DENUNCIA DEL PRESIDENTE DE LA FEDERACION DE COMUNIDADES JUDIAS DE ESPAÑA


Medios de comunicación españoles son el mayor exponente de antisemitismo

En Israel en particular y entre quienes siguen de cerca el conflicto de Oriente Medio, ya se acepta en forma natural que la prensa española (con excepciones, por supuesto) es netamente anti israelí, una postura que intenta cubrir, con poco éxito, la ideología antisemita que la mueve. Un artículo publicado recientemente en el sitio Periodista Digital, confirma esta tesis. Reproducimos a continuación, parte del texto.

El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Jacobo Israel Garzón, ha denunciado que los medios de comunicación españoles son ``el mayor exponente de antisemitismo'', afirmando que tienen ``una visión demasiado estereotipada'' de los judíos.Durante su intervención en el curso de verano sobre ``Sesenta aniversario del estado de Israel'' en Aranjuez, Garzón ha criticado la postura de los medios españoles en el conflicto de Oriente Medio, a los que pidió que tomen ``la postura de la ecuanimidad y de la información y no de la toma de posición contra nadie en éste y en otros conflictos''.Garzón ha explicado que en España ha existido ``antisemitismo durante mucho tiempo y esta situación ha generado en el subconsciente de la población algo muy difícil de extirpar del todo''.

A su entender, el antisemitismo de los medios, a través de determinados dibujos e iconografías, ``se nota sobre todo en los momentos más complejos'' del conflicto entre Israel y Palestina.Garzón ha señalado que el crecimiento en España de esta población en los últimos años se debe a ``la gran inmigración'' de judíos latinoamericanos. Además, ha añadido que se trata de una comunidad sin ``rasgos visibles'', lo que dificulta su integración en la población.No obstante, ha recordado que la comunidad judía no es un ``núcleo cerrado'' y admite a personas de cualquier religión en sus actos culturales. ``En las comunidades también cubrimos aspectos sociales como la educación y estamos haciendo un esfuerzo importante por conectar con toda la sociedad'', ha concluido.
Un largo y doloroso recuento

Los medios de comunicación españoles y eso incluye prensa, radio y televisión, son visceralmente antisemitas. O anti judíos, para ser más exactos. Y esa irracional fiebre que parece engullir a muchos periodistas, afecta también a profesores universitarios, políticos, supuestos expertos y hasta actores.Un bochornoso ejemplo -como subraya en Moderna Sefarad el bloguero Antonio José Chinchetru- nos lo sirvió hace ya tiempo Telecinco, en la serie ``El Comisario''.El capítulo ``Y llámame tonta'' fue un ejemplo de manual de incitación a la judeofobia. Una de las subtramas de dicha entrega de la citada serie trataba del asesinato de un destacado miembro de la comunidad judía, para que al final se descubriera que el culpable era un rabino que había certificado para conseguir dinero destinado a obtener poner como kasher productos que contenían manteca de cerdo. Descubierto, el ``villano'' asesina a su amigo para que no le denuncie y al confesar dice: ``Lo hice por Israel''.Estereotipo tras estereotipo, lo mostrado por Telecinco en ``El Comisario'' alcanza unas cuotas de antisemitismo hasta ahora nunca vistas en un país democrático. Recordaba demasiado a series como las emitidas por la cadena de Hizbollah, Al Manar, basadas en ``Los Protocolos de los Sabios de Sión''.Hay en los medios españoles una falta clamorosa de objetividad, al abordar el conflicto entre palestinos e israelíes.Imagine que cada mañana, cuando sus hijos se encaraman al autobús escolar, tuviera que ir contando minutos y lo que sentiría si sonase el teléfono, porque en su memoria están grabadas a fuego el centenar de ocasiones en que un terrorista suicida se ha hecho saltar en pedazos en medio de los chicos que acudían a clase.O si tuviera que ir al mercado, mirando con recelo de cualquier extraño. Y en la categoría de ``extraño'' cabe todo, porque en la lista de asesinos suicidas hay niños, viejos y hasta mujeres embarazadas.Si los israelíes levantan un muro para evitar que crucen a sus ciudades sujetos con cinturones explosivos, se les denigra. Si sus comandos penetran en Cisjordania y detienen a 23 miembros de la Yihad Islámica, se publica en todos los medios informativos que reprimen sin piedad.Si eliminan a un jefecillo siniestro, atizando un misilazo a su coche, se les condena.No es un caso raro o aislado en los medios de comunicación españoles. Diarios nacionales como El País, El Mundo, ABC, El Periódico o 20 Minutos, que ponen un cuidado exquisito en no rozar nada relacionado con el Islam y condenan a los viñetistas daneses que dibujaron a Mahoma, tienen en sus páginas muestras de antisemitismo gráfico casi cada semana.Como el sociólogo Alejandro Baer contó el pasado mes a Periodista Digital:``El tratamiento de la prensa española al conflicto israelí-palestino ha alcanzado unas cotas de violencia sin precedentes en los últimos años''.
Antisemitismo en el periodismo

Pilar Rahola, ex periodista y ex diputada por ERC, ha hablado y escrito a menudo sobre la judeofobia europea. En muchas ocasiones incluso ha denunciado a la prensa europea:``Desde el comienzo de la segunda intifada, la prensa española, tanto desde la derecha como desde la izquierda, ha tenido un acercamiento particularmente agresivo hacia Israel, un acercamiento que excluye los motivos de las acciones israelíes y tiende a ignorar a las víctimas israelíes del conflicto''.Rahola afirma que todo viene de un sentimiento anti judío antiguo presente en la historia de España:Suavizado ligeramente después de la era de Franco pero resurgido hoy con virulencia, este sentimiento salvaje produce expresiones antisemíticas genuinas en la prensa española.El director de Comunicación de la Federación de Comunidades Judías de España, Antonio José Chinchetru, coincide con esa tesis:``En las viñetas se representa el antisemitismo de una manera más clara y más salvaje que en los textos porque en, en general, el viñetista se atreve con aquello que el periodista no se atreve''.Según Chinchetru: ``En España los medios tienen un cariz judeófobo difícil de imaginar en otros países europeos. Un ejemplo de ello es la supuesta matanza de Jenín de la que hablaron los medios españoles. Allí murieron 50 palestinos y 50 israelíes y en España se hablo de matanza y genocidio israelí, a pesar de que la ONU lo desmintió exculpando a Israel. Los medios españoles no recogieron el desmentido de la ONU. Y como este caso hay muchos otros''.Los editoriales de los periódicos muchas veces dan, según el director de Comunicación de la Federación, la vuelta a la realidad. Aunque hay medios y periodistas que siempre han tratado de una manera muy correcta el conflicto israelí-palestino, como Alfonso Rojo en Periodista Digital, o algunos articulistas de Libertad Digital. Entre los periodistas que ``dan la vuelta'' a la noticia está ``Cristina del Valle; en su columna en 20 minutos habló por ejemplo hace unos meses de miles de muertos en Jenín cuando la ONU lo negó. En otra ocasión escribió sobre el secuestro de un niño palestino para robarle los ojos y ponérselos a un niño israelí. Fue una información recogida por medios radicales, pero que a pesar de que la Autoridad Palestina lo desmintió, la periodista no recogió esa información. En Europa otro periodista no se hubiera atrevido''.Chinchetru comenta que el antisemitismo es un habitual en los medios impresos españoles, y aunque hay medios como El Periódico de Cataluña que publican las viñetas más salvajes, otros medios como La Razón están siendo más neutros y más serios aunque sus viñetas sigan siendo terribles.``Las viñetas van un poco por libre, y aunque el texto no demuestre un antisemitismo brutal, la gente cuando lee la prensa escrita muchas veces se queda sobre todo con el titular y con la imagen de la viñeta''.
La opinión de un viejo reportero

Alfonso Rojo, director de Periodista Digital, escribe el pasado enero en ABC la siguiente columna:``No es cuestión de criterio o de valoración. Buena parte de los periodistas y por extensión de los medios de comunicación españoles, son descarnadamente anti judíos.Nadie con una pizca de sensibilidad y dos dedos de frente puede permanecer impertérrito ante la imagen de una decena de niños palestinos alumbrándose con velas o frente a la noticia de que escasean en la Franja de Gaza medicinas esenciales. Tampoco ante el espectáculo de decenas de miles de personas saltando la frontera con Egipto, para abrazar parientes, aprovisionarse de alimentos o respirar con más libertad unas horas.Pero no alteremos la realidad. Titular que la gente cruza empujada por el hambre, provocada por Israel, como han hecho algunos, es mentir. En las filmaciones distribuidas por las grandes cadenas de televisión, que se han lanzado como tiburones sobre el acontecimiento, no se ven paisanos acarreando sacos de pan o paquetes de comida y sí bastantes con electrodomésticos y antenas parabólicas.Las tropas israelíes abandonaron Gaza en octubre de 2005 y desde entonces, los milicianos de Hamás no han cesado de disparar contra territorio israelí. A un promedio de 20 ataques diarios.Los mismos tertulianos que exigen indignados que la comunidad internacional castigue a Israel por cortar el suministro de carburante a Gaza, podían haber reclamado una intervención contra el Gobierno de Hamás por permitir el lanzamiento cotidiano de cohetes Kasam. Y no lo han hecho, ni lo harán.¿No tiene derecho Israel a defendese? ¿Podemos criticar a quienes toman medidas contra los que agreden a sus ciudadanos?''