
Denigrar a Israel a costa de los haitianos
Bradley Burston - Haaretz
Me gustaría decir unas palabras para honrar y agradecer y, sí, también de orgullo, a esos médicos, paramédicos, enfermeras, cuidadores y técnicos que fueron a Haití para salvar vidas.Eso es todo.Creo que se trata de personas que fueron a salvar a seres humanos de la gangrena y la amputación, a detener hemorragias, a aliviar terribles dolores. A facilitar y ayudar en los partos. Arriesgando sus vidas, utilizando martillos neumáticos, sistemas hidráulicos y sus manos para poder rastrear bajo toneladas de hormigón y limo, y así liberar a niños y adultos.Sin embargo, durante todo el tiempo en que han estado trabajando, una serie de personas desde muy lejos, cómodamente refugiados en la tranquilidad de sus ordenadores, también han trabajado furiosamente, pero son personas que están furiosas hasta el punto de ebullición por las noticias sobre la misión de rescate israelí. Son personas que creen que su misión en este asunto es decirle al mundo exactamente lo que hay de malo en esta misión.Durante la semana pasada, la labor del equipo médico de Israel se ha convertido en una especie de test de Rorschach de cómo la gente ve a Israel y a los israelíes. La mayoría de los comentarios, hay que decirlo, son de apoyo. Incluso de parte de aquellos que contraponen la miseria humanitaria en Gaza como contraste.Pero en una proporción chocante del resto, la conclusión es simple: Israel, y los israelíes, no pueden hacer nada bien.En su forma más extrema, hay quienes han acusado a Israel de usar la catástrofe de Haití como un nuevo depósito de sustracción de órganos.Pero incluso muchos de los que huyen de los libelos de sangre, han aprovechado la misión en Haití para atacar a Israel, dejando en muchos casos rastros de un odio - y de una intolerancia - que raya en lo visceral."Creo que dar crédito a Israel por sus buenas acciones en Haití", escribía John Smithson, lector de la popular [y claramente anti-israelí] web Mondoweiss, "es como ver a un asesino en serie o u otro tipo de sociópata cortar el césped de una ancianita (o realizar cualquier otra actividad de caridad)."El argumento es que Israel envió ayuda a Haití por motivos puramente cínicos: como una especie de ejercicio de relaciones públicas para desviar la atención del informe Goldstone; para desviar la atención sobre Gaza; para desviar la atención de sus interminables, y siempre en expansión, crisis internas.La implicación es que Israel y los israelíes son constitucionalmente incapaces de hacer el bien por el propio bien. O que, cada vez que aparecen para hacer el bien, la gente concienciada debe intentar reconocer ese trasfondo de mal que se trata de encubrir mediante cualquier buena acción que pretendan emprender, para así no resultar cómplice de los actos reprensibles que se pretenden ocultar.Es cierto que existe otra ceguera voluntaria, la de afirmar que Israel no puede hacer ningún mal. Pero mantener, con respecto a Haití y/o en general, que los israelíes no pueden hacer el bien, sólo puede definirse como racismo.Israel, como todos los países donde existe una guerra endémica, como en gran parte del mundo lamentablemente, y como Palestina, es una nación cuya población ha sido pueblo ha sido deformada, permanentemente traumatizada y emocionalmente atrofiada por ese conflicto. Sin embargo, los israelíes, como las personas de todos esos países donde la guerra es endémica, al igual que los palestinos, han demostrado enormes reservas de humanidad bajo situaciones inhumanas.Como relataba el periodista palestino-americano, Ray Hanania, sobre la ayuda israelí tras el terremoto de Haití: "200.000 haitianos murieron en un terremoto. Enviaron a médicos y suministros para ayudar. Eso representa una buena acción. El hecho de que estamos luchando con Israel no significa que debamos burlarnos de que ayuden y asistan a personas necesitadas. Sí, desearía que Israel mostrará la misma compasión por los palestinos. Sin embargo, Israel y Haití no están en guerra, y los israelíes y los palestinos (principalmente Hamas y los colonos) sí lo están".La gente que realmente conoce este lugar sabe que es algo más que una caricatura moral, aunque también sabemos que no existe algo parecido a una conciencia preclara en Tierra Santa. Puede ser que su conciencia esté en conflicto, o no sea la conciencia de todos.Nadie sabe mejor que los israelíes - ni siquiera sus peores críticos en el extranjero - cuan errónea y equivocada puede llegar a ser la conducta de su país, y la de sus compatriotas, y cuantas veces lo es.Nadie sabe mejor que los palestinos y sus partidarios, lo que es estar marcado por la intolerancia, el tomar decisiones equivocadas en los conflictos, el estar obnubilados por el odio.Me gustaría honrar y dar las gracias a esos médicos, paramédicos, enfermeras, cuidadores y técnicos que fueron a Haití para salvar vidas.Los israelíes, y los judíos del resto del mundo, no deberían verse forzados a recitar una especie de catecismo sobre cuan terriblemente deficiente y equivocada es a veces la visión sobre Israel, aunque sólo para ganarse el derecho a sentir y a expresar su admiración, y sí, también su gratitud y su orgullo.
Bradley Burston - Haaretz
Me gustaría decir unas palabras para honrar y agradecer y, sí, también de orgullo, a esos médicos, paramédicos, enfermeras, cuidadores y técnicos que fueron a Haití para salvar vidas.Eso es todo.Creo que se trata de personas que fueron a salvar a seres humanos de la gangrena y la amputación, a detener hemorragias, a aliviar terribles dolores. A facilitar y ayudar en los partos. Arriesgando sus vidas, utilizando martillos neumáticos, sistemas hidráulicos y sus manos para poder rastrear bajo toneladas de hormigón y limo, y así liberar a niños y adultos.Sin embargo, durante todo el tiempo en que han estado trabajando, una serie de personas desde muy lejos, cómodamente refugiados en la tranquilidad de sus ordenadores, también han trabajado furiosamente, pero son personas que están furiosas hasta el punto de ebullición por las noticias sobre la misión de rescate israelí. Son personas que creen que su misión en este asunto es decirle al mundo exactamente lo que hay de malo en esta misión.Durante la semana pasada, la labor del equipo médico de Israel se ha convertido en una especie de test de Rorschach de cómo la gente ve a Israel y a los israelíes. La mayoría de los comentarios, hay que decirlo, son de apoyo. Incluso de parte de aquellos que contraponen la miseria humanitaria en Gaza como contraste.Pero en una proporción chocante del resto, la conclusión es simple: Israel, y los israelíes, no pueden hacer nada bien.En su forma más extrema, hay quienes han acusado a Israel de usar la catástrofe de Haití como un nuevo depósito de sustracción de órganos.Pero incluso muchos de los que huyen de los libelos de sangre, han aprovechado la misión en Haití para atacar a Israel, dejando en muchos casos rastros de un odio - y de una intolerancia - que raya en lo visceral."Creo que dar crédito a Israel por sus buenas acciones en Haití", escribía John Smithson, lector de la popular [y claramente anti-israelí] web Mondoweiss, "es como ver a un asesino en serie o u otro tipo de sociópata cortar el césped de una ancianita (o realizar cualquier otra actividad de caridad)."El argumento es que Israel envió ayuda a Haití por motivos puramente cínicos: como una especie de ejercicio de relaciones públicas para desviar la atención del informe Goldstone; para desviar la atención sobre Gaza; para desviar la atención de sus interminables, y siempre en expansión, crisis internas.La implicación es que Israel y los israelíes son constitucionalmente incapaces de hacer el bien por el propio bien. O que, cada vez que aparecen para hacer el bien, la gente concienciada debe intentar reconocer ese trasfondo de mal que se trata de encubrir mediante cualquier buena acción que pretendan emprender, para así no resultar cómplice de los actos reprensibles que se pretenden ocultar.Es cierto que existe otra ceguera voluntaria, la de afirmar que Israel no puede hacer ningún mal. Pero mantener, con respecto a Haití y/o en general, que los israelíes no pueden hacer el bien, sólo puede definirse como racismo.Israel, como todos los países donde existe una guerra endémica, como en gran parte del mundo lamentablemente, y como Palestina, es una nación cuya población ha sido pueblo ha sido deformada, permanentemente traumatizada y emocionalmente atrofiada por ese conflicto. Sin embargo, los israelíes, como las personas de todos esos países donde la guerra es endémica, al igual que los palestinos, han demostrado enormes reservas de humanidad bajo situaciones inhumanas.Como relataba el periodista palestino-americano, Ray Hanania, sobre la ayuda israelí tras el terremoto de Haití: "200.000 haitianos murieron en un terremoto. Enviaron a médicos y suministros para ayudar. Eso representa una buena acción. El hecho de que estamos luchando con Israel no significa que debamos burlarnos de que ayuden y asistan a personas necesitadas. Sí, desearía que Israel mostrará la misma compasión por los palestinos. Sin embargo, Israel y Haití no están en guerra, y los israelíes y los palestinos (principalmente Hamas y los colonos) sí lo están".La gente que realmente conoce este lugar sabe que es algo más que una caricatura moral, aunque también sabemos que no existe algo parecido a una conciencia preclara en Tierra Santa. Puede ser que su conciencia esté en conflicto, o no sea la conciencia de todos.Nadie sabe mejor que los israelíes - ni siquiera sus peores críticos en el extranjero - cuan errónea y equivocada puede llegar a ser la conducta de su país, y la de sus compatriotas, y cuantas veces lo es.Nadie sabe mejor que los palestinos y sus partidarios, lo que es estar marcado por la intolerancia, el tomar decisiones equivocadas en los conflictos, el estar obnubilados por el odio.Me gustaría honrar y dar las gracias a esos médicos, paramédicos, enfermeras, cuidadores y técnicos que fueron a Haití para salvar vidas.Los israelíes, y los judíos del resto del mundo, no deberían verse forzados a recitar una especie de catecismo sobre cuan terriblemente deficiente y equivocada es a veces la visión sobre Israel, aunque sólo para ganarse el derecho a sentir y a expresar su admiración, y sí, también su gratitud y su orgullo.
Presidente de Haití agradeció a Israel por su ayuda
El presidente de Haití Rene Preval dijo que su país agradece la ayuda que Israel ha suministrado a aquellos heridos en el terremoto devastador de la semana anterior.
El General Shalom Ben-Aryeh, comandante del hospital de campaña en Puerto Príncipe dijo que la delegación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sólo regresarán una vez de que tengan la confianza que los heridos han recibido el tratamiento adecuado.Estados Unidos comenzará a recibir más pacientes en el hospital-barco el domingo. Hasta ese momento, las únicas instalaciones que realmente funcionan son las de Israel y Rusia, que ha abierto un pequeño hospital de 20 camas.“Mientras que no tengamos alguna persona que se ocupe realmente de los heridos no nos iremos”, dijo Ben-Aryeh.El hospital de FDI, según dijo, ha tratado a más de 450 paciente, realizado siete partos y decenas de cirugías.El domingo, una vez que comience a funcionar el hospital estadounidense, comenzarán las consultas para evaluar el retorno de las FDI a Israel. Hay una posibilidad de que los reemplazos de los miembros actuales de la delegación sean enviados a Haití si decidimos quedarnos en la isla, dijo Ben-Aryeh.“Se tomará la decisión el domingo”, aseguró. “Si decidimos quedarnos más tiempo, reemplazaremos algunos equipos”.Preval indicó que “este desastre no ha dañado sólo a nuestra gente”, pero dijo que su gobierno está colapsado. “Debemos entender que el daño causado es total y que ha afectado a todos los sectores de la sociedad”.Luego de un pedido de Estados Unidos y de la Unión Europea, la policía israelí enviará decenas de oficiales para sumarse a los esfuerzos de mantenimiento de paz en el país caribeño, según indicó el ministerio de Seguridad. Los cien efectivos de policía pasarán un período de preparación física y mental y de entrenamiento antes de comenzar su misión.
El presidente de Haití Rene Preval dijo que su país agradece la ayuda que Israel ha suministrado a aquellos heridos en el terremoto devastador de la semana anterior.
El General Shalom Ben-Aryeh, comandante del hospital de campaña en Puerto Príncipe dijo que la delegación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sólo regresarán una vez de que tengan la confianza que los heridos han recibido el tratamiento adecuado.Estados Unidos comenzará a recibir más pacientes en el hospital-barco el domingo. Hasta ese momento, las únicas instalaciones que realmente funcionan son las de Israel y Rusia, que ha abierto un pequeño hospital de 20 camas.“Mientras que no tengamos alguna persona que se ocupe realmente de los heridos no nos iremos”, dijo Ben-Aryeh.El hospital de FDI, según dijo, ha tratado a más de 450 paciente, realizado siete partos y decenas de cirugías.El domingo, una vez que comience a funcionar el hospital estadounidense, comenzarán las consultas para evaluar el retorno de las FDI a Israel. Hay una posibilidad de que los reemplazos de los miembros actuales de la delegación sean enviados a Haití si decidimos quedarnos en la isla, dijo Ben-Aryeh.“Se tomará la decisión el domingo”, aseguró. “Si decidimos quedarnos más tiempo, reemplazaremos algunos equipos”.Preval indicó que “este desastre no ha dañado sólo a nuestra gente”, pero dijo que su gobierno está colapsado. “Debemos entender que el daño causado es total y que ha afectado a todos los sectores de la sociedad”.Luego de un pedido de Estados Unidos y de la Unión Europea, la policía israelí enviará decenas de oficiales para sumarse a los esfuerzos de mantenimiento de paz en el país caribeño, según indicó el ministerio de Seguridad. Los cien efectivos de policía pasarán un período de preparación física y mental y de entrenamiento antes de comenzar su misión.