
Cristianos perseguidos
por Egon Friedler
Los coptos en Egipto son uno de los grupos cristianos más antiguos del mundo. Nadie sabe con exactitud cuántos son, pero la estimación más comúnmente aceptada es de 6.5 millones. Se rigen por el rito ortodoxo griego y su jefe, el patriarca de Alejandría que hoy reside en El Cairo, es electo de por vida. Si bien el centro de su Iglesia y la mayoría de sus miembros están en Egipto, hay 1.2 millones dispersos en Estados Unidos, Canadá, Australia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda, Brasil y varios países de Asia y África. A lo largo de la historia, desde el primer siglo de nuestra Era, los coptos generalmente tuvieron buenas relaciones con los demás habitantes de Egipto. Es cierto, no faltaron momentos de tensión política. Por ejemplo, el actual patriarca, Chenuda III estuvo un tiempo en arresto domiciliario en 1981 bajo la presidencia de Anwar Sadat. Pero los coptos fueron una de las minorías que tuvo menos problemas en el mundo musulmán….hasta la década pasada cuando el radicalismo islámico empezó a soñar con hacerse con el poder político en el mundo entero por medio de la "jihad".
La violencia contra los coptos arreció en las últimas semanas. Una declaración de los coptos en los Estados Unidos emitida el 10 de junio pasado expresa: "La Asociación de los Coptos en los Estados Unidos denuncia los bárbaros ataques contra los coptos en Egipto, durante dos semanas consecutivas. En el último ataque murió una joven víctima : Milad Ibrahim Farah en la aldea de Dyfish Samalot. Este crimen constituyó la culminación de una semana de terrorismo contra los coptos y sus vidas. Comenzó con la muerte de cuatro coptos en una operación en Zeuiton (que recuerda las operaciones terroristas islámicas contra los coptos y sus comercios en la década del noventa), siguió con el ataque al monasterio de Abu Fana y llevó al secuestro, intimidación abuso y heridas a tres monjes. La Asociación de los Coptos repudia las declaraciones del gobernador de El Minya, que pretende que ambas partes son responsables de la violencia. Vale la pena señalar que este es el incidente N.17 de ataque al monasterio sin intervención de la fuerza pública y el gobierno."
Por su parte, el escritor egipcio Ahmad al Aswani, publicó un duro ataque a los islamistas, al gobierno egipcio y hasta a las autoridades coptas a las que acusa de minimizar los incidentes. Entre otras cosas escribió en un artículo publicado en el sitio liberal en Internet, Aafaq.org : "Como siempre, todos repudian y condenan, y la prensa oficial desmiente que detrás de la violencia haya habido alguna causa sectaria o terrorista…. En otras ocasiones, la excusa habitual es que el criminal era una persona mentalmente inestable y no comprendía lo que hacía"
"Si seguimos lo que sucedió en todos estos casos es que los criminales desaparecen y no son llevados a juicio. No se oye hablar más de ellos".
"En incidentes masivos, como las marchas después de las oraciones de los viernes, luego de que los imanes exhortan a los fieles a quemar las casas de los coptos de sus aldeas, con el pretexto de que esos "infieles" pretendían convertir una de esas casas en una iglesia. Más tarde las acusaciones resultan ser inventadas pero esto solo se prueba luego de que casas, negocios y automóviles fueron quemados y la policía y los funcionarios del gobierno llegan para comprobar que todo está bien quemado. Luego, los diarios, como siempre, acusan a quienes difunden "falsos rumores" acerca de estos acontecimientos y los acusan de ser agentes de Israel o de los Estados Unidos".
"El tema termina sin ninguna investigación y nadie es juzgado, como si nada hubiera sucedido. Luego de un período de calma, vuelven los mismos incidentes, las mismas repuestas y una promesa de que una nueva ley del Parlamento para unificar la ley sobre casas de culto va a resolver todos los problemas, cuando una ley semejante no existe ni va a existir."
Al Aswani acusa al liderazgo copto en Egipto, encabezado por su Eminencia el Patriarca Shenuda III de minimizar los incidentes para no irritar al gobierno.
Dice el escritor egipcio: "Si bien creo firmemente que la mayoría de los musulmanes de Egipto apoyan a sus hermanos coptos y condenan estos incidentes, a la luz de la incitación de clérigos musulmanes en los canales de televisión musulmanes es necesario admitir que lamentablemente las cosas cambiaron, con la sospechada colaboración del gobierno.
El escritor egipcio opositor no tiene dudas acerca de los objetivos de la campaña anti-copta: "Lo que sucede es un intento de aterrorizar a los coptos de Egipto y de obligarlos a emigrar o de convertirse al Islam para protegerse a sí mismos, a sus familias y sus propiedades de confiscaciones propuestas en muchas publicaciones islámicas".
Lo único difícil de entender en todos estos acontecimientos es su escasa difusión en la prensa internacional y la débil y casi inexistente reacción de las organizaciones cristianas en el mundo.
Los coptos en Egipto son uno de los grupos cristianos más antiguos del mundo. Nadie sabe con exactitud cuántos son, pero la estimación más comúnmente aceptada es de 6.5 millones. Se rigen por el rito ortodoxo griego y su jefe, el patriarca de Alejandría que hoy reside en El Cairo, es electo de por vida. Si bien el centro de su Iglesia y la mayoría de sus miembros están en Egipto, hay 1.2 millones dispersos en Estados Unidos, Canadá, Australia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda, Brasil y varios países de Asia y África. A lo largo de la historia, desde el primer siglo de nuestra Era, los coptos generalmente tuvieron buenas relaciones con los demás habitantes de Egipto. Es cierto, no faltaron momentos de tensión política. Por ejemplo, el actual patriarca, Chenuda III estuvo un tiempo en arresto domiciliario en 1981 bajo la presidencia de Anwar Sadat. Pero los coptos fueron una de las minorías que tuvo menos problemas en el mundo musulmán….hasta la década pasada cuando el radicalismo islámico empezó a soñar con hacerse con el poder político en el mundo entero por medio de la "jihad".
La violencia contra los coptos arreció en las últimas semanas. Una declaración de los coptos en los Estados Unidos emitida el 10 de junio pasado expresa: "La Asociación de los Coptos en los Estados Unidos denuncia los bárbaros ataques contra los coptos en Egipto, durante dos semanas consecutivas. En el último ataque murió una joven víctima : Milad Ibrahim Farah en la aldea de Dyfish Samalot. Este crimen constituyó la culminación de una semana de terrorismo contra los coptos y sus vidas. Comenzó con la muerte de cuatro coptos en una operación en Zeuiton (que recuerda las operaciones terroristas islámicas contra los coptos y sus comercios en la década del noventa), siguió con el ataque al monasterio de Abu Fana y llevó al secuestro, intimidación abuso y heridas a tres monjes. La Asociación de los Coptos repudia las declaraciones del gobernador de El Minya, que pretende que ambas partes son responsables de la violencia. Vale la pena señalar que este es el incidente N.17 de ataque al monasterio sin intervención de la fuerza pública y el gobierno."
Por su parte, el escritor egipcio Ahmad al Aswani, publicó un duro ataque a los islamistas, al gobierno egipcio y hasta a las autoridades coptas a las que acusa de minimizar los incidentes. Entre otras cosas escribió en un artículo publicado en el sitio liberal en Internet, Aafaq.org : "Como siempre, todos repudian y condenan, y la prensa oficial desmiente que detrás de la violencia haya habido alguna causa sectaria o terrorista…. En otras ocasiones, la excusa habitual es que el criminal era una persona mentalmente inestable y no comprendía lo que hacía"
"Si seguimos lo que sucedió en todos estos casos es que los criminales desaparecen y no son llevados a juicio. No se oye hablar más de ellos".
"En incidentes masivos, como las marchas después de las oraciones de los viernes, luego de que los imanes exhortan a los fieles a quemar las casas de los coptos de sus aldeas, con el pretexto de que esos "infieles" pretendían convertir una de esas casas en una iglesia. Más tarde las acusaciones resultan ser inventadas pero esto solo se prueba luego de que casas, negocios y automóviles fueron quemados y la policía y los funcionarios del gobierno llegan para comprobar que todo está bien quemado. Luego, los diarios, como siempre, acusan a quienes difunden "falsos rumores" acerca de estos acontecimientos y los acusan de ser agentes de Israel o de los Estados Unidos".
"El tema termina sin ninguna investigación y nadie es juzgado, como si nada hubiera sucedido. Luego de un período de calma, vuelven los mismos incidentes, las mismas repuestas y una promesa de que una nueva ley del Parlamento para unificar la ley sobre casas de culto va a resolver todos los problemas, cuando una ley semejante no existe ni va a existir."
Al Aswani acusa al liderazgo copto en Egipto, encabezado por su Eminencia el Patriarca Shenuda III de minimizar los incidentes para no irritar al gobierno.
Dice el escritor egipcio: "Si bien creo firmemente que la mayoría de los musulmanes de Egipto apoyan a sus hermanos coptos y condenan estos incidentes, a la luz de la incitación de clérigos musulmanes en los canales de televisión musulmanes es necesario admitir que lamentablemente las cosas cambiaron, con la sospechada colaboración del gobierno.
El escritor egipcio opositor no tiene dudas acerca de los objetivos de la campaña anti-copta: "Lo que sucede es un intento de aterrorizar a los coptos de Egipto y de obligarlos a emigrar o de convertirse al Islam para protegerse a sí mismos, a sus familias y sus propiedades de confiscaciones propuestas en muchas publicaciones islámicas".
Lo único difícil de entender en todos estos acontecimientos es su escasa difusión en la prensa internacional y la débil y casi inexistente reacción de las organizaciones cristianas en el mundo.
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Próximo Objetivo-Excusa: Las Granjas de Shaaba
por Gabriel Ben-Tasgal
Para Guysen International News
Se trata de unos 25 kilómetros cuadrados que pueden se utilizados como excusa para una nueva explosión de violencia entre Israel y el movimiento terrorista Jizballah. Ubicadas entre la aldea druza Magdel Shams en el Golán y el aldea libanesa de Shaaba, son pretendidas por Jizballah para su "amada" patria libanesa, la misma que jaquea en la actualidad.
Las alturas del Golán se rigen por la ley israelí. Más aún, si continúa el proceso iniciado en la Knesset, cualquier renuncia o retirada en esta zona deberá ser sometido a un plebiscito (o elecciones). El Golán, según la ley de 1981, no ha sido anexado a Israel sino que la ley israelí rige sobre estas tierras (a diferencia de Jerusalén que si fue anexada por una ley de 1980). Lo cierto es que la comunidad israelí no reconoce el derecho de Israel y, sin embargo, tampoco existe total consenso sobre quién debería poseer estos 25 kilómetros cuadrados.
En mayo del año 2000, el entonces gobierno de Israel solicitó a la ONU establecer los límites entre Israel y el Líbano para así cumplir la resolución 425 del Consejo de Seguridad que exigía la total retirada israelí del sur del país. Los responsables se fijaron en el archivo de mapas de la zona estableciendo que las Granjas de Shaaba (para Israel, "Har Dov") formaban parte del Golán y por lo tanto, según la ONU, es territorio sirio conquistado por Israel. Siguiendo este razonamiento, si Israel le debería devolver a alguien este terreno es justamente a Siria.
El origen del problema, como muchos otros problemas, reside en la influencia de las potencias en la zona. Francia, que según el Acuerdo Secreto de Sykes Pikot (1916) y luego gracias a la Sociedad de las Naciones, había recibido un mandato sobre los terrenos de Siria y el Líbano, se hacía cargo de terrenos que de hecho, eran una sola entidad. Como los franceses decidieron crear un país pro francés con mayoría (entonces) cristiana maronita, partieron el terreno aunque de facto, dominaban las dos sub provincias. En un mapa francés de 1932 las Granjas son parte del Líbano mientras que en otro de 1945 son parte de Siria. Al retirarse Francia y declararse el estado independiente del Líbano (1943) comenzaron una serie de procesos complicados… una guerra civil dentro del Líbano entre las minorías unidas en un país artificial y pro sobre todo, los incansables intentos de Siria por recuperar el terreno que consideraban de su propiedad.
Tras la retirada israelí del sur del Líbano (2000), Jizballah comenzó a vociferar que, a diferencia de lo argumentado por la ONU, Israel no se había retirado de "todo" el territorio libanés sino que aún dominaba las Granjas de Shaaba. Lo que se podía interpretar como una simple excusa para seguir bombardeando a Israel escudándose en una "defensa a la madre tierra libanesa" (y así ganar legitimidad en la sociedad libanesa), cobró más fuerza tras las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores sirio Faruk A-Shara quien en el 2005 dijo que ciertamente, las tierras eran parte del Líbano. Para Siria, se trataba de una nueva oportunidad para envalentonar a Jizballah para que dicho grupo terrorista sigo hostigando a Israel sin tenerse que enfrentar ella al poder militar de sus vecinos del sureste. Para Siria… también era una posibilidad de debilitar más al gobierno de Fuad Siniora reforzando el poder de Jizballah en el sur del Líbano. A todo esto, Fuad Siniora declaraba que deseaba negociar con Siria la fijación de los límites en las Granjas de Shaaba aunque más no fuese para debilitar un poco a Jizballah.
La confusión también está instalada en el propio gobierno libanés. En la página de Internet del ejercito nacional aparece, en un mapa, las Granjas de Shaaba dentro del Líbano y en otro mapa como parte de Siria.
Tras la segunda Guerra del Líbano (2006) el Consejo de Seguridad establece la famosa declaración 1701 por la cual Israel retrocede del Líbano y Jizballah deja de atentar contra los civiles israelíes, desmilitarizando una zona que sería controlada por los cascos azules de UNIFIL. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas solicitaba, en dicha declaración (artículo 10), que el Secretario General de la ONU estudie y aconseje el mejor proceder con respecto a las Granjas de Shaaba.
Ban Ki-Moon establece dos formas de solucionar el conflicto: 1) Que Líbano y Siria solucionen, de una vez por todas, dicho sea de paso, sus problemas de límites a través de la negociación. Bashar El-Assad anunció su "deseo" de sentarse a negociar sobre el tema con el Primer Ministro Fuad Siniora aunque es justamente el primer ministro sunita (Siniora) quien, en la actualidad, tiene la cabeza ocupada intentando sobrevivir a los embates y a los sabotajes de los partidarios de la rama pro-Siria y anti Siniora que lidera el Jizballah en el Líbano y que la apoyan el maronita Michell Aoun, entre otros. 2) Que los terrenos pasen a ser administrados por la propia ONU hasta que se decida su futuro. Ki-Moon dijo que se trata de un tema problemático ya que no queda del todo claro la ubicación y extensión geográfica de las granjas (por eso nombro a un cartógrafo para establecer las fronteras). El Secretario General explicó que recibió ayuda de Israel y del Líbano para fijar las fronteras pero no por parte de Siria.
En los últimos meses, la ONU volvió a estudiar el tema y ahora estableció que hay posibilidades "que sean ciertas" las quejas (más bien de Jizballah) que se trata de territorio libanés. Una aclaración importante en este tema… en setiembre del 2006 el Secretario General de la ONU establece en un informe que no hay justificación para que Jizballah continué realizando actividades militares en el sur del Líbano escudándose en el tema de las Granjas de Shaaba. A la par, entiende que si este tema se solucionase sería más fácil (supuestamente) para el gobierno central del Líbano desarmar a Jizballah ya que (supuestamente nuevamente) no tendría motivo para continuar la guerra. De ahí que comience a sonar con más fuerza la versión "Shaaba formaba parte del Líbano". Hay mapas que muestran una cosa y otros que muestran lo contrario. Es sólo cuestión de explicar que unos mapas son más importantes que otros.
Dicho sea de paso, los soldados de la ONU que controlan la separación de fuerzas en las Granjas de Shaaba son los cascos azules que vigilan los límites entre Siria e Israel y no las fuerzas de UNIFIL que separan a israelíes y libaneses. Esto muestra que, por el momento, la ONU sigue creyendo que el terreno es sirio.
Hay quienes argumentan, en Israel, que las Granjas poseen un beneficio militar ya que se encuentran a una altura considerable y sirven de antesala para subir alternativamente al estratégico Monte Hermón. Otros, rechazan entregarle las Granjas al Líbano (más precisamente a Jizballah) ya que esta acción envalentonaría aun más al grupo terrorista chiíta quien en un futuro podría exigir recuperar siete aldeas chiítas que ahora están dentro de Israel en la Alta Galilea.
Los que se apoyan la entrega de las Granjas al Líbano, creen que se trata de un territorio tan chica que se podría solucionar el conflicto exigiéndole a la ONU que mantenga el terreno desmilitarizado (sin Jizballah). Más aún, la entrega debilitará, creen, los argumentos militares de Jizballah.
Como en muchas otras cosas… los que creen que Jizballah desea destruir a Israel e imponer un gobierno fundamentalista en el Líbano entienden que la entrega o no de Shaaba nada influirá. Los que consideran que se puede debilitar al grupo terrorista con una fusión de decisiones políticas, diplomáticas y la acción efectiva de al ONU, apoyan la cesión.
Lo cierto es que durante la última semana en Israel, el Primer Ministro Ehúd Olmert manifestó su interés de sentarse a negociar con el Líbano el futuro de las Granjas de Shaaba. Para Israel, sería una excelente excusa para cederle al gobierno de Siniora las Granjas, reforzar su posición interna en el Líbano y dar un puntapié inicial a unos acuerdos de paz con el país vecino.
La respuesta de Beirut fue simple: "el Líbano se mantiene en su postura de ser el último país árabe en firmar la paz con Israel".
Olmert puede lanzarle un balón a Siniora… pero, si Siniora es tan débil como lo que aparenta, el balón no será devuelto ya que el jugador de Beirut está demasiado pendiente de lo que opina Damasco y de no ser destruido por Jassen Nasrallah.
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Contra los acuerdos tal como se presentan
Por Mario Weinstein
Aurora-israel.co.il
Dos acuerdos se están concretando en estas horas, y me siento molesto porque me opongo a ambos. Mi molestia deriva principalmente del hecho de que, en ambos casos, se trata de acuerdos con enemigos, fruto de un diálogo y una negociación, aunque sea a través de terceros y no en forma directa, y eso suena a muy bueno y positivo: siempre es mejor hablar que hacer la guerra y el peor de los acuerdos es mejor que la mejor de las victorias.
Sin embargo, tanto en el intercambio que aparentemente se llevará a cabo con Hezbollah en el norte, como en el inminente cese de fuego con Hamás en el sur, mi sensación y, peor aun, mi convicción, es que se trata de grandes errores. Claro que es fácil decirlo cuando no se trata del hijo de uno que cayó en manos de Hezbollah, y cuando no es uno el que vive desde hace largos años bajo la constante amenaza de cohetes. Pese a todo, y después de un esfuerzo de empatía de mi parte, para tratar de ver de verdad las cosas desde esa óptica, continúo insatisfecho y en la oposición
Es cierto que he repetido y repito ahora que la victoria se logra en la mesa de negociaciones y que en este conflicto la victoria militar es decididamente imposible para cualquiera de las partes. Pero eso es verdad en cuanto al conflicto como un todo y a su resolución final, definitiva. Dicho de otra manera: esta guerra se puede ganar sólo en la mesa de negociaciones, pero durante esa guerra hay también batallas, que a veces son diplomáticas y otras, como sostengo que debe ser en este caso, puramente militares. No se gana la guerra en el campo de fuego, pero sí batallas
La condición es que también esa batalla, o alternativamente: el acuerdo parcial, ayuden a obtener la victoria final. Con Hamás en este momento el acuerdo obtenido no sólo que no promueve ni acelera la concreción de los acuerdos finales, sino todo lo contrario, los demora, los estorba y hasta cierto punto los impide
Hay dos representaciones palestinas, una pragmática y la otra intransigente. La primera puede ser calificada de política, la segunda de ideológica. Ninguna de las dos es sionista ni ferviente admirador del pueblo judío, pero Mahmud Abás entiende lo que muchos a ambos lados de la frontera: entre los palestinos que claman para obtener toda "Falestin'' y los israelíes que reivindican para sí la totalidad de "Eretz Israel'' sólo puede dirimir la espada y continuarán su guerra hasta que una de las partes logre aniquilar físicamente a la otra. Abás se cuenta entre quienes creemos que ello no habrá de suceder jamás. Algunos lo creen con resignación y otros lo creemos con un suspiro de alivio, porque no queremos ser ni aniquilados ni genocidas.
Es probable que el trecho que aún queda por recorrer para que las partes moderadas de ambos lados lleguen a un acuerdo duradero y viable, sea demasiado largo y quizás insalvable en un tiempo prudencial. Pero incluso en ese caso, el interés israelí y el interés de la paz, es decir, el de la región y el del mundo, es fortalecer a los moderados y pragmáticos de ambos lados
Israel no puede hacerlo, pero sí puede ayudar y colaborar para que se haga. Mientras peor le vayan las cosas a los palestinos bajo un Gobierno de Hamás y mejor bajo el de Fatah, más facilitaremos los cambios favorables. Y viceversa
De qué acuerdo con Hamás estamos hablando? De uno limitado, en el mejor de los casos, a seis meses, sin ningún reconocimiento ni legitimidad de Israel por parte de Hamás -léase: sin concesiones ideológicas- con un reconocimiento de facto por parte de Israel al Gobierno de Hamás en Gaza, o en todo caso un reconocimiento mayor que el que le otorgan hoy en día los países de Occidente, a instancias de Israel
Con una apertura de pasos fronterizos para poner fin al sitio económico y la promesa -es verdad: difusa- de discutir la apertura del paso de Rafíah sin presencia israelí. A cambio de todo eso, Hamás se compromete a dejar de atacar a las poblaciones cercanas a Gaza, pero Israel también a dejar de atacar efectivos palestinos armados al otro lado de la frontera.
Ya ahora está Hamás presentando el acuerdo como el gran logro heroico suyo y del sufrido pueblo de Gaza, explicando que valía la pena esperar y sufrir porque el enemigo se ha rendido y ha aceptado poner fin a su agresión, con tal de que los mártires soldados de la resistencia dejen de bombardearlos con sus armas al servicio de la guerra santa.
Como el acuerdo no incluye el canje de Guilad Shalit ``que es un caso aparte y una negociación en sí misma, independiente del resto'', dentro de poco -cuanto antes mejor- podrá Hamás exhibir otro gran logro de su política armada, violenta, enemiga del diálogo: centenares de palestinos juzgados y encarcelados en Israel por actos de sangre, de la clase que Israel nunca había liberado en negociaciones con los palestinos -salvo el caso del más veterano de los presos, que estaba en la cárcel desde antes de la Guerra de los Seis Días- y a quienes los palestinos pragmáticos no podrían haber liberado ni en sueños
El mensaje es claro y convincente: el enemigo sionista entiende sólo el lenguaje de la fuerza. Los dialoguistas no han obtenido en décadas lo que los intransigentes y luchadores han obtenido en un par de años. ¿Por qué habrían de cambiar su política? ¿Por qué deberían los palestinos preferir a los pragmáticos que resultan inoperantes?
Resultado: Israel está beneficiando y reforzando a Hamás, y debilitando a Fatah. Así como el conflicto continúa pero la intifada que comenzó en octubre de 2000 ya no, así también se debe llegar a una situación similar con Hamás. La intifada fue derrotada en el terreno militar, con el sitio a ciudades palestinas, el confinamiento de Arafat, la ejecución de los sucesivos líderes de Hamás. Algo similar se debe hacer ahora ante los ataques al Néguev, y después se podrá hablar.
En cuanto a la transacción con Hezbollah, hay en ella algunos elementos similares a los ya mencionados, con notables diferencias al adecuarse a
otra realidad.
Israel libera a uno de los asesinos más repugnantes que haya conocido en esta guerra sucia de verdad, para mi gusto más repugnante que el de quienes arrojaron al mar en su silla de ruedas al lisiado Leon Klignhoffer del Achille Lauro. Samir Kuntar mató de un tiro a quemarropa a Dany Harán ante los ojos de su hija Einat de cuatro años, a quien mató después machacando su cabecita con una piedra.
Si se liberara a ese infrahumano a quien Hezbollah admira como un héroe a cambio de un soldado o un civil israelí vivo, habría que aceptarlo. Pero no nos engañemos: no es por capricho que Nasrala no respondió a los pedidos de dar pruebas de vida de los dos soldados israelíes secuestrados en territorio soberano israelí. Ahora entregará los dos cadáveres
A cambio de cadáveres, debe recibir cadáveres. Como no es así, aparecerá como el gran héroe frente al enemigo extranjero, en momentos en que está señalizado como el gran enemigo de la estabilidad libanesa, después de haber llevado al país al borde mismo de la guerra civil.
Además de ayudarlo en su propio frente interno, Israel le envía un mensaje a él y a todos los de su calaña: secuestren todo lo que puedan y no se hagan problema si tienen que matar al rehén: Israel paga de todas maneras.
En resumen: estamos todos en peligro
Próximo Objetivo-Excusa: Las Granjas de Shaaba
por Gabriel Ben-Tasgal
Para Guysen International News
Se trata de unos 25 kilómetros cuadrados que pueden se utilizados como excusa para una nueva explosión de violencia entre Israel y el movimiento terrorista Jizballah. Ubicadas entre la aldea druza Magdel Shams en el Golán y el aldea libanesa de Shaaba, son pretendidas por Jizballah para su "amada" patria libanesa, la misma que jaquea en la actualidad.
Las alturas del Golán se rigen por la ley israelí. Más aún, si continúa el proceso iniciado en la Knesset, cualquier renuncia o retirada en esta zona deberá ser sometido a un plebiscito (o elecciones). El Golán, según la ley de 1981, no ha sido anexado a Israel sino que la ley israelí rige sobre estas tierras (a diferencia de Jerusalén que si fue anexada por una ley de 1980). Lo cierto es que la comunidad israelí no reconoce el derecho de Israel y, sin embargo, tampoco existe total consenso sobre quién debería poseer estos 25 kilómetros cuadrados.
En mayo del año 2000, el entonces gobierno de Israel solicitó a la ONU establecer los límites entre Israel y el Líbano para así cumplir la resolución 425 del Consejo de Seguridad que exigía la total retirada israelí del sur del país. Los responsables se fijaron en el archivo de mapas de la zona estableciendo que las Granjas de Shaaba (para Israel, "Har Dov") formaban parte del Golán y por lo tanto, según la ONU, es territorio sirio conquistado por Israel. Siguiendo este razonamiento, si Israel le debería devolver a alguien este terreno es justamente a Siria.
El origen del problema, como muchos otros problemas, reside en la influencia de las potencias en la zona. Francia, que según el Acuerdo Secreto de Sykes Pikot (1916) y luego gracias a la Sociedad de las Naciones, había recibido un mandato sobre los terrenos de Siria y el Líbano, se hacía cargo de terrenos que de hecho, eran una sola entidad. Como los franceses decidieron crear un país pro francés con mayoría (entonces) cristiana maronita, partieron el terreno aunque de facto, dominaban las dos sub provincias. En un mapa francés de 1932 las Granjas son parte del Líbano mientras que en otro de 1945 son parte de Siria. Al retirarse Francia y declararse el estado independiente del Líbano (1943) comenzaron una serie de procesos complicados… una guerra civil dentro del Líbano entre las minorías unidas en un país artificial y pro sobre todo, los incansables intentos de Siria por recuperar el terreno que consideraban de su propiedad.
Tras la retirada israelí del sur del Líbano (2000), Jizballah comenzó a vociferar que, a diferencia de lo argumentado por la ONU, Israel no se había retirado de "todo" el territorio libanés sino que aún dominaba las Granjas de Shaaba. Lo que se podía interpretar como una simple excusa para seguir bombardeando a Israel escudándose en una "defensa a la madre tierra libanesa" (y así ganar legitimidad en la sociedad libanesa), cobró más fuerza tras las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores sirio Faruk A-Shara quien en el 2005 dijo que ciertamente, las tierras eran parte del Líbano. Para Siria, se trataba de una nueva oportunidad para envalentonar a Jizballah para que dicho grupo terrorista sigo hostigando a Israel sin tenerse que enfrentar ella al poder militar de sus vecinos del sureste. Para Siria… también era una posibilidad de debilitar más al gobierno de Fuad Siniora reforzando el poder de Jizballah en el sur del Líbano. A todo esto, Fuad Siniora declaraba que deseaba negociar con Siria la fijación de los límites en las Granjas de Shaaba aunque más no fuese para debilitar un poco a Jizballah.
La confusión también está instalada en el propio gobierno libanés. En la página de Internet del ejercito nacional aparece, en un mapa, las Granjas de Shaaba dentro del Líbano y en otro mapa como parte de Siria.
Tras la segunda Guerra del Líbano (2006) el Consejo de Seguridad establece la famosa declaración 1701 por la cual Israel retrocede del Líbano y Jizballah deja de atentar contra los civiles israelíes, desmilitarizando una zona que sería controlada por los cascos azules de UNIFIL. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas solicitaba, en dicha declaración (artículo 10), que el Secretario General de la ONU estudie y aconseje el mejor proceder con respecto a las Granjas de Shaaba.
Ban Ki-Moon establece dos formas de solucionar el conflicto: 1) Que Líbano y Siria solucionen, de una vez por todas, dicho sea de paso, sus problemas de límites a través de la negociación. Bashar El-Assad anunció su "deseo" de sentarse a negociar sobre el tema con el Primer Ministro Fuad Siniora aunque es justamente el primer ministro sunita (Siniora) quien, en la actualidad, tiene la cabeza ocupada intentando sobrevivir a los embates y a los sabotajes de los partidarios de la rama pro-Siria y anti Siniora que lidera el Jizballah en el Líbano y que la apoyan el maronita Michell Aoun, entre otros. 2) Que los terrenos pasen a ser administrados por la propia ONU hasta que se decida su futuro. Ki-Moon dijo que se trata de un tema problemático ya que no queda del todo claro la ubicación y extensión geográfica de las granjas (por eso nombro a un cartógrafo para establecer las fronteras). El Secretario General explicó que recibió ayuda de Israel y del Líbano para fijar las fronteras pero no por parte de Siria.
En los últimos meses, la ONU volvió a estudiar el tema y ahora estableció que hay posibilidades "que sean ciertas" las quejas (más bien de Jizballah) que se trata de territorio libanés. Una aclaración importante en este tema… en setiembre del 2006 el Secretario General de la ONU establece en un informe que no hay justificación para que Jizballah continué realizando actividades militares en el sur del Líbano escudándose en el tema de las Granjas de Shaaba. A la par, entiende que si este tema se solucionase sería más fácil (supuestamente) para el gobierno central del Líbano desarmar a Jizballah ya que (supuestamente nuevamente) no tendría motivo para continuar la guerra. De ahí que comience a sonar con más fuerza la versión "Shaaba formaba parte del Líbano". Hay mapas que muestran una cosa y otros que muestran lo contrario. Es sólo cuestión de explicar que unos mapas son más importantes que otros.
Dicho sea de paso, los soldados de la ONU que controlan la separación de fuerzas en las Granjas de Shaaba son los cascos azules que vigilan los límites entre Siria e Israel y no las fuerzas de UNIFIL que separan a israelíes y libaneses. Esto muestra que, por el momento, la ONU sigue creyendo que el terreno es sirio.
Hay quienes argumentan, en Israel, que las Granjas poseen un beneficio militar ya que se encuentran a una altura considerable y sirven de antesala para subir alternativamente al estratégico Monte Hermón. Otros, rechazan entregarle las Granjas al Líbano (más precisamente a Jizballah) ya que esta acción envalentonaría aun más al grupo terrorista chiíta quien en un futuro podría exigir recuperar siete aldeas chiítas que ahora están dentro de Israel en la Alta Galilea.
Los que se apoyan la entrega de las Granjas al Líbano, creen que se trata de un territorio tan chica que se podría solucionar el conflicto exigiéndole a la ONU que mantenga el terreno desmilitarizado (sin Jizballah). Más aún, la entrega debilitará, creen, los argumentos militares de Jizballah.
Como en muchas otras cosas… los que creen que Jizballah desea destruir a Israel e imponer un gobierno fundamentalista en el Líbano entienden que la entrega o no de Shaaba nada influirá. Los que consideran que se puede debilitar al grupo terrorista con una fusión de decisiones políticas, diplomáticas y la acción efectiva de al ONU, apoyan la cesión.
Lo cierto es que durante la última semana en Israel, el Primer Ministro Ehúd Olmert manifestó su interés de sentarse a negociar con el Líbano el futuro de las Granjas de Shaaba. Para Israel, sería una excelente excusa para cederle al gobierno de Siniora las Granjas, reforzar su posición interna en el Líbano y dar un puntapié inicial a unos acuerdos de paz con el país vecino.
La respuesta de Beirut fue simple: "el Líbano se mantiene en su postura de ser el último país árabe en firmar la paz con Israel".
Olmert puede lanzarle un balón a Siniora… pero, si Siniora es tan débil como lo que aparenta, el balón no será devuelto ya que el jugador de Beirut está demasiado pendiente de lo que opina Damasco y de no ser destruido por Jassen Nasrallah.
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Contra los acuerdos tal como se presentan
Por Mario Weinstein
Aurora-israel.co.il
Dos acuerdos se están concretando en estas horas, y me siento molesto porque me opongo a ambos. Mi molestia deriva principalmente del hecho de que, en ambos casos, se trata de acuerdos con enemigos, fruto de un diálogo y una negociación, aunque sea a través de terceros y no en forma directa, y eso suena a muy bueno y positivo: siempre es mejor hablar que hacer la guerra y el peor de los acuerdos es mejor que la mejor de las victorias.
Sin embargo, tanto en el intercambio que aparentemente se llevará a cabo con Hezbollah en el norte, como en el inminente cese de fuego con Hamás en el sur, mi sensación y, peor aun, mi convicción, es que se trata de grandes errores. Claro que es fácil decirlo cuando no se trata del hijo de uno que cayó en manos de Hezbollah, y cuando no es uno el que vive desde hace largos años bajo la constante amenaza de cohetes. Pese a todo, y después de un esfuerzo de empatía de mi parte, para tratar de ver de verdad las cosas desde esa óptica, continúo insatisfecho y en la oposición
Es cierto que he repetido y repito ahora que la victoria se logra en la mesa de negociaciones y que en este conflicto la victoria militar es decididamente imposible para cualquiera de las partes. Pero eso es verdad en cuanto al conflicto como un todo y a su resolución final, definitiva. Dicho de otra manera: esta guerra se puede ganar sólo en la mesa de negociaciones, pero durante esa guerra hay también batallas, que a veces son diplomáticas y otras, como sostengo que debe ser en este caso, puramente militares. No se gana la guerra en el campo de fuego, pero sí batallas
La condición es que también esa batalla, o alternativamente: el acuerdo parcial, ayuden a obtener la victoria final. Con Hamás en este momento el acuerdo obtenido no sólo que no promueve ni acelera la concreción de los acuerdos finales, sino todo lo contrario, los demora, los estorba y hasta cierto punto los impide
Hay dos representaciones palestinas, una pragmática y la otra intransigente. La primera puede ser calificada de política, la segunda de ideológica. Ninguna de las dos es sionista ni ferviente admirador del pueblo judío, pero Mahmud Abás entiende lo que muchos a ambos lados de la frontera: entre los palestinos que claman para obtener toda "Falestin'' y los israelíes que reivindican para sí la totalidad de "Eretz Israel'' sólo puede dirimir la espada y continuarán su guerra hasta que una de las partes logre aniquilar físicamente a la otra. Abás se cuenta entre quienes creemos que ello no habrá de suceder jamás. Algunos lo creen con resignación y otros lo creemos con un suspiro de alivio, porque no queremos ser ni aniquilados ni genocidas.
Es probable que el trecho que aún queda por recorrer para que las partes moderadas de ambos lados lleguen a un acuerdo duradero y viable, sea demasiado largo y quizás insalvable en un tiempo prudencial. Pero incluso en ese caso, el interés israelí y el interés de la paz, es decir, el de la región y el del mundo, es fortalecer a los moderados y pragmáticos de ambos lados
Israel no puede hacerlo, pero sí puede ayudar y colaborar para que se haga. Mientras peor le vayan las cosas a los palestinos bajo un Gobierno de Hamás y mejor bajo el de Fatah, más facilitaremos los cambios favorables. Y viceversa
De qué acuerdo con Hamás estamos hablando? De uno limitado, en el mejor de los casos, a seis meses, sin ningún reconocimiento ni legitimidad de Israel por parte de Hamás -léase: sin concesiones ideológicas- con un reconocimiento de facto por parte de Israel al Gobierno de Hamás en Gaza, o en todo caso un reconocimiento mayor que el que le otorgan hoy en día los países de Occidente, a instancias de Israel
Con una apertura de pasos fronterizos para poner fin al sitio económico y la promesa -es verdad: difusa- de discutir la apertura del paso de Rafíah sin presencia israelí. A cambio de todo eso, Hamás se compromete a dejar de atacar a las poblaciones cercanas a Gaza, pero Israel también a dejar de atacar efectivos palestinos armados al otro lado de la frontera.
Ya ahora está Hamás presentando el acuerdo como el gran logro heroico suyo y del sufrido pueblo de Gaza, explicando que valía la pena esperar y sufrir porque el enemigo se ha rendido y ha aceptado poner fin a su agresión, con tal de que los mártires soldados de la resistencia dejen de bombardearlos con sus armas al servicio de la guerra santa.
Como el acuerdo no incluye el canje de Guilad Shalit ``que es un caso aparte y una negociación en sí misma, independiente del resto'', dentro de poco -cuanto antes mejor- podrá Hamás exhibir otro gran logro de su política armada, violenta, enemiga del diálogo: centenares de palestinos juzgados y encarcelados en Israel por actos de sangre, de la clase que Israel nunca había liberado en negociaciones con los palestinos -salvo el caso del más veterano de los presos, que estaba en la cárcel desde antes de la Guerra de los Seis Días- y a quienes los palestinos pragmáticos no podrían haber liberado ni en sueños
El mensaje es claro y convincente: el enemigo sionista entiende sólo el lenguaje de la fuerza. Los dialoguistas no han obtenido en décadas lo que los intransigentes y luchadores han obtenido en un par de años. ¿Por qué habrían de cambiar su política? ¿Por qué deberían los palestinos preferir a los pragmáticos que resultan inoperantes?
Resultado: Israel está beneficiando y reforzando a Hamás, y debilitando a Fatah. Así como el conflicto continúa pero la intifada que comenzó en octubre de 2000 ya no, así también se debe llegar a una situación similar con Hamás. La intifada fue derrotada en el terreno militar, con el sitio a ciudades palestinas, el confinamiento de Arafat, la ejecución de los sucesivos líderes de Hamás. Algo similar se debe hacer ahora ante los ataques al Néguev, y después se podrá hablar.
En cuanto a la transacción con Hezbollah, hay en ella algunos elementos similares a los ya mencionados, con notables diferencias al adecuarse a
otra realidad.
Israel libera a uno de los asesinos más repugnantes que haya conocido en esta guerra sucia de verdad, para mi gusto más repugnante que el de quienes arrojaron al mar en su silla de ruedas al lisiado Leon Klignhoffer del Achille Lauro. Samir Kuntar mató de un tiro a quemarropa a Dany Harán ante los ojos de su hija Einat de cuatro años, a quien mató después machacando su cabecita con una piedra.
Si se liberara a ese infrahumano a quien Hezbollah admira como un héroe a cambio de un soldado o un civil israelí vivo, habría que aceptarlo. Pero no nos engañemos: no es por capricho que Nasrala no respondió a los pedidos de dar pruebas de vida de los dos soldados israelíes secuestrados en territorio soberano israelí. Ahora entregará los dos cadáveres
A cambio de cadáveres, debe recibir cadáveres. Como no es así, aparecerá como el gran héroe frente al enemigo extranjero, en momentos en que está señalizado como el gran enemigo de la estabilidad libanesa, después de haber llevado al país al borde mismo de la guerra civil.
Además de ayudarlo en su propio frente interno, Israel le envía un mensaje a él y a todos los de su calaña: secuestren todo lo que puedan y no se hagan problema si tienen que matar al rehén: Israel paga de todas maneras.
En resumen: estamos todos en peligro