El cardenal Kasper defiende rezo por la conversión de los judíos El máximo cardenal del Vaticano a cargo de las relaciones con los judíos negó el jueves que una nueva oración por su conversión sea ofensiva, y afirmó que los católicos tienen derecho a rezar como desean.
El cardenal Walter Kasper habló en una entrevista con un medio italiano, un día después de que los líderes mundiales del judaísmo revelaran que la nueva oración podría implicar un retroceso tras décadas de diálogo interreligioso.
"Debo decir que no puedo entender por qué los judíos no pueden aceptar que podemos hacer uso de nuestra libertad de formular nuestras oraciones", dijo el alemán Kasper, al Corriere Della Sera.
El martes el Vaticano revisó la utilización de una discutida oración latina empleada por una minoría tradicionalista en el Viernes Santo, eliminando una referencia a la "ceguera" judía sobre Cristo y suprimiendo una frase que pide a Dios "eliminar el velo de sus corazones".
Pero los judíos criticaron la nueva versión porque aún dice que deberían reconocer a Jesucristo como el salvador de todos los hombres. Pide que "todo Israel pueda ser salvado," y mantiene una súplica con respecto a la conversión que los líderes judíos quieren que se omita.
"Pensamos que racionalmente, esta oración no puede ser un obstáculo al diálogo porque refleja la fe de la Iglesia y, lo que es más, los judíos tienen oraciones en sus textos litúrgicos que a nosotros, los católicos, no nos gustan", comunicó Kasper.
"Uno debe aceptar y respetar las diferencias", agregó el cardenal, que encabeza la oficina del Vaticano que supervisa las relaciones religiosas con los judíos.
El año pasado, grupos judíos se quejaron cuando el Papa emitió un decreto permitiendo un uso más amplio del antiguo estilo de misa latina y un misal, o libro de oraciones, que dejó de utilizarse tras las reformas del Concilio Vaticano Segundo, que se reunió entre 1962 y 1965.
Los judíos protestaron nuevamente contra la reintroducción de la antigua oración por la conversión de los judíos, y solicitaron al Papa que la cambie.
Pero importantes organizaciones mundiales judías, como la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), el Comité Judío Americano y el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas, criticaron la nueva versión.
"Mientras que apreciamos que se ha eliminado parte del lenguaje de desaprobación (...) estamos profundamente preocupados y decepcionados porque se mantuvo intacto el marco e intención de la petición a Dios para que los judíos acepten a Jesús como el Señor", dijo en un comunicado Abraham Foxman, director nacional de ADL para Estados Unidos.
Por Philip Pullella
El diario del Vaticano l'Osservatore Romano publicó la nueva versión de la plegaria en latín y dijo que debería ser utilizada por la minoría tradicionalista a partir de este Viernes Santo, el 21 de marzo.
Además de la omisión de la palabra "ceguera", la nueva plegaria también extrae una frase que pedía que Dios "retire el velo de sus corazones".
Pero la nueva plegaria expresa el deseo de que los judíos reconozcan a Cristo.
Grupos judíos habían protestado contra la antigua plegaria y habían pedido al Pontífice que la cambiara. Según una traducción no oficial del latín, la nueva plegaria dice en parte:
"Recemos también por los judíos. Que Dios nuestro Señor ilumine sus corazones para que reconozcan a Jesucristo como el salvador de todos los hombres".
También pide que Dios "salve a todo Israel".
Grupos judíos se quejaron el año pasado cuando el Papa emitió un decreto que permitía un uso más amplio de la tradicional misa en latín y por un libro de plegarias retirado después de las reformas del Concilio Vaticano Segundo (1962-65).
"Es menos ofensivo en su lenguaje, pero aún contradice los cambios que trajo el fallecido Papa Juan Pablo II", dijo Abe Foxman, director nacional de la Liga Antidifamación de Estados Unidos.
"Juan Pablo II enseñó que el pueblo judío es el hermano mayor de los católicos y que el judaísmo tiene sus propios meritos y viabilidad. El lenguaje es mejor pero aún plantea problemas", dijo Foxman a Reuters por teléfono.
Por Philip Pullella
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Hay que corregir el déficit del liderazgo
Existe un viejo dicho yídish que dice que un pescado apesta desde la cabeza.
por Isi Leibler
Existe un viejo dicho yídish que dice que un pescado apesta desde la cabeza. Esto se aplica ciertamente a nuestra nación, cuyos líderes no están capacitados para gobernar.
Es algo barroco escuchar a nuestro primer ministro emplear su renombrado talento para la confusión mediática y retratar sin vergüenza alguna el informe de la Comisión Winograd diciendo que "ha limpiado mi nombre" y "apartado de mí el estigma moral". Mientras que el informe sí exonera a Ehud Olmert de estar motivado por consideraciones personales a la hora de lanzar la controvertida operación sobre el terreno al final de la guerra que se saldó con la muerte de 33 soldados, ciertamente ese nunca fue el asunto central. En la práctica pudiera haber sido una pista falsa.
El devastador informe, compilado por un comité elegido personalmente a dedo por el primer ministro, reitera su condena inicial al desastroso juicio de Olmert a lo largo de todo el curso de la guerra, que redundó en "una importante y principal oportunidad perdida" de infligir una importante derrota a Hezbolá y restaurar la rota disuasión de Israel.
Winograd sigue adelante para destacar que "nuestra reticencia a establecer responsabilidades individuales no debe ser interpretada como conclusión de que tales responsabilidades no existan". El informe, que emplea la palabra "fracaso" 190 veces y "defecto" 213 veces, afirma inequívocamente que "los mismos fallos y errores serios" en "los procedimientos de toma de decisiones" y en "el pensamiento de la planificación estratégica" identificados en las conclusiones preliminares prevalecieron a lo largo de cada uno de los 34 días de guerra.
Nunca un tribunal israelí independiente ha sido tan explícito a la hora de culpar a nuestros líderes políticos del fracaso en una guerra. Para Olmert, que prometía de manera arrogante que permanecería en el cargo al margen de los descubrimientos del informe, afirmar cínicamente que tales conclusiones le exoneran e incluso le reivindican supone una mofa a la transparencia pública y compromete seriamente el ethos democrático de la nación. Ello solamente va a intensificar la extendida rabia de los israelíes a lo largo de todo el espectro político.
Más espantoso es que durante los 18 meses desde el conflicto Olmert no haya interiorizado las lecciones de la guerra. Hoy sigue implementando políticas que nunca han sido aprobadas formalmente ni debatidas en el marco adecuado siquiera la Knesset. Una vez más volvemos a visitar el desacreditado camino del apaciguamiento, haciendo concesiones a un socio deshonesto que sólo cuenta con su palabra, que es incapaz de retribuir algo, y que al hacerlo, refuerza a los terroristas.
Las concesiones de Olmert a Mahmoud Abbás incluyen rendir nuestra insistencia absoluta hasta la fecha de conservar fronteras defendibles; abandonar exigencias de seguridad antes no negociables que ya han costado vidas israelíes; lanzar globos sonda de dividir Jerusalén y entregar a los palestinos la jurisdicción del Monte del Templo; liberar a cientos de terroristas y prepararse para liberar a más; y proporcionar armamento a los palestinos que, en el futuro, es casi seguro que será empleado contra nosotros.
¿Qué nos ha ofrecido Mahmoud Abbás a cambio? ¡Exactamente nada! Pero nuestro impotente socio de paz sí reiteraba que nunca reconocería a Israel como estado judío y describía cómo no negociable el "derecho de retorno" de refugiados palestinos, lo cual redunda en la destrucción del estado judío.
Las fuerzas de seguridad en su nómina siguen matando judíos, y la incitación en las zonas bajo su jurisdicción, lejos de desaparecer, se encuentra en la práctica en un punto álgido nunca visto, con jardines de infancia que siguen moldeando a los niños para que aspiren al martirio matando judíos.
Y cuando Israel sopesa una posible invasión de Gaza para detener el lanzamiento de misiles de Hamas contra Sderot, Abbás dice que se alinearía con Hamas.
Finalmente, la ciudadanía israelí de Sderot y las zonas colindantes ha sido convertida en refugiados en su propio país. Conforme la calidad de los misiles y sus radios de acción mejoran, zonas más grandes de Israel se encuentran dentro del alcance del ataque de los misiles.
Habiendo acostumbrado durante años a la comunidad internacional a que se lancen misiles contra civiles israelíes, se espera ahora que sigamos prestando servicios a los palestinos de esas zonas con electricidad y combustibles por "motivos humanitarios" -- algo que ninguna otra nación normal del mundo tolera de manera concebible.
Lo que es peor, mientras Hamas intenta copiar la infraestructura de Hezbolá en Gaza, el gobierno Olmert, con las amargas consecuencias conocidas de haber fracasado a la hora de tomar medidas preventivas en el Líbano, de nuevo permanece pasivo a la espera de que terroristas de Hamas reforzados nos ataquen en el momento que elijan.
El ataque de este lunes contra Dimona bien podría ser la primera señal de un Hamas reforzado por sus últimos avances en Rafah.
Alternativamente, el gobierno israelí podría estar a la espera del inevitable desastre cuando, que Dios no lo quiera, un misil aterrice finalmente contra un jardín de infancia, un hospital o una infraestructura importante, obligando responder.
Si Olmert permanece en el cargo, ello garantiza virtualmente que nuestra relación con nuestros vecinos y el mundo siga hundiéndose en un pozo sin fondo. Durante estos tortuosos tiempos en los que afrontamos verdaderamente amenazas existenciales, no podemos permitirnos ser como un barco sin timón.
Si nuestros hijos acaban obligados a luchar en una guerra futura, más que nunca deberemos escuchar atentamente el Informe Winograd, que reza claramente que necesitamos un primer ministro en el que la gente pueda confiar. También necesitamos un líder en el que la nación confíe que sea capaz de negociar una paz sin ser desviada constantemente su atención por asuntos relativos a su supervivencia política.
La dirección política tiene que estar vinculada a nuestro descuidado marco económico y social, que también necesita de atención con urgencia. Hay necesidad de reformar el sistema educativo, cuyos estándares se han erosionado hasta un nivel espantoso. La ausencia de un plan de estudios central para unificar las corrientes educativas secular, nacional-religiosa, haredi y árabe está estimulando una tribalización donde debería estar unificando.
La erosión del diálogo y el acomodo mutuo entre los religiosos y los seculares estimula la creciente polarización y el extremismo. Hace mucho tiempo que es hora de un reacondicionamiento de los sistemas sanitario, social, de abastecimiento y conservación. Existe una necesidad real de planificación y reforma a largo plazo. No podemos esperar de manera realista y cualquiera de estos asuntos cruciales sea tratado adecuadamente por este gobierno.
Bajo Olmert, Israel seguirá siendo una nación bajo acoso encabezada por un líder fracasado y que no ha absorbido las amargas lecciones de errores pasados. El peso de la responsabilidad del cambio descansa en esos miembros de la Knesset que hasta la fecha no han actuado en favor del interés nacional a causa de su egoísta agenda personal.
El cinismo definitivo queda plasmado en Ehud Barak, que violaba sin tapujos su promesa de dimitir tras conocerse el informe; y por el Partido Shas, el cual traiciona a sus beligerantes partidarios a cambio de asignaciones económicas de fondos públicos a corto plazo; y por esos santurrones miembros del Kadima que esperan a ver en qué sentido sopla el viento.
El otro factor que opera en favor de Olmert es el odio obsesivo a, y la agitación frente a su sucesor más probable, Binyamin Netanyahu, según lo reflejado en los medios hebreos.
Se nos ha bendecido con una gente increíblemente firme y creativa. Ahora, antes de que sea demasiado tarde, nosotros los ciudadanos israelíes tenemos que ejercer el poder popular, presionando a esos fracasados y disfuncionales miembros de la Knesset que están más preocupados por conservar sus carteras que por promover el interés de la nación en derribar el gobierno.
Fue otro líder fracasado, el ministro de defensa Ehud Barak, el que no hace mucho decía: "Necesitamos un nuevo líder en el que podamos confiar y que sitúe los intereses de la nación por delante de su agenda personal y su supervivencia política".
Pero, paradójicamente, el político más responsable hoy de conservar a Olmert en el poder no es otro que el propio Ehud Barak.
Fuente : Isi Leibler preside el comité de relaciones diáspora-Israel del Jerusalem Center for Public Affairs.
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El nuevo presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, perdio 57 miembros de su familia a manos de los Nazis .
por Isi Leibler
Existe un viejo dicho yídish que dice que un pescado apesta desde la cabeza. Esto se aplica ciertamente a nuestra nación, cuyos líderes no están capacitados para gobernar.
Es algo barroco escuchar a nuestro primer ministro emplear su renombrado talento para la confusión mediática y retratar sin vergüenza alguna el informe de la Comisión Winograd diciendo que "ha limpiado mi nombre" y "apartado de mí el estigma moral". Mientras que el informe sí exonera a Ehud Olmert de estar motivado por consideraciones personales a la hora de lanzar la controvertida operación sobre el terreno al final de la guerra que se saldó con la muerte de 33 soldados, ciertamente ese nunca fue el asunto central. En la práctica pudiera haber sido una pista falsa.
El devastador informe, compilado por un comité elegido personalmente a dedo por el primer ministro, reitera su condena inicial al desastroso juicio de Olmert a lo largo de todo el curso de la guerra, que redundó en "una importante y principal oportunidad perdida" de infligir una importante derrota a Hezbolá y restaurar la rota disuasión de Israel.
Winograd sigue adelante para destacar que "nuestra reticencia a establecer responsabilidades individuales no debe ser interpretada como conclusión de que tales responsabilidades no existan". El informe, que emplea la palabra "fracaso" 190 veces y "defecto" 213 veces, afirma inequívocamente que "los mismos fallos y errores serios" en "los procedimientos de toma de decisiones" y en "el pensamiento de la planificación estratégica" identificados en las conclusiones preliminares prevalecieron a lo largo de cada uno de los 34 días de guerra.
Nunca un tribunal israelí independiente ha sido tan explícito a la hora de culpar a nuestros líderes políticos del fracaso en una guerra. Para Olmert, que prometía de manera arrogante que permanecería en el cargo al margen de los descubrimientos del informe, afirmar cínicamente que tales conclusiones le exoneran e incluso le reivindican supone una mofa a la transparencia pública y compromete seriamente el ethos democrático de la nación. Ello solamente va a intensificar la extendida rabia de los israelíes a lo largo de todo el espectro político.
Más espantoso es que durante los 18 meses desde el conflicto Olmert no haya interiorizado las lecciones de la guerra. Hoy sigue implementando políticas que nunca han sido aprobadas formalmente ni debatidas en el marco adecuado siquiera la Knesset. Una vez más volvemos a visitar el desacreditado camino del apaciguamiento, haciendo concesiones a un socio deshonesto que sólo cuenta con su palabra, que es incapaz de retribuir algo, y que al hacerlo, refuerza a los terroristas.
Las concesiones de Olmert a Mahmoud Abbás incluyen rendir nuestra insistencia absoluta hasta la fecha de conservar fronteras defendibles; abandonar exigencias de seguridad antes no negociables que ya han costado vidas israelíes; lanzar globos sonda de dividir Jerusalén y entregar a los palestinos la jurisdicción del Monte del Templo; liberar a cientos de terroristas y prepararse para liberar a más; y proporcionar armamento a los palestinos que, en el futuro, es casi seguro que será empleado contra nosotros.
¿Qué nos ha ofrecido Mahmoud Abbás a cambio? ¡Exactamente nada! Pero nuestro impotente socio de paz sí reiteraba que nunca reconocería a Israel como estado judío y describía cómo no negociable el "derecho de retorno" de refugiados palestinos, lo cual redunda en la destrucción del estado judío.
Las fuerzas de seguridad en su nómina siguen matando judíos, y la incitación en las zonas bajo su jurisdicción, lejos de desaparecer, se encuentra en la práctica en un punto álgido nunca visto, con jardines de infancia que siguen moldeando a los niños para que aspiren al martirio matando judíos.
Y cuando Israel sopesa una posible invasión de Gaza para detener el lanzamiento de misiles de Hamas contra Sderot, Abbás dice que se alinearía con Hamas.
Finalmente, la ciudadanía israelí de Sderot y las zonas colindantes ha sido convertida en refugiados en su propio país. Conforme la calidad de los misiles y sus radios de acción mejoran, zonas más grandes de Israel se encuentran dentro del alcance del ataque de los misiles.
Habiendo acostumbrado durante años a la comunidad internacional a que se lancen misiles contra civiles israelíes, se espera ahora que sigamos prestando servicios a los palestinos de esas zonas con electricidad y combustibles por "motivos humanitarios" -- algo que ninguna otra nación normal del mundo tolera de manera concebible.
Lo que es peor, mientras Hamas intenta copiar la infraestructura de Hezbolá en Gaza, el gobierno Olmert, con las amargas consecuencias conocidas de haber fracasado a la hora de tomar medidas preventivas en el Líbano, de nuevo permanece pasivo a la espera de que terroristas de Hamas reforzados nos ataquen en el momento que elijan.
El ataque de este lunes contra Dimona bien podría ser la primera señal de un Hamas reforzado por sus últimos avances en Rafah.
Alternativamente, el gobierno israelí podría estar a la espera del inevitable desastre cuando, que Dios no lo quiera, un misil aterrice finalmente contra un jardín de infancia, un hospital o una infraestructura importante, obligando responder.
Si Olmert permanece en el cargo, ello garantiza virtualmente que nuestra relación con nuestros vecinos y el mundo siga hundiéndose en un pozo sin fondo. Durante estos tortuosos tiempos en los que afrontamos verdaderamente amenazas existenciales, no podemos permitirnos ser como un barco sin timón.
Si nuestros hijos acaban obligados a luchar en una guerra futura, más que nunca deberemos escuchar atentamente el Informe Winograd, que reza claramente que necesitamos un primer ministro en el que la gente pueda confiar. También necesitamos un líder en el que la nación confíe que sea capaz de negociar una paz sin ser desviada constantemente su atención por asuntos relativos a su supervivencia política.
La dirección política tiene que estar vinculada a nuestro descuidado marco económico y social, que también necesita de atención con urgencia. Hay necesidad de reformar el sistema educativo, cuyos estándares se han erosionado hasta un nivel espantoso. La ausencia de un plan de estudios central para unificar las corrientes educativas secular, nacional-religiosa, haredi y árabe está estimulando una tribalización donde debería estar unificando.
La erosión del diálogo y el acomodo mutuo entre los religiosos y los seculares estimula la creciente polarización y el extremismo. Hace mucho tiempo que es hora de un reacondicionamiento de los sistemas sanitario, social, de abastecimiento y conservación. Existe una necesidad real de planificación y reforma a largo plazo. No podemos esperar de manera realista y cualquiera de estos asuntos cruciales sea tratado adecuadamente por este gobierno.
Bajo Olmert, Israel seguirá siendo una nación bajo acoso encabezada por un líder fracasado y que no ha absorbido las amargas lecciones de errores pasados. El peso de la responsabilidad del cambio descansa en esos miembros de la Knesset que hasta la fecha no han actuado en favor del interés nacional a causa de su egoísta agenda personal.
El cinismo definitivo queda plasmado en Ehud Barak, que violaba sin tapujos su promesa de dimitir tras conocerse el informe; y por el Partido Shas, el cual traiciona a sus beligerantes partidarios a cambio de asignaciones económicas de fondos públicos a corto plazo; y por esos santurrones miembros del Kadima que esperan a ver en qué sentido sopla el viento.
El otro factor que opera en favor de Olmert es el odio obsesivo a, y la agitación frente a su sucesor más probable, Binyamin Netanyahu, según lo reflejado en los medios hebreos.
Se nos ha bendecido con una gente increíblemente firme y creativa. Ahora, antes de que sea demasiado tarde, nosotros los ciudadanos israelíes tenemos que ejercer el poder popular, presionando a esos fracasados y disfuncionales miembros de la Knesset que están más preocupados por conservar sus carteras que por promover el interés de la nación en derribar el gobierno.
Fue otro líder fracasado, el ministro de defensa Ehud Barak, el que no hace mucho decía: "Necesitamos un nuevo líder en el que podamos confiar y que sitúe los intereses de la nación por delante de su agenda personal y su supervivencia política".
Pero, paradójicamente, el político más responsable hoy de conservar a Olmert en el poder no es otro que el propio Ehud Barak.
Fuente : Isi Leibler preside el comité de relaciones diáspora-Israel del Jerusalem Center for Public Affairs.
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El nuevo presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, perdio 57 miembros de su familia a manos de los Nazis .
En el siglo XV, la familia Mallah (en hebreo: mensajero O angel)escapo de la inquisicion espnola a Provence, Francia y cerca de cien anos despues llega a Salonica. En Grecia, varios miembros de la familia fueron prominentes lideres sionistas, activos en la vida politica, economica, social y cultural local y nacional. Hoy en dia muchos Mallahs siguen siendo sionistas activos alrededor del mundo.
El abuelo de Sarkozy, Aaron Mallah, apodado Beniko, nacio en 1890. Su tio, Moshe, era un rabino muy conocido y un sionista devoto que, en 1898 publica y corrigio el "EL Avenir", principal documento del movimiento nacional sionista en la Grecia de ese entonces.
Su primo, Asher, era senador en el senado griego y en 1912 ayudo a garantizar el establecimiento del Technion, la universidad tecnologica de la elite en Haifa, Israel. En 1919 lo eligieron primer presidente de la federacion sionista de Grecia y dirigio el Consejo Sionista por varios anos. En Los anos 30 ayudo a judios a huir a Israel, lugar al que el mismo emigro en 1934.
Otro de los primos de Beniko, Peppo Mallah, era un filantropo de Las causas judias y en el ano 1920 el parlamento griego le ofrecio la posibilidad de ser Ministro de Finanzas, pero no acepo la designacion. Despues del establecimiento del Estado de Israel Peppo Mallah se encargo del envio del primer diplomatico del pais a Grecia.
En 1917 un gran incendio destruyo gran parte de Salonica y la familia Mallah se vio seriamente daniada. Muchas propiedades pertenecientes a familias judias fueron expropiadas por el gobierno griego, incluidas las de los Mallah.
Parte de la poblacion judia emigro de Grecia y muchas familias de Salonica, incluidos algunos de los Mallah, abandonaron el pais para viajar a Francia, America e Israel. El abuelo de Sarkozy, Beniko, emigro a Francia donde se convirtio al catolicismo y cambio su nombre a Benedicto para casarse con una francesa cristiana llamada Adile Bouvier. Adile y Benedicto tuvieron dos hijas, Susanne y Andrie.
Aunque Benedicto se integro completamente a la sociedad francesa, nunca dejo de permanecer cerca de su familia, origen y cultura judios. Durante la Segunda Guerra Mundial el y su familia se ocultaron en la Croisille,en la region de Corroze, Francia occidental de Marcilla
Durante el Holocausto, muchos de los Mallahs que quedaron en Salonica o que se establecieron en Francia, fueron deportados a los campos de concentracion y de exterminio. En total, cincuenta y siete miembros de la familia fueron asesinados por los nazis. Los testimonios revelan que muchos de ellos se rebelaron y que Buena Mallah, fue usada para experimentos medicos en el campo de concentracion de Birkenau.
En el ano 1950, la hija de Benedicto, Andre, se caso con Pal Nagy Bosca y Sarkozy, descendiente de una aristocratica familia hungara. Tuvieron tres hijos, Nicolas fue el menor. En el ano 1960 el matrimonio se disolvio y Andre crio a sus tres hijos junto a Benedicto. Nicolas estuvo siempre muy cerca de su abuelo a quien consideraba casi un padre y por quien sintia una gran admiracion. Pasaba horas con el, escuchando sus historias sobre la ocupacion nazi, sobre la resistencia francesa, sobre De Gaulle y el Desembarco de Normand?a. Nicolas recibio de su abuelo sus convicciones politicas.
La familia Sarkozy vivio en Paris hasta la muerte de Benedicto en el ano 1972, despues de lo cual se trasladaron a Neuilly-sur-Jabega para estar mas cerca del padre de los muchachos. Nicolas tuvo que vender flores y helados para pagar sus estudios. Sin embargo, la fascinacion por la politica lo llevo a ser el alcalde mas joven del pueblo, cargo que ocupo durante 20 anos.
El resto es historia !!!! ...
(Fuente: E J Press)
Interesante la historia de la familia Sarkozy. Dicen que es mas interesante la de su actual esposa la Carla Bruni, tambien judia y mucho mas linda que el.
Viene de una familia judia del Norte de Italia, los Bruni Tedeschi, muy ricos, medio aristocraticos y un poco asimilados.
Todo eso no le impidio juntarse con gente de poder, convertirse en modelo e inclusive posar desnuda.
Y como si fuera poco puede convertirse en la primera dama de Francia.
Y todo entre judios o semi judios.
Viene de una familia judia del Norte de Italia, los Bruni Tedeschi, muy ricos, medio aristocraticos y un poco asimilados.
Todo eso no le impidio juntarse con gente de poder, convertirse en modelo e inclusive posar desnuda.
Y como si fuera poco puede convertirse en la primera dama de Francia.
Y todo entre judios o semi judios.