
El Tribunal supremo castiga la “conducta impropia” de dos militares
Por Alexandra Sobol para Guysen International News
El Tribunal Supremo israelí decidió cancelar, este miércoles 1 de julio, la sentencia pronunciada contra el teniente coronel Omri Borberg, acusado de mala conducta por haber disparado contra un palestino el pasado mes de septiembre. De esta forma no se muestra insensible a la presión de las asociaciones de defensa de los derechos humanos, que consideraban la sanción demasiado leve.
Fue en Naalin, el 7 de julio de 2008. Ashraf Abu Rahma un palestino que se manifestaba contra la construcción de la cerca de seguridad es detenido por el batallón 71. El sargento L., del batallón 71, que esposa al hombre, le venda los ojos con una tela y confisca su arma. “El oficial me dijo "¡dispare, dispare!"”, había intentado justificarse el soldado durante su audiencia ante la Policía militar de investigación. Y añadió que el disparo estaba destinado “a asustar” al manifestante. Dos metros los separaban, y la bala sale disparada. Hacia el pie. El Palestino de veintisiete años no resulta seriamente herido. Entonces, en agosto de 2008, los Fiscales Generales del ejército, Avihai Mandelblitt y Liron Liebman Mandelblit deciden que el soldado y su superior, el teniente coronel Omri Borberg serán procesados por “conducta impropia” y les imponen una sanción leve. Este miércoles, los jueces Ayala Procaccia, Amnon Rubinstein y Hanan Meltzer decidieron que la sanción debería ser diferente. Por unanimidad, aceptaron el recurso depositado por Abu Rahmeh, y cuatro organizaciones de los derechos humanos. “La distancia moral entre la naturaleza de los hechos por la inculpación y la manera en que fueron evaluados estos hechos - caracterizados de "conducta impropria" - es demasiado grande y no se puede permitir”, declararon los jueces. “Tal puesta en escena revela un incidente grave con respecto a las normas morales que los soldados del ejército israelí, y a fortiori los altos responsables, se sienten en el deber cumplir”, indicó el juez Ayala Procaccia.Por su parte el juez Eliakim Rubinstein citó a Ben Gurión, alegando, como el primer Primer Ministro de Israel, que el ejército israelí obtiene su fuerza de su moralidad. Un simple vídeo cambió la situación. El de la escena, rodada por un adolescente y recuperada por una asociación israelí de los derechos humanos Betzelem. Una prueba poco ambigua. El abogado militar general, que expresó su sorpresa por el anuncio de la decisión del Tribunal supremo, deberá volver revisar la inculpación. Los abogados defensores, Shlomo Tzipori y Udi Ben-Eliezer, declararon que confiaba en el resultado final del juicio. En cuanto al teniente el coronel Omri Borberg, anunció su voluntad de abandonar el ejército.
Por Alexandra Sobol para Guysen International News
El Tribunal Supremo israelí decidió cancelar, este miércoles 1 de julio, la sentencia pronunciada contra el teniente coronel Omri Borberg, acusado de mala conducta por haber disparado contra un palestino el pasado mes de septiembre. De esta forma no se muestra insensible a la presión de las asociaciones de defensa de los derechos humanos, que consideraban la sanción demasiado leve.
Fue en Naalin, el 7 de julio de 2008. Ashraf Abu Rahma un palestino que se manifestaba contra la construcción de la cerca de seguridad es detenido por el batallón 71. El sargento L., del batallón 71, que esposa al hombre, le venda los ojos con una tela y confisca su arma. “El oficial me dijo "¡dispare, dispare!"”, había intentado justificarse el soldado durante su audiencia ante la Policía militar de investigación. Y añadió que el disparo estaba destinado “a asustar” al manifestante. Dos metros los separaban, y la bala sale disparada. Hacia el pie. El Palestino de veintisiete años no resulta seriamente herido. Entonces, en agosto de 2008, los Fiscales Generales del ejército, Avihai Mandelblitt y Liron Liebman Mandelblit deciden que el soldado y su superior, el teniente coronel Omri Borberg serán procesados por “conducta impropia” y les imponen una sanción leve. Este miércoles, los jueces Ayala Procaccia, Amnon Rubinstein y Hanan Meltzer decidieron que la sanción debería ser diferente. Por unanimidad, aceptaron el recurso depositado por Abu Rahmeh, y cuatro organizaciones de los derechos humanos. “La distancia moral entre la naturaleza de los hechos por la inculpación y la manera en que fueron evaluados estos hechos - caracterizados de "conducta impropria" - es demasiado grande y no se puede permitir”, declararon los jueces. “Tal puesta en escena revela un incidente grave con respecto a las normas morales que los soldados del ejército israelí, y a fortiori los altos responsables, se sienten en el deber cumplir”, indicó el juez Ayala Procaccia.Por su parte el juez Eliakim Rubinstein citó a Ben Gurión, alegando, como el primer Primer Ministro de Israel, que el ejército israelí obtiene su fuerza de su moralidad. Un simple vídeo cambió la situación. El de la escena, rodada por un adolescente y recuperada por una asociación israelí de los derechos humanos Betzelem. Una prueba poco ambigua. El abogado militar general, que expresó su sorpresa por el anuncio de la decisión del Tribunal supremo, deberá volver revisar la inculpación. Los abogados defensores, Shlomo Tzipori y Udi Ben-Eliezer, declararon que confiaba en el resultado final del juicio. En cuanto al teniente el coronel Omri Borberg, anunció su voluntad de abandonar el ejército.