DE INTERES


Hannah Arendt en su centenario
''Soy judía, nunca lo he negado: es la raíz más poderosa de mi vida", expresaba la escritora
Por José María Pérez Gay

A principios de noviembre de 1966, el profesor Jacob Taubes, ex adjunto de Gershom Scholem en la Universidad de Jerusalén y por ese entonces director del Instituto de Filosofía de la Universidad Libre de Berlín, invitó a sus alumnos a una conversación pública con Hannah Arendt. Nos dimos cita a las seis de la tarde y abarrotamos el auditorio; muchos compañeros llegaron después, burlaron el control de la entrada, se sentaron en los pasillos, en las escaleras, en las repisas de los ventanales y el aire se volvió poco a poco irrespirable. Antes del anochecer una mujer de pelo negro, robusta, 60 años cumplidos, apareció en la tarima, sentada a un lado del profesor Taubes, fumando un cigarrillo tras otro, en cadena -dos cajetillas de Pall Mall sobre el escritorio-, hablando un alemán impecable y sin acento, wie gedrückt, como se dice, listo para la imprenta. Hannah Arendt tenía la cara afilada, nariz aguileña y rasgos muy marcados; ojos oscuros, singularmente vivos, y un aire de venir del otro lado de la realidad. Vestía un traje sastre oscuro, un collar de cuentas de colores y cuando apagaba el cigarrillo se quitaba y se ponía los anteojos sin pausa. Hablaba de Alemania como de una patria perdida, de los primeros años del exilio y de Estados Unidos, su nuevo país, de la admiración irrestricta por la democracia estadunidense.
"No hay remedio -nos dijo-, soy alemana hasta la raíz. Siempre seré la joven que venía de lejos, como en el poema de Friedrich Schiller. Un poco menos extranjera en Alemania que en Estados Unidos. A veces me lo oculto a mí misma: soy estadunidense de todo corazón político, pero mi memoria y mi lengua materna serán siempre alemanes." Luego nos confesó uno de sus más secretos anhelos: recorrer otra vez la avenida Lichtenthaler Alle, en la lejana Königsberg, la ciudad donde había nacido Kant y en la que Hannah Arendt pasó su infancia y adolescencia. Al invadir la Unión Soviética Prusia oriental, en 1946, el puerto de Königsberg, a orillas del mar Báltico, cambió de nombre; ahora se llama Kaliningrado, nombre de un desconocido presidente soviético.
Rüdiger Safranski le preguntó si se sentía judía, y Hannah Arendt respondió esa tarde con tono muy enérgico: "Soy judía, nunca lo he negado. Se trata de la raíz más poderosa de mi vida. Los judíos de cultura y lengua alemana fueron, sin duda, una expresión irrepetible en el proceso de asimilación del pueblo judío a otras culturas. La cultura judeo-alemana fue, al cambiar el siglo, una de las más modernas, ricas y sugerentes, más críticas y creadoras. En ningún otro país europeo surgió con la fuerza que asumió en Alemania y Austria. Yo pertenezco a ese mundo, soy una sobreviviente. Nuestra cultura fue exterminada de modo brutal. Después de tantos años, lo único que sobrevivió en medio de la destrucción -nos dijo- fue el idioma alemán. Aunque ahora escriba en inglés, mi amor por la lengua materna será perpetuo".
Publicado por Dr. Guido Maisuls
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La misoginia de una revista femenina con la excusa de Israel
Durante mucho tiempo ya, la reputación de Israel ha sufrido de verdad entre los izquierdistas y los progresistas.
por Phyllis Chesler
Durante mucho tiempo ya, la reputación de Israel ha sufrido de verdad entre los izquierdistas y los progresistas. Muchas organizaciones judías americanas (progres) o bien han convenido con las críticas o han tenido miedo de desafiar a tales grupos con los que están de acuerdo en otros temas importantes. Algo ha cambiado.

En un esfuerzo por formar a las feministas americanas en materia de la mujer en Israel, el Congreso Judío Americano quiso colocar un anuncio corriente en la revista Ms. [http://www.msmagazine.com/] mostrando fotografías de tres mujeres israelíes: Dorit Beinish, presidenta del Supremo israelí; Tzipi Livni, viceprimer ministra y ministra de asuntos exteriores; y Dalia Itzik, la presidenta de la Knesset. El anuncio simplemente rezaba: "Esto es Israel".
La revista Ms. se negaba a publicar el anuncio (como alguien que llevo peleando con el antisemitismo y el antisionismo entre las feministas desde los primeros años 70, no puedo decir que me sorprendiera aunque ciertamente me disgustara). Ms. afirmaba que aceptar el anuncio provocaría una tormenta entre sus lecturas. Afirmó que no quería ser percibida como favoreciendo a una parte política sobre otra, porque dos de las mujeres israelíes pertenecían al mismo partido. Y explicó que estaba a punto de ofrecer una entrevista con Tzipi Livni.
Ms. siempre fue difícil de soportar. Con el fin de mantenerla a flote, Gloria Steinem tuvo que dedicar casi todo su tiempo a la recaudación de fondos. Los redactores tuvieron que ser amenazados por pedir seguro médico, y los redactores tuvieron que amenazar con demandar porque no se les pagaba. A pesar de las apariencias, siempre fue una empresa de beneficios inexistentes. Pero tenía una buena tirada.
A lo largo del tiempo, Ms. se hizo más pequeña y menos influyente -- algo completamente corriente en el negocio de la prensa. Pero siguió disfrutando de considerable respaldo "de la mujer" y la reputación casi intachable -- al menos entre sus seguidoras, no así entre sus detractoras. Y cada organización judía progre de importancia veía sus objetivos como parecidos a los de la revista.
La luna de miel duró demasiado y es ya tarde para plantear la cuestión de dónde se encuentra realmente el feminismo en la cuestión de Israel y Palestina. Bueno, más vale tarde que nunca. Esto iba a suceder. Solamente era cuestión de tiempo.
Yo estuve presente en la primera reunión en el apartamento de Tudor de Brenda Feigen Fasteau que dio lugar a la fundación de la revista Ms. en 1972. La revista extractaba y predicaba maravillas de muchos de mis primeros libros, incluyendo La mujer y la locura, Acerca de los hombres, o Con hijos: diario de la maternidad. Compartimos una historia (sé dónde están enterrados muchos de los cadáveres que entierra, y sólo hay que esperar turno; antes de llegar, hay montones de cadáveres de feministas apilados aquí).
A mediados de los años 70, personalmente hice presión en busca de firmantes de la revista Ms. en peticiones de crítica a la infame resolución de Naciones Unidas de sionismo es igual a racismo. Normalmente no tenía éxito, pero en ocasiones sí. Encabecé una delegación a Israel que incluyó al difunto Jack Newfield y la difunta Ellen Willis - ambos de los cuales volvieron para escribir artículos más positivos acerca de Israel y el judaísmo (Ellen también rompió con Ms. pero es harina de otro costal).
Con cada feminista que ha conocido alguna vez Gloria Steinem se muestra protectora por instinto; operan en su bando bueno y por tanto obtiene o conserva el acceso al círculo Real de ella. No se equivoque: ella ostenta el poder Real. Muchas feministas creen que su reciente artículo en el New York Times contribuyó directamente a la victoria de Hillary en New Hampshire. Gloria es y siempre ha sido un agente del Partido Demócrata.
Pocas somos las feministas que nos atrevemos a discrepar públicamente con ella -- hacerlo constituye un riesgo real para las posiciones personales y profesionales de una. Hablo de feministas que son presidentas de tribunales supremos estatales, profesoras, jueces, gobernadoras, senadoras, representantes, funcionarios públicos y de buenas intenciones, civiles completamente inocentes que ven en ella su inspiración y una combinación de Jackie Kennedy, Rosa Parks y Mary Poppins.
Hasta ahora, cada organización judía progresista, incluyendo al Congreso Judío Americano, no se habría atrevido nunca a discrepar con ella. Ella es el icono de los derechos de la mujer en América designado por los medios de comunicación (esto es lo que en tiempos molestaba más a los grupos feministas civiles radicales).
Ella también supone un producto rentable para cualquier organización o político. La gente aún paga dinero por escucharla o por cenar con ella.
La política puede habernos separado, pero hasta yo conservo un cálido afecto hacia ella. Hablaría con ella si me llamara - tal es la naturaleza de su poder personal. Gloria es una mujer agradable. De verdad. Pero sus guardianas no.
Robin Morgan, a quien yo personalmente presenté a Gloria y le sugerí contratarla como editora a mediados de los años 70, ha servido como una de esas guardianas. La postura de Morgan sobre Israel y el judaísmo se encuentra más allá del desprecio.
En 1989, Morgan publicaba un libro, El amante del demonio: las raíces del terrorismo, que era reimpreso en el 2001. El libro glorifica a la Autoridad Palestina y maquilla a la agencia más corrupta, escandalosa y con más vinculaciones con el terrorismo de todas las agencias de Naciones Unidas: la United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees (UNRWA), la cual emplea y financia a terroristas y asigna dinero dirigido a los palestinos pobres cuya miseria pretende despertar al mundo contra Israel. El mundo tiene alrededor de 135 millones de refugiados; la UNRWA ha logrado centrar la atención mundial en los problemas de un pequeño grupo exclusivamente.
Esta es Morgan sobre la UNRWA: "La organización entera logró mi respeto por el trabajo extraordinario realizado contra todas las dificultades". Agradece profusamente a la UNRWA haber organizado su viaje a "los campamentos palestinos". Dejar que la UNRWA haga esto equivale a hacer que la agencia soviética de turismo controlada por el KGB organizase su viaje a Moscú.
Morgan se refiere Israel como "la Autoridad Israelí Ocupante". No parece estar repelida ni remotamente por el salvaje maltrato a las mujeres palestinas por parte de los varones palestinos tanto como por [el concepto de] un Jerusalén judío.
En el material post-11 de Septiembre de su libro parece más preocupada por la posibilidad de que América se pueda volver "fanática" y "de derechas" que por la devastación de la Zona Cero; más preocupada por la vulnerabilidad de los musulmanes en América que por la vulnerabilidad de América frente a los extremistas musulmanes.
El lector interesado podrá encontrar lo que he escrito acerca de la revista Ms. en términos de Israel, el judaísmo, el islam y Palestina en mi libro más reciente, La muerte del feminismo: qué va ahora en la lucha por la libertad de la mujer. También sugeriría partes concretas de mis libros El nuevo antisemitismo o La inhumanidad de la mujer frente a la mujer (adivinará que la revista Ms. no extractó y ni siquiera hizo la crítica de estos libros. Tuve suerte).
No tengo idea de lo influyente que Gloria en estos tiempos frente a la revista. No importa. Aún aparece en la reseña como editora de colaboraciones, y durante décadas los medios la retrataron - y a Ms. por extensión - como la voz y la imagen del feminismo de referencia en contraposición a las corrientes más radicales del movimiento encontradas en los campus universitarios y en publicaciones aún más oscuras.
La fachada de presunta referencia, no obstante, queda ahora demolida mientras la revista se revela como no menos reflexivamente hostil a Israel que aquellas que habitan las corrientes más extremas de la hermandad.
La Dra. Chesler es psicoterapeuta y profesora emérita de Psicología y Estudios de la Mujer en la Universidad de Nueva York. Su principal obra de estudios feministas, La mujer y la locura, está considerada uno de los pilares fundamentales del movimiento feminista norteamericano.
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Hacer atractivas las relaciones con Hamas
Una vez más, el reportero del New York Times Neil MacFarquhar ha quedado en evidencia como el principal portavoz de relaciones públicas de los grupos islámicos tapadera en Estados Unidos.
por Steven Emerson

Una vez más, el reportero del New York Times Neil MacFarquhar ha quedado en evidencia como el principal portavoz de relaciones públicas de los grupos islámicos tapadera en Estados Unidos.
En un artículo publicado el jueves titulado, “Oradores en Academia sospechosos de hacer declaraciones falsas" MacFarquhar escribe:
La Academia de las Fuerzas Aéreas era criticada por organizaciones musulmanas y de libertad religiosa por servir de anfitrión el miércoles a tres oradores que los críticos afirman son cristianos evangélicos que se hacen pasar falsamente por antiguos terroristas musulmanes.
Los tres estaban invitados como parte de una conferencia de una semana de duración sobre terrorismo organizada por los cadetes del campus de la academia en Colorado Springs bajo auspicios del departamento de ciencias políticas.
¿Y quiénes son "los grupos musulmanes y de libertad religiosa" que cita MacFarquhar? Una entidad llamada Fundación para la Libertad Religiosa Militar y nada menos que el relacionado con Hamas Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR). De hecho, MacFarquhar se refiere en su artículo a organizaciones "musulmanas" y "árabes" -- en plural -- como contrarias a la conferencia, pero el único grupo musulmán o árabe que cita es CAIR, proporcionando de nuevo a CAIR su deseada e inmerecida plataforma como único portavoz de las comunidades árabes y musulmanas.
Toda esta "controversia" arrancaba realmente con una circular de prensa de CAIR el martes 5 de febrero, reproducida de manera obediente palabra por palabra por algunos diarios y repetida mecánicamente por el New York Times y MacFarquhar. Escribe:
Las organizaciones musulmanas se opusieron al hecho de que no se ofreciera ninguna otra perspectiva sobre el islam, afirmando que los tres oradores -- Anani, Kamal Salim y Walid Shoebat - retratan habitualmente a los musulmanes como intrínsecamente violentos. Todos nacieron en Oriente Medio pero Salim y Shoebat son hoy ciudadanos americanos, mientras que Anani tiene la ciudadanía canadiense.
"Su visión del mundo entera se basa en la idea de que el islam es el mal", decía Ibrahim Hooper, portavoz del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas. "Queremos proporcionar una perspectiva de equilibrio a su discurso de odio" (énfasis añadido).
Pero no las organizaciones musulmanas. Fue CAIR. Y en un momento bastante irónico, MacFarquhar cita a un converso radical al islam, Ibrahim Hooper, para juzgar la credibilidad de un grupo de cristianos conversos, dejando a Hooper difamar el mensaje de los participantes como "discurso de odio".
En ese sentido, Hooper y CAIR no tienen absolutamente ninguna credibilidad en absoluto, pero sí tienen experiencia. CAIR co-patrocinó una conferencia en el Brooklyn College en la que el clérigo islámico radical Wagdy Ghoneim informaba en árabe a la audiencia, "Los judíos distorsionan las palabras de su verdadero significado". También dirigió a los asistentes en una canción que comenzaba con la letra, "No a los judíos, descendientes de los monos". Un acto, a propósito, que CAIR nunca ha repudiado, aunque su abanico de tertulianos ha pasado años negando que tuvieran algo que ver con la conferencia a pesar de las pruebas físicas de lo contrario relacionadas al principio de este párrafo.
Pero ciertamente no leerá nada sobre ese incidente en el New York Times (aunque tuvo lugar a su espalda). El simple hecho de que el Times cubriera la noticia de la conferencia de la Academia de las Fuerzas Aéreas es revelador, pero en absoluto sorprendente. El Times intentará dejar en evidencia a cualquiera que CAIR les pida, pero se niega categóricamente a dar a CAIR el mismo trato.
En la práctica, en marzo del 2007, MacFarquhar llegaba hasta extremos insospechados por resucitar la manchada imagen de CAIR después de que la organización sufriera diversos reveses públicos, incluyendo la restricción de una manera muy pública de una dotación de la oficina de la Senadora por California Bárbara Boxer a causa de los extensos vínculos de CAIR con terroristas y su largo historial de extremismo. En lugar de utilizar la oportunidad para dar parte de la sórdida historia de CAIR, principalmente en sus orígenes y continuando con las relaciones con la organización terrorista Hamas, MacFarquhar se ensañaba en las disculpas, asegurando a sus lectores que CAIR es una organización completamente benigna y transparente. MacFarquhar citaba al ex funcionario del FBI Mike Rolince, solicitado conferenciante del circuito islamista en persona, que decía, "De todos los grupos, probablemente haya más sospechas de CAIR, pero cuando pides a la gente las pruebas, recibes excusas baratas", y a continuación procedía a no realizar ninguna información imparcial. Si lo hubiera hecho, entre otros datos bastante problemáticos y reveladores, habría descubierto que:
Los fundadores de CAIR Nihad Awad y Omar Ahmed asistieron a una conferencia de tres días de duración de miembros y simpatizantes de Hamas en 1993 encaminada a encontrar maneras de "descarrilar" los acuerdos de paz de Oslo, que el colectivo temía que pudieran aislar al movimiento islamista de Hamas.
El fundador y director ejecutivo de CAIR Nihad Awad afirmaba en 1994, "Soy partidario del movimiento Hamas”.
CAIR incluía en su informe de 1996 sobre "crímenes de odio" titulado "El precio de la ignorancia" las detenciones de terroristas, el alto funcionario de Hamas Mousa Abú Marzuk o el encausamiento del infame "jeque ciego" egipcio Omar Abdul Rahmán por parte del sistema de justicia norteamericano. En la práctica, funcionarios de CAIR encabezaron el "Fondo para la Defensa Legal de Marzuk". Marzuk es actualmente el jefe ejecutivo de la oficina política de Hamas en Damasco.
CAIR es conspirador necesario en el juicio de recaudación de fondos de Hamas en Dallas contra la Fundación Tierra Santa de Ayuda y Desarrollo (HLF), y ha sido relacionado por la fiscalía federal con la Hermandad Musulmana, Hamas y otras organizaciones terroristas en varias ocasiones.
En una lista Federal de cargos del 27 de diciembre en el distrito este de Virginia, la fiscalía federal describe a CAIR como "habiendo conspirado con otras filiales de la Hermandad Musulmana para apoyar a terroristas". El gobierno también afirma "las pruebas de que los conspiradores utilizaron engaños para esconder sus conexiones con los terroristas al público americano se presentaron" en el juicio a la HLF el año pasado y en el juicio de Chicago de dos agentes de Hamas en el 2006.
Cuatro miembros del personal de CAIR han sido procesados por cargos relacionados con terrorismo o deportados por vínculos con el terrorismo, y los funcionarios de CAIR tienen un largo historial de servir como portavoces de terroristas vinculados a Hamas y la Jihad Islámica palestina.
En la práctica, en respuesta a la afirmación infundada por parte de Rolince acerca de CAIR, el ex agente del FBI Mike Rolf afirmaba, "Está claro que CAIR tiene un buen número de personas en cargos de poder dentro de la organización que han sido relacionadas directamente con el terrorismo y que hubieran sido procesadas o expulsadas del país. No hay duda por parte de las personas que trabajan en contraterrorismo en Estados Unidos, y es problemático que CAIR parezca ser incapaz de condenar específica y directamente a grupos terroristas como Hamas o Hezbolá”.
Más adelante, MacFarquhar escribe:
Las organizaciones árabe-americana de derechos civiles cuestionan el motivo de que, en el momento en que el gobierno de los Estados Unidos ha encarcelado vigorosamente o al menos deportado a cualquiera con relación terrorista conocida, los tres hombres, si están diciendo la verdad, puedan circular libremente (énfasis añadido).
Pero no cita a nadie de las organizaciones y no cita a ninguno de sus líderes, proclamando a Ibrahim Hooper y CAIR como únicos portavoces de la comunidad árabe y musulmana. Mientras tanto, MacFarquhar hace caso omiso sistemáticamente al largo historial de CAIR de intentar sofocar la libertad de expresión, incluyendo presentar demandas para intentar disuadir a "sus críticos".
En el litigio de más alto nivel de CAIR, abierto contra Andrew Whitehead y su página web www.anti-cair-net.org/, CAIR retiraba eventualmente su demanda durante el proceso de presentación de pruebas. El abogado de Whitehead, Reed Rubinstein, describía la motivación de CAIR para abandonar el pleito de la siguiente manera, "Habría tenido que dar a conocer las finanzas de CAIR y sus relaciones y sus principios, sus motivaciones ideológicas, de una manera que no quería que se hicieran públicos". Y en realidad CAIR tiene mucho que esconder. Simplemente no espere que MacFarquhar informe de lo que CAIR quiere ocultar al público americano.
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El dilema español
Sin presumir participar en la polémica electoral hispana, se ha de reconocer que uno de los lados ha tenido un comportamiento muy poco amistoso para con Israel. Toque de alerta para quienes comprenden debidamente el enfoque que conceden los árabes al término Al Andalus.
Confieso que sigo con particular atención el proceso preelectoral español. Tengo sobradas razones para ello, puesto que fue allí donde nací. Y a través de los años he mantenido una identidad con el país en donde vi mi primera luz. Por lo tanto hubiera podido ser uno de los tantos votantes de no haber mediado circunstancias ajenas a mi voluntad. De modo que por muy hispanófilo que pueda ser, no dejo de ser un extranjero. Y como bien se dice que uno no debe meterse en camisa de once varas, no me propongo expresar opiniones relativas a la política interna de tal o cual partido. Sobre todo ahora, cuando los dos principales candidatos han llegado a un punto en el que la discusión no es solamente agria, sino que ha llegado a tonos muy disonantes. Eso para calificar en forma muy moderada la animadversión, por no decir simplemente el odio que caracteriza la discordante relación entre ambos.
Así es que no voy a decir si prefiero al socialista Rodríguez Zapatero al centrista Mariano Rajoy, o a la inversa. Pero sí expresaré algo que me resulta claro y evidente: España no ha dado prueba de una sincera amistad para con mi país. Es más, no parece comprender la médula del conflicto árabe-israelí. Todo por el contrario, ha mantenido frecuentemente posturas totalmente opuestas a los más fundamentales intereses de Israel. Con tan solo decir que ha sido uno de los últimos países en reconocer oficialmente la existencia del Estado hebreo ya se ha dicho todo. De modo que en este punto, tanto los regímenes encabezados por la izquierda como por la derecha han considerado oportuno hacer caso omiso de un país con el que no le convenía hacer buenas migas… porque la sencilla razón que ello le podría arruinar las relaciones que por la fuerza estima que ha de tener con el mundo árabe.
La verdad es que los dirigentes políticos españoles han cometido, y en cierto modo, siguen cometiendo un lamentable error. El mundo árabe no es amigo de Madrid (ni de Barcelona tampoco). Considera con evidente nostalgia el hecho que fuera expulsado de la península. Para ellos la Reconquista española equivale a la Nakba (el desastre) que pretendidamente sufrieron en Tierra Santa. Es decir, sostienen que España, mejor dicho Al Andalus, les pertenecería. Claro que olvidan que en este último caso los habitantes naturales recuperaron la tierra perdida, mientras que en el anterior se trataba del regreso de un pueblo al terruño de sus antepasados, del que habían sido expulsados a punta de lanza. Y que algunos que otros beduinos lo habían ocupado y arruinado de modo tal, que el famoso novelista norteamericano Mark Twain dijo al visitar el país que “era una tierra dejada de la mano de D’s”.
Pero desde un primer momento la llegada del señor Rodríguez Zapatero a la Presidencia del Estado no auguró nada bueno para Israel. El dirigente socialista tuvo la poca acertada (!) idea de designar como Ministro de Exteriores a un amigo íntimo de uno de los más nefastos dirigentes que han tenido los palestinos: Yasser Arafat. El señor Moratinos jamás ocultó la estrecha relación con había mantenido con uno de los terroristas más sanguinarios de la historia reciente. Que en un momento dado se puso la piel de cordero para disimular su verdadera intención: liquidar al Estado de Israel.
No es ningún secreto que las esferas diplomáticas israelíes quedaron consternadas ante semejante nombramiento: bien conocían la ciega admiración del estadista español por el más acérrimo enemigo de Israel. Pero no solamente ellas: bien recuerdo que poco después del anuncio, uno de los más reputados y objetivos periodistas españoles, Luis Foix, escribió un artículo en La Vanguardia en la que afirmaba, con la diplomacia que le caracteriza, que Javier Solana hubiera sido una mejor elección para ese cargo. Y tenía sobradas razones. Parece ser que en general el desempeño del alto funcionario no ha sido ejemplar, por no decir menos. Hace poco un comentarista hispano, escribió que el titular de Exteriores español no solamente llegó con una hora de retraso a una importante reunión de cancilleres de la UE que debía deliberar sobre la cuestión de Kosovo, sino que criticó el propósito de España de votar contra la independencia ese país. “Moratinos, como siempre en su papel de Desatinos”, dijo el aludido, Javier Oviedo.
Que conste: con ello no quiero decir que todo el socialismo español sea anti-israelí: hay en sus filas personalidades que tienen un enfoque más atinado, y saben comprender los problemas de Israel y las nefastas intenciones de sus enemigos. Como ejemplo citaré a una destacada figura como lo es la escritora y periodista Pilar Rahola, ex vicealcaldesa de Barcelona y actual comentarista de La Vanguardia, que no oculta sus tendencias políticas izquierdistas.
Desde luego que para contrarrestar la decepción de ese nombramiento, el régimen de Zapatero trató de endulzar la píldora con algunos torcidos pasos pro israelíes: un acto aquí y otro allá. Hasta que, a sorpresa de todos, el Presidente del Consejo de Ministros, el señor Rodríguez Zapatero nos apareció con una burlona sonrisa “engalanado” con una kefia palestina… Eso no era un error garrafal, sino un desatino descomunal. Así no se puede comportar el jefe del Gobierno de un país que si no amigo, presume por lo menos ser objetivo. Realmente, un insulto que nosotros, los israelíes, no le podemos olvidar.
Repito, no tenía el propósito de meterme en camisa de once varas. No me incumbe. Tan sólo recordar algunos pequeños detalles que tienen particular interés para quienes radicados en esta bendita tierra tanto estimamos a España. Espero que los españoles tengan la cordura de elegir a un Gobierno que les pueda conducir por buen camino. Lo deseo sinceramente, créanme.
Moshé Yanai