
Del Líbano a Dimona - Correr sin salir del lugar
Akiva Eldar
El atentado suicida en Dimona y el incesante bombardeo de cohetes Kassam sobre Sderot revelan que la "carrera de Israel sin salir del lugar" no comenzó ni terminó con la Segunda Guerra del Líbano. La Comisión Winograd pregunta cómo es posible que una guerra que duró más de um mes haya acabado sin ninguna victoria, ni militar, ni diplomática. Es conveniente saber que la guerra contra Hamás ya lleva más de siete años y la victoria parece tan lejana como el horizonte diplomático.
La Comisión se queja de que el ejército más poderoso del Medio Oriente, con una superioridad aérea total, además de fuerza y tecnología, fue incapaz de derrotar a Hesbollah, "una organización semi-militar con algunos pocos miles de combatientes". Este mismo ejército fuerte, juntamente con todos los demás servicios de seguridad israelíes, controla Cisjordania y Gaza hace más de 40 años - y tiene allí una supremacía total - pero es incapaz de derrotar a Hamás, cuyas fuerzas y armamentos son inferiores a los de Hesbollah.
La dificultad de aprender
Los últimos hechos muestran que la dirigencia israelí no aprendió la principal lección de la Segunda Guerra del Líbano. El Informe Winograd desperdició la oportunidad de realizar un verdadero cambio de dirección. En vez de focalizar el problema central sobre cómo un país fuerte debe medirse con "una organización semi-militar con varios miles de combatientes", la Comisión corre sin salir del lugar, entre "el proceso de la toma de decisiones" y la "actitud del Gobierno". Ésto me recuerda a un comentarista de boxeo que analizaba en profundidad las acciones de un pugilista, al mismo tiempo que ignoraba al otro. Como si las acciónes de uno no influirían en las respuestas del segundo.
Los líderes de Hamás y Hesbollah saben que no tienen poder para derrotar a Israel. Para ellos es suficiente ganar algunos puntos de la opinión pública árabe y palestina y alguna simpatía en Occidente, por medio de fotografías de niños ensangrentados y de civiles sentados sobre las ruinas de sus casas.
Caer en la trampa
Ambas organizaciones conocen la sensibilidad de los políticos israelíes para con sus soldados cautivos, y los provocan para que entren al ring. Si la acción terrestre en el Líbano hubiese durado algunos días más y acabara en una "victoria militar", los centenares de miles de refugiados chiítas que huyeron para el norte amenazarían con derribar al gobierno de Fuad Siniora. EE.UU advirtió en su momento a Ehud Olmert sobre el peligro de que Hesbollah se apodere de Beirut, lo que transformaría al Líbano en un satélite de Irán. Una continuación de la guerra hubiera llevado a Israel a elegir entre someterse a la exigencia americana de retirar sus fuerzas o a entrar en crisis con su principal aliado. Los países árabes, que de entrada apoyaron la operación contra Hesbollah - como Arabia Saudita -, también hubiesen cambiado de dirección en contra de Israel. La recompensa por tal gloriosa conquista militar acabaría siendo una gran derrota diplomática.
La ilusión de la fuerza
La operación "Escudo defensivo" - en la época del Gobierno de Ariel Sharón - fue considerada un éxito militar. Tzáhal se apoderó de los bastiones armados de la militancia palestina y redujo significativamente el número de ataques terroristas. Pero la acción no solucionó ningún problema estratégico. La situación sólo empeoró.El ala moderada palestina se desmoronó y dio lugar a los islamistas radicales. Hoy, Hamás controla la Franja de Gaza y los servicios de seguridad temen que Cisjordania vaya por el mismo camino. Hamás ya consiguió provocar serios problemas entre Israel y Egito. Jordania está preocupada con el peligro de que una turba palestina enfurecida irrumpa en su territorio desde su frontera con Cisjordania.
Podría decirse en "defesa" de Olmert, que su gran amigo, George W. Bush, líder de la mayor potencia mundial, también aprendió a duras penas que la supremacía militar no es siempre una garantía de victoria. EE.UU ocupó Irak con una desvastadora operación aérea y una acción terrestre determinada. Desde entonces, sólo corre sin salir del lugar, contando sus víctimas. Olmert no es el único afectado por este bloqueo mental: su principal rival actual, el ex primer ministro, Binyamín Netanyahu, jamás aprendió los límites de la fuerza. Netanyahu admitió ante la Comisión Winograd que apoyó la guerra en el Líbano porque "los objetivos definidos por el Gabinete eran muy valiosos".
La asimetría en el conflito con los palestinos, así como en el escenario libanés, hace que la superioridad militar de Israel sea irrelevante, y que a veces hasta se convierta en una espada de doble filo. En vez de luchar por victorias militares, Israel haría mejor si se empeñara en conseguir conquistas diplomáticas. Después de siete años en los cuales trató de obtener objetivos vitales por medio de las armas, los embargos y las retiradas unilaterales, el Estado retornó al principio del juego: el esfuerzo para llegar a acuerdos diplomáticos que incluyan arreglos de seguridad. El problema es que, también en ese escenario, estamos corriendo sin salir del lugar, rumbo al próximo conflicto sin victoria.
* * * * * * * *
Ídolos con pies de barro
Conjeturemos, aunque cosas así ya las hemos visto y oído en tiempo real...
por Mario Linovesky
Akiva Eldar
El atentado suicida en Dimona y el incesante bombardeo de cohetes Kassam sobre Sderot revelan que la "carrera de Israel sin salir del lugar" no comenzó ni terminó con la Segunda Guerra del Líbano. La Comisión Winograd pregunta cómo es posible que una guerra que duró más de um mes haya acabado sin ninguna victoria, ni militar, ni diplomática. Es conveniente saber que la guerra contra Hamás ya lleva más de siete años y la victoria parece tan lejana como el horizonte diplomático.
La Comisión se queja de que el ejército más poderoso del Medio Oriente, con una superioridad aérea total, además de fuerza y tecnología, fue incapaz de derrotar a Hesbollah, "una organización semi-militar con algunos pocos miles de combatientes". Este mismo ejército fuerte, juntamente con todos los demás servicios de seguridad israelíes, controla Cisjordania y Gaza hace más de 40 años - y tiene allí una supremacía total - pero es incapaz de derrotar a Hamás, cuyas fuerzas y armamentos son inferiores a los de Hesbollah.
La dificultad de aprender
Los últimos hechos muestran que la dirigencia israelí no aprendió la principal lección de la Segunda Guerra del Líbano. El Informe Winograd desperdició la oportunidad de realizar un verdadero cambio de dirección. En vez de focalizar el problema central sobre cómo un país fuerte debe medirse con "una organización semi-militar con varios miles de combatientes", la Comisión corre sin salir del lugar, entre "el proceso de la toma de decisiones" y la "actitud del Gobierno". Ésto me recuerda a un comentarista de boxeo que analizaba en profundidad las acciones de un pugilista, al mismo tiempo que ignoraba al otro. Como si las acciónes de uno no influirían en las respuestas del segundo.
Los líderes de Hamás y Hesbollah saben que no tienen poder para derrotar a Israel. Para ellos es suficiente ganar algunos puntos de la opinión pública árabe y palestina y alguna simpatía en Occidente, por medio de fotografías de niños ensangrentados y de civiles sentados sobre las ruinas de sus casas.
Caer en la trampa
Ambas organizaciones conocen la sensibilidad de los políticos israelíes para con sus soldados cautivos, y los provocan para que entren al ring. Si la acción terrestre en el Líbano hubiese durado algunos días más y acabara en una "victoria militar", los centenares de miles de refugiados chiítas que huyeron para el norte amenazarían con derribar al gobierno de Fuad Siniora. EE.UU advirtió en su momento a Ehud Olmert sobre el peligro de que Hesbollah se apodere de Beirut, lo que transformaría al Líbano en un satélite de Irán. Una continuación de la guerra hubiera llevado a Israel a elegir entre someterse a la exigencia americana de retirar sus fuerzas o a entrar en crisis con su principal aliado. Los países árabes, que de entrada apoyaron la operación contra Hesbollah - como Arabia Saudita -, también hubiesen cambiado de dirección en contra de Israel. La recompensa por tal gloriosa conquista militar acabaría siendo una gran derrota diplomática.
La ilusión de la fuerza
La operación "Escudo defensivo" - en la época del Gobierno de Ariel Sharón - fue considerada un éxito militar. Tzáhal se apoderó de los bastiones armados de la militancia palestina y redujo significativamente el número de ataques terroristas. Pero la acción no solucionó ningún problema estratégico. La situación sólo empeoró.El ala moderada palestina se desmoronó y dio lugar a los islamistas radicales. Hoy, Hamás controla la Franja de Gaza y los servicios de seguridad temen que Cisjordania vaya por el mismo camino. Hamás ya consiguió provocar serios problemas entre Israel y Egito. Jordania está preocupada con el peligro de que una turba palestina enfurecida irrumpa en su territorio desde su frontera con Cisjordania.
Podría decirse en "defesa" de Olmert, que su gran amigo, George W. Bush, líder de la mayor potencia mundial, también aprendió a duras penas que la supremacía militar no es siempre una garantía de victoria. EE.UU ocupó Irak con una desvastadora operación aérea y una acción terrestre determinada. Desde entonces, sólo corre sin salir del lugar, contando sus víctimas. Olmert no es el único afectado por este bloqueo mental: su principal rival actual, el ex primer ministro, Binyamín Netanyahu, jamás aprendió los límites de la fuerza. Netanyahu admitió ante la Comisión Winograd que apoyó la guerra en el Líbano porque "los objetivos definidos por el Gabinete eran muy valiosos".
La asimetría en el conflito con los palestinos, así como en el escenario libanés, hace que la superioridad militar de Israel sea irrelevante, y que a veces hasta se convierta en una espada de doble filo. En vez de luchar por victorias militares, Israel haría mejor si se empeñara en conseguir conquistas diplomáticas. Después de siete años en los cuales trató de obtener objetivos vitales por medio de las armas, los embargos y las retiradas unilaterales, el Estado retornó al principio del juego: el esfuerzo para llegar a acuerdos diplomáticos que incluyan arreglos de seguridad. El problema es que, también en ese escenario, estamos corriendo sin salir del lugar, rumbo al próximo conflicto sin victoria.
* * * * * * * *
Ídolos con pies de barro
Conjeturemos, aunque cosas así ya las hemos visto y oído en tiempo real...
por Mario Linovesky
Conjeturemos, aunque cosas así ya las hemos visto y oído en tiempo real y en cuanto noticiero tengamos en mente, la siguiente escena en la que un “adalid” (como denominó el Diario El Mundo de España al terrorista de Jizbalá que “alguien” reventó hoy de un bombazo en Damasco…; si es que realmente se trató de él y no de otro invento de los integristas para ocultarlo definitivamente) palestino alecciona oralmente a miles de fanáticos suyos, a efectos de que no se opongan a sus designios y se muestren predispuestos a hacer lo que él les ordene. Ampuloso en el decir, aspaventoso con las manos, los ojos desorbitados y con ese destello rabioso propio de los guerreros valientes y decididos a jugarse por sus ideales, Ismael Haniye (o Hanie, o Hanía, o como diablos quieran escribirlo), que de él se trata, arenga en esta travesura imaginaria a la tan verdosa como fervorosa multitud que lo escucha: “hermanos del Islam, no lo duden, muy pronto arrojaremos a los perros sionistas del territorio que nos robaron. Para ello contamos con la decisión y el temple que distinguen a quienes abrazaron el camino de la Yihad, y con armamento moderno y contundente (recuerdan los lectores y el mundo democrático lo de “piedras contra tanques” con que nos saturaba la propaganda árabe) que nuestros hermanos en la fe nos han hecho llegar para que podamos expulsar a los descendientes de los monos y los cerdos, conocidos como judíos, de tierra islámica. Y por tal motivo yo los exhorto, y me pliego personalmente además, para que tomemos esas armas tan generosamente provistas y llevemos la misión a cabo, en el momento que oportunamente se nos indicará. Hagámonos mientras tanto de fusiles, dagas, misiles y cualquier otro artefacto que nos sirva para matar hebreos…, y preparémonos para la lucha. ¡Armémonos, como siempre decididos a todo, y, cuando llegue la orden, vayan a pelear y derrótenlos!
Se oye tras ello una estruendosa ovación, con vivas a Alá, a Hamás, a la Yihad, además de tiros al aire y otras yerbas, y, más fuerte aún, la proclama masiva partiendo de las gargantas miles de enmascarados, demandando la pronta y definitiva destrucción de Israel. Por supuesto que a nadie, en medio del bullicio, se le ocurre inquirirle al bravucón: ¿Y usted, que va a hacer entretanto?
Desde luego que se trataría de una pregunta por demás molesta, porque ¿qué podría contestar el hombre? ¿me voy a esconder?. Cosa que por otro lado ha hecho, sin que nadie sepa de su paradero. Y… la verdad es que decir la verdad no es el fuerte de estos bravíos luchadores palestinos. La gente que no los conoce, podría hasta llegar a sospechar que se trata de un acto de cobardía, y eso no resultaría nada bueno para la causa de ese inventado pueblo. Mientras que la gente propia, esa que sí los conoce pero que de cualquier modo tampoco los conoce tanto, se (la) mantiene “engrupida” (del diccionario: en Latinoamérica engrupida: Engañada, inducida a tener por cierto lo que no es) conque tal acto, el de esconderse, no es otra cosa que una muy bien elaborada estrategia de guerra.
Haniye de cualquier modo no es el único en comportarse de este modo; hace un tiempo escribí un artículo titulado “Eld in gaties” (Héroe en Calzoncillos en idish, escrito que les invito a releer y quien lo quiera se lo mando), referido a la bravuconada del terrorista palestino autor de la muerte de Rejavam Zeevi. En ese episodio el criminal, que a diferencia de Haniye no tenía forma de esconderse ya que por medio de un acuerdo entre Israel y la ANP debía permanecer detenido en la cárcel de Jericó, aunque en ese tiempo se había hecho fuerte el rumor, si no la certeza, que la ANP y sus flamantes co-gobernantes de Hamás lo iban a liberar, fue cercado debido a ello por fuerzas de Tzahal, en afán de impedirlo. Lo que sigue es parte de aquel artículo y lo repito con el objeto de comparar y al mismo tiempo comprobar que estos “ídolos con pies de barro” son iguales uno al otro, sin mayores matices o variantes:
“Entre las hazañas de Majmud Sadat, se cuenta el haber ordenado el asesinato de un Ministro israelí (Ghandi), motivo por el cual se encontraba detenido en la cárcel de Jericó, en base a un acuerdo hecho entre el Estado Hebreo y la ANP (Autoridad Nacional Palestina). Acuerdo que esta última, tras la asunción de la banda criminal Hamás a su conducción estaba a punto de traicionar, liberando sin más trámites al malhechor de marras. Sin considerar siquiera que Israel hace rato que perdió el humor como para soportar semejantes cosas, no obstante lo cual, irresponsablemente, persistieran en su intento por ponerlo en libertad. E Israel entonces hizo lo que tenía que hacer, asaltar la cárcel y capturar al bandido, evitando así que se escape. Lo que no evaluaron los militares judíos, fue que el tal Majmud no se amedrentaría ante el asalto inicial de Tzahal y reaccionaría de un modo tan excepcionalmente valeroso; aunque si escucharon sus gritos desde el interior del establecimiento: - La única manera en que me sacaran de aquí, - los retaba el luchador- será muerto. Para horas después de estar asediándolo y al ver que se entregaba mansamente y sin chistar, vistiendo tan sólo un menesteroso slip, darse cuenta que habían sido objeto de una inocente broma, afín a su condición de encumbrado cabecilla terrorista. Y también comprobaron, ya que estaban, que el hombre no tenía entre sus planes el convertirse en “shahid” (mártir). Porque esa actitud no resultaba propia a un dirigente de tan alto nivel, sino que estaba reservada para los infelices e ignorantes muchachones que él recluta, comanda y adoctrina. Por tal motivo hicieron un cuadro de situación y dedujeron que el canalla, además y como buen integrista, resultaría ser también un iluminado y por tal tendría acceso directo a las esferas celestiales, desde las cuales le habrían comunicado que estaba agotado el stock de vírgenes y que no sabían para que fecha lo habrían de reponer. Entonces, seguramente pensaron los hombres de Tzahal, fue cuando el “perdonavidas” (de la suya por supuesto) se habría persuadido a sí mismo y, tratando de que no lo escuchase Alá, el misericordioso y compasivo, se habría dicho: ¿para que ir allá, si tanta falta hago acá?. Y con eso sólo, bastante convincente por cierto, dio por terminada la enervante cuestión y se entrego sin decir esta boca es mía.
Mi abuelo (zeide) llamaba a tales sujetos: "eld in gaties" (héroe en calzoncillos) y sabiduría no le faltaba para etiquetarlos de este modo. Porque tal dicho deriva de concienzudos estudios en los que interviene la sicología de los comportamientos (cosa que los viejos judíos por supuesto ignoraban citándola sólo por instinto) y cuya conclusión era que el hombre, cuando lo atrapan en calzoncillos, tiende a perder todo su equilibrio emocional y combativo. Porque el sentido del ridículo en semejante situación se torna a tal punto humillante, que prepondera en la actuación posterior de cualquier individuo, sea éste cobarde o valiente. Aunque mayormente se refiere al fanfarrón que amenaza con graves puniciones, y, cuando debe jugarse, se echa atrás para evitar represalias y/o castigos.”
Sadat, Haniye, pero… ¿no hay más?. Claro que los hay y aún peores. Por caso el que manda a Haniye, apellido con tantas vueltas este último pero que si se lo leyese tal como está escrito, a su patrón, ese que puso conveniente distancia entre él y sus odiados (víctimas) israelíes, se lo podría llamar: el Señor de los Haniye. Pues bien, este sujeto, mil veces más “valiente” que sus mandados, por ese mismo motivo se escondió en Damasco, para esquivar así a los asesinos sionistas “seleccionadores” de terroristas entre los que se cuenta él en primerísimo lugar, creyendo que así la distancia lo tornaba intocable. Menudo julepe debe haberse pegado entonces el pulcro, elegante y bien rasurado Jaled Mashaal, jefe máximo de la banda asesina Hamás, al enterarse que Imad Mughnieh, habitante de las sombras como él a través de muchos años, saltó hoy por los aires a grupas de una bomba y que quizá ello fue por obra y gracia de Israel, país que le venía siguiendo el rastro desde dos décadas atrás y, lo más alarmante, que esto ocurrió en la misma ciudad donde él está ahora escondido.
Y mientras nuestros queridos enemigos (bien visto, es una especie de suerte contar con cobardes como estos de jefes de nuestros oponentes, pese a que así y todo bastante daño nos han hecho) juegan a las escondidas, especulando que no los van a encontrar, sería bueno saber que piensa hacer nuestra Memshalá (gobierno) para acabar de una buena vez con sus tropelías y con las de sus fanáticos.
Personalmente y de forma muy humilde, disintiendo en esta oportunidad con el ideario del prominente y admirado por mí Amos Oz, aconsejo la invasión masiva de Tzahal a Gaza, para eliminar todo vestigio de armamento y logística de estas bandas asesinas. Sin ignorar por supuesto que el costo en vidas propias y ajenas será grande, pero aún así siempre menor al que se sufrirá si se les permite seguir tirando misiles con total impunidad. Tomemos para ello en cuenta que no son ni más ni menos que una peste (y muy orgullosos de serlo) y como tal extremadamente contagiosa, por lo que se impone atacar su raíz con todo nuestro arsenal y eliminarla por completo. Y si cualquiera de cualquier tendencia chilla, pues dejémoslo chillar, con el tiempo se le pasará y nosotros seguiremos estando aquí para comprobarlo. De cualquier modo, dicha acción tiene su urgencia por razones nada desdeñables y que nos deben obligar a ser sumamente desconfiados con el futuro. Tengamos si no en cuenta el protagonismo que está tomando un tal Barack Hussein Obama en el terciado por la primera magistratura de nuestro aliado principal en todo el mundo y tendremos la perspectiva cierta de que el horizonte se nos está poniendo demasiado oscuro. No por el color de la piel del candidato (Dios me libre y guarde de pensar alguna vez siquiera en cosas así), sino por su lejano pasado de pupilo en una madraza coránica, enseñanza que el susodicho difícilmente pueda olvidar mientras viva.
* * * * * * * *
Se oye tras ello una estruendosa ovación, con vivas a Alá, a Hamás, a la Yihad, además de tiros al aire y otras yerbas, y, más fuerte aún, la proclama masiva partiendo de las gargantas miles de enmascarados, demandando la pronta y definitiva destrucción de Israel. Por supuesto que a nadie, en medio del bullicio, se le ocurre inquirirle al bravucón: ¿Y usted, que va a hacer entretanto?
Desde luego que se trataría de una pregunta por demás molesta, porque ¿qué podría contestar el hombre? ¿me voy a esconder?. Cosa que por otro lado ha hecho, sin que nadie sepa de su paradero. Y… la verdad es que decir la verdad no es el fuerte de estos bravíos luchadores palestinos. La gente que no los conoce, podría hasta llegar a sospechar que se trata de un acto de cobardía, y eso no resultaría nada bueno para la causa de ese inventado pueblo. Mientras que la gente propia, esa que sí los conoce pero que de cualquier modo tampoco los conoce tanto, se (la) mantiene “engrupida” (del diccionario: en Latinoamérica engrupida: Engañada, inducida a tener por cierto lo que no es) conque tal acto, el de esconderse, no es otra cosa que una muy bien elaborada estrategia de guerra.
Haniye de cualquier modo no es el único en comportarse de este modo; hace un tiempo escribí un artículo titulado “Eld in gaties” (Héroe en Calzoncillos en idish, escrito que les invito a releer y quien lo quiera se lo mando), referido a la bravuconada del terrorista palestino autor de la muerte de Rejavam Zeevi. En ese episodio el criminal, que a diferencia de Haniye no tenía forma de esconderse ya que por medio de un acuerdo entre Israel y la ANP debía permanecer detenido en la cárcel de Jericó, aunque en ese tiempo se había hecho fuerte el rumor, si no la certeza, que la ANP y sus flamantes co-gobernantes de Hamás lo iban a liberar, fue cercado debido a ello por fuerzas de Tzahal, en afán de impedirlo. Lo que sigue es parte de aquel artículo y lo repito con el objeto de comparar y al mismo tiempo comprobar que estos “ídolos con pies de barro” son iguales uno al otro, sin mayores matices o variantes:
“Entre las hazañas de Majmud Sadat, se cuenta el haber ordenado el asesinato de un Ministro israelí (Ghandi), motivo por el cual se encontraba detenido en la cárcel de Jericó, en base a un acuerdo hecho entre el Estado Hebreo y la ANP (Autoridad Nacional Palestina). Acuerdo que esta última, tras la asunción de la banda criminal Hamás a su conducción estaba a punto de traicionar, liberando sin más trámites al malhechor de marras. Sin considerar siquiera que Israel hace rato que perdió el humor como para soportar semejantes cosas, no obstante lo cual, irresponsablemente, persistieran en su intento por ponerlo en libertad. E Israel entonces hizo lo que tenía que hacer, asaltar la cárcel y capturar al bandido, evitando así que se escape. Lo que no evaluaron los militares judíos, fue que el tal Majmud no se amedrentaría ante el asalto inicial de Tzahal y reaccionaría de un modo tan excepcionalmente valeroso; aunque si escucharon sus gritos desde el interior del establecimiento: - La única manera en que me sacaran de aquí, - los retaba el luchador- será muerto. Para horas después de estar asediándolo y al ver que se entregaba mansamente y sin chistar, vistiendo tan sólo un menesteroso slip, darse cuenta que habían sido objeto de una inocente broma, afín a su condición de encumbrado cabecilla terrorista. Y también comprobaron, ya que estaban, que el hombre no tenía entre sus planes el convertirse en “shahid” (mártir). Porque esa actitud no resultaba propia a un dirigente de tan alto nivel, sino que estaba reservada para los infelices e ignorantes muchachones que él recluta, comanda y adoctrina. Por tal motivo hicieron un cuadro de situación y dedujeron que el canalla, además y como buen integrista, resultaría ser también un iluminado y por tal tendría acceso directo a las esferas celestiales, desde las cuales le habrían comunicado que estaba agotado el stock de vírgenes y que no sabían para que fecha lo habrían de reponer. Entonces, seguramente pensaron los hombres de Tzahal, fue cuando el “perdonavidas” (de la suya por supuesto) se habría persuadido a sí mismo y, tratando de que no lo escuchase Alá, el misericordioso y compasivo, se habría dicho: ¿para que ir allá, si tanta falta hago acá?. Y con eso sólo, bastante convincente por cierto, dio por terminada la enervante cuestión y se entrego sin decir esta boca es mía.
Mi abuelo (zeide) llamaba a tales sujetos: "eld in gaties" (héroe en calzoncillos) y sabiduría no le faltaba para etiquetarlos de este modo. Porque tal dicho deriva de concienzudos estudios en los que interviene la sicología de los comportamientos (cosa que los viejos judíos por supuesto ignoraban citándola sólo por instinto) y cuya conclusión era que el hombre, cuando lo atrapan en calzoncillos, tiende a perder todo su equilibrio emocional y combativo. Porque el sentido del ridículo en semejante situación se torna a tal punto humillante, que prepondera en la actuación posterior de cualquier individuo, sea éste cobarde o valiente. Aunque mayormente se refiere al fanfarrón que amenaza con graves puniciones, y, cuando debe jugarse, se echa atrás para evitar represalias y/o castigos.”
Sadat, Haniye, pero… ¿no hay más?. Claro que los hay y aún peores. Por caso el que manda a Haniye, apellido con tantas vueltas este último pero que si se lo leyese tal como está escrito, a su patrón, ese que puso conveniente distancia entre él y sus odiados (víctimas) israelíes, se lo podría llamar: el Señor de los Haniye. Pues bien, este sujeto, mil veces más “valiente” que sus mandados, por ese mismo motivo se escondió en Damasco, para esquivar así a los asesinos sionistas “seleccionadores” de terroristas entre los que se cuenta él en primerísimo lugar, creyendo que así la distancia lo tornaba intocable. Menudo julepe debe haberse pegado entonces el pulcro, elegante y bien rasurado Jaled Mashaal, jefe máximo de la banda asesina Hamás, al enterarse que Imad Mughnieh, habitante de las sombras como él a través de muchos años, saltó hoy por los aires a grupas de una bomba y que quizá ello fue por obra y gracia de Israel, país que le venía siguiendo el rastro desde dos décadas atrás y, lo más alarmante, que esto ocurrió en la misma ciudad donde él está ahora escondido.
Y mientras nuestros queridos enemigos (bien visto, es una especie de suerte contar con cobardes como estos de jefes de nuestros oponentes, pese a que así y todo bastante daño nos han hecho) juegan a las escondidas, especulando que no los van a encontrar, sería bueno saber que piensa hacer nuestra Memshalá (gobierno) para acabar de una buena vez con sus tropelías y con las de sus fanáticos.
Personalmente y de forma muy humilde, disintiendo en esta oportunidad con el ideario del prominente y admirado por mí Amos Oz, aconsejo la invasión masiva de Tzahal a Gaza, para eliminar todo vestigio de armamento y logística de estas bandas asesinas. Sin ignorar por supuesto que el costo en vidas propias y ajenas será grande, pero aún así siempre menor al que se sufrirá si se les permite seguir tirando misiles con total impunidad. Tomemos para ello en cuenta que no son ni más ni menos que una peste (y muy orgullosos de serlo) y como tal extremadamente contagiosa, por lo que se impone atacar su raíz con todo nuestro arsenal y eliminarla por completo. Y si cualquiera de cualquier tendencia chilla, pues dejémoslo chillar, con el tiempo se le pasará y nosotros seguiremos estando aquí para comprobarlo. De cualquier modo, dicha acción tiene su urgencia por razones nada desdeñables y que nos deben obligar a ser sumamente desconfiados con el futuro. Tengamos si no en cuenta el protagonismo que está tomando un tal Barack Hussein Obama en el terciado por la primera magistratura de nuestro aliado principal en todo el mundo y tendremos la perspectiva cierta de que el horizonte se nos está poniendo demasiado oscuro. No por el color de la piel del candidato (Dios me libre y guarde de pensar alguna vez siquiera en cosas así), sino por su lejano pasado de pupilo en una madraza coránica, enseñanza que el susodicho difícilmente pueda olvidar mientras viva.
* * * * * * * *
Arte Huérfano: Arte saqueado del Holocausto en el Museo de Israel
En Exhibición desde Febrero 19 hasta Junio 3, 2008
El Museo de Israel, Jerusalén, presenta “Orphaned Art:Loted Art from the Holocaust in the Israel Museum” (Arte Huérfano: Arte saqueado del Holocausto en el Museo de Israel), una exhibición que explora el destino de obras de arte saqueadas durante la 2da. Guerra Mundial y que fueron subsecuentemente traídas a Israel. Escogidas entre 1200 trabajos mantenidos en custodia por el Museo de Israel, todas las cuales carecen de una clara historia de pertenencia, Arte Huérfano presenta más de cincuenta pinturas, dibujos, grabados y libros, junto con una selección de objetos ceremoniales Judíos, que incluye a artistas tales como Jan Both, Moritz Daniel Oppenheim, Marc Chagall, Egon Schielle y Alfred Sisley.
En exhibición desde Febrero 19 hasta Junio 3, 2008, y acompañando a “Arte Huérfano” se presentará “Looking for Owners: Custody, Research and Restitution of Art Stolen in France during World War II, (“En busca de propietarios: Custodia, Averiguación y Restitución de Arte Robado en Francia durante la 2da. Guerra Mundial”), una exhibición concurrente en el Museo de Israel, la cual ha sido extraída de la colección de arte robado en Francia conocida como “Musées Nationaux Récupération” (MNR).
“Arte Huérfano, ofrece una importante oportunidad para explorar una dimensión de la historia del arte saqueado durante la 2da. Guerra Mundial, enfocando específicamente en aquellas obras cuyas historias desaparecieron completamente y que llegaron a Israel durante principios de 1950,” dijo James S. Snyder, el Anne and Jerome Fisher director del Museo de Israel. “Al presentar esta exhibición junto con “EnBusca de Propietarios”, esperamos esclarecer la extensa gama de los continuos esfuerzos para concluir la leyenda de arte y artefactos perdidos de la 2da. Guerra Mundial y de resaltar la compartida importancia de este proceso dentro de la comunidad internacional de museos.”
En 1948, obras de arte y Judaica que fueron identificados como haber sido saqueados de judíos o comunidades judías pero sin herederos o no reclamados fueron liberados de sus centros de acopio en Alemania y entregados a la “Jewish Restitution Successor Organization” (JRSO). JRSO subsecuen- temente emprendió un sistemático programa para distribuir éstos objetos huérfanos entre museos, sinagogas y otras Organizaciones Judías en Israel y el mundo entero a través de la “Jewish Cultural Reconstruction” (JCR). Algunos de éstos objetos fueron depositados para su custodia en el “Bezalel National Museum”, predecedor de “El Israel Museum”, el que, después de su fundación en 1965, se convirtió en el custodio de algunas 250 pinturas, 250 obras en papel, y 700 objetos de Judaica, todos recibidos a través de las JRSO-JCR.
La mayoría de las obras de la JRSO que llegaron al Museo de Israel no tuvieron una historia previa de pertenencia o información de catálogo básica, y muchas llegaron en una pobre condición, haciendo su conservación, restauración e investigación un emprendimiento mayor, el cual continúa hasta hoy. Mientras que éstas obras tienen un gran valor emocional y sentimental, muchas son de una importancia menor de arte histórico. Al mismo tiempo, objetos de calidad artística significante han sido expuestos regularmente en las galerías del Museo y exhibidos y publicados en todo el mundo. Ya desde comienzos de 1950, individuos se han presentado para reclamar obras de la la JRSO, con los más recientes reclamos respetados en 2006 y 2007.
El saqueo de Arte durante la 2da. Guerra Mundial
Previo al comienzo de la 2da. Guerra Mundial, Adolfo Hitler declaró su deseo de transformar su ciudad natal de Linz en Austria, en la capital artística del Tercer Reich, en la cual todos los tesoros artísticos de Europa serían exhibidos. Como un medio para éste fin, Hitler reclutó expertos líderes en arte para recopilar una secreta “Lista de Deseos” de obras de arte de los así llamados “Maestros Arianos” u obras que han dejado las colecciones alemanas después del año 1500, para ser “Repatriadas” a Alemania. El despojo de pertenencias públicas y privadas, especialmente de pertenencias Judías, comenzó en 1938 y llegó a su punto culminante con la “Solución Final”. Las mayores colecciones de arte fueron sistemáticamente confiscadas a través de Europa, acompañadas por otras formas de saqueo, que incluyeron robos de obras por soldados y oficiales Nazis para entregar como regalos o para sus propias colecciones privadas, como así también ventas forzadas de inventarios de prominentes comerciantes en arte.
Al final de la guerra un asombroso volumen de obras de arte, libros, documentos de archivo, y otros artefactos culturales fueron descubiertos en lugares escondidos a través de toda Alemania y Austria- en depósitos, minas de sal, castillos, almacenes de museos y aún en hogares privados- y la ardua tarea de localizar a sus justos propietarios y devolver los tesoros a sus dueños o sus legítimos herederos comenzó. “Orphaned Art” (Arte Huérfano) y “Looking for Owners” (En búsqueda de Propietarios) reflejan aspectos de éste continuo esfuerzo.
Publicaciones
Un completo detalle y catálogo ilustrado “online” de todas las obras de JRSO en custodia en el Museo de Israel pueden ser encontrados en una sección especial de la página de la web del Museo de Israel (www.imj.org.il), titulada “World War II Provenance Research Online” . Conjuntamente con “Arte Huérfano” será publicado un catálogo ilustrado en Inglés y Hebreo. Programa de Organización y Reconocimientos
“Arte Huérfano” está organizado por el Museo de Israel y curado por Shlomit Steinberg, Hans Dichand Curador de Arte Europeo en el Museo de Israel.
La exhibición ha sido posible a través de la generosidad de Ingeborg y Ira Leon Rennert, New York, y los donantes del Fondo de Exhibiciones 2008 del Museo de Israel: Melva Bucksbaum y Raymond J. Learsy, Aspen, Colorado; Ruth y Leon Davidoff, Paris y Mexico City; Hanno D. Mott, New York; y la Fundación de la Familia Nash, New York
El Museo de Israel de Jerusalen
El Museo de Israel es la mayor institución cultural el Estado de Israel y está considerada como uno de los museos de arte y arqueología líderes del mundo. Fundado en 1965, el Museo alberga colecciones enciclopédicas que van desde la prehistoria hasta arte contemporáneo. Ellas incluyen la más extensa posesión en el mundo de objetos arqueológicos Biblicos y de Tierra Santa, entre ellos los Rollos del Mar Muerto. En apenas algo más de cuarenta años, el Museo ha construído una colección de comprenden una amplia gama de cerca de 500,000 objetos a través de un sin precedente legado de obsequios y apoyo de su círculo mundial de mecenas. Se ha establecido a sí mismo como una valiosa institución internacional y como un singular enriquecedor recurso cultural para Israel, el Medio Oriente y el mundo.
The Israel Museum
En Exhibición desde Febrero 19 hasta Junio 3, 2008
El Museo de Israel, Jerusalén, presenta “Orphaned Art:Loted Art from the Holocaust in the Israel Museum” (Arte Huérfano: Arte saqueado del Holocausto en el Museo de Israel), una exhibición que explora el destino de obras de arte saqueadas durante la 2da. Guerra Mundial y que fueron subsecuentemente traídas a Israel. Escogidas entre 1200 trabajos mantenidos en custodia por el Museo de Israel, todas las cuales carecen de una clara historia de pertenencia, Arte Huérfano presenta más de cincuenta pinturas, dibujos, grabados y libros, junto con una selección de objetos ceremoniales Judíos, que incluye a artistas tales como Jan Both, Moritz Daniel Oppenheim, Marc Chagall, Egon Schielle y Alfred Sisley.
En exhibición desde Febrero 19 hasta Junio 3, 2008, y acompañando a “Arte Huérfano” se presentará “Looking for Owners: Custody, Research and Restitution of Art Stolen in France during World War II, (“En busca de propietarios: Custodia, Averiguación y Restitución de Arte Robado en Francia durante la 2da. Guerra Mundial”), una exhibición concurrente en el Museo de Israel, la cual ha sido extraída de la colección de arte robado en Francia conocida como “Musées Nationaux Récupération” (MNR).
“Arte Huérfano, ofrece una importante oportunidad para explorar una dimensión de la historia del arte saqueado durante la 2da. Guerra Mundial, enfocando específicamente en aquellas obras cuyas historias desaparecieron completamente y que llegaron a Israel durante principios de 1950,” dijo James S. Snyder, el Anne and Jerome Fisher director del Museo de Israel. “Al presentar esta exhibición junto con “EnBusca de Propietarios”, esperamos esclarecer la extensa gama de los continuos esfuerzos para concluir la leyenda de arte y artefactos perdidos de la 2da. Guerra Mundial y de resaltar la compartida importancia de este proceso dentro de la comunidad internacional de museos.”
En 1948, obras de arte y Judaica que fueron identificados como haber sido saqueados de judíos o comunidades judías pero sin herederos o no reclamados fueron liberados de sus centros de acopio en Alemania y entregados a la “Jewish Restitution Successor Organization” (JRSO). JRSO subsecuen- temente emprendió un sistemático programa para distribuir éstos objetos huérfanos entre museos, sinagogas y otras Organizaciones Judías en Israel y el mundo entero a través de la “Jewish Cultural Reconstruction” (JCR). Algunos de éstos objetos fueron depositados para su custodia en el “Bezalel National Museum”, predecedor de “El Israel Museum”, el que, después de su fundación en 1965, se convirtió en el custodio de algunas 250 pinturas, 250 obras en papel, y 700 objetos de Judaica, todos recibidos a través de las JRSO-JCR.
La mayoría de las obras de la JRSO que llegaron al Museo de Israel no tuvieron una historia previa de pertenencia o información de catálogo básica, y muchas llegaron en una pobre condición, haciendo su conservación, restauración e investigación un emprendimiento mayor, el cual continúa hasta hoy. Mientras que éstas obras tienen un gran valor emocional y sentimental, muchas son de una importancia menor de arte histórico. Al mismo tiempo, objetos de calidad artística significante han sido expuestos regularmente en las galerías del Museo y exhibidos y publicados en todo el mundo. Ya desde comienzos de 1950, individuos se han presentado para reclamar obras de la la JRSO, con los más recientes reclamos respetados en 2006 y 2007.
El saqueo de Arte durante la 2da. Guerra Mundial
Previo al comienzo de la 2da. Guerra Mundial, Adolfo Hitler declaró su deseo de transformar su ciudad natal de Linz en Austria, en la capital artística del Tercer Reich, en la cual todos los tesoros artísticos de Europa serían exhibidos. Como un medio para éste fin, Hitler reclutó expertos líderes en arte para recopilar una secreta “Lista de Deseos” de obras de arte de los así llamados “Maestros Arianos” u obras que han dejado las colecciones alemanas después del año 1500, para ser “Repatriadas” a Alemania. El despojo de pertenencias públicas y privadas, especialmente de pertenencias Judías, comenzó en 1938 y llegó a su punto culminante con la “Solución Final”. Las mayores colecciones de arte fueron sistemáticamente confiscadas a través de Europa, acompañadas por otras formas de saqueo, que incluyeron robos de obras por soldados y oficiales Nazis para entregar como regalos o para sus propias colecciones privadas, como así también ventas forzadas de inventarios de prominentes comerciantes en arte.
Al final de la guerra un asombroso volumen de obras de arte, libros, documentos de archivo, y otros artefactos culturales fueron descubiertos en lugares escondidos a través de toda Alemania y Austria- en depósitos, minas de sal, castillos, almacenes de museos y aún en hogares privados- y la ardua tarea de localizar a sus justos propietarios y devolver los tesoros a sus dueños o sus legítimos herederos comenzó. “Orphaned Art” (Arte Huérfano) y “Looking for Owners” (En búsqueda de Propietarios) reflejan aspectos de éste continuo esfuerzo.
Publicaciones
Un completo detalle y catálogo ilustrado “online” de todas las obras de JRSO en custodia en el Museo de Israel pueden ser encontrados en una sección especial de la página de la web del Museo de Israel (www.imj.org.il), titulada “World War II Provenance Research Online” . Conjuntamente con “Arte Huérfano” será publicado un catálogo ilustrado en Inglés y Hebreo. Programa de Organización y Reconocimientos
“Arte Huérfano” está organizado por el Museo de Israel y curado por Shlomit Steinberg, Hans Dichand Curador de Arte Europeo en el Museo de Israel.
La exhibición ha sido posible a través de la generosidad de Ingeborg y Ira Leon Rennert, New York, y los donantes del Fondo de Exhibiciones 2008 del Museo de Israel: Melva Bucksbaum y Raymond J. Learsy, Aspen, Colorado; Ruth y Leon Davidoff, Paris y Mexico City; Hanno D. Mott, New York; y la Fundación de la Familia Nash, New York
El Museo de Israel de Jerusalen
El Museo de Israel es la mayor institución cultural el Estado de Israel y está considerada como uno de los museos de arte y arqueología líderes del mundo. Fundado en 1965, el Museo alberga colecciones enciclopédicas que van desde la prehistoria hasta arte contemporáneo. Ellas incluyen la más extensa posesión en el mundo de objetos arqueológicos Biblicos y de Tierra Santa, entre ellos los Rollos del Mar Muerto. En apenas algo más de cuarenta años, el Museo ha construído una colección de comprenden una amplia gama de cerca de 500,000 objetos a través de un sin precedente legado de obsequios y apoyo de su círculo mundial de mecenas. Se ha establecido a sí mismo como una valiosa institución internacional y como un singular enriquecedor recurso cultural para Israel, el Medio Oriente y el mundo.
The Israel Museum