Exteriores analiza un pacto de ni beligerancia con el Líbano
La iniciativa fue revelada hace dos semanas durante un debate estratégico sobre el futuro de Oriente Medio que se celebró como parte de la evaluación de los acontecimientos regionales en el ministerio.
El Ministerio de Relaciones Exteriores está estudiando una iniciativa encaminada a lograr un pacto a largo plazo de no beligerancia con el Líbano para impedir la reanudación de los combates a lo largo de la frontera norte. La iniciativa fue revelada hace dos semanas durante un debate estratégico sobre el futuro de Oriente Medio que se celebró como parte de la evaluación de los acontecimientos regionales en el ministerio. La evaluación es la primera de su tipo y fue presentada por el director general de la cartera, Aharon Abramovich, y más tarde apoyada por la titular de Relaciones Exteriores Tzipi Livni. Asesores cercanos a Livni y altos funcionarios del ministerio participaron en el debate. Eran Etzion, jefe de planificación de Exteriores, dijo que un pleno acuerdo de paz con el Líbano sólo puede venir a raíz de un frente similar con Siria. Sin embargo, afirmó, Israel puede tratar de avanzar en una vía política con el Líbano y que el resultado final de lo que podría alcanzar sería un pacto de no beligerancia. El acuerdo sería firmado por ambos gobiernos y su objetivo sería un acuerdo de reciprocidad en la ruta de la frontera entre los dos países. El acuerdo incluiría una solución a la controversia sobre las Granjas de Cheba en la zona fronteriza y de la aldea dividida de Ghajar, así como una serie de pequeños ajustes que exige la frontera del Líbano. La recomendación es establecer una coordinación entre los aparatos de las Fuerzas Armadas de Israel y el ejército libanés, así como la Fuerza de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) a lo largo de las patrullas fronterizas y otras actividades de supervisión. Israel pedirá al Líbano que reduzca significativamente las armas de Hezbollah y amplíe la autoridad militar en todo el país, con un énfasis especial en la zona situada al sur del río Litani, que es la zona más cercana a Israel. En cambio, un acuerdo tendría que ser alcanzado acerca de los sobrevuelos israelíes en el espacio aéreo libanés. La discusión también trató los casos de Siria y la Autoridad Palestina. Los que están a favor de tratar con Siria primero hablaron de implicarse en negociaciones sobre un acuerdo sobre el estatuto definitivo con una retirada israelí de las Alturas del Golán. Los partidarios de esta estrategia aseguran que sería más fácil que llegar a algo con los palestinos y que las posibilidades de su éxito son mayores y el dividendo estratégico que Israel recibiría sería más grande. También creen que un pacto con Siria cambiaría el equilibrio de poder en la región mediante la eliminación de la amenaza que le plantea a Israel el Ejército sirio, poniendo distancia entre Damasco e Irán y, posiblemente, junto a la creación de un acuerdo con el Líbano. Los partidarios de "palestinos en primer lugar" argumentaron, sin embargo, que sin resolver el conflicto israelí-palestino, Jerusalén no estará en condiciones de avanzar con las conversaciones de paz con ni un solo Estado árabe moderado. "Cada persona árabe que habla, menciona el caso palestino. A eso hay que darle prioridad. La cuestión Palestina abrirá el camino para otros acuerdos”, dijo una fuente de Exteriores.
La iniciativa fue revelada hace dos semanas durante un debate estratégico sobre el futuro de Oriente Medio que se celebró como parte de la evaluación de los acontecimientos regionales en el ministerio.
El Ministerio de Relaciones Exteriores está estudiando una iniciativa encaminada a lograr un pacto a largo plazo de no beligerancia con el Líbano para impedir la reanudación de los combates a lo largo de la frontera norte. La iniciativa fue revelada hace dos semanas durante un debate estratégico sobre el futuro de Oriente Medio que se celebró como parte de la evaluación de los acontecimientos regionales en el ministerio. La evaluación es la primera de su tipo y fue presentada por el director general de la cartera, Aharon Abramovich, y más tarde apoyada por la titular de Relaciones Exteriores Tzipi Livni. Asesores cercanos a Livni y altos funcionarios del ministerio participaron en el debate. Eran Etzion, jefe de planificación de Exteriores, dijo que un pleno acuerdo de paz con el Líbano sólo puede venir a raíz de un frente similar con Siria. Sin embargo, afirmó, Israel puede tratar de avanzar en una vía política con el Líbano y que el resultado final de lo que podría alcanzar sería un pacto de no beligerancia. El acuerdo sería firmado por ambos gobiernos y su objetivo sería un acuerdo de reciprocidad en la ruta de la frontera entre los dos países. El acuerdo incluiría una solución a la controversia sobre las Granjas de Cheba en la zona fronteriza y de la aldea dividida de Ghajar, así como una serie de pequeños ajustes que exige la frontera del Líbano. La recomendación es establecer una coordinación entre los aparatos de las Fuerzas Armadas de Israel y el ejército libanés, así como la Fuerza de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) a lo largo de las patrullas fronterizas y otras actividades de supervisión. Israel pedirá al Líbano que reduzca significativamente las armas de Hezbollah y amplíe la autoridad militar en todo el país, con un énfasis especial en la zona situada al sur del río Litani, que es la zona más cercana a Israel. En cambio, un acuerdo tendría que ser alcanzado acerca de los sobrevuelos israelíes en el espacio aéreo libanés. La discusión también trató los casos de Siria y la Autoridad Palestina. Los que están a favor de tratar con Siria primero hablaron de implicarse en negociaciones sobre un acuerdo sobre el estatuto definitivo con una retirada israelí de las Alturas del Golán. Los partidarios de esta estrategia aseguran que sería más fácil que llegar a algo con los palestinos y que las posibilidades de su éxito son mayores y el dividendo estratégico que Israel recibiría sería más grande. También creen que un pacto con Siria cambiaría el equilibrio de poder en la región mediante la eliminación de la amenaza que le plantea a Israel el Ejército sirio, poniendo distancia entre Damasco e Irán y, posiblemente, junto a la creación de un acuerdo con el Líbano. Los partidarios de "palestinos en primer lugar" argumentaron, sin embargo, que sin resolver el conflicto israelí-palestino, Jerusalén no estará en condiciones de avanzar con las conversaciones de paz con ni un solo Estado árabe moderado. "Cada persona árabe que habla, menciona el caso palestino. A eso hay que darle prioridad. La cuestión Palestina abrirá el camino para otros acuerdos”, dijo una fuente de Exteriores.
