MUJERES MUSULMANAS


Represión a los derechos humanos en el Mundo Árabe
Pedro Canales escribe que el mundo árabe, esta región del planeta que va desde el Atlántico hasta el Golfo, y que comprende 22 estados y cerca de 400 millones de habitantes, sigue teniendo pendiente la asignatura de los derechos humanos y las libertades. Según un estudio del Instituto de Estudios de Derechos del Hombre de El Cairo, bajo el título "De la exportación del terrorismo a la exportación de la represión", el panorama de la región es muy sombrío en términos de derechos y libertades. Pedro Canales es corresponsal diplomático del periódico digital "El Imparcial" en el mundo árabe.
Bajo este título evocador, "De la exportación del terrorismo a la exportación de la represión", el Instituto de Estudios de Derechos del Hombre de El Cairo, acaba de hacer público un informe en el que constata la precaria situación de los países árabes en cuanto a derechos humanos se refiere.
Al tiempo que se verifica que "los extremistas islámicos están cada vez menos en el punto de mira, la represión se intensifica hacia los reformistas, los defensores de los derechos del Hombre, la prensa independiente, los periódicos digitales y los líderes de los movimientos de protesta y otras formas de acción política en los países árabes", afirma el estudio.
Quizás el elemento más sorprendente y preocupante es la constatación de que "se está exportando la represión local creciente fuera del mundo árabe a través de los mecanismos internacionales de la ONU y de la llamada Iniciativa de Partenariado Euromediterráneo". Represión dirigida a diferentes organizaciones de la sociedad civil críticas con los regímenes en el poder.
Este Instituto cairota ha hecho un análisis detallado de diferentes países, Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos, Arabia Saudita, Bahrain, Siria, Iraq, Palestina, Sudán, Líbano y Yemen, y en ellos ha constatado una degradación general de los derechos y libertades.
La Liga de Estados Árabes, organismo supranacional que agrupa a los 22 países del área geográfica, "muestra cada día más tendencias autoritarias". El estudio pone como ejemplo el apoyo de la Liga a los organizadores del golpe de Estado militar en Mauritania que en agosto pasado derrocó a un gobierno legítimo salido de las urnas. "También ha apoyado al régimen sudanés, responsable de las masacres en Darfur".
Analizando la situación en Yemen, Iraq, Sudán y Líbano, entre otros, el estudio señala "el aumento de las tensiones étnicas, sectarias y religiosas", y añade los ejemplos la discriminación de los chiitas en Bahrain y en Arabia Saudita, la represión a la minoría kurda en Siria, y el fanatismo religioso creciente en Egipto, donde el gobierno cierra los ojos ante la marginación de los siete millones de cristianos coptos. En Arabia Saudita y en Argelia, constata el informe, también aumenta la represión a las libertades religiosas.
En el terreno político el Instituto de El Cairo pone en evidencia el bloqueo existente. "La alternancia pacífica y democrática y los cambios de poder y de gobierno son prácticamente imposibles de realizar". Y en este capítulo tampoco se libran los países llamados "moderados", como Argelia y Túnez, por ejemplo, donde se modifica arbitrariamente la Constitución "para permitir a los presidentes de turno repetir mandato".
En pocas palabras, el Informe del Instituto de Estudios de los Derechos Humanos de Egipto se muestra profundamente pesimista en cuanto al porvenir inmediato de la región en lo que a derechos y libertades se refiere.
Fuente: Periódico digital El Imparcial

Ojo por ojo en Irán
El integrismo religioso alimenta una justicia vengativa incluso contra menores
El editorial del periódico El País sostiene que el integrismo religioso que sustenta y modela al régimen iraní no sólo inspira un sistema penal vulnerador de derechos de la persona, como el castigo incluso con pena de muerte de las relaciones homosexuales, sino que alimenta una justicia vengativa que no perdona siquiera a los menores. En la actualidad, 150 adolescentes iraníes esperan en las cárceles la hora de su ejecución por ahorcamiento. Resulta hipócrita esperar a que el menor alcance la mayoría de edad para ejecutar la sentencia, como si ello le despojara de la crueldad propia de una justicia regida por el bárbaro ojo por ojo de la ley del talión. Como lo es defender que la homosexualidad no se castiga, sino sólo su práctica.
Editorial El Pais 7/12/2008