Barranquilla como puerto, solo era superada por el de Cartagena. Bibliowicz, cita otros historiadores entre ellos a Adelaida Sourdis Nájera, que en su libro El Registro Oculto: los sefardíes del Caribe en la formación de la nación colombiana 1813-1886, contó como los judíos sefardíes llevaban a cabo la observancia de sus ritos reuniéndose en la casa de Abraham Isaac Senior donde Moisés De Sola rabino de la comunidad, cuidaba del miniam, dirigía el rezo y el estudio de la Torá. La historiadora cita el testimonio de Rodolfo Cortissoz, que contó como la comunidad se reunía todos los sábados y se celebraban las fechas de Rosh Hashná y Iom Kipur. La Alliance Israélite Universelle también llegó para estas comunidades sefardíes de América del Sur, cuando se creó un comité local en 1867.
Barranquilla para la década de 1870 le había ganado en importancia al antiguo puerto de Cartagena. Bibliowicz cita también la obra de Louise Fawcett y Eduardo Posada Carbó: Árabes y judíos en el desarrollo del Caribe colombiano, 1850-1950. Para estos autores la llegada de inmigrantes judíos de origen sefardí, sirio-libaneses, alemanes, transformaron a Barranquilla convirtiéndola en la ciudad más cosmopolita y moderna del país. Entre el grupo de familias sefardíes se destacan los apellidos: Senior, Salas, Alvarez-Correa, Cortissoz, De Sola, López-Penha, Sourdis, Juliao, Salzedo y Heilbron, por mencionar algunos. Para ambos autores el veloz crecimiento y desarrollo de Barranquilla se debió a la relaciones que se establecieron entre los diferentes grupos de inmigrantes porque no existían las divisiones sociales, anticuadas y rígidas que regían las sociedades de Bogotá y Medellín.
Barranquilla disfrutó de su generosidad al acoger a diferentes grupos de recién llegados, se enriqueció y modernizó muy velozmente. Para ambos autores la medida de la capacidad de integración de la región está demostrada en la posibilidad de que un judío como David Pereira se convirtiera en Gobernador de la provincia de Barranquilla en 1854 en una época tan temprana del siglo XIX. Se registra el dato que *en 1871, siete de las veintidós contribuciones más elevadas de impuestos fueron pagadas por firmas originarias de Curazao. Es evidente que estos inmigrantes tenían unos contactos comerciales y un conocimiento económico que no había en la región.”
También para 1871, se estableció la Alliance Israélite Universelle.
El aporte de esta potente ola inmigratoria se expresó en uno de sus logros más importes como fue la construcción de su acueducto, en 1880, llevado a cabo por “. . .Jacobo Cortissoz y Ramón B. Jimeno, asociados con miembros de la comunidad sefardí.
Según Adelaida Sourdis Nájera, el grupo judío controlaba 255 de los 406 votos.
Jacobo Cortissoz fue nombrado presidente del acueducto. Así mismo un buen número de inmigrantes judíos fundó el Club Social de Barranquilla.
El primer banco de la ciudad, el Banco de Barranquilla fue establecido por don Jacobo Cortissoz y 17 accionistas de judíos, que controlaban el 31% de las acciones. También cabe resaltar que en 1919, Ernesto Cortissoz tuvo un papel determinante en el establecimiento de la primera compañía comercial de transporte aéreo que funcionó en el Nuevo Mundo, SCADTA.
Por cierto, para honrar su memoria el aeropuerto internacional de la ciudad de Barranquilla fue bautizado con su nombre…”