ESCRIBE BERNARDO KLIKSBERG


Pesaj, y lo Judío del Judío
Por Bernardo Kliksberg

Millones de familias judías de los extremos más dispares del Universo festejaron Pesaj con alegría y regocijo. Pesaj une a los judíos de todas las geografías, de todas las vertientes y culturas, a todas las generaciones, y ha agregado a un amplísimo número de no judíos, que se asocian a él de diversos modos, desde comer matza, hasta sentirse muy honrados si son invitados a un Seder. Los Presidentes de buena parte de los países del mundo, los tres candidatos presidenciales americanos, el Papa mismo Benedicto XVI con su reciente visita a la Sinagoga de Park Avenue en New York pocos minutos antes de la festividad, se sumaron a Pesaj.
¿Qué puede representar para un joven judío de Montevideo, Sao Pablo, Johannesburgo, Paris, o Tel Aviv, Pesaj en el 2008?. ¿Representa lo mismo, o cosas diferentes?. ¿Es simplemente una tradición demasiado antigua como para irrespetarla, o les dice algo nuevo?. ¿Es una parte del museo glorioso de un pueblo milenario, o tiene mensajes para el futuro?
Creemos que la fuerza de Pesaj no está sólo en el pasado, está en sus vigorosos mensajes hacia el futuro. "Con brazo extendido" Pesaj con sus propios códigos transmite a los jóvenes claves de vida únicas. Ello la convierte, en festejo vibrante, en lugar de simple rememoración. En espacio de reflexión, e interpretación, más que recuento memorístico.
En un ejercicio pedagógico magistral, antes que obligación familiar inexcusable.
¿Qué nos dice Pesaj?. La historia que narra, pilar fundante del nacimiento del pueblo judío, tiene infinitos mensajes subyacentes, y es pasible de lecturas múltiples y a diferentes niveles.
Queremos releer algunos de sus pasajes, prestando atención a como de esa historia emanan rasgos que son definidores de la identidad judía actual. En un brillante trabajo Ioeschua Faigon maestro de generaciones de judíos latinoamericanos se planteó "que es lo judío del judío". Siguiendo esa ruta queremos mostrar como Pesaj expresa rasgos centrales del ser judío, y esa es una razón central para que los judíos y especialmente los jóvenes se reconozcan en Pesaj con orgullo y alegría de su condición.
Enfocaremos cinco de esos rasgos:
1. Pesaj es la gesta de la lucha denodada por la libertad. Un pueblo subyugado por el imperio más poderoso y brutal de la época, explotado día y noche hasta las últimas consecuencias, humillado permanentemente, como cuando el capataz egipcio atacó con el látigo al judío indefenso, genera una rebelión masiva contra sus opresores aparentemente invencibles. El líder, el enviado de la divinidad, Moisés titubea como todo liberador, pero sigue una línea recta, no negociable, y tras él va el pueblo anhelante de libertad. “Lo judío del judío” es en primer lugar esa aspiración indeclinable a la libertad. La que empujó a los Macabeos de Moodin, y a Mordejai Anilevich y sus jóvenes casi adolescentes que entregaron su vida en lugar de escapar a los bosques, según proclamaron antes de la lucha final dirigiéndose a todos los subyugados por el nazismo "por nuestra y vuestra libertad".
2. La libertad de que habla Pesaj no es sólo de los opresores externos, no es sólo la de la recuperación de los derechos políticos, no es sólo la de autonomía nacional. De mil modos la narración dice que la exigencia divina encarnada en Moisés va mucho más allá. Está pidiendo al pueblo que deje los lazos de sujeción internos que forjo durante los 400 años de cautiverio. Que no sólo sea libre, sino que se sienta internamente libre, que se libere de todos los ídolos falsos que construyó la esclavitud a su interior. Ya Franz Fannon decía que esa la tarea más difícil, liberar a los "Condenados de la Tierra", de la colonización introyectada, y Albert Memi retrató la opresión internalizada por los judíos de muchas épocas, como un adversario central. En Pesaj el pueblo ya fuera del yugo egipcio, vuelve sin embargo una y otra vez al yugo interior, construyendo el becerro de oro, condenando al líder, exigiendo volver atrás. Pero en su sabiduría infinita la divinidad, le permite autocriticarse, y recuperar su dignidad. Lo judío del judío es aquí esta lucha en contra de las esclavitudes internalizadas en el interior de cada judío, hoy materializadas en la esclavitud del consumismo, del materialismo, de la relegación de la espiritualidad, de la alineación, en lugar de la autenticidad, de la cosificación de otro, en lugar de ver en el Tu buberiano que te perfecciona y libera.
3. Pesaj es pleno en milagros. Pero hay una distinción permanente. Se espera que el ser humano no sea pasivo y sólo espere su liberación de ellos. Se espera que luche, se juegue, ponga coraje, y valentía. La zarza comenzó a arder sólo cuando Moisés la miró. El Mar Rojo no se abrió solo. Se abrió cuando Najshon valerosamente ingresó en él poniendo en riesgo su existencia. Cuando a Martin Buber le preguntaron sus alumnos de Doctorado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, cuál era el párrafo más importante de la Biblia, podía haber contestado: es una pregunta infantil, son todos o son muchos. El gran maestro, no dudó, su respuesta, fue "aquel lugar donde la Divinidad dice al ser humano: marcha delante de mí y se integro". Allí están las claves magistrales. Se espera que el ser humano marche delante y construya la historia, y que lo haga en base a la integridad que le proporciona el ideario moral del judaísmo, expresado en la Tora. El privilegiar la acción "es lo judío del judío".
4. El episodio de los espías tiene una interpretación convencional. Eran doce, escogidos por ser muy destacado en sus tribus. Exploraron Canaan y 10 de ellos dijeron que el pueblo no debía seguir, que era una tierra de peligros, y gigantes, inasequible. Se los llamó traidores. ¿Lo eran realmente?. El Rebe de Lubavitch lo pone en duda. ¿Por qué iban a mentir ellos, que eran de los mejores y no dudaron en asumir el desafío con valentía?. Lo que vieron los hizo temer por el pueblo. Se encontraron con pueblos disolutos, sumidos en el paganismo y la lujuria, sin códigos éticos de ninguna índole. Pensaron en su pueblo que desde que recibió la Tora venía estudiándola en el desierto y elevando cada vez más su nivel espiritual. Si avanzaba hacia estas civilizaciones corruptas, y sin valores, se disolvería en ellas, y sus progresos espirituales no resistirían. Creyeron que lo más sano era aislarse, protegerse recluyéndose. El Rebe dice, no eran traidores, se habían equivocado. El mandato del pueblo judío es justamente el de insertarse en la oscuridad y prender luces, avanzar los valores éticos y morales, ser una luz entre las naciones, llevar adelante el tikum olam, contribuir a reparar el mundo. Ese tikum olam es nuevamente “lo judío del judío”.
5. La historia de Pesaj es plena en avances, frustraciones, miedos, desencantos, momentos de extrema incertidumbre. Sin embargo, algo muy potente la ilumina. Desde el inicio había un Canaan, había una tierra sonada, había esperanza, y ello potencio a los líderes y al pueblo. Esa misma esperanza es la que seguramente llevo a David Ben Gurion a tomar la gran decisión de la Independencia en momentos tan adversos, y a todo el pueblo tras él. Por algo es el título del himno del Estado de Israel, Estado, cuyos logros excepcionales sólo son entendibles cuando se comprende que ese es un pueblo que a pesar de todas contrariedades esta visceralmente animado por la esperanza. La lucha por la libertad, la liberación de los opresores morales internos, la valorización de la acción, la aspiración a reparar el mundo, la esperanza como guía, son parte importante de "lo judío del judío". Son ser judío. Pesaj los transmite y refuerza todos los años. Cada generación vuelve a reaprenderlos para poder aplicarlos a sus propias circunstancias. Allí esta parte de su secreto, por ello significa tanto hoy como hace 3000 años, por eso tiene tanto para decirle a las nuevas generaciones, por eso cantar sus melodías es sentir el corazón feliz por haber nacido judío, y pleno en desafíos formidables. Por eso su mensaje que tiene validez universal, puede llegar como llega con frecuencia a tantos hombres y mujeres libres.
Bernardo Kliskberg es premio al mérito intelectual del Congreso Judío Latinoamericano (CJL).