Y los bendijo Moshé
El Mishkan tiene valor justamente por ser la obra de Israel.
por Rav Azriel Ariel
La terminación de la construcción del Mishkan (Tabernáculo) es descrita en detalle: "Fue terminada toda la obra del Mishkan… y trajeron el Mishkan a Moshé…" (Shmot 39:32-33). Y la reacción de Moshé: "Vio toda la obra, y he aquí que la habían hecho como le había ordenado el Eterno, así la hicieron. Y los bendijo Moshé" (Shmot 39:43).
Un gran momento de entusiasmo: Dos meses y medio de trabajo intensivo han culminado!. Ha llegado el momento de la plasmación del objetivo de la salida de Egipto: "Y sabrán que Yo soy el Eterno, su D's, que los saqué de la tierra de Egipto para residir Yo entre ellos" (Shmot 29:46). Y los Hijos de Israel logran cumplir: No hacen otro becerro de oro, sino que construyen el Mishkan y sus utensilios exactamente "como le había ordenado el Eterno, así lo hicieron". Y por ello, Moshé los bendice: Cuál es la bendición más adecuada en ese momento, cuando se siente todo eso?.
Los midrashim – y Rashi en su comentario, basado en ellos – citan la bendición de nuestro Rav Moshé: "Les dijo, que la Presencia Divina resida sobre la obra de sus manos" (Rashi, Shmot 39:43). Hay dos anhelos que se expresan en esa bendición: En primer lugar, el deseo que el Mishkan cumpla su cometido, como fue dicho "harán un santuario para Mi, y Yo residiré en medio de ellos" (Shmot 25:9).
Pero hay otro aspecto en la bendición de Moshé: Él no se limitó a bendecir que la Presencia Divina se manifieste en el Mishkan, sino que dijo "sobre la obra de sus manos". El Mishkan tiene valor justamente por ser la obra de Israel. Y así dicen nuestros sabios (Ktuvot 5A): "Dijo Bar Kapara, son más grandiosas las obras de los tzadikim (justos) que la creación de los cielos y la tierra. Respecto a la creación de los cielos y la tierra dice el versículo 'Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha extendió los cielos' (Ishaya 48:13). Mientras que respecto a las obras de los tzadikim, está escrito 'en el lugar de Tu morada, que Tú has preparado, Eterno, en el Mikdash que Tus manos, Señor, han afirmado' (Shmot 15:17)". La creación del mundo expresa sólo una "mano" Divina, mientras que la construcción del Mishkan expresa dos "manos": La mano Divina, y la mano humana que actúan juntas. Y para ser más exactos: Hay dos manos Divinas, la mano que actúa en forma directa, en forma milagrosa, y la mano Divina que actúa en el mundo a través del cuerpo y la personalidad del hombre, en forma natural. El sentido de la bendición de Moshé es muy profundo: Que la Presencia Divina – celestial – resida en las obras de las manos de los constructores del Mishkan – terrenales, humanos. Justamente por tratarse de una obra terrenal, humana, es merecedora que se manifieste en ella la Presencia Divina - cuya meta es la plasmación de la Palabra de D's en la tierra.
De acuerdo a ello podremos comprender el comentario de Rashi a continuación, valiéndonos de las insinuaciones del Rav Kuk (Shmona Kvatzim 3:348). La bendición de Moshé no termina allí, sino que él agrega el último versículo de "Tfila LeMoshé" (Tehilim 90): "Que el agrado del Eterno, nuestro D's, esté sobre nosotros, afirmando la obra de nuestras manos. Afirma la labor de nuestras manos". Ese es el punto central del versículo: El vínculo entre las obras del hombre (nuestras manos) y la manifestación de D's en el mundo (el agrado del Eterno, nuestro D's). Ese vínculo se encuentra en la base de la obra del Mishkan. La creación del mundo es llamada "melaja" (obra, en hebreo): "D's concluyó en el séptimo día Su melaja que había hecho, y cesó en el séptimo día de toda Su melaja que había hecho" (Bereshit 2:2). Y también la construcción del Mishkan es llamada "melaja": "Vio toda la melaja, y he aquí que la habían hecho como le había ordenado el Eterno" (Shmot 39:43). Pero el pecado del Primer Hombre en el Gan Eden (Paraíso) maldijo la obra humana: "Maldita será la tierra por tu causa" (Bereshit 3:17). Él fue expulsado del Gan Eden Divino por haber comido del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal – y hacer prevalecer su egoísmo a su misión. Cuando la obra humana no tiene por objetivo la meta que D's fijó – como insinúa el versículo "la que D's había creado, para hacer" (Bereshit 2:3), a través del hombre – entonces es maldecida. La labor de la construcción del Mishkan nos devuelve al Gan Eden perdido, nos devuelve al nivel de "para trabajarlo y cuidarlo" (Bereshit 2:15) - anterior a la expulsión. La corrección se logró cuando toda la obra se hizo exactamente "como le había ordenado el Eterno" – para cumplir con la Voluntad Divina, sin mezclarla con intenciones y aspiraciones humanas egoístas. Y es así que cuando Moshé ve la obra, enseguida los bendice de esa forma.
El "agrado" del que se habla, es el regreso al Gan Eden: Cuando la obra es hecha para cumplir con la Voluntad Divina, eso colma a la persona de una sensación agradable. "El placer y el agrado Divinos, son el contenido más elevado que surge a través del resplandor Divino, que se expresa a través de todos los marcos de vida y existencia" (Olat Reaya Bet 74). En esa situación se elevan y se fortalecen las obras humanas, cuando son orientadas a la corrección del mundo con el Reinado Divino. Su corrección llega en dos planos: "Afirmando la obra de nuestras manos" – a través de nuestra labor y esfuerzo. Y también "afirma la labor de nuestras manos" – a través del contenido Divino que se esconde en ellas.
De esa forma corrige la construcción del Mishkan toda la obra humana, en todo lugar y en todo momento, y la devuelve al nivel del Gan Eden. Y por ello, cuando termina cada Shabat y volvemos a la vida laboral, rogamos: "Que el agrado del Eterno, nuestro D's, esté sobre nosotros, afirmando la obra de nuestras manos. Afirma la labor de nuestras manos".
Majon Meir
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La desproporcionada necesidad de defenderse
Israel empieza a defenderse después de tres años sin responder a la mortífera agresión islamista que inició Hamas desde 2005, cuando dejó Gaza en manos palestinas.
Israel empieza a defenderse después de tres años sin responder a la mortífera agresión islamista que inició Hamas desde 2005, cuando dejó Gaza en manos palestinas. Más de 4.000 cohetes fueron lanzados desde entonces sobre la población civil de Sderot y recientemente decenas cayeron sobre Ashkelon. Ban Ki Moon, continuando con la tradición pro árabe de las Naciones Unidas, dijo el pasado fin de semana que Israel estaba usando "fuerza excesiva" en su respuesta.
La prensa antisemita anda midiendo cada acción para condenar al Estado Judío y torcer la realidad a su gusto, como sucedió con los enfrentamientos del año 2006 en el Líbano, cuando le acusaron de usar una "fuerza desproporcionada" contra los buenos chicos de Jizbalá. Entonces Javier Solana advirtió ante los ataques, que Israel "debe mostrar proporcionalidad en su respuesta".
Existen 1.300 millones de musulmanes y sólo 13 millones de judíos, pero esa desproporción obviamente no cuenta en el foro europeo ni la ONU. ¿Alguna vez se les ocurrió amonestar a los terroristas que atacan civiles sin contemplaciones, en vez de a los que se defienden?
Las desproporciones han sido una constante en la historia de Israel. El 15 de Mayo de 1948, un día después de declarada su independencia, los ejércitos de Egipto, Siria, Jordania, Irak, Arabia Saudita y Líbano invadieron el Estado Judío. Eran más numerosos, estaban mejor entrenados y equipados. Israel prácticamente no tenía ejército. Esa fue una guerra desproporcionada.
En 1956 en la Guerra del Suez, los egipcios contaban con 300.000 tropas, tanques y aviones modernos. Los israelíes tenían 175.000 reservistas y escasos pertrechos. Esa también fue una guerra desproporcionada.
En la Guerra de los Seis Días en 1967, los ejércitos de Egipto, Jordania, Irak y Siria con 1.000.000 de soldados, atacaron a Israel que contaba apenas con 200.000 efectivos. ¡Eso es desproporción! Hasta ese momento nunca se había escuchado de una "causa", ni de un "Estado Palestino". Los palestinos eran jordanos y egipcios, y Jerusalén no era su capital porque no existían como pueblo ni tenían identidad nacional. La demanda de derechos políticos para Palestina es una fabricación del islamismo radical para justificar su agresión a occidente. Por esa razón seguirán buscando cualquier excusa para mantener el conflicto ardiendo, independientemente de todos los esfuerzos y concesiones que haga Israel por llegar a una paz verdadera.
En 1973 Egipto y Siria embistieron contra Israel en el día más sagrado del calendario hebreo, el Yom Kippur. La guerra duró del 6 de Octubre al 26 y los árabes fueron derrotados nuevamente por un ejército desproporcionadamente inferior. Sin embargo los egipcios la consideraron su victoria, porque Israel tardó más tiempo en vencerlos que en 1967. El mismo argumento de Jizbalá, que se sintió triunfador después de su derrota en 2006. Para los árabes, victoria es demorar su capitulación.
Según la prensa, esa última guerra fue la más disímil, Israel se defendió demasiado. Si hubiesen asesinado a miles de israelís nadie hablaría de desproporciones. Parece que estas sólo existen cuando los judíos vencen.
Los antisemitas reclamaron que el contraataque contra Jizbalá fue por sólo dos soldados secuestrados y algunos muertos. ¿Qué se supone que debían hacer, responder exactamente con la misma moneda? ¿Debían secuestrar a dos árabes? ¿Acaso existe un solo país musulmán al que le importe sus súbditos? ¿Desde cuándo las guerras se hicieron para empatar? ¿Quién tiene la autoridad moral para determinar cómo alguien tiene que defenderse ante una agresión mortal? Si uno encuentra a su hija siendo violada ¿debe sodomizar al violador para que el castigo sea parejo?
La única desproporción en los enfrentamientos de Israel con los cobardes mercenarios disfrazados de paisanos, que guardan lanzacohetes en sus casas y disparan desde barrios residenciales poblados de mujeres y niños, es la de los medios de comunicación izquierdistas, que siguen apoyando a los terroristas islámicos. La guerra mediática es definitivamente desproporcionada. Los judíos se convirtieron en los "agresores" por querer vivir en paz, en su patria milenaria, rodeados de los fanáticos de la muerte.
www.josebrechner.com
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Una "nueva página" en las relaciones entre Irán e Irak
La visita de Mahmoud Ahmadinejad, la primera de un presidente iraní a Bagdad, marca el fin de un proceso de normalización del vínculo bilateral.
Ahmadineyad arribó a la capital de Irak en el primer viaje oficial de un mandatario del país persa desde que tuviera lugar la guerra entre ambos países entre 1980 y 1988 y desde el triunfo de la Revolución Islámica en Irán, en 1979.
La presencia de Ahmadineyad coincide con un rebrote de la violencia en el país árabe, en donde 953 personas murieron durante todo el mes de febrero, un 33 % más que el mes anterior, según datos que el Ministerio del Interior iraquí brindara ayer.
Los corresponsales allí apostados aseguran que la visita de dos días es también una muestra fuerte de apoyo al gobierno mayoritariamente chiíta en Bagdad.
Luego de conversar con el presidente Iraquí, Ahmadineyad aseguró que la visita daba vuelta una "nueva página" en las relaciones Irán-Irak.
"Tenemos el mismo entendimiento de cosas y las dos partes están determinadas a fortalecer su cooperación política, económica y cultural", aseguró el líder iraní en una conferencia de prensa conjunta con su contraparte iraquí, Jalal Talabani.
"Un Irak unido, poderoso y desarrollado está en los intereses de todos los países de la región".
Talabani, por su parte, calificó de "histórica" la visita del presidente iraní, la cual tuvo lugar sin la ayuda de EEUU.
En efecto, las fuerzas norteamericanas no participan de la seguridad por la visita y no proveyeron helicópteros para transportar a Ahmadineyad hasta el centro de Bagdad.
En vez de ello, tuvo que viajar en auto a lo largo de la ruta, normalmente peligrosa, que lleva desde el aeropuerto a la residencia del presidente iraquí Jalal Talabani, cerca de la denominada Zona Verde, controlada por EEUU.
Allí fue calurosamente recibido por Talabani, mientras recorría una alfombra roja custodiada por una guardia de honor.
Acusaciones mutuas
EEUU han responsabilizado a Irán de dar ayuda a los militantes chiítas en Irak, una acusación que Teherán niega.
Antes de dirigirse a Bagdad, Ahmadineyad se rió de las acusaciones norteamericanas. "¿No es gracioso que aquéllos que tienen 160.000 soldados en Irak nos acusen de interferir?", preguntó.
Irán y EEUU también están enfrentados en relación con el programa nuclear iraní. Teherán asegura que el mismo está pensado sólo para la generación pacífica de energía, pero Washington y otras capitales occidentales temen que la República Islámica esté tratando de fabricar armas nucleares.
El Consejo de Seguridad de la ONU está considerando actualmente nuevas sanciones contra Irán sobre el tema nuclear y una votación podría tener lugar incluso el lunes.
Adnmundo